Mons. Daniel Fernández, obispo cesado por el Papa hace dos años, se pronuncia sobre Fiducia supplicans: «Contradice la doctrina católica»

Daniel Fernández obispo Arecibo Mons. Daniel Fernández, obispo emérito de Arecibo
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Antes de la destitución del obispo de Tyler, Joseph Strickland, fue sonada la destitución de monseñor Daniel Fernández, quien entonces ejercía como obispo de Arecibo, en Puerto Rico.

Hace dos años que este obispo de buena doctrina fue fulminado por Francisco «por falta de comunión» con el resto de obispos de Puerto Rico. La decisión causó perplejidad en el propio obispo y en gran cantidad de fieles de su diócesis que pidieron a Roma su restitución.

Cuando se hizo pública su renuncia, el obispo publicó un comunicado para «lamentar mucho que en la Iglesia donde se predica tanto la misericordia, en la práctica algunos carezcan de un mínimo sentido de la justicia. A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada».

El año pasado, cuando se cumplió el primer año de su destitución forzosa, rompió su silencio para asegurar que aún seguía perplejo con la decisión inmisericorde y severa que el Vaticano tomó con él.

Ahora, al cumplirse el segundo aniversario de su destitución, monseñor Daniel Fernández ha vuelto a compartir una nota en la que ha vuelto ha confirmar que sigue perplejo ante tal acción. Además, el obispo emérito de Arecibo aprovecha esta oportunidad para pronunciarse sobre Fiducia supplicans.

Les ofrecemos el comunicado íntegro de monseñor Daniel Fernández, obispo emérito de Arecibo:

Al cumplirse dos años de mi remoción como obispo de Arecibo, permaneciendo en mi perplejidad ante tal acción, deseo expresar de corazón
a todos mis condiocesanos que les extraño. ¡Cómo no sentir nostalgia por mi amada diócesis de Arecibo! “Las grandes aguas no pueden apagar el amor, ni anegarlo los ríos” (Ct 8, 7).

Entre el obispo y su diócesis se establece una relación única, como esponsal. Por derecho divino el obispo es el pastor propio de esa iglesia
particular que le ha sido confiada. No puede entenderse el pastor sin su rebaño. Por eso, si contra todo derecho, éste le es arrebatado,
permanecerá el pastor en la angustia de amor que describe el Libro del Cantar de los Cantares: “Indícame, amor de mi alma, dónde apacientas el rebaño, dónde lo llevas a sestear a mediodía, para que no ande yo como errante tras los rebaños de tus compañeros” (Ct 1, 7).

Precisamente desde la consideración del amor de Aquel que “nos amó hasta el extremo” sería conveniente releer en esta Cuaresma los relatos de la Pasión y fijarnos con atención en el modo de obrar del Señor. Mucho tenemos que aprender de Él para saber cómo reaccionar en los
momentos difíciles, cuándo hablar y qué decir. Procuremos pedir cada día a Dios en la oración lo que el Papa Francisco dijo en una homilía en el 2018 comentando el evangelio de Lc 4, 16-30: “la gracia de discernir cuándo debemos hablar y cuándo debemos callar”. Y en esa misma
homilía refiriéndose a cómo Jesús callaba durante su Pasión el Viernes Santo decía el Papa: “El silencio que vence, pero a través de la Cruz. El silencio de Jesús. (…) Decir lo que haya que decir y después callar.

Porque la verdad es mansa, la verdad es silenciosa, la verdad no es ruidosa”. Desde ese discernimiento, y asistidos por esa gracia divina, miramos la situación actual de nuestra Iglesia y, sin miedo a equivocarnos, podemos afirmar que atraviesa momentos muy difíciles. Un ejemplo doloroso de ello ha sido la Declaración del Dicasterio para la Doctrina de la fe sobre el sentido pastoral de las bendiciones,
donde se aborda el tema de las bendiciones de “parejas” en situaciones irregulares y de “parejas” del mismo sexo. ¿Cómo reaccionar
ante eso? ¿Cómo considerarlo a la luz del comportamiento del Señor durante su Pasión? ¿Qué decir y qué hacer?

Con profunda tristeza e inmenso dolor conozco del escándalo y gran sufrimiento por los cuales atraviesan muchos hermanos. La Declaración Fiducia supplicans, incluida la Nota para ayudar a clarificar su recepción, abona a la situación de duda, ambigüedad y confusión en la
Iglesia. Es contradictoria, no solo con la perenne práctica pastoral de la Iglesia sino que lo es también al pretender sostener que se puede bendecir a estas “parejas” sin bendecir al mismo tiempo aquello que precisamente las constituye en “pareja”, que es su unión o relación.

