El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro ha decidido intervenir la Cofradía de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de la Esperanza Macarena y la de El Pobre.
InfoVaticana ha tenido acceso al decreto del arzobispado en el que justifica esta intervención a causa de haber recibido «numerosas y diversas denuncias de presuntas irregularidades en el gobierno y gestión de la Hermandad y que tal situación ha dividido a los hermanos».
Recientemente, se celebraron las elecciones de la Junta de Gobierno en un ambiente de «división, confrontación y polarización», según el decreto firmado por Osoro. Por tanto, el cardenal ha decidido descabezar la Hermandad «para promover la unidad, la comunión y la transparencia y preparar unas elecciones transparentes y confiables que den lugar a una Junta de Gobierno en la que todos los hermanos se sientan representados».
El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha decidido colocar al frente a su fiel escudero Javier Lapastora Turpín, a quien muchos de nuestros lectores conocerán por formar parte del núcleo duro del cardenal y estar metido en varias fundaciones del arzobispado. Junto a Lapastora, Osoro ha nombrado también al sacerdote Eduardo Aranda Calleja como Comisarios extraordinarios de ambas cofradías.
«Los Comisarios extraordinarios deberán, coadyuvados por D. Ángel Luis Miralles Sendín y aquellos hermanos que ellos elijan, promover la unidad de los hermanos y el trabajo en común, actualizar los Estatutos y Reglamentos internos de la Hermandad, y revisar la gestión económica y el estado de las cuentas de los últimos años, incluyendo en su caso una auditoría si la consideran necesaria», se lee en el decreto.
Según cuentan fuentes próximas al arzobispado, la hermandad de la Macarena tiene ya una auditoría interna hecha. En cuanto a las elecciones celebradas en la Hermandad, estas fuentes apuntan a que los perdedores fueron los del ala progresista de la Hermandad. En el caso de la Cofradía de Jesús el Pobre, estas tensiones internas, explicarían lo ocurrido este año en la procesión de la Almudena, ya que esta Cofradía es la que tradicionalmente se encarga de sacar a la Almudena y este año se negaron por lo que tuvo que ser la de Jesús de Medinaceli la encargada de sacar a la patrona.
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Pues por una vez me parece que Osoro ha acertado, porque que en esas cofradías había tela marinera y mas chanchullos que en una convención de trileros. Eso lo sabía todo el mundo y los prebostes de una de esas cofradías, para mantener su chiringuito, incluso levantaron calumnias a un sacerdote al que conozco y que es un verdadero hombre de Dios, entregado a su ministerio y que si no es un santo es porque gracias a Dios, está vivo. Bien que se haga limpieza.
No digo que no le falte razón al Cardenal. Parece que en este caso le asiste toda.
Pero las razones esgrimidas en el Decreto de comisariamiento justificarían hacer exactamente lo mismo con toda la Archdiócesis de Madrid: comisariarla por «presuntas irregularidades en el gobierno y gestión» y para «revisar la gestión económica y el estado de las cuentas de los últimos años, incluyendo en su caso una auditoría si la consideran necesaria».
Es que seguimos «viendo la paja, en el ojo ajeno y no vemos la viga, en el nuestro» Cosas de nuestro Arzobispado
Yo creo que esa reflexión se le viene a la mente a cualquiera. Lo de las Cofradías puede ser cierto pero es una minucia al lado del estado de la diócesis
Tanta intervención por parte de la más alta jerarquía, esa que apoya la cosmovisión mundana de Don Jorge, nada cristiana y aún menos católica, me lleva a pensar que se han quedado sin el apoyo económico de una gran mayoría de católicos y buscan dinerito por donde pueden….
Este tinglado tiene que caer porque la corrupción de lo excelente es verdaderamente la peor de todas.
Hombres ambiciosos, sin Fe, han escalado los puestos más altos en la Iglesia y hagan lo que hagan están destinados al fracaso más estrepitoso.
Un fracaso que e extiende más allá de la muerte.
¿No será que los ingresos que la cofradía debe pasar al obispado han fallado? Y «regulando» llegarán más?