En declaraciones al periódico alemán Die Tagespost, el antiguo prefecto para la Doctrina de la Fe, Gerhard Müller, ha aplaudido el reciente llamado al Vaticano de su colega, el cardenal australiano George Pell, para que se pronuncie contra las doctrinas erróneas que están saliendo del ‘camino sinodal’ alemán.
“El cardenal Pell está plenamente justificado al recordar a la Congregación para la Doctrina de la Fe su responsabilidad de salvaguardar la verdad de la fe y la unidad de la Iglesia de Cristo en la autoridad del Sucesor de Pedro contra la herejía abierta del sinodalismo alemán”, escribe Müller en el periódico alemán.
El australiano emitió el pasado día 15 una nota en la que pedía a la CDF que “intervenga y enjuicie” al cardenal Jean-Claude Hollerich, jefe del comité que coordina las conferencias episcopales de la UE y relator del próximo sínodo, y al obispo Georg Bätzing, prersidente de la Conferencia Episcopal Alemana, por su “rechazo total y explícito de las enseñanzas de la Iglesia católica sobre ética sexual”.
Müller deja fuera a Hollerich para centrarse en la acción de sus compatriotas, cuyo ‘camino sinodal’ ha votado a favor de declaraciones como que “que la práctica homosexual se reconoce como moralmente lícita”. Müller aplaude la crítica de Pell, a la que se han unido el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Stanisław Gądecki, o el cardenal Walter Brandmüller.
Para Müller, estamos ante un despliegue de «herejía abierta» e insiste en que «no se debe obedecer a los obispos herejes, y todo católico está llamado a dar testimonio de la verdad contra ellos, incluso si imponen su poder por la fuerza, igual que los obispos arrianos y donatistas persiguieron en el pasado a los verdaderos católicos”.
De este modo, el cardenal Müller se suma a la lista de obispo y cardenales que pide intervenir la deriva del camino sinodal alemán. Recientemente el cardenal australiano George Pell publicó una nota pidiendo a Roma que corrija a Hollerich y Batzing por sus polémicas y confusas declaraciones. Hace unos días también pidió lo mismo el obispo estadounidense Joseph E. Strickland. «Yo digo que hay que oponerse a la postura del cardenal Marx. La verdad nos hace libres», dijo el obispo sobre la celebración de una Misa «queer» por parte del cardenal Marx.