Cardenal Müller: «Un sacerdote de Cristo no puede bendecir un pecado contra la naturaleza humana»

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A continuación, compartimos la homilía del cardenal Müller con motivo de la festividad de santa Inés de Agonía, cuyo título cardenalicio ostenta el purpurado alemán.

Homilía del cardenal Müller:

La crítica de judíos y cristianos al politeísmo antiguo no es en absoluto que los paganos dirigieran su mirada hacia un poder superior, sino que adoraban a las criaturas como a deidades en lugar del único Dios verdadero, aunque todo ser humano es capaz de reconocer la existencia de Dios y su poder eterno a partir de las obras de la creación sobre la base de su razón, sin embargo la mayoría de las personas se han dejado seducir por el glamour del mundo, la riqueza, el poder y la fama. Pablo resume la tragedia que tuvo lugar al comienzo de su carta a los romanos: «Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adoraron a la criatura y la honraron en lugar del Creador» (Rom 1,25).

En un mundo nihilista en el que prevalece el lema: «comamos y bebamos, que mañana estaremos muertos» (1 Cor 15,32), el ideal de vida ascética y abnegada de los cristianos debe parecer un trapo rojo sobre el que toro de goce desnudo ataca la vida con furia salvaje. Lo que en el mundo antiguo era el culto a los ídolos, hoy es el culto a la personalidad de los ricos, los bellos y los poderosos. Pero incluso para los frívolos oligarcas del Nuevo Orden Mundial y las arrogantes élites de la Agenda 2030, la misma verdad es válida: que la gloria del mundo pasará y todos los hombres deberán morir algún día. E incluso si sus atrocidades fueran silenciadas por la prensa dominante y permanecieran desconocidas para nosotros, no pueden permanecer así ante Dios y no podrán escapar del juicio inexorable de la verdad de Dios.

“Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. (Romanos 6, 23). Si esta palabra de la Sagrada Escritura es cierta, la conclusión es ésta: un sacerdote de Cristo no puede bendecir un pecado contra la naturaleza humana en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Ciertamente: Dios ama a todos, pero no todo. Por eso no depende de nosotros interpretar el amor divino, sino que Dios mismo revela su amor al pecador como el único camino hacia la redención: «Por más que vivo – oráculo del Señor Dios -, no disfruto de la muerte de los impíos, sino que los impíos se aparten de su maldad y vivan. Arrepiéntete de tus caminos perversos”. (Ez 33, 11)

Santa Inés, a quien hoy veneramos, fue una mártir cristiana en las etapas finales de la persecución de los cristianos en el Imperio Romano. Esta virgen mártir representa el ideal de una vida nueva en Cristo nuestro Señor y Redentor. Los católicos de todo el mundo admiran a la niña romana de 12 años por su heroísmo y la veneran como santa y defensora de nuestra juventud cristiana. Respecto a la muerte dedicada a Dios de Santa Inés, el gran padre de la Iglesia San Ambrosio de Milán dice: «De modo que en el único sacrificio hay un doble martirio, el de la virginidad y el del culto: ella permaneció virgen y recibió la corona del martirio». (De virginitate II, 9).

El verdadero culto a Dios y la auténtica castidad de espíritu y cuerpo dependen mutuamente. La adoración de ídolos como el sexo, dinero y poder tiene –como explica el apóstol Pablo– una consecuencia autodestructiva para nuestros pensamientos y comportamientos, que debe terminar en muerte moral y espiritual:

«Por esto Dios los abandonó a pasiones infames; sus mujeres han transformado las relaciones naturales en relaciones antinaturales. Asimismo, también los hombres, abandonando su relación natural con las mujeres, se encendieron de pasión unos por otros, cometiendo actos ignominiosos, hombres con hombres, recibiendo así en sí mismos el castigo propio de su aberración. Y como han despreciado el conocimiento de Dios, Dios los ha abandonado a merced de una inteligencia depravada, para que cometan lo indigno, llenos como están de toda clase de injusticia, maldad, avaricia, malicia; lleno de envidia, asesinato, rivalidad, fraude, malicia; calumniadores, calumniadores, enemigos de Dios, ultrajantes, soberbios, fanfarrones, ingeniosos en el mal, rebeldes contra los padres, insensatos, desleales, desalmados, sin piedad. Y aunque conocen el juicio de Dios, es decir, los autores de tales cosas merecen la muerte, no sólo continúan haciéndolas, sino que también aprueban a quienes las hacen» (Rom 1, 26-32). Ésta es la existencia sin sentido que llevan los malvados bajo el dominio de los ídolos de este mundo.

