La derogación del Concordato, necesaria para la libertad de la Iglesia

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Una Iglesia preocupada por defenderse del pago del IBI, por salvar su ‘X’, o por mantener a los miles de profesores de religión que, seleccionados por los obispos, viven del erario público, no tiene la libertad que necesita para predicar el Evangelio, una provocación al mundo de hoy.

El Frente Popular que podría gobernar España si se ponen de acuerdo PSOE y Podemos amenaza con eliminar la religión de las escuelas públicas, cobrar IBI a la Iglesia, derogar el concordato, suprimir el modelo de financiación a través de la X y poner fin a los privilegios económicos de que goza la Iglesia, además de acabar con la convalidación civil del matrimonio canónico.

Que no cunda el pánico. Puede ser una gran noticia, la necesaria para la reevangelización de nuestro país. España ha sido durante siglos una nación vinculada estrechamente al cristianismo, pero eso ya es historia. Hoy vivimos en un país en el que ninguno de los 350 diputados del arco parlamentario defienden abiertamente -o responden a un programa político que los defienda- los principios fundamentales de la moral cristiana.

Sin embargo, la jerarquía de la Iglesia Católica en España no ha tenido en los últimos 30 años la valentía necesaria para promover -o al menos no interferir en ella- la creación de movimientos políticos que trabajen por construir una realidad social acorde con lo que la Iglesia Católica cree, y probablemente sea porque recibe demasiado del estado…

La exención del pago del IBI es una servidumbre más que condiciona las relaciones de los diferentes obispados con los ayuntamientos que les albergan. El arzobispo de Madrid nos da un ejemplo palmario de esta sumisión al poder político a cambio de una mínima exención fiscal. ¿Y qué decir de la convalidación civil del matrimonio canónico y su nulidad? ¿Qué semejanzas tiene un contrato civil que puede romperse por la mera declaración ante notario de una de las partes, sin consecuencias por su incumplimiento? ¿Son acaso los requisitos que se exigen a los contratantes en el matrimonio civil, que pueden ser incluso del mismo sexo, los mismos que los contrayentes? ¿Cuánta gente acude hoy a la nulidad eclesiástica por sus efectos civiles? ¿Cuánta gente se casa por la Iglesia, por sus efectos civiles y por la solemnidad del ritual, y no por contraer un verdadero sacramento del matrimonio, uno e indisoluble? Nadie puede dudar de los efectos positivos que tendria sobre la dignidad del sacramento del matrimonio que se le desvinculara, de una vez, del contrato civil.

La clase de religión no es hoy una herramienta de evangelización sino que, la experiencia así lo testifica, se ha convertido en muchos casos en cadena de favores para laicos clericalizados, cuando no en púlpito para enemigos de la Iglesia. Téngase en cuenta que la clase de religión funciona hoy en España con profesores seleccionados por los obispados y pagados por el estado. ¿Y la X? ¿Perdería mucho la Iglesia si se autofinanciara? ¿Sería más libre si fueran los católicos los que hicieran un sacrificio pecuniario para sostener a sus curas y obispos? Porque, al contrario de lo que muchos aseguran, la X no es una aportación libre de los fieles a la Iglesia, sino una prebenda del estado para con la Conferencia Episcopal. La explicación la entiende cualquiera: Un ciudadano hace su declaración de la renta y le resulta una cuota a pagar de, por ejemplo, 1.000 €. Su IRPF ya está decidido, y va a pagar 1.000 € al estado. Ahora bien, de esos 1.000 €, que como decimos ya nadie le va a devolver, por lo que ya son dinero público, puede decidir que el estado aporte 7 a la Conferencia Episcopal, o que se los quede el estado. ¿A quién se le ocurrió llamar a esto «aportación libre de los fieles»? ¿No se trata, a todas luces, de una servidumbre de la Iglesia para con el poder político?

Ojalá la llegada de un frente de izquierda radical, sin duda terrible para la libertad de los individuos y las familias, tenga consecuencias positivas para la libertad de la Iglesia, al despojarla de cargas pesadas que nada tienen que ver con su misión de anunciar el Evangelio.

Artículo publicado en febrero de 2016

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Comentarios
66 comentarios en “La derogación del Concordato, necesaria para la libertad de la Iglesia
  1. BRAVO, han dado ustedes en el clavo. Sería en fin de la Iglesia corrupta de Fernandisco y Gil Tamaño, con todos sus perroflautas mitrados, y el renacer de la auténtica Iglesia católica.

