Cinco cardenales piden al Papa que se pronuncie sobre la homosexualidad y la ordenación de mujeres antes de iniciar el sínodo

Papa Francisco rigidez perversión (Vatican Media).
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Cinco cardenales -’sospechosos habituales’- han presentado a Francisco sendas ‘dubia’ sobre cuestiones de doctrina perenne para que las responda antes de iniciarse el sínodo de la sinodalidad.

Los dos cardenales supervivientes de las ‘dubia’ no respondidas sobre Amoris laetitia, Walter Brandmueller de Alemania, ex historiador del Vaticano, y Raymond Burke, de Estados Unidos, a quien Francisco destituyó como presidente de la Corte Suprema del Vaticano; Juan Sandoval de México, arzobispo emérito de Guadalajara, Robert Sarah de Guinea, exprefecto para la liturgia, y Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong han presentado al Santo Padre sendas ‘dudas’ que ruegan responda antes de iniciar el sínodo.

Estas dudas son sobre la afirmación de que la Revelación Divina debe ser reinterpretada en base a los cambios culturales y antropólogos; sobre la afirmación de que la práctica generalizada de bendecir las uniones con personas del mismo sexo concuerda con el Apocalipsisy el Magisterio (CCC 2357); sobre la afirmación de que la sinodalidad es una «dimensión constitutiva de la Iglesia» (Constitución Apostólica Episcopalis Communio 6), de modo que la Iglesia es por naturaleza sinodal; sobre el apoyo de pastores y teólogos a la teoría de que «la teología de la Iglesia ha cambiado» y por tanto que la ordenación sacerdotal puede ser conferida a las mujeres y sobre la afirmación «el perdón es un derecho humano» y la insistencia del Santo Padre en el deber de absolver a todos y siempre, para lo cual el arrepentimiento no sería condición necesaria para la absolución sacramental.

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El Papa respondió a una primera versión de las dubia pero de manera insatisfactoria a juicio de los cardenales, que las reformularon, precedidas de la siguiente carta:

Padre Santísimo,

Estamos muy agradecidos por las respuestas que amablemente nos ha ofrecido. Quisiéramos, en primer lugar, aclarar que, si os hemos hecho estas preguntas, no es por miedo al diálogo con los hombres de nuestro tiempo, ni a las preguntas que nos puedan hacer sobre el Evangelio de Cristo. De hecho, estamos convencidos, como Su Santidad, de que el Evangelio trae plenitud a la vida humana y ofrece respuestas a todas nuestras preguntas. La preocupación que nos mueve es otra: nos preocupa ver que haya pastores que duden de la capacidad del Evangelio para transformar el corazón de los hombres y terminen por ofrecerles ya no sana doctrina, sino “enseñanzas conforme a sus deseos” ( ver 2 Tim4, 3). Además, nos preocupa que no se entienda que la misericordia de Dios no consiste en cubrir nuestros pecados, sino que es mucho mayor, ya que nos permite responder a su amor observando sus mandamientos, es decir, convertirnos y creer en el Evangelio. (cf. Mc 1, 15)

Con la misma sinceridad con la que nos respondió, debemos agregar que sus respuestas no resolvieron las dudas que les habíamos planteado, sino que las profundizaron. Nos sentimos, pues, obligados a proponer nuevamente, reformulándolas, estas preguntas a Su Santidad, quien, como sucesor de Pedro, tiene el encargo del Señor de confirmar a sus hermanos en la fe. Esto es tanto más urgente en vista del próximo Sínodo, que muchos quieren utilizar para negar la doctrina católica sobre las mismas cuestiones que preocupan a nuestras dubia . Por lo tanto, volvemos a proponer nuestras preguntas, para que puedan responderse con un simple «sí» o «no».

