Ética y Estética

Por Tomás Salas cartel Semana Santa Sevilla
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Me sumo al debate  sobre el cartel de la semana santa sevillana de 2024, ahora que parece que las aguas se han calmado un poco,  e intento desarrollar, a partir de las cuestiones planteadas en él, una serie de reflexiones que sirvan para fundamentarlo teóricamente en argumentos, no sólo en opiniones o gustos personales. 

Lo primero que observo es que hay en este tema un aspecto novedoso. No se discute o rechaza lo que, objetivamente,  la imagen muestra, esto es,  una imagen de Cristo. La imagen aparece en un grado de desnudez que tampoco es discutible, porque es normal en la historia de la iconografía religiosa.  La sustancia de la polémica está en lo que la imagen sugiere. 

Aquí nos encontramos con un concepto fundamental en la teoría de la comunicación, que supone un  recurso inexcusable en el lenguaje publicitario, en la poesía, en el debate ideológico. Este concepto es la connotación.  El signo (signo lingüístico, oral o escrito; signo icónico, visual) puede transmitir un significado connotativo. Esto es,  sugiere un significado que no está enteramente explícito en el mensaje, pero que provoca en quien lo recibe una asociación de ideas. Por ejemplo, en  una imagen (un mensaje publicitario)  el color verde sugiere la idea de lo natural, lo ecológico. Lo mismo la palabra  “verde” en un texto. El lenguaje poético está trufado de connotación, prácticamente es lo que lo identifica, aunque también posee un importante aspecto connotativo el lenguaje cotidiano.    

La imagen en cuestión transmite un mensaje que parece que muchas personas captan; pero no un mensaje directo, sino indirecto, connotativo. El mensaje, el contenido existe, en todo caso. 

Otra cuestión es que ese mensaje sea contrario a la doctrina de la Iglesia, como afirman muchos. Los que defienden esta obra, por el contrario, la circunscriben a un ámbito estético. Puede gustarte o no; es bello o feo; en todo caso, es algo que tiene un carácter subjetivo, personal. Para gustos, se dice, los colores. Los que defienden  la obra destacan su carácter estético y, en todo caso, su neutralidad ética. No es buena ni mala;  es bella o fea, por usar las dos categorías estéticas más elementales. 

La cuestión, pues,  está en si Ética y Estética son dos mundos separados y autónomos. La experiencia histórica y la misma lógica indican que no. Las imágenes, las apariencias tienen implicaciones religiosas, morales, axiológicas. No son neutras. Especialmente, en el terreno de lo sagrado. La conexión es evidente. Todos hemos entrado en una de esas iglesias, que se pusieron de moda a finales de los 60, que parecen grandes y frías naves industriales. Su justificación: no debe haber diferencia entre lo sagrado y lo cotidiano, entre religión y vida, etc. En cierto sentido, es verdad y  verdad es que a Dios se le puede adorar en cualquier lugar, incluyendo los más feos; pero… es inevitable que en cualquier humilde y viejo templo nos sintamos más en  un ámbito sagrado que en estas construcciones, que exhiben sus ladrillos desnudos como los antiguos cínicos mostraban sus llagas.

Esto tiene que ver con el concepto que he comenzado exponiendo, la connotación; la capacidad de sugerir significados indirectos, secundarios, subjetivos. 

También ocurre lo inverso. Lo religioso, lo ideológico, lo moral  (lo que hemos englobado con el nombre de ética)  tiene sus implicaciones en la estética y, especialmente, si nos movemos en el terreno religioso. Bien y belleza (junto con el tercer elemento, la verdad) van enlazados en el cristianismo en toda su historia.  Por ello, cuando se ha restado solemnidad a la liturgia, cuando se ha relajado su nivel estético, este acto ha tenido consecuencias religiosas y morales -normalmente  negativas-. 

Ética y Estética son dos orbes relacionados entre sí por diversos vasos comunicantes. Por esta razón, no es sorprendente que se haya formado este revuelo polémico. Tienen razón los que están en contra, aparte de su razón “personal” como creyentes,  en una cuestión formal: la imagen no es neutral; esta imagen del Salvador no puede marcar, ética y religiosamente,  un encefalograma plano. La imagen, si no dice directamente, sugiere  un mundo de valores y creencias -creencia en el sentido orteguiano, no estrictamente religioso-.

Planteadas estas cuestiones para establecer un mínimo de rigor teórico, llega la pregunta fundamental: este mundo significativo sugerido, connotado,  indirecto, pero patente para la mayoría, ¿es compatible con los dogmas morales del cristianismo?

Por Tomás Salas

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Comentarios
20 comentarios en “Ética y Estética
  1. La imagen de Cristo del cartel sevillano es diabólica. No es una simple cuestión de que guste o no, sino que implica una intención perversa, provocativa, que rechaza toda referencia religiosa. Nadie rezará ante un cartel así, y nadie se sentirá elevado espiritualmente viendo esa imagen.
    El arzobispo de Sevilla debería haberlo retirado, y el no hacerlo, demuestra el perfil de ese prelado.

    1. Con Fiducia y el cartel, en Sevilla se ha logrado lo que nadie en dos mil años: que los capillitas tengan su religión aparte y su cristo.

    2. ¿ los carteles publicitarios se hacen para rezar? Para eso creía que estaban los templos y la intimidad de la alcoba como pidió el mismo cristo a sus discípulos.

          1. También puede ahorrarse mostrar, una vez más, su amplitud léxica y su inherente capacidad para inventar motes infantiles: es usted muy viejo para esas chorradas. Madure de una vez y sométase a un exorcismo, farsante.