La castidad como virtud cristiana, que surge del culto al Dios único y verdadero como Creador y Perfeccionador de nuestra vida, expresa el reconocimiento del significado positivo de la fisicalidad en general y de la sexualidad masculina y femenina en particular. De hecho, Dios creó a los seres humanos como hombre y mujer. Han sido bendecidos en Cristo con todas las bendiciones de su Espíritu, para que se manifiesten su amor unos a otros y para que transmitan vida en el amor mutuo de padres e hijos en la sucesión de generaciones. De esta manera, los cónyuges y los padres participan de la voluntad universal de salvación de Dios.

El hecho de que la ideología atea de género perturbe a los jóvenes púberes en su identidad masculina o femenina, engañándolos y seduciéndolos hasta el punto de mutilarles el cuerpo, pagando mucho dinero, es una prueba de la misantropía del nuevo paganismo. No hace falta mucha inteligencia para comprender la malvada propaganda cuando estos crímenes están eufemísticamente velados con la frase sobre la libre elección de género.

En realidad, el ser humano es una unidad natural de alma y cuerpo. Al aceptar con alegría el sí irreductible que el Creador dijo a mi existencia en el espacio y en el tiempo, puedo aceptarme también a mí mismo. Soy criatura de Dios, es más, todos somos hijos e hijas del Padre, somos hermanos del unigénito Hijo de Dios Jesucristo y somos amigos del Espíritu Santo.

La moral cristiana y en particular los mandamientos sexto y noveno «No cometer actos impuros» no tienen nada que ver con el adiestramiento del animal salvaje que llevamos dentro ni con nuestros instintos disciplinados por la razón pragmática, como pensaba Kant. Todos los mandamientos que se refieren a la relación del hombre consigo mismo y con sus semejantes se centran en el amor de persona a persona.

El amor hace perfecto al ser humano, ya sea que viva voluntariamente según su carisma en el celibato por el Reino de los Cielos, ya sea según la vocación divina en el matrimonio. «Porque ésta es la voluntad de Dios, vuestra santificación: que os abstengáis de la inmodestia, que cada uno sepa mantener su propio cuerpo con santidad y respeto, no como objeto de pasión y concupiscencia, como los paganos que no conocen a Dios; que nadie ofenda y engañe a su hermano en este asunto, porque el Señor es el vengador de todas estas cosas, como ya os hemos dicho y testificado. Dios no nos ha llamado a la impureza, sino a la santificación» (1 Tes 4, 3-7).

Santa Inés nos ayuda a distinguir la verdad de Dios de las mentiras del nuevo paganismo. Encomendamos en particular a los niños y a los jóvenes adolescentes a su intercesión para que puedan descubrir el sentido profundo de la humanidad tocada y transformada por la gracia y la luz del Evangelio, y para que viviendo plenamente la dimensión de la fe se conviertan en testigos de las realidades eternas, del tesoro incorruptible del Reino de los cielos. ¡Santa Inés ruega por nosotros! Amén.

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Comentarios
26 comentarios en “Cardenal Müller: «Un sacerdote de Cristo no puede bendecir un pecado contra la naturaleza humana»
  1. Están empujando fuertemente en hispanoamérica la aplicación de fiducia suplicans, quieren que el clero empiece a bendecir homosexuales, Santo Padre: deje de enviar emisarios a dar “conversatorios” para tales aberraciones!

    1. No debe pasar por ningún motivo ese documento. No es bueno. Ya lo leí y de verdad «ese Cardenal, Fernandez», esta mal y quien lo asesora. Bendecir es un acto Divino de Dios, pero, bendecir al pecado de hombre con hombre y mujer con mujer es oponerse al Plan divino de Dios.

      Saludos.

