Cañizares considera que no poner la X es «un pecado contra la Iglesia»

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El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, pide que la Iglesia en España se autofinancie para ser más libre, al mismo tiempo que anima a los fieles a marcar la X en la casilla de la Iglesia, pidiendo a gritos que alguien le recuerde que soplar y sorber, no puede ser.

Cañizares, en su última misiva semanal, es ferozmente crítico con los católicos que, a cuenta de determinadas conductas percibidas en la jerarquía o, sencillamente, por el mismo deseo de Su Eminencia de que la Iglesia sea libre, cuestionan la conveniencia de marcar la X en su declaración de la renta. Y como en esta publicación hemos incurrido en lo que critica el Cardenal, parece justo que respondamos ‘por alusiones’.

Dice el Cardenal: «Soy consciente, y me duele, que hay campañas para que no se haga, para que no se ponga. Acuden a tal o cual caso que consideran injuria, a que si ha habido tal o cual comportamiento de clérigos o de Obispos, en determinados lugares o regiones. ¿Qué tiene que ver esto con la Iglesia, con el bien que hace la Iglesia? ¿Qué me dirían de un hijo que ante una madre o padres ancianos, porque ha habido alguna cosa entre los hermanos, o los cuñados, los sobrinos dijesen: «Pues ahora ya no contribuyo a ayudar a los padres, a ayudar a la madre»?».

La analogía tiene más trampas que una película de chinos. Por ejemplo, ¿cómo puede decir que «qué tiene que ver eso con la Iglesia»? Pues tanto como pueda tener que ver el dinero con la Iglesia, ¿no? En cuanto a que no tenga que ver «con el bien que hace la Iglesia» es obvio: tiene que ver con el mal que haga su jerarquía.

Pero adaptemos ligeramente su analogía. Imaginemos que esos ‘padres’ derrochan el dinero en el bingo. ¿Seguiría siendo de malos hijos cortarle los fondos? Nadie, creo, habla de dejar a la Iglesia sin un euro, sino en que los fieles se hagan responsables de sus obras y parroquias concretas, de todo ese «bien que hace la Iglesia», y permitirle esa libertad que anhela el propio Cañizares.

Termina Su Eminencia: » Negar esta contribución es negar lo que la Iglesia es y hace en favor del hombre, de la sociedad, y de la humanidad entera». ¿De verdad, Monseñor? ¿Negar lo que ES?

No sé, quizá debería coordinar sus mensajes con Roma, donde Su Santidad, ante los Neocatecumenales en la celebración del 50 aniversario de su llegada a la urbe, reclamó «una Iglesia libre de poder, dinero, triunfalismo y clericalismos».

No es, realmente, un mensaje nuevo en Francisco, que ya desde un primer momento expresó su deseo de conseguir «una Iglesia pobre para los pobres», como hemos recordado a menudo en estas páginas. Nosotros nos quedamos con las palabras del Santo Padre y, con él, deseamos una Iglesia pobre y alejada del poder, porque eso será precisamente lo que la haga libre.

A continuación, la nota de Cañizares:

Nos encontramos en plena Campaña de Declaración de la Renta. En esta Declaración se nos pide que rellenemos la casilla correspondiente con una crucecita, una X, si queremos destinar parte de nuestros impuestos a la Iglesia Católica, a fines sociales… que no se contraponen, se pueden poner en los dos lugares. La Iglesia en España, como en Italia, por ejemplo, se financia en gran parte de sus presupuestos del IRPF, de lo declarado libremente en dicha Declaración de la Renta. No se trata, como se viene repitiendo hasta la saciedad, de un impuesto más, sino de aquellos impuestos que hemos de aportar al erario público que una parte de ellos -el 0’7 %- lo destinemos a la Iglesia Católica. Por ello ahí tenemos la campaña del ‘X tantos’. Los fieles cristianos, católicos, no tenemos un impuesto más añadido. Pero de este modo, con nuestra aportación del IRPF, contribuimos a cumplir con el quinto mandamiento de la Iglesia: «Ayudar a la Iglesia en sus necesidades». La Iglesia tiene, sin duda, una misión religiosa, espiritual, divina. Pero la Iglesia está encarnada en el mundo, vive en el mundo y tiene también sus necesidades para poder llevar a cabo la misión que la constituye.