Hace dos años la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe explicó claramente que no se puede bendecir el pecado. En la Cuaresma
recordamos que Jesús entregó su vida en la Cruz para vencer el pecado, no para bendecirlo, para salvar con su misericordia al pecador y procurar su conversión. Aunque se trate de interpretar de modo distinto haciendo malabares argumentativos, la reciente Declaración no se refiere a personas individuales sino a “parejas” en situación de pecado. De esa manera, pretende permitir una acción “pastoral” que contradice la doctrina católica.

Ante eso, los obispos somos los primeros que tenemos que examinar nuestra conciencia. La Iglesia es “apostólica”, así que todos los
sucesores de los apóstoles, en comunión con el Papa, como cabeza visible, venimos obligados a la solicitud por la Iglesia universal
promoviendo y defendiendo la unidad de la fe y la disciplina común. (cf. LG 22-23) y un día tendremos que dar cuentas a Dios. Nos sirve de ejemplo el apóstol Pablo cuando fraternalmente corrige al apóstol Pedro (Ga 2, 11-14). Por tal razón, obispos, cardenales ex prefectos de
Congregaciones y conferencias episcopales de diversas partes del mundo, han expresado legítimamente su preocupación con esta Declaración y, en espíritu de corrección fraterna, la han criticado o solicitado que se revoque, o han decretado que no se implemente en sus respectivas jurisdicciones eclesiásticas. Es lo que nos corresponde hacer a los que pertenecemos al Colegio Episcopal.

Nos toca a todos velar por la unidad de la Iglesia, cuya moral es universal y no puede depender del lugar donde se viva. Si no lo hacemos, “las piedras gritarán” (Lc 19, 49) y podríamos llegar a ser merecedores de las duras palabras dirigidas por Dios a los sacerdotes en el libro de Malaquías: “les enviaré la maldición y maldeciré también sus bendiciones. …ustedes se han desviado del camino, dice el Señor de los ejércitos, y han hecho que muchos tropiecen con su doctrina” (cf. Ml 2, 1-9).

Además, debemos recordar la importancia de expresar la comunión con el ministerio petrino orando por el Santo Padre para que hable y actúe siempre movido por el Espíritu Santo. Conocemos lo ocurrido con el apóstol Pedro, que recibe el elogio de parte de Jesús porque había hablado por inspiración divina (Mt 16, 17), pero luego es reprendido por el Señor porque en ese momento hablaba como los hombres (Mt 16, 23). Nos consuela saber que Jesús mismo le aseguró su ayuda cuando le dice: “¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder sacudirlos como trigo; pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos” (Lc 22,
31-32).

Por eso, deseo terminar esta reflexión cuaresmal exhortando de todo corazón: actuemos movidos por el amor a la Iglesia y por el amor al Papa poniendo en práctica la caritas in veritate. Ofrezcamos nuestras oraciones y ayunos por el Sucesor de Pedro para que, por la intercesión de la Virgen María, siendo dócil al Espíritu Santo, cumpla siempre con su misión de confirmarnos en la fe, sobre todo en estos tiempos de oscuridad.

+Daniel Fernández Torres
«No hay temor en el amor»

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Comentarios
26 comentarios en “Mons. Daniel Fernández, obispo cesado por el Papa hace dos años, se pronuncia sobre Fiducia supplicans: «Contradice la doctrina católica»
  1. El Papa cancela a los obispos fieles, pero no conseguirá hacerlos callar.
    Cuando muera Francisco es posible que Dios envíe un pontífice de buena doctrina que derogue Fiducia Supplicans y corrija los numerosos errores de Francisco. Oremos para que así sea.

    1. No creo que envie a uno bueno, por desgracia ya estamos en el final de los tiempos y le toca entrar al anticristo. Todo está escrito y se ha de cumplir, nos toca rezar y sufrir.

      1. Ni siquiera, porque no eran vacunas, sino «preparados» experimentales realizados a partir de líneas celulares procedentes de abortos provocados.

        1. Por los cuales todavía está muriendo gente, y enfermado a millones para toda su vida… Qué tremenda injusticia. Es el papa quien hubiera tenido que pedir perdón por obligar, prácticamente, a vacunarse a los católicos, sobre todo a los sacerdotes.

      2. ¿Todos los sacerdotes que ha «misericordiado» el Papa lo han sido de un modo tan injusto? Solamente por llevarle la contraria en temas menores… No quiero decir lo que pienso al respecto, porque me lo censurarían.

