A sus 91 años, el cardenal Zen está más activo que nunca, y es que el motivo que se esconde detrás es la preocupación que le genera al purpurado chino el Sínodo que se está desarrollando estos días en Roma.
En una conversación con Diana Montagna para el Catholic Herald, el cardenal Zen lamentó que «no tenemos muchas noticias» y recordó varios «problemas de procedimiento» que planteó en su reciente carta a los cardenales y obispos que participaron en la asamblea sinodal de octubre, incluida la continua referencia a la “conversación en el espíritu” como si fuera una “fórmula mágica”.
El cardenal chino considera que la constitución y el procedimiento del Sínodo reflejan un conjunto confuso de malentendidos sobre la naturaleza del episcopado y de la Iglesia misma. “Los obispos [que participan en el Sínodo] representan sólo el diez por ciento del episcopado mundial. ¿Cómo puede una proporción tan pequeña lograr el propósito original del Sínodo, como lo estableció el Papa Pablo VI, es decir, como un medio para facilitar la colegialidad episcopal?»
Joseph Zen, uno de los cinco firmantes de las dubias, aseguró que “si el discernimiento tiene como objetivo ayudar al Papa y a los obispos a ‘enseñar’, y la enseñanza se hace seguramente a través de ideas, ¿no deberían las ‘conversaciones en el Espíritu’ necesariamente llevarnos de regreso al mismo Jesús, quien dijo ¿Que el Espíritu ‘tomará de lo que ha enseñado a los Apóstoles’?”
“Los animadores del Sínodo parecen reducir la Palabra de Dios al sentimiento del pueblo –es decir, a todos los bautizados, incluso a los que abandonaron la Iglesia hace mucho tiempo– y se refieren al magisterio, no al de los últimos veinte siglos, no de los muchos Papas recientes, sino sólo del pontífice reinante”, agregó Zen en su conversación con el Catholic Herald.
Preguntado sobre la presencia de dos obispos chinos en el Sínodo, el cardenal Zen no dudó en decir abiertamente que “todos ellos son elegidos por el Papa entre los obispos reconocidos por el Papa como legítimos. Pero todos provienen de los obispos obedientes al gobierno, no de esos verdaderos pastores del pueblo, tanto en la Iglesia oficial como en la clandestinidad, que ahora son aún más perseguidos que antes del acuerdo secreto”.
En alusión a las dubia presentadas al Santo Padre, Zen subrayó que «no se puede obligar al Papa a responder, pero acabo de intentar explicar a los fieles por qué descubrimos que las respuestas a la dubia original no han disipado nuestras preocupaciones”. Se refería a una declaración publicada en su blog el 12 de octubre, en la que criticaba varios puntos de imprecisión en la respuesta del Papa Francisco a la primera dubia, y en particular calificó la orientación del Santo Padre sobre las bendiciones entre personas del mismo sexo como “pastoralmente insostenible”.
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Si yo hubiera visto que en el sínodo están el Obispo Cui Tai, el Obispo Shao Zumin o el Obispo Su Zhimin me quedaría más tranquila, pero resulta que no solo no están en el sínodo sino que ni siquiera sabemos dónde están. ¿Lo sabe el Vaticano? Pues que lo diga para mi tranquilidad.
Pobre hombre , toda una vida para contemplar el fracaso y la traición, Dios le hará justicia .