Es preciso, sin lugar a dudas, que caminemos hacia una cada vez mayor autofinanciación de la Iglesia, ¡ojalá fuese posible una total autofinanciación, porque eso supondría una Iglesia más libre y más disponible o en disposición plena para evangelizar! Todo hace pensar que podemos estar aproximándonos hacia tiempos no fáciles, y somos los cristianos quienes hemos de sostener fundamentalmente a la Iglesia. No nos coja desprevenidos.

Por eso invito a todos los fieles a que tomemos conciencia del deber que tenemos para con la Iglesia, invito asimismo a que a los sacerdotes no nos acompleje hablar y enseñar sobre estos temas, y a que dejemos todos de lado una mentalidad en la que parece que el mantenimiento de la Iglesia no vaya con uno o en la que a veces no estén incluso ausentes ciertos sentimientos anticlericales, tan propios del «genio» español.

El momento es importante. No se trata de enriquecer a la Iglesia en España o que nade en abundancia, sino simple y sencillamente de que pueda subsistir y llevar a cabo su misión evangelizadora, que siempre habrá de ser en pobreza y austeridad. La Iglesia, como dice San Pablo de sí mismo, sabe vivir en pobreza y en abundancia, más y mejor en pobreza que en abundancia.

Las necesidades son muchas y son conocidas. De todos modos y refiriéndome sólo a nuestra diócesis de Valencia, y a sus presupuestos anuales: hay que atender a los sacerdotes, pagarles su más bien escasa nómina, atender a la nómina de los empleados laicos que trabajan en diversas tareas que deben ser retribuidas sin tener en cuenta el grandísimo número de voluntarios; hay que atender al amplio y rico patrimonio histórico-artístico y a los muchos templos que tenemos que han de mantenerse en buen estado, o a los nuevos que hay que edificar y sus instalaciones mínimas parroquiales que se requieren para catequesis, encuentros de familias, de jóvenes, etc., y esto es muy costoso; es preciso mantener el Seminario diocesano y mantenerlo en buen y adecuado estado de uso, a la facultad de Teología con sus propios costos; hay que acudir a tantas necesidades de nuestros hermanos más pobres, refugiados, migrantes o sin techo, enfermos o abandonados, y ayudar a otras Iglesias más necesitadas; colaborar o contribuir al sostenimiento de la Iglesia Universal con su óbolo a la Santa Sede; hay que destinar recursos a las tareas de evangelización, de catequesis, de educación, de culto…, y a las exigencias nuevas que la misión de la Iglesia reclama en los tiempos actuales, por ejemplo la utilización de medios de comunicación, la formación de agentes de pastoral o la enseñanza. 

Nuestra diócesis de Valencia, además, tiene compromisos adquiridos muy firmes y está muy vinculada con vínculos especiales a las misiones, en concreto ahora a los Vicariatos Apostólicos de San José del Amazonas y Requena, en Perú. Además, si se observan los Presupuestos anuales, a los que todo el mundo tiene acceso y son transparentes, podrá verse que más del 35% de los gastos están destinados a obras y fines sociales. ¿Qué institución civil, asociación o grupo hace esto o puede presentar ese porcentaje? Y la financiación de todo ello, necesario en la vida de la Iglesia y para ser Iglesia de los pobres en misión o «salida», como dice el Papa Francisco, tiene que salir necesariamente de la asignación tributaria de los ciudadanos que libremente señalan con la X en la casilla de su Declaración de la Renta, que de sus impuestos desean aportar al sostenimiento de la Iglesia; sale también de las limosnas que libre y generosamente quieran aportar personas e instituciones; salen, además, de los ingresos que se perciben por la visita a algunos monumentos, de la rentabilización de su propio patrimonio con frecuencia harto difíciles y poco propensos para una rentabilización; salen también de las aportaciones, reglamentadas o libres de los sacerdotes al fondo común diocesano, de las colectas dominicales o imperadas por algún motivo y destinación concreta. Cuando es necesario, la Iglesia diocesana de Valencia, y lo mismo ocurre en otras diócesis, se ve obligada, para poder llevar a cabo algunas obras necesarias, como todo hijo de vecino, a acudir a préstamos de entidades financieras, que como es lógico también tiene sus costos. De este conjunto de medios se financia la Iglesia en Valencia, la Iglesia en España.

