Tras la publicación de Fiducia supplicans (sin haber consultado a nadie) llega ahora la publicación de Gestis verbisque sobre la validez de los sacramentos, pero habiendo consultado a obispos y cardenales.
El Dicasterio de Doctrina de la Fe que dirige Víctor Manuel Fernández, ha publicado una nota ante la perpetuación de los abusos litúrgicos. Doctrina de la Fe reitera que las palabras y los elementos establecidos en el rito esencial de cada sacramento no pueden ser modificados porque en tal caso el sacramento no existe.
Tal y como confirman los medios vaticanos, este texto publicado en italiano ha sido «discutido y aprobado por los cardenales y obispos miembros en la reciente Asamblea Plenaria del Dicasterio y luego aprobado por el Papa Francisco». En este documento se reitera que las fórmulas y los elementos materiales establecidos en el rito esencial del sacramento no se pueden cambiar a voluntad en nombre de la creatividad. Haciéndolo, de hecho, el sacramento mismo no es válido, por lo tanto no ha existido.
En la presentación del documento, el cardenal Víctor Manuel Fernández, Prefecto del Dicasterio, explica su génesis, a saber que «la multiplicación de situaciones en las que se había constatado la invalidez de los sacramentos celebrados», con modificaciones que «habían llevado después a la necesidad de localizar a las personas implicadas para repetir el rito del bautismo o de la confirmación, y un número significativo de fieles había expresado con razón su malestar».
Se citan como ejemplos las modificaciones en la fórmula del bautismo, por ejemplo: «Yo te bautizo en nombre del Creador…» y «En nombre del papá y de la mamá… nosotros te bautizamos». Circunstancias que también han afectado a algunos sacerdotes que «habiendo sido bautizados con fórmulas de este tipo, han descubierto dolorosamente la invalidez de su ordenación y de los sacramentos celebrados hasta ese momento».
El cardenal explica que «mientras en otros ámbitos de la acción pastoral de la Iglesia hay un amplio espacio para la creatividad», en el ámbito de la celebración de los sacramentos ésta «se transforma más bien en una ‘voluntad manipuladora'». Fernández concluye recordando que «a los ministros se nos exige superar la tentación de sentirnos dueños de la Iglesia» y que «los fieles tienen derecho, a su vez, a recibirlos tal como la Iglesia lo dispone».
En defensa de la Sagrada Escritura y de la Traidición
La nota doctrinal, que consta de 29 puntos, declara que «con eventos y palabras íntimamente relacionados Dios revela y realiza su designio de salvación para cada hombre y mujer». Lamentablemente, «se debe constatar que no siempre la celebración litúrgica, especialmente las de los sacramentos, se desarrolla con plena fidelidad a los ritos prescritos por la Iglesia».
En el documento se recuerda que «la Iglesia, desde sus orígenes, ha cuidado especialmente las fuentes de las que toma la linfa vital para su existencia y su testimonio: la Palabra de Dios, atestiguada por las Sagradas Escrituras y por la Tradición, y los Sacramentos, celebrados en la liturgia, mediante los cuales es continuamente reconducida al misterio de la Pascua de Cristo».
La Iglesia es también «consciente de que administrar la gracia de Dios no significa apropiársela, sino hacerse instrumento del Espíritu en la transmisión del don del Cristo pascual. Ella sabe, en particular, que su potestas respecto a los sacramentos se detiene frente a su sustancia» y que «en los gestos sacramentales ella debe custodiar los gestos salvíficos que Jesús le ha confiado».
En cuanto a la forma del sacramento, ella «está constituida por la palabra, que confiere un significado trascendente a la materia, transfigurando el sentido ordinario del elemento material y el sentido puramente humano de la acción realizada. Esa palabra se inspira siempre, en diverso grado, en la Sagrada Escritura, hunde sus raíces en la Tradición viva eclesial y ha sido definida con autoridad por el Magisterio de la Iglesia». Por tanto, materia y forma «nunca han dependido ni pueden depender de la voluntad del individuo o de la comunidad individual».
Porque si se cambian las palabras o la materia, el sacramento no existe. A este respecto, en la nota 34 del documento, se hace una distinción significativa entre licitud y validez, explicando que «cualquier modificación a la fórmula de un sacramento es siempre un acto gravemente ilícito», aunque se trate de algo mínimo que no altere su significado original y no lo invalide. El cambio de los elementos esenciales para la celebración del sacramento también introduce «la duda sobre la real intención del ministro, anulando la validez del sacramento celebrado».