1. Su Santidad insiste en que la Iglesia puede profundizar su comprensión del depósito de la fe. Esto es en realidad lo que enseña Dei Verbum 8 y pertenece a la doctrina católica. Sin embargo, su respuesta no refleja nuestra preocupación. Muchos cristianos, incluidos pastores y teólogos, sostienen hoy que los cambios culturales y antropológicos de nuestro tiempo deberían llevar a la Iglesia a enseñar lo contrario de lo que siempre ha enseñado. Se trata de cuestiones esenciales, no secundarias, para nuestra salvación, como la confesión de fe, las condiciones subjetivas para acceder a los sacramentos y la observancia de la ley moral. Por eso queremos reformular nuestro dubium: ¿Es posible que la Iglesia hoy enseñe doctrinas contrarias a las que enseñaba anteriormente en materia de fe y moral, tanto por el Papa ex cathedra, como en las definiciones de un Concilio ecuménico, y en el magisterio universal ordinario de los obispos dispersos por el mundo (ver Lumen Gentium 25)?

2. Su Santidad insistió en que no puede haber confusión entre el matrimonio y otros tipos de uniones de naturaleza sexual y que, por tanto, debe evitarse cualquier rito o bendición sacramental de las parejas homosexuales que dé lugar a tal confusión. Nuestra preocupación, sin embargo, es otra: nos preocupa que la bendición de las parejas homosexuales pueda crear confusión en cualquier caso, no sólo porque podría hacerlas parecer similares al matrimonio, sino también porque los actos homosexuales serían prácticamente presentados como un bien, o al menos como el bien posible que Dios pide a las personas en su camino hacia Él. Reformulzmos entonces nuestra duda: ¿Es posible que en algunas circunstancias un pastor pueda bendecir las uniones entre personas homosexuales, implicando así que el comportamiento homosexual como tal no sería contrario a la ley de Dios y al camino de la persona hacia Dios? Ligado a este dubium es necesario plantear otro: sigue siendo válida la enseñanza sostenida por el magisterio universal ordinario, según la cual todo acto sexual fuera del matrimonio, y en particular los actos homosexuales, constituye un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios, independientemente de las circunstancias en las que se realice y de la intención con la que se realice?

3. Ha insistido Su Santidad en que existe una dimensión sinodal de la Iglesia, en la que todos, incluidos los fieles laicos, están llamados a participar y hacer oír su voz. Nuestra dificultad, sin embargo, es otra: hoy el futuro Sínodo sobre la «sinodalidad» se presenta como si, en comunión con el Papa, representara la autoridad suprema de la Iglesia. Sin embargo, el Sínodo de los Obispos es un órgano consultivo del Papa, no representa al colegio episcopal y no puede resolver las cuestiones tratadas en él ni emitir decretos sobre ellas, a menos que, en casos específicos, el Romano Pontífice, a quien corresponde de ratificar las decisiones del Sínodo, le haya concedido expresamente facultad deliberativa (cf. can. 343 CIC). Permitámonos, pues, reformular nuestro dubium: el Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma y que incluye sólo una representación selecta de pastores y fieles, ¿ejercerá, en las cuestiones doctrinales o pastorales sobre las que será llamado a expresarse, la Suprema Autoridad de la Iglesia, que pertenece exclusivamente al Romano Pontífice y, una cum capite suo , al Colegio Episcopal (cf. can. 336 CIC)?

4. En su respuesta, Su Santidad aclaró que la decisión de San Juan Pablo II en la Ordinatio sacerdotalis debe mantenerse definitivamente, y añadió con razón que es necesario entender el sacerdocio, no en términos de poder, sino en términos de servicio, comprender correctamente la decisión de nuestro Señor de reservar los órdenes sagrados sólo para los hombres. Por otro lado, en el último punto de su respuesta agregó que el tema aún se puede explorar más a fondo. Nos preocupa que algunos puedan interpretar esta declaración en el sentido de que el asunto aún no se ha decidido definitivamente. De hecho, afirma san Juan Pablo II en Ordinatio sacerdotalisque esta doctrina ha sido enseñada infaliblemente por el magisterio ordinario y universal, y que por tanto pertenece al depósito de la fe. Esta fue la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium planteado sobre la carta apostólica, y esta respuesta fue aprobada por el propio Juan Pablo II. Por lo tanto, debemos reformular nuestro dubium: la Iglesia, ¿podría en el futuro tener el poder de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del Sacramento del Orden?