Por eso invito a los fieles cristianos que no dejen de poner la crucecita, la X, en su Declaración de la Renta. Soy consciente, y me duele, que hay campañas para que no se haga, para que no se ponga. Acuden a tal o cual caso que consideran injuria, a que si ha habido tal o cual comportamiento de clérigos o de Obispos, en determinados lugares o regiones. ¿Qué tiene que ver esto con la Iglesia, con el bien que hace la Iglesia? ¿Qué me dirían de un hijo que ante una madre o padres ancianos, porque ha habido alguna cosa entre los hermanos, o los cuñados, los sobrinos dijesen: «Pues ahora ya no contribuyo a ayudar a los padres, a ayudar a la madre». Pensaríamos con buen sentido que no merecen llamarse «hijos». Ése es el comportamiento de algunos que, por no sé qué actuaciones en la Iglesia que a su juicio merecen reprobación, niegan esta contribución. Negar esta contribución es negar lo que la Iglesia es y hace en favor del hombre, de la sociedad, y de la humanidad entera. Por poner un ejemplo, cuando la Iglesia pone a Dios en el centro de todo, cuando predica el Evangelio, cuando ora, cuando atiende a los enfermos, a los sin techo, cuando educa en sus colegios o Universidades, cuando difunde una pastoral de santidad, cuando se esfuerza por extender su doctrina social sobre derechos humanos inalienables, cuando defiende y protege la vida y la verdad de la familia, está contribuyendo de manera decisiva al bien común, a la vertebración de la sociedad, a tantísimas cosas que el mundo necesita para ser renovado y hacer posible una humanidad nueva hecha de hombres nuevos. No estoy pidiendo, sencillamente, nada que atente a nadie sino solicitando con humildad, y pidiendo perdón por mis pecados y los de los que la formamos, una ayuda que la Iglesia necesita: acerquémonos a la Iglesia, conozcámosla y reconozcamos, sin prejuicios, lo que la Iglesia es, lo que la Iglesia hace como Iglesia, y veréis su aportación a los hombres: el mundo sería otro, y no mejor, si no existiese la Iglesia. A los fieles cristianos les digo: no neguéis esta ayuda que pide la Iglesia. Negar esta ayuda es un pecado contra la Iglesia, es un no sentirse Iglesia a la que debemos ayudar en todos los órdenes, también en el económico.

Finalmente es bueno aclarar que lo declarado en una diócesis en favor de la Iglesia no se destina a esa diócesis: va destinado al fondo común interdiocesano, que administra y distribuye equitativamente cada año la Conferencia Episcopal en total transparencia. Hay una solidaridad y un compartir común entre todas las diócesis.
¡ANíMENSE Y PONGAN LA CRUCECITA, LA X, EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA! ¡No dejen de hacerlo!

+ Antonio Cañizares Llovera
Arzobispo de Valencia

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Comentarios
22 comentarios en “Cañizares considera que no poner la X es «un pecado contra la Iglesia»
  1. Ellos quieren manejar el dinero a su antojo. Si el dinero se da directamente a tal o cuál parroquia, o a la cocina económica de Santiago, como he hecho yo, entonces ellos no pueden mangonear y hacer lo que les dé la gana con ese dinero. No pueden pagar sueldos millonarios a locutores de la COPE para que difundan pornografía:
    https://infovaticana.com/2018/02/06/cines-x-asi-amenizo-la-radio-los-obispos-atasco-centenares-miles-espanoles/
    o películas pornográficas en 13TV, o enseñar a manosearse en la ducha de la playa a las chicas en Megastar:
    https://infovaticana.com/2016/07/12/la-radio-los-obispos-invita-los-adolescentes-autotoqueteo-sexy/

    Toda sea labor del diablo se hace con el dinero de la X en el IRPF. Toda la labor de ayuda de la Iglesia Católica se puede hacer ayudando directamente a las parroquias, y las cocinas económicas, a Cáritas, etc… Ni un duro más para la labor del diablo.

  2. Lo inmoral es cambiar continuamente de chaqueta, hambreando como posesos ese aplauso y ese estatus del Mundo, que nunca terminan de llegar y cuyas ansias solo apaga la muerte.

