Mons. Bätzing: La mayoría de los católicos alemanes apoya el camino sinodal, no hay peligro de cisma

Georg Bätzing Georg Bätzing
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(Edward Pentin en National Catholic Register)-El obispo de Limburgo y presidente de la Conferencia Episcopal alemana ha afirmado que no ve obstáculos vaticanos que se interpongan en las ambiciones del camino sinodal alemán.

En una nueva entrevista, el obispo Georg Bätzing ha dicho que cree que la «gran mayoría»de los católicos alemanes apoya las decisiones del camino sinodal y que no ve peligro de cisma como consecuencia del camino que está tomando la Iglesia en Alemania. 

El presidente de la Conferencia Episcopal alemana ha dicho que «definitivamente» no ve este riesgo, pues considera que, en su opinión, la mayoría de la gente quiere tender «tender puentes hacia las realidades sociales y culturales de nuestro tiempo», y tiene la impresión de que aquellos «a los que les gusta especialmente hablar» del riesgo de cisma, «obviamente lo desean».

Al mismo tiempo, reconoció que han aumentado «los temores y las preocupaciones» sobre el camino sinodal, pero cree que «es precisamente por eso por lo que necesitamos más sinodalidad, en el sentido de una búsqueda común de lo que el Espíritu de Dios nos dice hoy y hacia dónde nos conduce».

«La polarización es un gran peligro», ha afirmado, «no solo en la sociedad, sino también dentro de la Iglesia, sobre todo cuando los protagonistas y los grupos relevantes ya no hablan entre sí». 

En la entrevista con su periódico diocesano, publicada el lunes, el obispo de Limburgo también ha dicho que no ve que se interpongan obstáculos fundamentales del Vaticano a las ambiciones del camino sinodal, a pesar de la oposición explícita de Roma a los planes alemanes de formar un consejo sinodal permanente que consolide efectivamente los cambios radicales que surjan de dicho camino. 

El Vaticano cree que un organismo de este tipo, a través del cual obispos y laicos gobernarían la Iglesia en Alemania, anularía las decisiones tomadas por los obispos en sus respectivas diócesis, socavando su autoridad. 

Sin embargo, mons. Bätzing ha dicho que Roma «no ha bloqueado el trabajo del consejo sinodal» que se reunirá en noviembre para preparar, durante tres años, el consejo sinodal permanente; ha añadido que el Vaticano «solo ha dejado claro que no puede haber un concilio sinodal que socave la autoridad episcopal».

«Pero tampoco estamos buscando esto», ha insistido obispo, que ha añadido que pensaba que las preocupaciones del Vaticano son infundadas, pero que aún quedan cuestiones por aclarar. «Incluso si avanzamos hacia la consulta conjunta y la toma de decisiones sobre ciertas cuestiones entre los obispos y otros miembros de la Iglesia, esto no debilita la autoridad de los obispos, sino que la refuerza», ha afirmado. 

Cree que esa cooperación con el obispo no puede socavar su autoridad, ya que su cargo episcopal está «demasiado anclado en la concepción católica de la Iglesia y también es valorado por los fieles». Lo importante, en su opinión, es que esa nueva relación se gestione con transparencia, ya que, según él, el abuso de poder solo puede contrarrestarse «mediante la participación, la transparencia, la responsabilidad y el control. De esto se trata». 

El Vaticano ha declarado que ni el camino sinodal, ni un organismo nombrado por él, ni una conferencia episcopal «tienen la competencia para establecer el ‘consejo sinodal’ a nivel nacional, diocesano o parroquial». También se ha opuesto a tal organismo el cardenal alemán Walter Kasper, quien ha argumentado que los sínodos que actúan como un «consejo supremo» no tienen base en toda la historia de la Iglesia ni en la teología. «No sería una renovación, sino una innovación inaudita», dijo el pasado mes de junio.

Mons. Bätzing también ha comentado una carta que el cardenal Arthur Roche, prefecto del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, envió a la Conferencia Episcopal alemana en marzo, en la que rechazaba permitir a los laicos que predicaran y bautizaran. El camino sinodal le había pedido a la Conferencia Episcopal que elaborara una normativa que permitiera tal novedad, pero monseñor Bätzing ha dicho que la carta del cardenal Roche solo reiteraba lo que ya había dicho a los obispos en noviembre, durante la visita ad limina.