      3. Esa libertad no existió por parte del clero globalista….
        Un acto de amor tan sublime debe obligarse siempre.
        A estos salvajes hay que temerles porque atacan alma y cuerpo …..no sólo cuerpo

  2. Qué surrealista…..cual brujas …..el Vaticano obligandote a beber dos pócimas……las matarratas y las lubricans.

    Terrible.
    Maranatha
    Lean las conversaciones de Manoli con Jesús que lo explica todo muy bien

    1. Ni qué decir de los VERDADEROS casi 1500 mensajes de Jesús a MDM que explica todo muy requetebién….
      Además son mensajes para » tontos» los listos pseudoteologillos no suelen creerLe al Señor

  3. Gracias Monseñor Daniel Fernandez, mucho he leido sobre el tema, pero lo suyo es de la mejor. Que Dios le bendiga y , por favor, siga emitiendo
    comunicados que nos den luz en estos momentos de tanta tiniebla y confusión.

    1. Al cielo? No se yo, después de todas las herejías que ha cometido y su obediencia a las élites masonicas en vez de a Dios. Sólo Él lo sabe y juzgará

  4. Es lo que dice el buen sacerdote Francisco José Vegara en su manuscrito donde, de forma evidente y sin estridencias, deja clara LA VERDAD de lo que sucede, que Bergoglio ES UN HEREJE y va CONTRA LA DOCTRINA CATÓLICA en MUCHOS de sus «magisterios» (sin hacer referencia a cuantas blasfemias, sandeces y cosas desnortadas suelta por la boca Bergoglio cuando tiene delante un micrófono).

    1. Señor Obispo Daniel Fernández: ojala tenga el CORAJE de abandonar la Iglesia Católica, le haría mucho bien. … Su arrogancia y orgullo le tienen ciego. Como dice el eclesiastes » de que te enorgulleses, si eres polvo y ceniza «

      1. Papa Francisco en el nombre Jesús el señor, rey de reyes. Dele el debido proceso a nuestro obispo monseñor Daniel. De expresarse, dele una audiencia. No seamos sordos a la voz del Señor

  5. Mons. recibió una muestra pequeña de lo que él le hizo a muchos curas y fieles de la Diócesis que dice extrañar… debe extrañar torturarla. En fin. Creo que cuando Infovaticana haga bien su tarea dejará de creer que este hombre es una víctima. Quienes hemos seguido de lejos todo lo que ha hecho… recibimos una esperanza por lo firme de la Justicia Divina. Jamás imaginé que terminaría así. Cuando vi la noticia de su destitución… pasé un día en silencio orante… asimilando que Dios guía la historia e interviene contundentemente. Su destitución debió ayudarlo a pensar. Any way… que Dios lo ayude y nunca vuelva a causar daño a la Iglesia.

  6. Monseñor Daniel Fernàndez, Dios lo bendiga, la Virgen y San Josè lo protejan, tenemos necesidad de muchos obispos como usted…! Rezo por usted y todos los consagrados perseguidos.

  7. Mons. Daniel Fernández luce ingenuo. Todo es indicativo que se trabaja para destruir la Iglesia Católica. Primero derrumbando su Doctrina, al introducir al Magisterio Ordinario contradicciones que la explosionan desde dentro; vuelto un «sebo» la Doctrina, que es la persona de Jesús, caerá con ella la estructura institucional.

  8. La gloria sea para Dios. Al monseñor Daniel Fernández para mí, obispo de la Diócesis de Arecibo. Nuevamente le doy la gloria aDios por el. Un hombre de bien que fue por arrancado de su posición por tener el olor a oveja. Gracias monseñor Fernández por qué cuando algunos en la iglesia nos hacía sentir perseguidos, Ustedes nos respeto el derecho a objeción de conciencia. Gracias
    Que Jesucristo cuando lo reciba en su reino ven bendito de mi padre.

  9. » A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada»…»
    Si no hay proceso, ni cargos, ni sentencia, ni crimen conocido, nada…entonces es inocente y sigue siendo Obispo legítimo de su Diócesis
    Simplemente lo desterraron, pero no le quitaron el puesto.
    El Rey, aunque lo destierren sigue siendo Rey de su tierra, así monseñor Daniel Fernández.
    Ponga un recurso de apelación y hable, hable, comuniquese con otros Obispos y sacerdotes en la misma situación, todo pero menos quedarse callado «en obediencia»
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    » Si he hablado mal, da testimonio de lo que he hablado mal; pero si hablé bien, ¿por qué me pegas ? » S. Juan 28:23

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