  3. Con el debido respeto Eminencia: Desde mi conciencia no es pecado no marcar la X en mi declaración de la renta, y no lo es, porque la aptitud de muchos miembros de la iglesia no es ejemplar. Vaya por delante que soy católico (a veces practicante). Pero, ¿porqué no han profundizado en la aplicación del Acuerdo de 3 de enero de 1979 entre el Estado español y la Santa Sede sobre Asuntos Económicos donde se habla respecto al camino de la autofinanciación?.(No es Concordato, es una Tratado Internacional) ¿Porqué con mis impuestos tengo que sostener en muchos casos gabelas?.
    En el art. II.5 del Acuerdo la Iglesia católica declara su propósito de lograr recursos por si misma para la atención de sus necesidades; para ello el ordenamiento jurídico le permite que libremente pueda recabar de sus fieles prestaciones, organizar colectas y recibir limosnas y oblaciones. Escritas estas pequeñas reflexiones y para no profundizar más, le repito y reitero, NO marcaré la célebre X por primera vez.

  4. Quid pro quo. Si la jerarquía española no está a la altura de las circunstancias, por floja, por permitir tantos heterodoxos, por hacer tantas componendas con el poder político, por no defender las causas católicas, etc, no pueden pedir la contribución de los fieles, si antes no hacen un mínimo de autocratica.
    No estoy de acuerdo en eliminar la X de la declaración de renta. En un estado democrático los contribuyentes deberían tener más poder de decisión en que se gastan sus impuestos. Los impuestos no son del Estado, son del contribuyente.

  5. Exista o no la X en el IRPF en el futuro, lo cierto es que los católicos debemos concienciarnos de que el sostenimiento de la Iglesia nos compete.
    Yo marco desde el principio la casilla de la Iglesia en mi declaración; mi padre, hasta que murió, hacía una pequeña donación mensual a su parroquia. Cuando desaparezca la asignación tributaria (que con los tiempos que corren me temo que no va a tardar mucho) calcularé el importe que supone el 0,7 % de mi impuesto sobre la renta y haré un donativo a la iglesia como hacían mis padres, por ese mismo importe.

  6. Bueno, todo se resume en algo muy sencillo y puede que sorprenda a muchos, pero los curas, obispos, cardenales y hasta los Papas envejecen. Y en la vejez, señores, hay quienes tienen una gracia Divina especial y les son conservadas sus facultades mentales y hasta fisiológicas. Pero lo que vemos más habitualmente es que al que no le falla la memoria, el conocimiento o el habla, le falla la incontinencia y debe ir con pañales. En los casos más tristes, se dan las dos carencias.

  7. En mi caso llevo 2 años sin poner la X. Contribuyo con ello a la peticion de Francisco de Iglesia de los pobres y para los pobres. Pero por otra parte doy ese mismo importe a un sacerdote o parroquia de la Iglesia catolica. Estoy dando a cada Iglesia lo que me pide.

  8. ¿Ah, sí? Pues yo considero que mantener ese engendro televisivo LAICO llamado llamado (C/Génova) 13 TV, es un pecado contra el pueblo de Dios y contra la voluntad de los donantes. Así que: que le aproveche, porque no volverán a ver un duro mío; lo que quiera dar lo daré, como ahora, en mano y para acciones concretas, a la persona que vaya a realizarlas, nunca a la CEE, para que mal emplee mi donativo, en contra de mi voluntad; Eminencias y Excelencias Reverendísimas: apriétense el cinturón o háganse veganos

  9. ¿Y la mala gestión de lo que aportan los que de buena fe ponen la X en la declaración no es un pecado mayor?

    Si con ese dinero se paga propaganda de un partido proabortista y anticristiano (como el PP) en una cadena de la iglesia (con minúsculas), eso es pecado.
    Si con ese dinero se paga una cadena de radio de la iglesia (con minúsculas), pero que no es de la Iglesia (con mayúsculas), eso es pecado.
    Si con ese dinero se fomenta la división entre españoles y la división entre catalanes, se hacen actos separatistas y se desatiente a la mayor parte de los creyentes en una región española, eso es pecado.

  10. Desde lo de la «capa magna» ya sabíamos que Cañizares era histriónico y algo atascado en sus funciones cerebrales superiores. Pero ahora, con este peloteo, porque peloteo es, lo confirma. Es obligatorio contribuir a mantener la Iglesia, sin duda, aunque no sea explícito de qué modo, pero no favorecer el despotismo eclesiástico, ni el desprecio sangrante que los jerarcas hacen del Pueblo de Dios y encima con amenazas infernales. Hagan ustedes lo que quieran, que los demás procederemos de igual modo. Y, si no es molestia, recuerden que la autoridad, en la Iglesia («sabéis que los poderosos oprimen…vosotros en cambio…») es servicio, no servicio doméstico. Muy mal deben estar las encuestas para que este individuo se arranque por soleares con un Mandamiento de la Iglesia que ya ni se cita, como antaño, de igual obligatoriedad que el Decálogo. Calladico, mucho más majo; no muy espectacular, pero majico.

