Presidente de la Conferencia Episcopal de Alemania y obispo de Limburgo
Georg Bätzing nació el 13 de abril de 1961 en Kirchen y creció en Niederfischbach an der Sieg, el llamado Trierische Insel en Westerwald (distrito de Altenkirchen), no lejos de la frontera de la diócesis de Limburgo. Después de estudiar filosofía y teología en Trier y Friburgo, fue ordenado sacerdote en 1987. Fue capellán en Klausen y Koblenz antes de asumir la dirección adjunta del seminario episcopal en Trier en 1990. Desde 1996 hasta enero de 2010, Bätzing fue responsable de la formación sacerdotal en la diócesis de Trier y dirigió el seminario.
En 2005 fue nombrado por el Papa Benedicto XVI. nombrado monseñor. En noviembre de 2007, el entonces obispo de Trier, Dr. Reinhard Marx, líder de Heilig-Rock-Pilgrimage. Desde el 1 de noviembre de 2012, dirige el Vicariato General Episcopal en Trier como Vicario General. El Papa Francisco lo nombró decimotercer obispo de Limburgo el 1 de julio de 2016. El 18 de septiembre de 2016, Georg Bätzing fue ordenado decimotercer obispo de Limburgo en la Catedral Alta de Limburgo.
El obispo Georg Bätzing es miembro del presidium del 3er Congreso Ecuménico de la Iglesia 2021 en Frankfurt. El 3 de marzo de 2020 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Alemana.
Controversias
Desde que ostenta el máximo cargo de representación de los obispos alemanes, Bätzing se ha erigido en el principal precursor de cambios dentro de la Iglesia, defendiendo propuestas y proclamas heréticas y cismáticas.
Entre algunos asuntos, Bätzing se mostró “decepcionado” de que no se haya aprobado la licitud de las relaciones homosexuales por el camino sinodal alemán.

En una entrevista en marzo del 2022 aseguró que las relaciones homosexuales, si se viven con “lealtad y responsabilidad”, no afectan a la relación con Dios.
Bätzing también se pronunció a favor del fin del celibato obligatorio. Se apresuró a añadir que él prefiere personalmente el celibato, pero que los sacerdotes casados «enriquecerían» a la iglesia. «A los sacerdotes se les debe permitir vivir el matrimonio y la familia; no es anticristiano. Simplemente inusual».