Aun así, ha dicho que los obispos pedirían a Roma un indulto, o dispensa especial, para permitir a los laicos predicar en misa dada «la situación especial de nuestro país». También ha subrayado que, al final de su carta, el cardenal Roche decía que los obispos debían «buscar más oportunidades de debate sobre este asunto», dando a entender que cree que el cardenal consideraba que el asunto seguía abierto. 

En cualquier caso, ha sostenido mons. Bätzing, hombres y mujeres «cualificados teológicamente y competentes pastoralmente» llevan predicando en Alemania «desde hace mucho tiempo», y opina que «no solo no debe limitarse ni retirarse esta práctica», sino que debe permitirse que lo hagan sabiendo que cuentan con el consentimiento del obispo y «de acuerdo con la legislación aplicable».

Bendiciones de Bätzing 

En la misma entrevista, mons. Bätzing ha subrayado que, tras la votación que tuvo lugar en marzo en la que los participantes en el camino sinodal estuvieron a favor de aprobar las bendiciones eclesiásticas a parejas del mismo sexo, él permitirá dichas bendiciones en su diócesis. Ha firmado que sigue siendo necesaria «una buena guía litúrgico-pastoral», así como «dejar claro que una celebración de bendición no puede ser una ceremonia matrimonial o un sacramento. Ahí está el límite». Sus planes contradicen una sentencia del Vaticano de 2021 según la cual la Iglesia no tiene potestad para realizar este tipo de bendiciones porque, entre otras razones, Dios «no bendice, ni puede bendecir, el pecado». 

Sobre el papel de las mujeres en la Iglesia, ha dicho que espera que tengan acceso a «todos los procesos de toma de decisiones de la vida de la Iglesia», que apoya un diaconado para las mujeres y que no quiere «cerrar las puertas» al sacerdocio femenino. 

Pero el obispo Bätzing parece ser consciente de que es improbable que las resoluciones radicales que salieron del camino sinodal y que él tanto favorece lleguen a ser plenamente asumidas por la Iglesia universal. Ha afirmado que le pesa mucho que él y sus hermanos obispos no hayan podido «ganarse a una minoría disidente hasta el final», y que aunque las reuniones del camino sinodal hayan terminado, el proceso está «lejos de haber terminado», ya que las cuestiones tienen que aclararse a nivel de la Iglesia mundial y, por tanto, «tienen que llevarse a Roma». También ha reconocido que la visión del camino sinodal sobre la consulta conjunta y la toma de decisiones con los obispos debe estar «de acuerdo con las posibilidades del derecho canónico». 

Por último, mons. Bätzing ha reiterado su fe en el camino sinodal, afirmando que cree que «no hay alternativa a continuar con una sinodalidad genuina, honesta y eficaz para crear un buen futuro para nuestra Iglesia bajo la guía del Espíritu Santo». Por eso, ha añadido, está «muy ilusionado» con el próximo sínodo mundial sobre la sinodalidad que tendrá lugar en octubre y en el que participará. 

Comentarios del cardenal Grech

Pero en una entrevista concedida esta semana a EWTN News, el cardenal Mario Grech, secretario general del Sínodo de los Obispos, ha subrayado que el camino sinodal alemán no era análogo al Sínodo sobre la sinodalidad, y que la reunión de octubre no se basaría en las decisiones tomadas recientemente por la Iglesia alemana.

«Son dos experiencias eclesiales diferentes», ha afirmado el cardenal Grech. «Una, en Alemania, trata de abordar cuestiones que son retos recurrentes para la Iglesia de ese país. Y la otra es para toda la Iglesia. Y los temas son absolutamente diferentes».

El cardenal Grech también ha reconocido que el camino sinodal ha generado una amplia preocupación en el resto de la Iglesia mundial.

«Desgraciadamente, el camino sinodal en Alemania ha enviado vibraciones negativas a toda la Iglesia», ha declarado. «He estado en África, en Bangkok, y he escuchado a gente que siente dudas e inquietud por lo que estaba ocurriendo en Alemania».