  2. Magnífico artículo. Lo que siempre fue la Iglesia militante se ha convertido en la Iglesia durmiente y anestesiada por lo que refleja el artículo a la perfección.

    Sólo queda despojarse de toda componenda y pacto. Frente a la Iglesia cobarde, la Iglesia martirial. Frente a la Iglesia durmiente, la Iglesia militante.

  3. ¡Qué artículo tan valiente y certero! Alguien tenía que decirlo.

    El Estado se ha convertido en un enemigo abierto y declarado de los principios esenciales de la fe. ¿Cómo vamos a defender esos principios si nuestra jerarquía cobra de ese mismo enemigo?

    Adiós al concordato y a la cobardía. Nos toca a los católicos de infantería remangarnos, financiar a la Iglesia con nuestros bienes, comprometernos y dar el buen combate. Basta de rendiciones y de complacencias, basta de 13TV y de pasteleo entre Osoro y Rita Maestre, basta de Antonio Jiménez y basta de Megastar, basta de pelotas y de aprovechados. A luchar a la intemperie. Como dice Miguel, ¡seamos Iglesia militante!, pero militante de verdad.

  4. 1. Yo creo que, en una sociedad católica, en justicia el Estado tiene la obligación de apoyar el sostenimiento de la Iglesia sin interferir en ésta de ningún modo, ayudar a que tenga presencia en las instituciones públicas y apoyarla en su labor de guía espiritual y referente moral.
    2. Vivimos en una sociedad que no sólo ha apostatado renunciado a Cristo, sino que se guía por principios inmorales, ateos y contrarios a la Iglesia. Por lo tanto, es bastante coherente que el Estado se vaya desvinculando en todos los aspectos de ella. Lo contrario ha resultado en que la Iglesia ha perdido su voz profética. Dios llevará a la Iglesia al desierto porque es desde allí desde donde claman los que gritan «verdades como puños».
    3. No estoy tan seguro de que los políticos acaben por eliminar cualquier contribución a lglesia. Estoy seguro de que prefieren «alimentarla» como hasta ahora para tenerla domesticada y pervertirla en lo que puedan para que entre en el juego.
    4. Si al final el Estado se desvincula totalmente de la Iglesia y tuviese que sostenerse de la limosna voluntaria de los cristianos, tengo curiosidad por ver cómo acaba la cosa. Porque estoy por asegurar que los cristianos que íbamos a cooperar más en su sostenimiento no somos precisamente «progres». O los cristianos somos comprometidos con nuestra fe, o nos extinguimos.
    5. Seguramente nos tendríamos que olvidar de gran cantidad de templos preciosos (que pasarían a ser museos, salas de exposiciones o hoteles con spa y restaurante), de colegios concertados, universidades, de capellanías. Y en muchísimas parroquias nos tendríamos que olvidar de tener cinco misas un domingo en distintos horarios…

  5. Tanto Obispos, Sacerdotes y Religiosos se pasaron 40 años levantando el brazo, y a raíz del Concilio Vaticano II escondieron la mano. Han cooperado con su inhibición y aburguesamiento a la situación que ahora tenemos y a la descristianización de nuestra Patria. «Haced lo que ellos dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque dicen y no hacen». «NO OLVIDÉIS QUE LOS ENEMIGOS DE LA CIVILIZACIÓN CRISTIANA ESTÁN ALERTA». Los primeros en olvidarlo fueron ellos, no sus ovejas, las cuales, se quedaron sin Pastores.

  6. ¿Por qué entonces no es la propia Iglesia la que denuncia el Acuerdo? Pero que recuerde constantemente que fue un gobierno liberal y democrático el responsable del latrocinio a escala nacional con que le robó su forma de sustento con las desamortizaciones del siglo XIX.

  7. Completamente de acuerdo en todo. Sólo sugeriría a los obispos crear un buen gabinete legal que luchara por temas justos, como si la Iglesia fuera una entidad civil más. Por ejemplo, si los partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales están exentos de IBI, no hay razón para que la Iglesia no exija estarlo también, lo mismo que otras entidades religiosas. O todos o ninguno.

  8. Aplaudo con entusiasmo. La Iglesia debería tomar la iniciativa, dejando claro -por ejemplo- que no quiere privilegios fiscales, sino tan solo las exenciones propias de las actividades de interés general (como las fundaciones), en aquellas obras que efectivamente lo sean (un hotel en un convento… pues es dudoso, salvo que se use para retiros exclusivamente, por ejemplo, y no para turismo).