  11. En mi opinion la iglesia catolica debe de ser financiada con las aportaciones de sus miembros
    Ese es un principio general que nunca se ha aplicado en España (Concordatos etc….)
    Si no nos agrada el señor Arzobispo de Valencia o de Santiago ,me parece que no es una buena excusa para no mantener a la iglesia
    No soy muy practicante pero marco la casilla X y hago algunas aportaciones directas a algunas asociaciones de caridad
    Existe transparencia en la aplicacion de los ingresos de la iglesia catolica de España ?? Del Vaticano ???Hay falta de ingresos ??
    No sobran palacios ,pisos en propiedad etc….??? Esas son las grandes cuestiones economicas de la iglesia catolica
    Hay otras (La Anglicana ) que si tiene una trasparencia economica importante
    Se puede cambiar esta situacio ???
    Se deberia cambiar esta situacion naturalmente
    Nos interesa ???
    Coda cual se responda a si mismo

  12. Yo mantengo a nuestra Santa Madre Iglesia con mi aportación semanal en mi parroquia. Pero,por primer año,no pienso poner la X para que se paguen sueldos millonarios a locutores,y demás equipo,que vierten deyecciones diarias contra la moral,doctrina y fundamentos de la Religión Católica! Pej.:»haaay pofavó,que ajco» y similares.

  13. Pues yo sí que voy a poner la cruz en favor de la Iglesia Católica en la declaración del IRPF, Cuantos más recursos disponga más podrá ejercer en libertad su misión y no depender de instituciones públicas y sus consignas ideológicas, le pese o no a Francisco. Y a quien voy a seguir sin dar un céntimo de euro es al Óbolo de San Pedro, mientras Bergoglio siga siendo obispo de Roma.

  14. Anticlimacus tiene razón, también puede ser pecado despilfarrar el dinero que los fieles dan a la Iglesia, sea a través de la X (sistema que apoyo, pues no quiero que a los católicos se nos discrimine, a la hora de repartir los impuestos y porque, voy a ser sincera, entonces los católicos tendríamos que rascarnos el bolsillo aún más: Para que el Estado se quede la totalidad de nuestros impuestos y luego, además, para pagar a la Iglesia, lo que no me parece justo; y menos aún, en un país de sueldos justitos), sea a través de otro sistema. Yo seguiré poniendo la X, ya que existe un sistema que considero mucho más eficaz para conseguir clérigos santos que dejar de poner la X Me refiero a la oración por nuestros Pastores. No dejemos de ayudarles, aunque veamos que, a veces, cometen serios errores y recemos más por ellos. Esa es mi humilde sugerencia.

  15. Yo si pongo la cruz X em la declaración de la renta y la seguiré poniendo. No entiendo ni comprendo como se miente en los comentarios que se hacen contra la COPE y 13TV y no se habla de los 1.300 millones de euros que la SSSS regala a la sexta, secta, y los 3.300 millones que regaló al imperio Prisa, ambos medios de comunicación social anti España. Por cierto, que la iglesia es la que atiende a los pobres, enfermos, etc, etc, etc.

  16. El dinero no es un mal, sino un bien si se utiliza en cosas buenas y para hacer el bien. Decía un sacerdote: «El dinero es muy buen esclavo, pero muy mal señor». Lo de una «Iglesia pobre y para los pobres» es pura demagogia: La Iglesia es para todos los que pertenecen a ella por el bautismo , pobre y ricos, y quieren seguir perteneciendo a ella con el corazón, pobres y ricos. Ojalá no existieran pobres y todos fueran ricos. Y ojalá todos supieran tratar al dinero como un esclavo. Hay ricos que saben hacerlo y viven desprendidos de sus riquezas, sintiéndose administradores de los bienes recibidos y no dueños de los mismos. El hombre que así actúa sabe lo que nos recordaba el trapense Hermano Rafael, que está escrito a la entrada del Monasterio: «Nada deja quien todo deja, pues sólo deja lo que ha de dejar tarde o temprano, quiera o no quiera». Así debería actuar una Iglesia rica. Y, por el contrario, hay pobres totalmente aferrados a su poco dinero. Así actúa a veces una Iglesia pobre.