  2. Madre mía, y sigue con la turra de los globalistas y el Nuevo Orden Mundial. Y se ve que tampoco se ha enterado muy bien de de qué va todo esto de la declaración de marras.

    Eso sí, el fragmento de la Carta a los romanos que cita bien se le podría aplicar a él: calumniadores, soberbios, ultrajantes, desleales…

    1. Chema, veo que tú sí te has enterado muy bien de todas esas cosas, no como el Muller ese. Dime, enterado, ¿el globalismo y el NOM representan el Reino de Dios o simplemente es que no existen? ¿En qué dirección va la corriente de este mundo? ¿En dirección al Vaticano? ¿En dirección al cielo? ¿Tenemos que dejarnos llevar por la corriente porque es muy buena e inofensiva? ¿No hay ningún nuevo paganismo ni blanqueamiento de la inmoralidad sexual? Ah que paraíso este en el que vivimos, el Evangelio de la verdad y la verdad del Evangelio se comunica y se vive a la perfección, sin ningún tipo de desvío. ¡Va a ser que no!

      Cuida tú que lo que dice san Pablo a los Romanos no se aplique a ti, enterado.

    1. Querido hermano Guillermo PF creo que estás muy confundido. En realidad no te conozco, pero puedo atisbar algo de ti por lo que desprenden tus escritos.
      Parece que estás encadenado por el demonio de la lujuria y encima te regodeas de ello, parece que quieres autojustuficarte continuamente y pretendes convencernos de que tu conducta es buena y aceptable a los ojos de Dios. Nada más lejos de la realidad, estás en un gran error.
      Y si acaso me equivoco, te pido disculpas.

      Por eso te invito, con todo cariño, a que salgas del fango en que estás inmerso, rompas tus cadenas y te eleves, descubrirás un mundo nuevo: la sublime belleza de la castidad.
      ¿Que es difícil? No te lo niego, las pasiones nos arrastran fuertemente, es la gran lucha que todos sostenemos, pero con la gracia de Dios y un poco de nuestra voluntad, todo es posible.

      Que Dios te bendiga hermano y te conceda el don de la castidad, entonces encontrarás el verdadero AMOR.

      1. Es mucho más sencillo: tú te tomas la religión de una manera, yo me la tomo de otra.
        Tú rechazas la sexualidad-sexo como importante dimensión humana, yo rechazo la castidad como virtud útil y necesaria universalmente. No me chirría la práctica de la sexualidad-sexo con madurez, consentimiento y fidelidad mutua. Me parece un precioso don del Señor, no una permanente tentación limitada exclusivamente a la penetración fálico-vaginal, y siempre dentro del matrimonio CANÓNICO con «apertura a la vida».

        1. «Es mucho más sencillo: tú te tomas la religión de una manera, yo me la tomo de otra»

          ¡Y tanto! Carmen es católica, porque, además de estas bautizada, profesa la fe católica íntegramente; y usted no lo es, porque, pese a estar bautizado, no la profesa; de hecho, la rechaza, para profesar su propia «religión a la carta» (esto me gusta, esto no me gusta).

          «…con madurez, consentimiento y fidelidad mutua»

          Los actos homosexuales son pecado y si muere sin arrepentirse irá al infierno «con madurez y consentimiento», aunque sin ninguna fidelidad (la fidelidad sodomítica es como los unicornios: no existe). Y aunque la hubiera, se iría igual, por ser fiel al pecado (da igual si peca con la misma persona, con otra o con varias).

          «Me parece un precioso don del Señor»

          Además de ser falso que el pecado sea un don de Dios, constituye una blasfemia tratarle de mentiroso:

          «No te ayuntarás con hombre como con mujer; es una abominación» (Lev 18,22).

          1. «No os engañéis: ni los FORNICARIOS, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los AFEMINADOS, ni los SODOMITAS, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el reino de Dios» (I Cor 6,9-10).

            PALABRA DE DIOS.

        2. Serás… Vosotros que torceis la santa Palabra de Dios, traicionáis al propio Cristo y su clara enseñanza infalible. Tu «porneia» la intentas justificar descaradamente como puedes, pero tu esfuerzo en ese sentido no te asegura ni aprobación, ni la justificación ni la salvación de parte de Dios. Dios es soberano, de Dios nadie se burla ni de su santa voluntad revelada en Cristo.