En definitiva, esta nota de Doctrina de la Fe trata de acabar con las excentricidades e invenciones de muchos sacerdotes a la hora de celebrar la Misa, un bautismo o cualquier otro sacramento. el cardenal Fernández pide a los sacerdotes que dejen a un lado su ingenio e invenciones y se ajusten a las fórmulas y palabras que enseña la Iglesia para confirmar que el sacramento sea válido.
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
Un poco cínico publicar esta nota en la misma semana en la que se ha profanado la Basílica de San Bartolomé en Roma, con la celebración de una «misa» anglicana, cuyos sacramentos son inválidos.
«¡Un, dos, tres!
Un pasito p’alante, María.
¡Un, dos, tres!
Un pasito p’atrás».
Ricky Martin SJ
Jajajaajajajaaa…
JAJAJAJA, eres genial.
Dos cucharadotas de sal y una cucharadita de azucar. Ya nos conocemos el truco
Jajajjjajajaja
Típica nota para que conservadores y papalotras se calmen. Una de cal y otra de arena. Asi los bobos se quedan tranquilos.
Es el momento de alertar a las personas. La secta funciona de la siguiente forma: dos pasos adelante, uno hacia atras. Ellos saben perfectamente y son conscientes de lo fácil que es meter en las cabezas alguna idea buena para así dejar noqueados a las personas …lo que viene luego, despúes es su verdadera cara y su verdadero mensaje de devastación.
Las buenas gentes están deseando ver una señal buena en Francisco, pero pierden el tiempo, este ya ha demostrado hasta las trancas la clase de persona que es. Un heresiarca como la copa de un pino, coadyuvado por sus acólitos que son de la misma calaña, desgraciados y asquerosos. El Vaticano, y perdonen ustedes Infovaticana si me paso, es una mafia peor que la siciliana y la calabresa juntas. Solo les faltan los asesinatos por sicarios, y si no lo hacen es por que todavía no les es necesario y les puede desacreditar. Pero realmente son un poder maligno dirigido por la masonería que son capaces de cualquier cosa. Como la historia lo demuestra.
Este dicasterio, su prefecto, y Francisco, carecen totalmente de credibilidad. Con los múltiples errores doctrinales que les caracterizan, no esperen que porque por una vez hayan dicho algo correcto, nosotros vayamos a perdonarles. Lo que han escrito ahora, ya lo sabemos, y no es nada nuevo.
Lo que es urgente es que retiren Fiducia Supplicans junto a los demás textos equivocados que han publicado, que se retracten públicamente de sus errores, y que renuncien a sus cargos, a fin de que les sucedan pastores de buena doctrina.
Y hablando de invalidez, los intentos de bendiciones a parejas que viven en pecado (que defienden Francisco y Tucho en Fiducia Supplicans), son también inválidas, pues Dios no bendice asociaciones pecaminosas.
Absolutamente nadie necesita/necesitamos «tu perdón». Eso solo le corresponde a Dios Nuestro Señor, al que unos y otros insisten en suplantar.
Claro que no es nada nuevo, pero sí es correcto. Con un mínimo de honestidad intelectual esto deberías reconocerlo y decir que está bien dicho (mejor hubiera estado elevarlo a otra categoría jurídica, como TC, y no dejarlo en una simple «Nota»), pero por supuesto no lo harás. Es demasiada la soberbia.
Así como nadie necesita tu comentario, mejor ve a casa a dormir continuando leyendo Fiducia Supplicans
Absolutamente nadie necesita «tu perdón», que solo lo otorga Dios Nuestro Señor a quienes unos y otros os atrevéis a suplantar.
Es claro que «ya sabemos» lo que dice el documento, pero en un mínimo de honestidad intelectual deberías reconocer que es correcto, aunque desde luego se debería haber elevado el rango jurídico del documento, como TC, y no dejarlo en una mísera «Nota».
Vaya «cantazo», ¿no? Luego finge cabreo porque le llamamos troll multinicks. Si con tan sólo 3 minutos de diferencia le da para poner estos dos comentarios iguales, todo el día trolleando le tienen que cundir un montón:
Carlos Daniel
5 febrero, 2024 a las 4:26 pm
Luis Gustavo
5 febrero, 2024 a las 4:29 pm
¿No tiene usted televisión, para entretenerse?