  17. Más del 80% del dinero recaudado por Iglesia Católica en España a través del IRPF se destina a las distintas diócesis según sus necesidades. Para las diócesis pequeñas este dinero representa la casi totalidad de sus ingresos. Cañizares tiene razón. Hay que ayudar a la Iglesia en sus necesidades,. Es un mandamiento de la Iglesia. Y la Iglesia es Universal. No es sólo es la parroquia que está al lado de nuestra casa. Es compatible dar el 0,7% y dar donativos. Es incomprensible quitar ese 0,7% a la Iglesia porque nos parece mal como actúan muchos; pero no se lo quitamos a ellos, sino a los hermanos a los que va mayoritariamente destinado. Y es incomprensible que creamos que la autofinanciación nos va a hacer libres. No se callan los que deberían hablar por miedo a que les quiten el dinero. Se callan por cobardía y por falta de fe. Y las dos cosas tienen muy mala solución. Yo si voy a poner la X.

  18. Monseñor Cañizares, Vd. me gusta en bastantes temas (ideología de género, Iesu Communio, Universidad Católica de Valencia,…), pero en este caso no lleva Vd. razón.

    Los católicos somos libres para marcar o no la ‘X’ a la Iglesia.

    En vez de reñir a los que no lo hacen, pregúntese el porqué: curas, monjas, religiosos y obispos independentistas catalanes, en su momento, connivencia de parte del clero vasco con ETA, comunión de los divorciados vueltos a casar, el dejarnos a los laicos más solos que la una en el aborto, ideología de género, gaymonios, etc.

  19. Ya que los obispos se han percatado de que se ponen ahora menos X en la casilla de la Iglesia, es de esperar que se estén preguntando ¿por qué?
    Creo que se debe a una creciente desconfianza de muchos católicos en la CEE al ver que no alza apenas la voz contra el aborto, la ideología de género, el separatismo de parte del clero catalán,…y no corrige las declaraciones inquietantes de algunos obispos.

    Tampoco se entiende que desde la COPE y 13TV le rindan continua pleitesía al PP sabiendo que sus dirigentes no hacen nada para que disminuya el número de abortos y viendo que impulsan la ideología de género en Madrid y Galicia donde gobiernan.

    Reconozco la inmensa labor social de la Iglesia, la necesidad de apoyar el sustento de los sacerdotes, el buen estado de los templos, … pero un sentido de la responsabilidad me invita hoy a contribuir a esos fines con donativos directos, sin la X, confiando que la CEE reciba el mensaje de descontento y se plantee si lo está haciendo todo bien.

  20. Máximo: ¿Donde están esas mentiras sobre COPE, 13TV, Megastar, etc…

    Es fácil decir que es «mentira». Es más difícil sostenerlo con hechos y argumentos. Yo le he enviado los enlaces. Puede usted comprobarlos muy fácilmente. ¿Acaso le parece a usted bien que Megastar anime a las niñas a toquetearse en la playa mientras se duchan? ¿O es mentira? ¿Acaso le gusta a usted que en la COPE animen a sus oyentes a contar historias sobre cines X?

    En fin… Usted sabe perfectamente qeu todas esas son cosas del Diablo, y usted sabe de dónde sale ese dinero.

    Ni una X más en el IRPF. Y todo el dinero a través del cepillo.

  21. Voy a ser muy clarito: Hasta este año mi esposa y yo marcábamos la «x» en la casilla de la Iglesia. Sabía que en Vascongadas muchos sacerdotes y en toda España los jesuitas -entre los que he tenido algún amigo- predicaban a favor del independentismo vasco, lo llevaba con paciencia . Este año he visto los pronunciamientos de sacerdotes y monjas catalanes, con alguna hija de San Benito argentina muy calificada entre ellas y hasta ahí hemos llegado. Esos apoyos al separatismo, esos intentos de romper la otrora católica España, se harán pero sin nuestro dinero. Cuando tenga que dar cuenta, a no tardar seguramente, porque voy siendo mayorcito y las leyes proeutanasia que van introduciendo tal vez lo aceleren, ante un Juez superior se perfectamente lo que diré. Francamente, no espero que dicho Juez acumule esta acción con mis muchos pecados, más bien creo que le agrade, pues fue Él quien nos dijo «Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios»

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