    3. Déjense de tanto dramatismo por una imagen que no es la única, he visto imágenes de Jesús, de los santos con exagerados rasgos femeninos. Al pobre San Miguel Arcángel lo han feminizado exageradamente y nadie había puesto el grito en el cielo. Así que déjense de mojigaterías que suenan a hipocresía crónica.

      1. Señale alguna obra artística de carácter religioso, de cualquier época, en la que aparezca representado el cantante Conchita Wurst, como es el caso de ésta. No lo va a hacer: primero, por su proverbial incultura; y segundo, porque no existe. Así que, déjese ya de tanto dramatismo e hipocresía al criticar a los que justamente protestan contra esta obra blasfema: las desnortadas opiniones de un troll anticatólico no le interesan a nadie. Así que, mejor déjese de dar clases de arte, siendo usted tan borrico, y sométase a un exorcismo, farsante.

        1. Eres un caso, asumes que soy un no católico, que soy viejo y que soy un inculto. Lo de incultos te lo dejo a ti y a todos los comentaristas hipócritas que se rasgan las vestiduras por un cartel de Semana Santa. ¿Has estudiado algo sobre los frescos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina? Originalmente eran desnudos totales, las mujeres fueron pintadas con cuerpos masculinos, y en el “Juicio Final” aparecen varios personajes con rostros de la época, curiosamente al Papa Julio II lo pinta en el infierno.
          Ilústrate histericvs, y visita un Spa, últimamente andas muy agresivo.

          1. «asumes que soy un no católico, que soy viejo y que soy un inculto»

            No son asunciones, sino hechos probados que puede comprobar cualquiera en las deposiciones con las que usted nos lleva castigando años en esta página.

            Insisto: déjese de dar lecciones de arte, porque aparte de no saber usted nada al respecto, no va a encontrar modelos de «sexo fluido» en la representaciones artísticas religiosas de ninguna época.

            En cuanto al impío Miguel Ángel, debido a las críticas fundamentadas en la castidad y el pudor sobre su representación de los santos en el fresco del Juicio Final, tuvo que corregir sus pinturas, por lo que en una de sus pataletas representó a Biagio de Cesana (maestro de ceremonias de Paulo III) en el infierno, por sus quejas. No representó al papa Julio II ni a ningún otro papa en el infierno, pues eran quienes pagaban (era malo, pero no tonto). Así que, deje de inventar, estudie y sométase a un exorcismo, farsante.

          2. Tú puedes decir lo que quieras, eres un mentiroso empedernido, un mitómano sin remedio, definitivamente no voy a debatir de historia del arte contigo, los jumentos no tienen tantos alcances.

          3. «Tú puedes decir lo que quieras»

            Naturalmente que puedo. Y lo hago.

            «eres un mentiroso empedernido»

            Hasta en eso es usted mentiroso.

            «un mitómano sin remedio»

            ¿Entiende usted el significado de la palabra «mitómano»? No hace falta que responda: es una pregunta retórica, pues es evidente que no lo entiende.

            «definitivamente no voy a debatir de historia del arte contigo»

            Ni conmigo ni con nadie, porque usted no tiene ni idea de historia del arte, siendo tan ignorante (hasta se ha tenido que inventar a un papa Julio II representado en el infierno en el fresco del Juicio Final de la Capilla Sixtina; representación que no existe).

            «los jumentos no tienen tantos alcances»

            Por eso siempre le digo a usted que estudie, además de someterse a un exorcismo, farsante.

  2. El cartel es: repugnante, asqueroso y una blasfemia . Esperemos que el artista prepare otro por el estilo para el Ramadán , cobarde el y peores las autoridades eclesiales y cofradías, peores aun.

  3. Uy uy uy! Muchos por aquí se indignan y rasgan vestiduras con el cartel, pero a saber qué harán con el cartelito (y otras imágenes masculinas) en la intimidad de sus alcobas…
    Que estamos de Cuaresma, la carne ni tocarla (aunque sea la propia)

    1. ¿Y elige esta vez un nick tan largo para soltar esa chorrada? Lo mismo que hay aplicaciones que sugieren emplear una contraseña maestra para no tener que recordarla cuando se emplean muchas cuentas, debería emplear siempre «troll multinicks» y dejarse de rollos. Total, si usted es inconfundible. Así sólo queda como un tarado (más, si cabe, quiero decir). En fin, qué malo es el aburrimiento y qué absorbentes las obsesiones.

  4. Toda la Iglesia es ya una herejía palpable… La Virgen ya nos apercibio y todos los que tratan de justificar estás perversiones que terminen en el averno, Cardenales, Obispos, sacerdotes y seglares….

  5. El cartel es un despropósito por razones evidentes:
    – No evoca en nada la Semana Sta. (cofrade) de Sevilla.
    – La representación del Resucitado es afeminada o de estilo gay. Esto es claro, pues esos colectivos lo han acogido con «orgullo».
    – Supone de una gran vanidad que el autor escoja el rostro de su hijo para representar al Señor, precisamente para anunciar la S. Sta. cofradiera sevillana donde hay hermosísimas y veneradas imágenes religiosas.
    – Es evidente el propósito de escandalizar, -«liarla», como se dice por esta tierra- del autor y no sabemos si de cierto sector del Consejo.
    – Un cartel, efectivamente, no se hace para rezarle. Ha habido carteles (por ejemplo, el formidable del 2023) que ni siquiera han representado claramente una imagen devocional . Pero cuando sí aparecen éstas, se pide al menos algo de unción o mejor recrear devociones de la ciudad.
    -El pintor es autor de cuadros como el que representa un niño semidesnudo sosteniendo la novela p_rno «Las 11.000 ve_gas».

  6. La redacción de este artículo es simple PALABRERIA ….PALABRERIA ….No os senteis en la mesa con los cínicos ni escuchéis sus proclamas ….papalabreria barata para CONFUNDIR a los incautos ….Non Nobis

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