  9. El artículo está escrito desde la óptica del «no pasa nada». Si el autor está de acuerdo
    con lo que proclama Podemos, que se espere a que se de el paso desde este partido.
    Vamos por partes. Debe existir unas relaciones Iglesia-Estado. De no ser así
    se puede dar el caso de que una ausencia de normalización de estas relaciones o
    que haya irregularidades para las demás religiones o entidades y tengamos una serie
    de organizaciones sin relación alguna con el Estado e incluso secretas.
    Dentro de estas relaciones debe existir unas condiciones de uso de propiedades.
    Las propiedades de la Iglesia son de dos tipos: privadas de uso
    público y privadas de uso privado. Los templos son privados de uso público y
    las casas parroquiales y estancias del clero son privadas de uso privado.
    Por lo general, los bienes de uso público no pagan IBI. Se puede aplicar la
    misma normativa.
    En relación con el matrimonio: si actualmente un notario puede actuar como
    testigo en un matrimonio civil se puede legitimar otras personas desde otras
    instituciones para que así lo hagan (un alcalde, un capitán de un barco, o un
    sacerdote).
    En relación con el 0,7 % del IRPF. El Estado deja libre para que haya una parte
    de los impuestos que se dediquen a lo que uno quiera. Normalmente ese 0.7 %
    se destina a fines sociales. También se puede destinar a la Iglesia. Que cada uno
    lo aporte donde quiera. Lo que se debe establecer es que se definan todos los
    fines sociales donde se puede destinar.
    La clase de religión no es curricular. Depende del colegio. Lleve usted, padres de los
    alumnos, al colegio que quiera. Eso sí que haya libertad de elegir colegio. No se puede
    imponer un determinado tipo de educación. Si se desea que estudien el Corán, le
    lleva a otro colegio y si desea que le enseñen ciudadanía a otro.
    La libertad de la Iglesia no está condicionada al concordato, por cierto que fueron
    dos acuerdos. La libertad de TODOS los ciudadanos tiene una normativa que TODOS
    deben cumplir. Si no hubiera una normativa que impidiera los actos terroristas no
    habría libertad, y si no hubiera una normativa que impidiera al Estado imponer un
    pensamiento único no habría libertad de conciencia y de pensamiento. Las normas
    están para regular la convivencia. El que haya unas normas no significa que haya
    menos libertad o que condicione la libertad. Las normas son el ámbito regulatorio
    de la convivencia. Los acuerdos entre Iglesia y Estado son un conjunto de normas
    para regular una institución de la que hay una amplia representación en la
    sociedad española. Gabriel, vuelve a intentarlo.
    Por cierto, los hoteles (sean de quienes sean) están sujetos al pago de todo tipo de
    impuestos (IBI, actividades económicas, IVA, sociedades), ya se ubiquen en un
    convento o en un rascacielos. Ya puestos señalo otra cosa: al parroco de la iglesia
    de mi pueblo le gustaría olvidarse del inmueble y que otro lo mantenga, porque solo
    le acarrea quebraderos de cabeza. Algún ingenuo habrá que piense que las propiedades
    de la Iglesia son como la lotería o propias de un terrateniente, que pueden hacer con
    ellas lo que se le antoje.

  10. Valiente artículo, ya hacía falta.
    Cuantos estómagos agradecidos habrá en el clero…
    De todos modos, hay una parte, al final, que no me ha quedado clara:
    «Ojalá la llegada de un frente de izquierda radical, sin duda terrible para la libertad de los individuos y las familias (sic)»
    No entiendo lo de terrible para la libertad de los individuos, aunque intuyo que presuntamente te refieres a Podemos…
    Es posible que esa gente no esté capacitada para gobernar un país;
    no lo sé, no entiendo gran cosa de política.
    Tampoco entiendo la imposibilidad de que se junten
    por el bien del pueblo, los dos grandes partidos nacionales.
    Ahora bien; de lo que no tengo duda es que gracias a algunos
    partidos políticos nuevos, la sociedad ha tomado conciencia
    de muchas cosas…
    Se puede ser socialista y cristiano perfectamente.
    Saludos de un Cristiano.

