Tras largas negociaciones con el Ministerio del Interior de Italia.
El Limosnero Apostólico, el cardenal Konrad Krajewski, viajó ayer a la isla de Lesbos, junto con algunos responsables de la Comunidad de Sant’Egidio, y regresará a Italia el próximo 4 de diciembre con un grupo de 33 refugiados que solicitan asilo político. Todo ello con la aquiescencia del nuevo Gobierno de Italia.
Desde que Salvini y su partido, la Liga Norte, ya no están en el Gobierno italiano, todo parece haber cambiado. Nos cuenta Vatican News que el Limosnero de su Santidad, el cardenal polaco Konrad Krajewski, viajó a la isla de Lesbos, en Grecia, junto con algunos responsables de la Comunidad de Sant’Egidio, y regresará con un grupo de 33 refugiados que solicitaban asilo político. Otros 10 refugiados llegarán antes de final de mes.
En la nota de prensa emitida por la Limosnería se recuerda el viaje del Papa a la isla griega en 2016, cuando se llevó consigo a Roma 3 familias de refugiados, de las cuales la Santa Sede asumió los gastos de la acogida y el sustento, mientras que Sant’Egidio asumió la hospitalidad y el camino de integración.
El pasado mayo, el Papa Francisco ordenó al Limosnero Apostólico que volviera a la isla para renovar la solidaridad con el pueblo griego y con los refugiados.
Además de la Santa Sede y Sant’Egidio, esta operación ha contado con el apoyo de un agente fundamental, el Estado Italiano, como dice la nota de prensa: “Después de un intenso período de negociaciones oficiales entre los organismos competentes para crear este nuevo corredor humanitario el Ministerio del Interior de la República Italiana ha dado su aprobación definitiva para llevar a cabo la operación”.
Ese mismo ministerio del interior en el que estaba al frente Matteo Salvini, el gran ‘enemigo’ del Papa en cuanto a política de inmigración se refiere, hasta el pasado verano, cuando el Gobierno que formaban su partido y el Movimiento 5 estrellas se rompió, dando lugar al nuevo Gobierno, con la Liga de Salvini fuera.
El nuevo Gobierno, a pesar de haber dado grandes pasos para la aprobación de la eutanasia en Italia, parece tener mejor sintonía con la Iglesia Católica.
El pasado año, Carlos Esteban nos informaba del extenso patrimonio del APSA, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, unas 5.000 propiedades repartidas por Italia y el extranjero. Por lo tanto, donar un edificio abandonado por unas religiosas, traer a 43 refugiados y 3 familias, y todo ello en 7 años, suena un poco a ‘postureo’. Quizá sea mi dureza de corazón.
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A los que no dedican ningún corredor humanitario es a los cristianos perseguidos, pues ni siquiera reconocen su existencia con la excusa del islam religión de paz, esa falacia que no se cree nadie.
¡43 refugiados 43! ¡Francisco, Krajewski y Sant’Egidio han traído por fin a la Tierra el Reino de Dios y su justicia…!
El último párrafo, digno del más cuñado entre los becarios.
Esto lo tienen que aclarar bien, porque ¿la sanidad quien la costea?. ¿la educación?. ¿que es lo que costea el Vaticano realmente?. ¿por qué no les da el pasaporte vaticano?. Todos los items de estos refugiados hay que aclararlo muy bien, porque conozco un poco el tema, al final es el estado vía escolaridad, comedores, libros, autobuses de desplazamiento, billetes metros gratuitos, bonos en instalaciones deportivas, piscinas etc..
Y los cristianos perseguidos? Por qué no los traen????
El Obolo de San Pedro se reduce, y lo seguirá haciendo, no solo porque está muy mal gestionado sino, sobre todo, porque está mal utilizado. Es un fondo para la evangelización que no tiene sentido en una iglesia que no tiene que enseñar sino escuchar, en dónde las religiones son todas iguales y ya estamos todos salvados.
De qué datos dispones? O es otra de tus mentiras?
Otra inversión, de esas que justifica Francisco y que es todo lo contrario de prudente, ocupa hoy la información. La Secretaría de Estado, es decir, el Obolo de San Pedro, es decir, las donaciones de los fieles, diócesis y órdenes religiosas para la caridad del papa, posee las dos terceras partes de un fondo maltés llamado ‘Centurion Global Fund’ con sede en La Valletta. El destino del dinero es 6 millones para Lapo Elkann del que es socio al 25%, 10 millones para Enrico Preziosi empresa de juguetes, 4 millones para la película Men in black, la biografía de Elton John, 16 millones para la compra de la sede italiana de la ABB de robótica. Por si fuera todo esto poco ejemplar el fondo ha perdido casi el 5%. En torno a 2 millones de euros se han esfumado en inversiones equivocadas. Después de las declaraciones de Francisco sobre las inversiones llegamos a la conclusión de que o bien no se entera de nada de lo que sucede en su casa, o bien nos está contando una película.
Empezamos con los inmigrantes, o en este caso para ser más precisos, con los prófugos. En un primer momento, los titulares nos decían que el Papa Francisco había decidido acoger en el Vaticano a 43 que al fin son 33. A pesar del día de enormes tormentas en Roma que ha bloqueado parte de la ciudad estábamos pendientes de la llegada al pequeño estado pontificio de los ilustres huéspedes. Nos habían anunciado que era tiempo perdido y que ni de lejos veremos la escena de la publicitada acogida. Al fin se quedan en Italia y acogidos por los ‘sanegidianos’ que son especialistas en vivir de fondos públicos. El gobierno amigo italiano ha autorizado la idea. Es por tanto una operación, una más, en la que el Papa Francisco, y su cardenal electricista, se quieren colgar medallas sin mover un dedo y sin poner un euro.
Specola
Unido a esto tenemos hoy unas declaraciones de Don Mazzi. Don Mazzi es el sacerdote más conocido en Italia dedicado a obras sociales y goza de gran predicamento popular. Se puede o no estar de acuerdo con sus ideas pero estamos ante una persona que vive y pone en práctica lo que predica. Hoy quiere suprimir el Vaticano y mandarlos a todos a África. Compartimos con entusiasmo la primera parte de la propuesta de Don Mazzi pero pensamos que no ha reflexionado suficientemente sobre la segunda parte. El vaticano, tal como está en este momento, ha perdido todo su sentido y se ha convertido en un estorbo, y no pequeño, para la misión fundamental de la iglesia. Lo de mandar a todos a África nos parece una crueldad innecesaria que considera a los africanos merecedores de todas las desgracias. No lo merecen y habrá que buscar otra solución respetuosa con los sufridos africanos y que conceda justo destino a las aspiraciones de los ilustres curiales.
Yo los mandaría a China
Jajajajajaja