Eso se llama «autopercibirse» cada 3 o 4 minutos…
Al menos lo hace pm, no am como tú JAJAJAJAJA
¿En serio JAJAJAJAJA? ¿Y dónde JAJAJAJAJA dice usted JAJAJAJAJA que es JAJAJAJAJA am? ¿En Trollilandia JAJAJAJAJA, tal vez JAJAJAJAJA? Ay, JAJAJAJAJA, disculpe los JAJAJAJAJA espasmos JAJAJAJAJA: no sé JAJAJAJAJA a qué se deberán JAJAJAJAJA. Espero no estar JAJAJAJAJA convirtiéndome en un JAJAJAJAJA troll mostrenco (es uno de sus JAJAJAJAJA síntomas).
Así es como la gente normal ve sus ridículos comentarios, que a usted, como el orate que es, le parecen tan graciosos y ocurrentes.
¿Así es como cumple usted su objetivo confesado de «ridiculizarnos» a los católicos y «provocarnos para hacernos pecar»? Sinceramente, además de un iletrado, es usted un incompetente como troll, al que sólo se puede tomar a chufla.
Ahora también eres portavoz de «la gente normal», ¿eh? JAJAJAJAJAJAJA
Ridículos u ocurrentes, mis comentarios TE VAPULEAN, HINV EZIL!!!!!
«Ahora también eres portavoz de «la gente normal», ¿eh?»
Es que ocurre igual que con la presunción de inocencia: todo el mundo es normal hasta que demuestre lo contrario (que es el caso de usted).
«mis comentarios TE VAPULEAN»
Sí, sí, me vapulean un montón. Y me «ridiculizan» mucho y «me hacen pecar» más aún. Mire, mire cómo me vapulean: ¡Ay, ay, qué vapuleo tan grande! ¡Qué vapuleado estoy por el troll mostrenco! Ah, y también: JAJAJAJA (que si no, no es creíble el vapuleo).
Te toreo como me da la gana, hinv ezil!
Toreo y troleo JAJAJAJAJAJAJA
Deja que me entere de tu parroquia, que nos vamos a reír JAJAJAJAJA
«Te toreo como me da la gana»
Sí, sí, por eso le gritan desde el tendido: «¡Ay, Mostrenquete! Si no sabes torear, ¿pa’ qué te metes?»
«Deja que me entere de tu parroquia, que nos vamos a reír»
¡Ay, cómo tiemblo! El troll mostrenco amenaza con venir a matarme… de risa (o del susto, porque usted debe de ser más feo que pegar a un padre). Lo que no se sabe muy bien es a qué dirección se va a dirigir usted, sin saber dónde estoy (ni continente, ni país, ni ciudad, ni barrio, ni calle…). Con lo «avispao» y «rápido de reflejos» que es usted (como un gamo, por lo menos), me puedo hacer viejo esperando a que llegue (es un decir, porque entonces usted ya habrá estirado la pata hará mucho tiempo). Casi mejor que deje usted estipulado en su testamento que me envíen sus cenizas (en el orinal original o en un tupperware elegido para la ocasión, da igual), que es lo más cerca que vamos a estar alguna vez. En vida, que corra el aire.
«Te vamos a…»
¿Para qué emplea tanto el plural, si está más solo que la una? ¿Usted cree que alguien se va a asociar, para lo que sea, con un troll tan lerdo y ridículo como usted? Incluso quien pensara igual, ya se cuidará mucho de disimular para que no le comparen.
«Es plural de modestia»
Es plural mayestático, de estar como un cencerro, pues está más solo que la una con sus majaderías, que nadie apoya. O plural de estar endemoniado (son Legión). Además, usted no ha sido modesto jamás, troll mostrenco (pese a abundar los motivos para serlo).
«Antes muerta que sencilla»
Le pega más «antes muerta que culta», que explica muchas cosas. De ahí lo chocante de la ausencia de modestia, que en su caso es obligada, al carecer de algo que le impida serlo. Y no se enrolle con «plurales de modestia»: usted ha hablado en plural como si a alguien más le interesase contabilizar los caracteres que empleo, que es la chorrada que usted había dicho, pero que, al ser una neura suya, nadie se va a apuntar a ese plural. Pero, al grano, que es a lo que usted viene aquí: perpetrar actos homosexuales es pecado, y si no se arrepiente se irá al infierno:
«No os engañéis: ni los FORNICARIOS, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los AFEMINADOS, ni los SODOMITAS, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los MALDICENTES, ni los rapaces poseerán el reino de Dios» (I Cor 6,9-10).