  11. Cuando el «Frente Popular» se haga con el poder. Nos vuelves a explicar (suprimidos el concordato y la financiación de colegios concertados) que la Iglesia por fin es libre porque el Estado no le «paga»
    Y lo pongo entre comillas, porque, señores, EL ESTADO NO PAGA A LA IGLESIA. Pagamos los españoles, y los españoles que marcamos una X. El que la quiera marcar para la UGT pues que la marque. Y si la algunos clérigos se avienen a componendas politicas con el Estado por temor a la pasta, pues que aprendan de Monseñor Munilla, de Monseñor Reig Pla o de Monseñor Demetrio, quienes dicen lo que tienen que decir (con dos…) y encima tienen que aguantar a algunos cobardes compañeros que no se ponen de perfil no por las financiaciones, se ponen de perfil porque son unos COBARDES, y posiblemente algo peor, porque ya no creen más que un Zapatero o un Rajoy o un Pablo Iglesias.

  12. Asociar la mayor o menor influencia de la Iglesia en la sociedad y su libertad para exponer su cosmovisión por recibir dinero de los españoles via la administración estatal, me parece un análisis simplón.
    Los clérigos vascos cuando los años de plomo no se bajaron los pantalones por temor a perder la financiación. No se sintieron esclavos, privados de libertar, de ETA por un concordato o por el temor a perder una financiación de algún jesuítico colegio. Hicieron lo que hicieron por CONVICCIÓN.
    Los clérigos catalanes no tenían porqué albergar mayor temor a perder nada por enfrentarse al nacionalismo racista que hay detrás del correspondiente nacionalismo catalán. Muchos clérigos catalanes se han avenido al totalitarismo racista del nacionalismo catalán por CONVICCIÓN. Y el que diga que es por temor a perder algún tipo de financiación o miente o no sabe de qué va una buena parte del clero que PADECEMOS en España.

  13. La conversión pertenece al que acoge al Espíritu Santo, haya dinero, sexo, ideología, poder etc. Es una conversión personal.
    Este artículo lo veo emparentado con la teología de la liberación en que queriendo quitar la relación con el dinero (algo imposible), parece que automaticamente todos seran santos.
    ¡Vaya parece que nos olvidamos de que el pecado es personal, esta dentro de cada uno! Parece que olvidamos que existe la libertad.
    Y evangelizar es tambien de los laicos.

  14. Infovaticana está perdiendo los papeles. Es el estado con un gobierno socialista el que decide unilateralmente que una parte de los impuestos contribuyan a la financiación de la Iglesia quiera o no quiera el contribuyente. y es la propia Iglesia en España, con Monseñor Rouco a la cabeza, quien renuncia a esa aportación y propone que sólo los contribuyentes que así lo decidan libremente contribuyan con sus impuestos a dicha financiación. Y la Iglesia sí paga el famoso IBI. Lo pagamos los sacerdotes, religiosos y laicos por aquellos bienes inmuebles que no están directamente afectos a la actividad de culto.

  15. Qué gracia, por la tarde entran los neocones a dejar aquí su bazofia clericaloide. Se ve que fernandisco y el tío gilito han movilizado a sus meapilas de guardia.

  16. Me parece que el articulista se ha equivocado de pastilla, las cuales iban para las hordas podemitas. La labor social y educativa de la iglesia es impagable, es decir, el estado nos debe mucho dinero. El estado es el gestor y canalizador de las aportaciones de los católicos a través de la X. El que algunos jerarcas católicos sean benevolentes y cómplices con sus homónimos gobernantes y de partidos, es harina de otro costal, puesto que la verdad nos hará libres y ésta no tiene precio.

  17. La tesis del artículo es desacertada. Comparto los ejemplos: diócesis florecientes, obispos sin complejos con seminarios vivos; así están Demetrio, Reig, así estuvo Rouco. Sin pelos en la lengua, evangelizando. La inanidad de parte de la Conferencia Episcopal no depende del sistema legal existente en España, depende de su propia cobardía -y con ella la de muchos católicos-. Cosa bien distinta es pensar que ese gobierno de Frente Popular que quiera hacer todo lo que propone Ariza genere una reacción positiva en los católicos, no por defender su status sino porque vean realmente amenazada su libertad religiosa. Y eso les haga más evangelizadores.

  18. Por favor, lo de la señora pitusa es insoportable, que aporte argumentos y razones, a favor o en contra, y no estúpidas descalificaciones infantiles

  19. Yo me pregunto ¿Tiene la legislación civil española en estos momentos (2016) algún tipo de acuerdo legal que se parezca mínimamente al matrimonio cristiano?
    Personalmente, creo que no. Lo que se regula bajo el nombre de ‘matrimonio civil’ no se parece mucho, la verdad (se acaba sin motivo a petición de una parte, no hay compromiso de fidelidad, lo pueden contraer personas de cualquier sexo, quien sabe si mañana más de dos personas…)
    ¿Qué bien hace pedir el reconocimiento de la figura ‘matrimonio civil’ al sacramento cristiano que llamamos ‘matrimonio’? Para mí, que sólo sirve para crear confusión. Así que la separación de uno y otro creo que sería positiva para que la gente supiera que son cosas distintas. Es más, yo he pedido varias veces que al sacramento cristiano se le cambie el nombre para que cualquiera vea que una cosa no tiene nada que ver con la otra.