          «No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el Reino de los cielos, sino los que hacen la voluntad de mi Padre»

          «¿Por qué me llamáis ‘Señor, Señor’ y no hacéis lo que os mando?»

          Pues eso. Tu cuento no encaja con la sana doctrina de Cristo y de sus apóstoles. Si eres pervertido y quieres seguir así, allá tú con tu conciencia, pero no perviertas el Evangelio de Cristo y a los ignorantes con tu ideología y pornofilia. Vade retro! Crux sacra sit mihi lux, non draco sit mihi dux!

    2. La naturaleza humana existe porque existe la procreación, es decir, lo NORMAL es la relación HOMBRE-MUJER… Si la sodomía fuese lo imperante, ud tampoco existiría…

      1. Exacto, y por eso mismo la Santa Madre Naturaleza ya se encargó de que lo HABITUAL (que no es lo mismo que «lo normal»; normales somos todos los que no estemos mal de la cabeza) fuese la heterosexualidad, así que tú tranquilo, que por ahora no nos extinguimos, especialmente en determinadas regiones del planeta. La «sodomía» es como salimos algunos, que desde el Génesis no hemos puesto JAMÁS en riesgo la perpetuación de la especie.

        Luego veo que más adelante afirmas que «Bergoglio es adorador de la satánica-masónica Agenda 2030» y confirmo el caso que hay que hacerte.

        1. «Santa Madre Naturaleza» ¿Eso es de la secta pachamámica bergogliana? Debe ser, les suele gustar también la masónica-satánica Agenda 2030 y les molesta que les digan que la sodomía es pecado mortal, pero no quieren dejar la Iglesia, católica mejor, la quieren destruir y construir una AntiIglesia al gusto de sus «tendencias» (que claman al cielo por ser tan aberrantes).

          1. «la Santa Madre Naturaleza ya se encargó de que lo HABITUAL (que no es lo mismo que ‘lo normal’.»

            Aparte de que la naturaleza no se ha encargado de nada, porque la materia no toma decisiones (esas las decide Dios), es justamente a la inversa: siempre han sido habituales personas que perpetran actos homosexuales, pese a que éstos no sean normales (que vienen de «norma», no de «hábito»).

            «normales somos todos los que no estemos mal de la cabeza»

            Bueno, aparte de que usted no debería incluirse (siguiendo su propio criterio), ¿todos los que no estén mal de la cabeza son «normales», pese a que la corrección política diga que sí para que no se ofendan? ¿Es la norma (de ahí «normal») nacer ciego, cojo, siamés o sin un órgano, por poner varios ejemplos? Esas personas son igual de dignas que todas las demás por su propia naturaleza humana, aunque esas disfunciones no sean normales. Pero no son pecado, que implica conducta voluntaria:

          2. «No te ayuntarás con hombre como con mujer; es una abominación» (Lev 18,22).

            «No os engañéis: ni los FORNICARIOS, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los AFEMINADOS, ni los SODOMITAS, ni los ladrones, ni los avaros, ni los ebrios, ni los maldicientes, ni los rapaces poseerán el reino de Dios» (I Cor 6,9-10).

            PALABRA DE DIOS.

            «Eso ha sido simplemente una ocurrencia mía para subirte las pulsaciones. CONSEGUIDO!»

            ¡Qué troll tan «ocurrente» e «ingenioso»! ¡Y qué poco infantil! Creo que hasta va a ganar el concurso para ser delegado de clase en la guardería, en el que usted participa solo (hasta para usted sería difícil perderla). Por cierto, mostrenco: ha empleado sólo doce palabras… y ha cometido tres faltas de puntuación. A ese ritmo, y si se explaya un poco más, superará en breve su propio récord de más de quince en aquella «gloriosa» deposición suya que finge no encontrar (o igual es así de torpe y no es capaz de encontrarla).

