El Papa asegura que se tomó con sentido del humor las acusaciones de herejía

Ayer fue publicada una larguísima entrevista al Papa Francisco realizada por Valentina Alazraki, para el medio de comunicación mexicano Televisa, en la que el Santo Padre trato diversos temas, entre ellos, su aparente preferencia por aquellas personas que están fuera de la Iglesia.

Preguntado sobre si prefería a la gente de fuera de la Iglesia a los de dentro, Bergoglio dijo que más que preferencia era una prioridad. Primero hay que asegurarse que estén cuidados los de dentro y entonces «voy a buscar a los otros», dijo el Pontífice, añadiendo que si un pastor no cuida bien a los de dentro «le pego».

Acto seguido la periodista le recuerda de que hay gente que se queja precisamente de que el Papa les pega mucho a los de dentro, que dicen “todo el tiempo nos está pegando, a los obispos, los sacerdotes… y que pasa aquí que él es el bueno y nosotros somos los malos”.

A estas quejas el Papa responde: «Bueno por un lado, me acusan algunos periodistas de que tolero demasiado la corrupción en la Iglesia, por otro lado si les pego ‘es demasiado que les pega’. Está lindo. Así me siento pastor. Gracias», y añade después que, de todas formas, esa preferencia por los alejados Jesús la tiene «y le echaron en cara eso». No descuidaba a los otros, dice Francisco, «yo trato de no descuidar a los otros».

Más tarde, en la misma entrevista, el Papa dice que se tomó «con sentido del humor» las acusaciones de herejía que recibió en una carta abierta por unos fieles dirigida a los obispos el pasado mes de abril. Asegura que no le da mucho peso y que además reza por ellos, «porque están equivocados» y algunos, pobre gente, «son manipulados». Afirmó que vio quienes eran lo que firmaban y que sentía «ternura paternal». «No me hiere para nada», dice el Papa, «a mí me hiere la hipocresía, la mentira, eso me hiere» pero «una equivocación así, donde incluso hay gente a la que le llenaron la cabeza… no por favor», hay que cuidarlos también, dijo Francisco.