  20. Aplaudo con ganas lo escrito en el artículo… Me suelo quedar solo cuando defiendo esto entre los parroquianos, pero es insostenible el sistema «parroquial» de misa de doce y veinte céntimos y dos botones en el cepillo. Las clases de religión no valen absolutamente para nada, para prueba la decadencia, no sólo de la Fe, sino del conocimiento y de la historia de la propia religión católica. Mi parroquia más o menos está bastante viva, pero alrededor hay diez parroquias de misas de diez personas y curas funcionarios, que se han quitado de encima hasta las catequesis de comunión… El sistema parroquial es absurdo… el horario de misas también, y la comunidad parroquial está desapareciendo frente a las realidades ecclesiales, que cada vez son más autosuficientes, porque la diócesis nunca tiene dinero, ni tiene curas… a los jóvenes los mandan al quinto pino y dejan las ciudades llenas de carcas resabiados de misas de doce minutos… me alegraría de ver la cara de esos funcionarios ecclesiales teniendo que currar para comer. A fin de cuentas, el cura que trabaja por el pueblo de Dios atrae a la gente, despierta la Fe y mueve montañas… pero eso no es la mayoría. Entre quien entre a gobernar me importa un pito. Mi vida depende de Dios, no de la urnas.

  21. En un Estado donde los españoles estamos fritos a impuestos y mucha gente cobra salarios bajos, me parece que sería bastante complicado que los católicos pudiéramos ayudar a sostener la Iglesia y toda su obra social. Además, que el Estado no ayudara en nada a la Iglesia sería una injusticia palmaria, ya que con los impuestos de los católicos se subvenciona el genocidio del aborto, los partidos políticos, los sindicatos, la basura del cine español, etc… ¿Y la Iglesia, que nos interesa a muchos y desarrolla una labor social que ahorra muchísimo dinero al Estado, no puede recibir nada de los impuestos de los católicos? ¡Venga ya! Sería una infamia.

  22. En el momento desvincularon los obispos el nombre de Jesús de la obras de caridad, se transformaron en obras sociales. Cuando cambiaron el nombre de Jesús por la palabra valores, la verdad dejó de ser una persona y se transformó en una idea… ellos solos cavaron la tumba de la institución, pensaron que la iglesia podía funcionar como una empresa. ahora esa empresa hace aguas por todas partes… curioso porque la iglesia no acabará, se acabará el chiringuito. Y por más que discutamos va a suceder, si no está sucediendo ya. Por más que ahorre al estado la Fe no se puede sustentar por subvención, es insostenible evangélicamente. Las órdenes religiosas que pierden el norte se quedan sin vocaciones y desaparecen… Igual está pasando con las parroquias, y pasará con las diócesis. Y, lógicamente, aunque se vuelvan «locos» los dirigentes, acabarán por retirar las subvención, como legalizaron el aborto, que es peor, y como legalizarán la eutanasia por más que salgamos a gritar a las calles, ¿porque? porque el cielo está en el cielo y el príncipe de este mundo es satanás, y su cetro de gobierno el dinero.

  23. Los Acuerdos jurídicos con la Santa Sede (el Concordato fue derogado) son básicos para el mantenimiento de la Iglesia. La catástrofe social que supondría su derogación sería la sepultura de la Iglesia católica. Del enemigo el consejo: es lo que quieren Podemos, PSOE, comunistas, nacionalistas, etc.

  24. El planteamiento del artículo me recuerda a los que dicen que se vendan el Vaticano, sus tesoros y se repartan entre los pobres (y quien dice el Vaticano, dice la catedral de Toledo). La Iglesia fue robada por gobiernos masónicos en el siglo XIX (Mendizábal y Madoz), los concordatos trataron de reparar esto. Los actuales Acuerdos con la Santa Sede garantizan unos mínimos en la enseñanza, y una mínima ayuda fiscal. El 0,7 es voluntario, los católicos deben seguir lo que les dicen sus obispos y poner la equis. A mí no me convence hacer algo que propugna Podemos «ay que docto perro viejo, yo venero tu sentir, en eso de no seguir, del enemigo el consejo»).

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