Traditionis custodes y el ‘efecto Streisand’

Misa tradicional traición alegría
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En marzo de 2003, un fotógrafo aficionado, Kenneth Adelman, colgó en su página web una serie de 12.000 fotografías aéreas para denunciar los efectos de la erosión y el desarrollo inmobiliario en la costa de California con, por ser generosos, escaso impacto.

Pero en una de esas fotografías aparecía la mansión de la actriz y cantante Barbra Streisand, que lo consideró una invasión de su intimidad y demandó a Adelman. El resultado fue un juicio que se hizo público, que perdió la estrella de Hollywood y que consiguió que la web de Adelman registrara en un solo mes 420.000 visitas. Había nacido el ‘efecto Streisand’, cuando el intento de censurar o encubrir cierta información se traduce en el efecto exactamente contrario.

Traditionis custodes ha fracasado, y lo ha hecho, en buena medida, por un proceso muy parecido al ‘efecto Streisand’. Los adeptos a la Misa tradicional son una minoría diminuta, estadísticamente desdeñable en el mundo católico, pero en el momento de la publicación del motu proprio papal lo era mucho más y, sobre todo, la propia existencia de ese minúsculo reducto era virtualmente desconocido para el católico practicante medio. Y con eso es con lo que acabó el documento de Francisco.

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De repente, el Papa se ocupaba de un asunto que parecía no ser un problema para nadie, del que la abrumadora mayoría no sabía nada en absoluto. Eso ya lo hacía intrigante.

Más intrigante aún resultaba contemplar a este pontífice que ha hecho de la misericordia su consigna singularizando para su censura a un grupo insignificante sin que pudiera justificar sus restricciones sino con acusaciones vagas y sospechas sin pruebas; observar cómo un Papa especialmente amante de la diversidad, ansioso por hermanar religiones más o menos distantes, se tomaba la molestia de cargar contra un conjunto de fieles católicos perfectamente ortodoxos. Dios, al parecer, quiere la pluralidad de religiones, pero no de ritos.

Todavía más: el lector católico quedaba perplejo por la justificación en la unidad, cuando él, cualquier fiel practicante, es testigo de que el rito de la Misa Novus Ordo varía enormemente de una parroquia a otra, con flagrantes abusos litúrgicos que pocos denuncian ya y que nunca provocan la respuesta de Roma. Y todo ello, derogando un motu proprio solo catorce años anterior promulgado por un Papa que seguía vivo y habitando la misma ciudad.

Así que el motu proprio tuvo en muchos el efecto de interesarse por este rito ancestral, común a la cristiandad católica durante siglos, que se había convertido de algún modo en un peligro en la visión del Vaticano. Y el efecto no fue exactamente el esperado.

Lo contaba el órgano oficioso del episcopado francés, La Croix, informando sobre el extraordinario éxito de la peregrinación a Chartres de este año, donde se celebran Misas siguiendo el ‘usus antiquior’. “Este año, la peregrinación atrajo una cifra récord de 16.000 caminantes, jóvenes, y esta cifra podría haber sido mayor si los organizadores, por razones logísticas, no hubieran cerrado las inscripciones más de una semana antes de la salida. Y muchos observadores, incluidos los principales medios de comunicación, quedaron impresionados por el fervor y la fe de los peregrinos, en completo contraste con la tristeza general de la Iglesia de Francia, paralizada por el escándalo de los abusos”, se lee en la publicación francesa.

Una vez que se ha visto, ya es imposible negarlo. “La pregunta, por tanto, ya no es si y cuándo la Misa tradicional será sustituida definitivamente por el misal de 1969”, continúa La Croix. “La Misa tradicional no va a desaparecer y todo nos hace pensar que seguirá creciendo, en términos absolutos pero sobre todo en términos relativos, dado el desgaste gradual de un cierto número de parroquias de rito ordinario”.

“Se trata, pues, más bien de determinar en qué modalidades y en qué marco tendrá lugar este continuo crecimiento de la Misa tradicional, porque es en este aspecto en el que la Iglesia tiene todavía un cierto margen de maniobra. Ahora bien, en este sentido, este movimiento fundamental, del que la peregrinación de Chartres se ha convertido en símbolo, plantea dos grandes desafíos a la Iglesia universal, el de la unidad de los fieles y el de la posteridad del Concilio Vaticano II en materia litúrgica”.

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Comentarios
21 comentarios en “Traditionis custodes y el ‘efecto Streisand’
  1. No es verdad que no la restrinjan hasta su extinción, ese es el camino. No van a cejar en el empeño.

    Posiblemente van tan pocos católicos a las pocas misas tradicionales que hay por eso, porque hay poquísimas, no se dan permisos para celebrarlas y cuando se logra, ni se publicita, ni se comunica, ni nada…

    Hablo por experiencia, donde vivo (región de España) hay UNA sola parroquia donde la celebran, pero relegada a una pared lateral del interior de la Iglesia, donde hay que esperar a que se vaya el cura que celebra la Novus Ordo (en domingo, claro, no hay Vetus Ordo en días de entre semana) para montar la pequeñita mesa (ni escaleras, ni nada, obviamente) de la forma más digna posible.
    Y me enteré por indagar y buscar vía Internet, pero no hay acceso fácil a conocer que «ahí dan misa tradicional»… dicen ser «misa privada abierta al público»… tan privada que no es ni para que se entere nadie (a no ser que sea boca a boca)…

    En fin…

        1. Pocos lugares de misa de la FSSPX en España, en efecto, pero no sólo en Madrid.

          Pueden consultarse los lugares (Barcelona, Granada, Vitoria etcétera) y horarios en la página web FSSPX España.