    3. Mira Guille todos somos pecadores, pero no nos regodeamos de ello, y nos arrepentimos, y pedimos perdón humildemente a Dios nuestro Señor. En tu caso lo mas grave no es la lujuria, lo mas grave que no tiene perdón de Dios, es jactarse de ello contra Dios y contra el Espíritu Santo. En ese caso ya sabes que ese pecado no tiene perdón de Dios por que eres tú el que lo rechazas y eliges quizás por soberbia al bando contra el cielo conjurado para toda la eternidad. Para eso abrevia los sufrimientos de la tierra, coge una soga y como Judas…….

      1. A mí sencillamente me parece que el ejercicio de la sexualidad es un don precioso del Señor para que lo vivamos con madurez, fidelidad y consentimiento mutuo. Orientarlo a la perpetuación de la especie es UNA opción que en absoluto puede ni debe ser exclusiva y excluyente.

        El arrepentimiento muchas veces es relativo. Un matrimonio mayor, viendo crecer a sus hijos y a sus nietos, ¿se puede arrepentir sinceramente de haber comenzado -es una hipótesis- su relación de jóvenes de manera prematrimonial? Al contrario, dan todos los días gracias a Dios por haber entrecruzado sus caminos.

        1. «A mí sencillamente me parece…»

          ¿Y a quién le importa lo que a usted le parezca y la aplicación que de sus erróneas ideas haga en su propia vida? «Yo, mi, me, conmigo…». Debe de ser agotador ser narcisista y estar todo el día mirándose el ombligo (cuando no está trolleando, se sobreentiende, lo cual, a veces, incluso compagina).

          «Orientarlo a la perpetuación de la especie es UNA opción»

          Naturalmente, como también es una opción usar la función sexual, con la que Dios ha dotado al ser humano, para algo diferente de aquello para lo que Él la ha creado, solo por placer (lo cual no es mero «uso», sino abuso). Tal opción se llama pecado. Igual que comer, además de ser una función fisiológica vital (el sexo no lo es, pues nadie se muere por no practicarlo) que tiene como finalidad alimentarse para aportar al cuerpo los nutrientes necesarios para vivir, siendo pecado hacerlo sólo por mero placer (gula), con el sexo ocurre igual (lujuria).

          1. «El arrepentimiento muchas veces es relativo»

            El arrepentimiento necesario para que Dios perdone los pecados no es relativo en absoluto: implica tres actos de la voluntad (no del sentimiento o sensibilidad), que son el dolor del alma, el aborrecimiento del pecado y el propósito de la enmienda y de evitar en adelante todas las ocasiones de pecado. Y la contrición (o arrepentimiento) debe ser: interna, sobrenatural, universal y máxima (se lo explica muy bien el catecismo y cualquier tratado de teología sacramental)

            «Un matrimonio mayor, viendo crecer a sus hijos y a sus nietos, ¿se puede arrepentir…»

            Naturalmente. Y no sólo puede, sino que debe. Lo primero, porque uno se arrepiente de los pecados cometidos (no de sus resultados, salvo que éstos sean también pecado; y los hijos habidos no lo son). Y, lo segundo, porque nadie puede salvarse en pecado (hay que cumplir el primer mandamiento, que manda amar a Dios sobre todas las cosas).

  3. Bergoglio es adorador de la satánica-masónica Agenda 2030 y por eso tiene que meter toda esa ideología perversa y destructora dentro de la Iglesia católica. Los curas están muy callados, hablan pocos sobre la aberración de bendecir pecados al gusto de los pervertidos de la jerarquía vaticana ¿Qué hacen que no ponen ya pie en pared y hablan claro, en público, ahora hay redes sociales, no te tienes que quedar arrinconado en tu parroquia… los curas de la Sacristía de la Vendée (Youtube) son de los poco agradables para los aduladores papólatras y por eso los apartan, pero su voz llega a muchos católicos gracias a las redes sociales, son mucho más efectivos ahora que antes, da igual que los aparten, AHORA sí proclaman la VERDAD a MILES… ¿Qué pasa con los demás curas que dicen ser fieles a Cristo? ¿No era gracioso aquello de Bergoglio de «hagan lío»? Pues eso, HAGAN LÍO, enfréntense YA a las herejías de Bergoglio.

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