El líder de los obispos alemanes dice que no habrá cisma pero seguirá bendiciendo parejas homosexuales

La visita a Roma de los obispos alemanes parece no haber tenido mucho efecto. Ni siquiera los dos encuentros con Francisco ni con Parolin ni con otros altos cargos vaticanos parecen hacer cambiar de idea al líder del episcopado alemán.

Con motivo del final de la visita Ad limina de la Iglesia alemana, el pasado sábado Georg Bätzing, presidente de los obispos de Alemania, ofreció una rueda de prensa en la que volvió a insistir en que seguirán desobedeciendo a Roma. Ni la indicación expresa del año 2019 de la Congregación para la Doctrina de la Fe ni su alejamiento del catecismo, parecen parar a algunos obispos alemanes que anuncian que seguirán bendiciendo el pecado. «Personalmente, como obispo, no impediré la bendición a una pareja de homosexuales», dijo Bätzing en la rueda de prensa.

A pesar de esta declaración de intenciones, el obispo aclaró que no pretenden llevar a cabo ningún tipo de cisma dentro de la Iglesia católica. El líder del episcopado alemán afirmó que «somos católicos, pero queremos ser católicos de un modo diverso». Es decir, hacer una religión a su medida…mundanizarse, al fin y al cabo.

El heterodoxo Bätzing, también señaló que «la Iglesia alemana no tomará ninguna decisión que no esté en el contexto de la Iglesia Universal».

Comunicado conjunto Roma-Alemania

Por otro lado, tanto el Vaticano como la Conferencia Episcopal de Alemania pactaron un mismo comunicado sobre la visita de los obispos a Roma.

Comunicado conjunto de la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Alemana:

Hoy, 18 de noviembre de 2022, ha tenido lugar por la mañana en el «Institut Augustinianum» de Roma un encuentro interdicasterial al que han asistido los responsables de algunos dicasterios de la Curia romana así como los 62 obispos de la Iglesia católica en Alemania, quienes, como parte de su ad limina, estaban de visita en Roma. El encuentro se había planificado durante algún tiempo como una oportunidad para reflexionar juntos sobre el Camino Sinodal en curso en Alemania, convocado en respuesta al abuso sexual de menores por parte del clero.

El encuentro fue moderado por el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin. En su introducción recordó el vínculo de comunión y amor que une a los obispos entre sí y con el Sucesor de Pedro. Destacó la importancia del encuentro como momento de compartir y de gracia, de unidad en la diversidad, pero también abordó las preocupaciones planteadas por el Camino sinodal, citando el riesgo de «reformas de la Iglesia, pero no dentro de la Iglesia».

En sus palabras introductorias, el obispo Dr. Georg Bätzing, obispo de Limburgo y presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, hizo un repaso del trabajo del Camino Sinodal Alemán, destacando su espíritu, que se basa en la escucha del pueblo de Dios y el dolor ante los abusos cometidos. por miembros del clero. El obispo Bätzing también nombró los temas que se discutieron en las reuniones: «Poder y separación de poderes en la iglesia – participación conjunta y participación en la misión», «La existencia sacerdotal hoy», «La mujer en los servicios y oficios en la iglesia», » Vida en relaciones exitosas – amor viviendo en sexualidad y sociedad». Finalmente, el obispo valoró el trabajo del Sínodo convocado por el Santo Padre para toda la Iglesia.

Luego tomaron la palabra los Cardenales Luis Francisco Ladaria, Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y Marc Ouellet, Prefecto del Dicasterio para los Obispos, para una reflexión teológica. Expresaron clara y abiertamente las preocupaciones y reservas que existen en cuanto a la metodología, el contenido y las propuestas del camino sinodal y, en favor de la unidad de la Iglesia y de su misión evangelizadora, hicieron propuestas para que las preocupaciones planteadas hasta el momento fluir en el sínodo de toda la iglesia.

Numerosos obispos de las (arqui)diócesis alemanas y representantes de la Curia participaron en el debate abierto que siguió. Al hacerlo, quedó claro cuán importante y urgente es definir y profundizar algunos de los temas planteados, como los relacionados con las estructuras de la Iglesia, el ministerio ordenado y sus condiciones de acceso, la antropología cristiana y otros temas.

Al mismo tiempo, todos fueron conscientes de que están caminando con todo el santo y paciente Pueblo de Dios, incluso cuando las diferentes posiciones chocan. Precisamente en este sentido, muchas contribuciones señalaron la importancia central de la evangelización y la misión como fines últimos de los procesos en curso, pero también la conciencia de que algunos temas no son negociables.

En esta perspectiva de intercambio abierto y fraterno, se hicieron algunas sugerencias, entre ellas la posibilidad de una moratoria sobre el Camino Sinodal alemán, que fue rechazada, así como la sugerencia de fomentar una mayor reflexión y escucha mutua ante los malentendidos que habían surgido. .

Al final de las reflexiones, el Cardenal Secretario de Estado agradeció la franqueza del intercambio de ideas, que, aunque no formal, fue necesario y constructivo y que “no debe descuidarse” en el camino recorrido. Se acordó que la escucha y el diálogo mutuo deben continuar en los próximos meses para que enriquezcan el Camino Sinodal Alemán y el proceso sinodal de la Iglesia a nivel mundial.