PALABRA DE DIOS.
Que usted lo digiera bien, troll mostrenco «rebotao».
Una cuerda, atada a su correspondiente rueda de molino con la que arrojarlos al mar, es lo que merecen quienes escandalizan (por ejemplo, promocionando el pecado de la sodomía), según Nuestro Señor Jesucristo, que dice que es preferible eso al castigo que les espera: las terribles y eternas penas del infierno.
Luis Ricardo, cantidubi cantitubidubidá o el monstruo de Sanchezstein, te parece poco la nota de la Fiducha mari cona, que prefieres una encíclica justificando el mari conio y de paso cargándote el matrimonio canónico el de hombre y mujer instituidos por Cristo. Mas adelante la poligamia, por qué no, mientras exista amor que importa el sexo. Cada día estáis mas chiflados, y curiosamente vais en paralelo al tirano Sanchezstein. Franco desde luego se quedó corto, lo vio venir y no hizo nada, que tal romper relaciones diplomáticas con Pablo VI, quizás a estas alturas España seguiría siendo reserva espiritual de Europa y no una cloaca infecta. Ah y reabrir la cárcel concordatoria de Zamora.
Con tu pertinaz defensa de los sacerdotes abusadores y pederastas tampoco es que tu tengas mucha credibilidad. Hasta el «sacerdote » de tu nick carece de credibilidad.
Se repite usted como el ajo. Cree el ladrón…
Menos mal que el párroco de la iglesia a donde yo voy, no traga a Bergoglio, así estoy un poco más tranquila.
Cualquier niño de catecismo sabe (o debería saber) que por defecto de forma, materia o ministro, no hay sacramento.
Intentar fijar las celebraciones de los sacramentos en el Novus Ordo: como arar en el mar.
Nunca el antiguo Santo Oficio ni la antigua Congregación de Ritos aprobaron un documento para recordar en general que deben respetarse las formas sacramentales. Cosa evidente, principio fundamental de la teología sacramental: ministro, forma, materia e intención.
Muy claro, sin necesidad de recordatorio, en el misal y rituales tradicionales en latín: decir lo que está en negro, hacer lo que está en rojo (rúbricas viene de «ruber», rojo en latín).
Las alteraciones y morcillas se han fomentado de modo exponencial con las lenguas vulgares: el sacerdote hará esto o aquello otro, omitirá esto o aquello, añadirá o no una monición a su gusto.
Y de las alternativas u opciones lícitas, muy fácil deslizarse a las abusivas. Donde perece la validez del sacramento.
Claramente, con mente clara podemos ver la intención de Monst. Trucho de desviar la atención. Como dice Infocatólica, se inventa la pólvora. Lo tengo cada vez más claro, el maestro de la «mística» erótica es muy experto en manipular la retórica para salvaguardar su sofística caótica. Victor M. Fernández, Eminencia sapientísima, si me está leyendo, el pueblo católico no está con usted, sino con Cristo. No nos engaña por muy santurrón que se ponga. Místico farsante, pornófilo aberrante.
A buenas horas mangas verdes…
San Juan Bautista perdió la cabeza por denunciar una unión ilícita y este papa perdió la suya al bendecir todo tipo de uniones ilícitas. Ahora él y su compadre desvían la atención poniéndose puntillosos con fórmulas rituales. El daño al pueblo de Dios ha sido inmenso y algo insólito en toda la historia de la Iglesia. Pero el origen de todo esto se halla en la falta de fe del pontífice. Ni él ni ningún modernista cree en la condenación eterna. Por eso bendicen algo pecaminoso, porque al no existir la condenación, el denunciar este tipo de uniones nefandas se convierte en una falta de misericordia, mientras que si crees en el Infierno y la tortura eterna, el acto de misericordia con sodomitas y adúlteros es decirles eso, que están malditos y sólo si enmiendan su conducta podrán salvarse. Por supuesto, si no crees en el Infierno no eres católico, y si no eres católico, no eres sacerdote y papa ya no digamos.
