El exilio religioso: ‘limpieza’ de cristianos en el mundo

Open Doors, organización que publica la lista de los 50 estados en los que los cristianos son más perseguidos cada año, ha hecho público recientemente un informe, La Iglesia en fuga, un informe sobre los cristianos desplazados y refugiados por razón de su fe.

Las matanzas de cristianos, como la masacre de Owo, no suele ocupar mucho espacio en los medios convencionales, pero al menos aparecen en ellos y en redes sociales. Más desconocido, y mucho más numeroso, es el fenómeno de los cientos de miles de cristianos en todo el mundo que tienen que abandonar sus hogares y la única tierra que conocen huyendo la persecución.

Ese es martirio menor y silencioso que responde a verdaderas ‘limpiezas religiosas’ en muchos países del mundo que practican una persecución contra los cristianos de la que nadie da cuenta.

O casi nadie. Open Doors se dedica a estudiar el fenómeno de la persecución de cristianos en una cincuentena de países y ha sacado recientemente un informe, Iglesia en fuga, para poner números a este éxodo que está cambiando la composición de países y regiones.

El abandono de tierras y hogares a veces puede “percibirse como un efecto secundario no deseado de la persecución, pero en muchos casos es intencional y puede ser parte de una estrategia para erradicar completamente el cristianismo de una aldea, región o nación. En algunos casos es una estrategia declarada y pública, en otros es secreta e informal”.

Además, señala el informe que recoge La Nuova Bussola Quotidiana, la persecución no siempre termina una vez que abandonan su país de origen porque los cristianos pueden ser víctimas de persecución en cualquier etapa de su camino. De hecho, es más probable que sufran violencia física y psicológica debido a su identidad y práctica religiosa, incluso cuando deberían considerarse seguras y esto también sucede porque, como señala el informe en las páginas introductorias, “su necesidad de protección a menudo no se entiende bien o incluso se ignora deliberadamente. Si bien esto puede deberse a una negligencia involuntaria, en algunos casos los gobiernos y las organizaciones internacionales (o sus respectivos representantes) pueden ser cómplices de la discriminación y privación de los refugiados cristianos”.

World Watch Research, el departamento de investigación de la asociación, ha identificado cuatro agentes principales que, solos o en sinergia, juegan un papel clave en la decisión de los cristianos de mudarse a otro lugar, individualmente o en grupo, dejando el hogar, la familia y la comunidad: familia violenta, estado , comunidad y grupos religiosos.

La presión familiar para mudarse a otro lugar afecta a quienes se convierten al cristianismo. Sucede que es expulsado y repudiado por su familia, amenazado de muerte, sometido a un acoso tan severo que decide huir como única vía de escape. La presión estatal se manifiesta tanto por leyes que limitan, controlan y prohíben la práctica religiosa como por no proteger a las comunidades cristianas amenazadas ni enjuiciar a quienes violan la libertad religiosa y usan la violencia contra ellas. Comunidades, barrios o pueblos, expulsan o persuaden a familias y personas cristianas para que se vayan con abusos y humillaciones, aislándolos, negándoles el acceso a recursos y medios de vida. Finalmente, obligando a los cristianos a huir hay grupos religiosos radicales violentos que los aterrorizan, especialmente en países donde son minoría, con ataques y ataques,

El mayor número de cristianos desplazados y los refugiados están en 27 estados de los 50 donde la persecución en su contra es más dura. Open Doors ha extendido la búsqueda a otros 26 estados, para un total de 76, identificando 58 países donde los cristianos se encuentran desplazados y refugiados.

En África subsahariana, los principales culpables de la huida masiva de cristianos son los grupos yihadistas afiliados a Al Qaeda e Isis, ahora activos en al menos 15 países. Los refugiados y especialmente las personas desplazadas se cuentan por millones. También en el norte de África y Oriente Medio, la yihad es una amenaza muy grave, pero integrada por presiones familiares y comunitarias y por acciones gubernamentales. Los conversos al cristianismo a veces se arriesgan incluso después de haber dejado su país de origen.

En Asia, las principales presiones para huir son las comunidades, que arremeten contra las minorías cristianas, las familias, incapaces de aceptar que un familiar renuncie y se convierta al cristianismo, y algunos estados que limitan la libertad religiosa, en primer lugar China.

La influencia de los grupos fundamentalistas islámicos e hindúes también está creciendo. Finalmente, el caso de América Latina es diferente, donde algunos gobiernos son hostiles a los cristianos, pero el mayor peligro lo representa el crimen organizado y algunos grupos paramilitares revolucionarios.

El panorama de la situación de los refugiados cristianos que surge de la investigación realizada por Open Doors es dramático. Describe una condición de mayor vulnerabilidad, identifica desafíos adicionales y amenazas relacionadas con la identidad religiosa. Hace un llamado a una mayor conciencia e intervenciones más reflexivas por parte de las autoridades seculares y religiosas.

Sin embargo, a diferencia de otras personas , otras comunidades inmersas en el limbo de la condición de refugiado, los cristianos -y Open Doors lo subraya- tienen una fuerza extra ya que “la fe representa una fuente de esperanza y resiliencia”. Es la misma fuerza que ayuda a quien, por el contrario, permanece en contextos sociales difíciles, entre gente hostil, pero capaz de seguir siendo testigo y portador del mensaje evangélico.