 

Publicado por Edward Pentin en National Catholic Register

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana

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Comentarios
16 comentarios en “Mons. Bätzing: La mayoría de los católicos alemanes apoya el camino sinodal, no hay peligro de cisma
  1. No hay peligro de cisma porque el sinodo aleman es exactamente igual al sinodo de la sinodalidad del Papa Francisco, así lo revela las síntesis de los documentos “continentales” enviados a Roma que piden lo mismo que los alemanes, también por los nombramientos del Papa en los dicasterios afines a los heterodoxos alemanes, incluso el nuevo arzobispo de Buenos Aires tiene el perfil de sus pares en Alemania.

  2. Estos tipos tienen la cabeza volada, se piensan que la fe depende de las encuestas, estadísticas sociométricas, la demoscopia, los sondeos y las votaciones democráticas. Bergoglio es ya responsable de que estos locos sigan adelante con el timón eclesial alemán…

  3. Según los creadores, jefes, o vaya usted a saber, de la secta pestilente, tienen por escoria al personal de los grados inferiores a los que que emplean y engañan y estos pobres pues hacen su trabajo (A. Pike, moral y dogma).

  4. A Barrabás, a Barrabás, el pueblo quiere democráticamente a Barrabás, y los que quieren seguir con el Cristo Rey tradicional porque no quieren cambiar, pues que creen su propia secta. El suicida Lutero se sale con la suya.
    Espero que no sean 3 días de oscuridad de 30 años cada uno, porque nos quedaría el tercer día todavía.

  5. El congreso del sínodo de la sinodalidad, esto en mi pueblo se le llama la repolla en verso. Al igual que a los germanos se les fue la olla con los nazis, y les pareció una maravilla las leyes raciales, ahora a estos zumbados les parece de perlas que se puedan votar las verdades de la Tradición de la iglesia incluidos los Santos Evangelios. Eso de enmendarle la plana a Cristo y elegir discípulas con potestad sacerdotal y la bendición de la sodomía, los deja fuera de la iglesia y en cisma tácito con el resto de la iglesia universal que no traga con estos embolados democráticos. Acabarán haciendo elecciones democrática de obispos e incluso si Cristo es Dios. En este caso eligirán de nuevo a Barrabás.

  6. El cisma no depende de mayorías o minorías. Aunque Batzing fuera el único alemán que apoyara el camino sinodal, ya tendríamos cisma en la persona de Batzing.

  7. El cisma no es un riesgo, es una realidad desde hace tiempo, y no nos gusta constatarlo, al revés, rezamos para que cese de inmediato.

    Y no, la mayoría de los católicos alemanes no secundan este camino satánico. Lo secundan una banda de lacayos del demonio, algo bien diferente.

  8. Si el razonamiento es que porque lo apoya una mayoría ya no hay peligro de cisma, por esa regla de tres damos por bueno cierto movimiento político alemán de los años treinta porque fue apoyado por una amplia mayoría.

  9. La mayoria no es sinónimo de verdad. Este señor, que no obispo, no cree en la Iglesia y sí cree en que si todos sus compinches están de acuerdo ya tienen la verdad. Aunque todos los católicos alemanes, con el papa B ergoglio a la cabeza, estén de acuerdo eso no significa que sea la erad que tiene que aceptar la iglesia uni versal. Los alemanes en todos los ´ordenes tienen un pecado capital que les domina: la soberbia, se creen superiores a los demás son racistas del nibelungen y han olvidado las palabras de Jesús: «Gracias te doy , Padre porque has revelado estas cosas a los pequeños y se las has escondido a los poderosos de este mundo». Les falta humildad y así no llegarán al Reino de los Cielos. Muchos de los laicos que forman parte de esos «sinodos malditos» no c reen más que en ellos mismos. Rezan alguna vez? Se pomen de rodillas ant un C risto y reconocen su pequeñez ? Qué va, ellos están convencidos de ser los mesias de este mundo m

  10. ¿Cómo se atreve este animal a atribuir al Espíritu Santo la bendición en nombre de Dios de conductas sexuales que son abominables para Dios? ¿Qué importa que pueda haber una mayoría que apoye ese sacrilegio? En tiempos del profeta Elías, llegó a quedar en su pueblo sólo él como profeta del Señor, frente a cuatrocientos cincuenta que seguían al ídolo Baal, pero que acabaron degollados.

  11. y el otro «cardenal» hablando de «vibraciones» al más puro estilo nuevaerista. ¿Se ríen de nosotros a la cara? Esto no es un cisma, esto es apostasía y cisma… y el primero que enarbola esa bandera luchando contra la Iglesia es el que se sienta en Roma…

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