5. Finalmente, Su Santidad confirmó la enseñanza del Concilio de Trento de que la validez de la absolución sacramental requiere el arrepentimiento del pecador, que incluye la resolución de no volver a pecar. Y nos invitó a no dudar de la infinita misericordia de Dios. Quisiéramos reiterar que nuestra pregunta no surge de la duda sobre la grandeza de la misericordia de Dios, sino que, por el contrario, surge de nuestra conciencia de que esta misericordia es tan grande que nos hace capaces de convertirnos a Él, de confesar nuestras culpas y de vivir como Él nos enseñó. A su vez, alguien podría interpretar su respuesta como si el mero hecho de acercarse a la confesión fuera condición suficiente para recibir la absolución. Por tanto, quisiéramos reformular nuestro dubium : ¿puede un penitente que, admitiendo un pecado, se niega a tomar, de cualquier modo, la resolución de no volver a cometerlo, recibir válidamente la absolución sacramental?

Ciudad del Vaticano, 22 de julio de 2023

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Comentarios
20 comentarios en “Cinco cardenales piden al Papa que se pronuncie sobre la homosexualidad y la ordenación de mujeres antes de iniciar el sínodo
    1. La confusión , ambigüedad y el desorden de cualquier índole proviene de satánas.

      HOY SE CUMPLE UN AÑO EN LA CUAL TODOS LOS OBISPOS DE HISPANOAMERICA, CARDENALES, SACERDOTES, BRUJOS Y CHAMANES INDIGENAS, EN CONJUNTO CON LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE PANAMA, COMETIERON DURANTE 5 DIAS ACTOS DE BLASFEMIA, HEREJIA E IDOLATRIA CONTRA DIOS, CON CULTOS A LA PACHAMAMA, AL SOL, LA MADRE TIERRA Y TODA CLASE DE DEIDADES DIABOLICAS.

      SE LES DIRIGIO UNA CARTA QUE NUNCA CONTESTARON, PARTICULARMENTE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE PANAMA, Y EL ARZOBISPO JOSE D. ULLOA,
      DIOS PERDONE A PANAMA POR PERMITIR SEMEJANTE ABOMINACION CONTRA DIOS Y SU PRIMER MANDAMIENTO.

      Aquí les dejo el vinculo donde aparece la lamentable noticia/

      https://infovaticana.com/2022/10/25/carta-abierta-a-la-conferencia-episcopal-de-panama-por-el-culto-a-la-pachamana-con-presencia-de-cardenales/amp/

  1. Menos pasarse por el forro está dubia que es bastante contundente y muy oportuna. Sería una grave irresponsabilidad por su parte seguir adelante con este dichoso Sínodo que jamás debió de producirse; pero la maldad de medio cuerpo de la Iglesia que vive en ideas equivocadas,pensaron que era el Papa elegido para sus planes. Creo que lo pensará, porque está en grave peligro. Veremos. Yo quiero creer que dará marcha atrás

  2. ¿Qué sucede con los cardenales españoles ancianos que no tienen nada que perder y mucho que ganar (la salvación de sus almas) y nunca se suman a estas peticiones de aclaración? (Rouco, Cañizares…)

    1. Lo mismo pienso yo. El silencio de los eméritos es incluso peor que el de los activos. Y, claro, me temo que Francisco no va a responder. Otra dejación de funciones mas

    2. Silencio de eméritos y de activos… Qué pasa que si eres Cardenal activo se debe callar? Arzobispos y cardenales deben en CONCIENCIA unir sus voces a las DUBIA de los cardenales. Son pastores, Príncipes de la Iglesia! Cómo callan ante el desafío de cambiar desde dentro la DOCTRINA DE JESUCRISTO. Dios les pedirá severas cuentas porque muchas almas están confusas o siguen en el error y en el pecado. ¿A qué esperan, pues?
      Yo también creo, por desgracia, que estos buenos 5 pastores esperen en «cómodos sillones», más bien que se busquen un lugar algo digno para dormir; Francisco calla mientras promueve caos y destrucción. Miren como habla y parlotea con los politicuchos y mundanos!