Sir James, una matización, creo que con fundamento que estos creen de sobra en el infierno, pero les da igual. Como no van a creer en el infierno con la formación teológica que han recibido, la historia de los santos, las sagradas escrituras, las visiones de los místicos y últimamente hasta las ECM. Las conciencias se deforman con la práctica habitual del pecado durante años, y poco a poco te vas acercando al mal, hasta que empiezas a encontrarte mas a gusto con el maligno que con Cristo y puedes acabar vendiendo tu alma al diablo. Esto está pasando en masa en la iglesia, por que encima no se reza y no se practican los sacramentos como Dios manda. Es la masonería quien abduce es quien manda.
«El pez por la boca muere» dice el refran, pues entonces este sujeto que junto a sus monos y el payaso mayor han reconocido que toda innovación invalida sus actos sacramentales, por norma general todo acto sacramento y sacramental son liturgicos y presuponen sujecion a las enseñanzas de Cristo, la Liturgia, Tradición de la Iglesia. Por tanto DEBERIAN DIMITIR A SUS CARGOS, como producto de acto de contriccion y vergüenza. No pueden hacerse los devotos cuando permiten celebraciones de otros credos en templos catolicos; celebrar la pacha mama; haber dicho francisquito en un video difundido hace años aqui en Argentina, donde refería que los hinduistas y otras sectas o religiones buscabamos al mismo Dios; luego de haber plasmado por escribo Bendecir a parejas homosexuales o irregulares.
Habran caido en la cuenta que confesaron publicamente las Herejías cometidas?
Aparte de «aclarar» algo ya aclarado hace 800 años, lo único novedoso es el velado ataque (o no tan velado) a los «rigidos» también en ésto. Así lo contaba ayer Specola:
«Vemos en la conclusión: ‘En la Iglesia, en particular a sus ministros, se confía este gran tesoro, para que, como ‘servidores solícitos’ del pueblo de Dios, lo alimenten con la abundancia de la Palabra y lo santifiquen con la gracia de los sacramentos. A ellos corresponde en primer lugar garantizar que ‘la belleza de la celebración cristiana’ se mantenga viva y no ‘desfigurada por una comprensión superficial y reduccionista de su valor O, PEOR AÚN, POR SU EXPLOTACIÓN AL SERVICIO DE ALGUNA VISIÓN IDEOLÓGICA, cualquiera que sea o pueda ser’.
No puede faltar la acusación de ideología, por un lado, los que desfiguran el rito y por el otro, algo mucho peor. Los tradis, que no se dice pero están, que con su ideología no cambian nada pero lo explotan para servirse de ella».
El Papa Francisco es un abusador y ahora quiere darnos lecciones sobre abusos litúrgicos. ¿Y cómo definir sino como abusos su culto a la pachamama, su prohibición del rito tridentino, su cambio del Catecismo, su negativa a recibir a los firmantes de las dubia, su cancelación de obispos y otros sacerdotes fieles, sus insultos a quienes no secundamos su ideología, su bofetada a una mujer china en la plaza de San Pedro, su silencio ante el genocidio del aborto y la infamia del lgtbi, su promoción para cargos vaticanos de abortistas y promotores del lgtbi, su fomento del NOM, etc.?
Muy en defensa de la Tradición y el Magisterio de los Sacramentos? Después de haberse ido lanza en riestre contra el del Matrimonio y el Sexto Mandamiento y alistándose para cargarse el Sacramento
del Orden?
Han perdido el oremus. Cuando se dice que no se deben introducir morcillas en los sacramentos y tampoco en las Misas y luego parece que acaban metiéndose con el cumplimiento en exceso de rúbricas te da la talla de la auténtica estupidez de este escrito nuevo del Trucho famoso.
Si las rúbricas están puestas será por algo o por un sentido. Decir eso es no poner límite a lo que hace cada uno en su parroquia pues para unos será importante una parte de las rúbricas y para otros otra parte, como ocurre en gran parte con el lavatorio.
Como andamos que algunos lo venden como una de arena tras la cal de Fiducia, en defensa de hacer las cosas bien.
O sea que los Obispos y Sacerdotes modernistas están peor de ignorantes que un niño estudiando su Catecismo para la primera (y última) comunión.
Y por favor no vengan con el «no saben lo que hacen».