  2. Estoy movido por un amor inmensamente bueno, que crea las criaturas para que participen de su ser y bondad. Por puro amor y bondad, gratuitamente, las crea y las conserva en el ser: por puro amor y bondad, en Él «vivimos y nos movemos y somos» (Hch 17,28). Ésta es la primera y permanente declaración que hago. Amén Amén Amén

      1. Ves, este comentario de Fred sí tiene que ver con el artículo: si bebes no conduzcas, porque te estrellas, esto es Traditionis Custodes

  3. «Ellos tienen los templos,nosotros tenemos la Fe de San Pedro.»
    San Atanasio,primer doctor de la Iglesia.

    Así sucedió cuando el arrianismo invadía la Iglesia católica y los verdaderos católicos fueron expulsados de los templos y reducidos como hoy a una minúscula cantidad y además perseguidos.
    Asique ellos tienen los templos,nosotros la Fe.
    Tengamos Fe,todo obra para bien de los que aman al Señor.

  4. Vi la iglesia de los apóstatas crecer grandemente. Vi las tinieblas que partían de ella,
    repartirse alrededor y vi muchas personas abandonar a la Iglesia legítima y dirigirse
    hacia la otra diciendo: ••Ah f todo es mas bonito, más natural y más ordenado»
    (AA.II.414)
    ••Vi cosas deplorables: se jugaba, se bebía, se parloteaba, se seducía a las mujeres
    en la iglesia, en una palabra se cometían allí todo tipo de abominaciones» (AA.III.120)

    Beata Ana Catalina Emmerick

    No sera esta el Novus Ordo?

  5. Es posible que sea una minoría insignificante, pero no en EEUU. Es rara la parroquia del centro-norte del país donde, aún hoy, tienen todos los Domingos Liturgia Tridentina. En esa área es muy popular esta Luturgia y poco caso le han hecho al Mutuo.

  6. La misa tradicional no ha perdido la Sacralidad de la TRADICIÓN y tarde o más temprano, aunque se hayan aprobado ritos modernistas por años, que han desvirtuado especialmente la Liturgia Eucarística desde el Vaticano II, las verdaderas fuentes no se apagarán, porque Cristo no es minoría diminuta.

    1. Pues cúrreselo más, como hace ACS, y así tendrá su dosis. Por otro lado, necesita usted ir al oculista, que aunque se resista, a ciertas edades ya no se ve de cerca. Por eso no se ha dado cuenta de que los 76 nunca van seguidos (porque no ve las fechas y las horas de publicación). No sea tacaño, troll: cómprese unas gafas de cerca, que en los chinos valen 1 euro.

  7. Si no lo consiguieron destruir la misa tradicional en los 70, mucho menos hoy. Es cierto que numéricamente somos muy pocos, pero tenemos de nuestro lado la verdad, muchas más vocaciones y más hijos que conservan la fe que ningún otro grupo en proporción.
    Ya nadie se cree la primavera conciliar, los frutos de la Iglesia del nuevo milenio juanpablista que no se han realizado o los cantos de sirena de la sinodalidad. Vivimos en los estertores del CVII y hasta que la Iglesia analice críticamente a éste, no su espíritu, su aplicación o sus intenciones; sino al propio concilio, no saldremos de la crisis.

  8. Nuestros hijos darán fe de la verdad, y serán muchos más de los hijos de los modernistas, especialmente de aquellos que encumbran banderitas de colores.

  9. Soy asistente asiduo a la Misa, es decir que voy todos los domingos y se observa que los asistentes son gentes de cierta cultura, no sé si eso tendrá que ver con el latín, posiblemente, porque siempre que sale el tema, lo comento, y siempre es lo mismo, la gente es reacia y seguramente porque le temen al latín.

    En estos momentos estamos estabilizados, ya nos conocemos todos de vernos todos los domingos. En el verano vienen gentes de otras provincias y de otros países y quedan muy contentos.

    Por eso coincido con el articulista en que era algo muy minoritario y que de no ser por la oposición vaticana, tal vez sería mucho más minoritario, pero eso es un futurible.

    Lo cierto es que hay un porcentaje alto de gente joven, cosa que no se ve en las misas nuevas. ¿Serán estas misas la reserva del catolicismo? Parece que las nuevas están a extinguir dado el porcentaje de mayores que hay.

  10. Al finar volverá la Santa Misa Tradicional y la renovación de la Iglesia con el Triunfo del Inmaculado Corazón de María. El novus ordo lo trajo el humo de Satanás que se infiltró en la sede de Pedro desde que se celebró el Concilio Vaticano II. VIVA CRISTO REY.

  11. También ustedes, por un motivo aparentemente menor, aprovecharon para seguir disparando sus baterías contra el papa FRANCISCO. No es un tema menor. No están los tiempos para anatemas pero el papa FRANCISCO aprovechó para manifestar el ideal de una Iglesia que se manifiesta unánime en su culto más importante, la Eucaristía, en torno a la mesa pascual que es ante todo y sobre todo un banquete, una comida y como tal una celebración, una memoria, un recuerdo del sacrificio anticipado el Jueves Santo, de la muerte del Viernes. Y no tiene sentido una celebración de un banquete sin comensales ni participantes en el convivio.

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