    1. Jesucristo fue anunciado por el anciano Simeón como signo de contradicción. La iglesia de Jesucristo tiene que ser también signo de contradicción en el mundo de hoy si quieres ser la verdadera Iglesia de Cristo y parece que por querer adaptarse a los criterios del mundo y a la agenda 2030 pretende renunciar a ser signo de contradicción y prefiere estar en sintonía con el mundo

  3. Bueno, parece que algunos cardenales se han abrochado bien el cinto y con caridad y firmeza cristianas han osado poner contra las cuerdas a Don Jorge Mario. No contestará. Tiene el hábito de ningunear al ejército de Dios que parece que va asumiendo poco a poco la situación real de la Iglesia. Que todos vayamos, con la Gracia de Cristo, creciendo en valentía y arrojo para declarar la Verdad de Jesucristo, esa de la que Pilatos se mofó.
    Esto es una gran prueba, señores, y o damos la talla ante los ojos del Altísimo o nos arrugamos y cedemos cobardemente ante asalto sibilino pero brutal del que es objeto la Iglesia católica.

    1. Mientras siga al frente del Vaticano un anticatólico («por sus actos los conoceréis») que demuestra ni amar ni temer a Jesucristo (ya no digo nada de los desprecios a la Virgen María, eso da para libro) y sigamos dándole calidad de «vicario de Cristo» , poco se va a poder hacer…

  4. No se puede tratar ya de lo de Francisco como si se hubiera explicado mal y pedirle unas aclaraciones, y que además eso sea tomado como el apocalipsis, aunque el conjunto de la situación es manifiestamente apocalíptica. La cuestión es básicamente: Francisco es papa como autoridad de gobierno, al haber sido nombrado por mayoría cardenalicia según los cánones, pero no en cuanto a vicario de Cristo habida cuenta de sus hechos y palabras. Queda para los canonistas si esa contradicción invalida al pontífice incluso como gobernante material. Pero de momento, los pocos obispos que se atrevan, deben pedir no aclaraciones sino poner encima de la mesa la verdad de la Iglesia que ellos han jurado, y no hacer como que igual no se ha entendido bien. Son pastores, que ejerzan.

  5. El Papa Francisco, en sus respuestas totalmente confusas, cita en múltiples veces a san Juan Pablo II, para lo que conviene a sus galimatías, pero en otras ocasiones lo contradice con sus actos. Le encanta tirar la piedra y esconder la mano, provocando una gran confusión en La Iglesia, que es Santa y esposa de Cristo, dando motivos de escándalo. Pero detrás de él hay muchos clérigos y también laicos (hombres y mujeres), que abiertamente van en contra de la Fé verdadera que profesamos. Habrá que intensificar nuestra oración para que se rectifique.

  6. Jajajaa de risa que esté el Cardenal Sandoval ahí, cuando es públicamente conocida su conducta sexual inapropiada o desviada, que piensa que oculta con su conservadurismo,

    1. ¿»Públicamente conocida»? Ande, no invente. Para que algo sea «públicamente conocido», primero tiene que ser real (¿pruebas?); segundo, tiene que ser conocido (¿pruebas?); y tercero, tal conducta debe ser pública (¿pruebas?). Ah, ya: que el cardenal Sandoval es una china en el zapato de la masonería patria, además de ser contrario a la ideología de género y la sodomía, como todo el mundo conoce públicamente. Por lo que «calumnia, que algo queda».

  7. Ante las “dubia” de los cardenales, la única contestación posible a cada una, es negativa. Cualquier otra respuesta no es católica. Por eso, la ambigüedad deliberada del Papa ante esas dudas (entre otras cosas), demuestra que no tiene interés de confirmar en la fe a sus hermanos, y como señaló el obispo Schneider, Francisco se ha convertido en “promotor de una agenda globalista mundana.”
    Oremos con la oración del obispo de Kazajistán, para que “donde abunda el pecado y la apostasía en la Iglesia”, el Señor nos conceda “un Papa Santo, celoso en promover y defender la fe.”

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