Cardeña, la cerveza de los monjes cistercienses

 La primera cerveza trapense de España es el resultado del esfuerzo y la dedicación de los monjes del Monasterio de San Pedro de Cardeña, que ante la necesidad de conseguir recursos económicos para mantener la comunidad y ayudar a los más necesitados, decidieron ponerse manos a la obra.

La iniciativa de estos religiosos surgió con el objetivo de conseguir los recursos económicos necesarios para mantener la comunidad y su patrimonio histórico, así como para la realización de obras de ayuda a los necesitados. Siguiendo el modelo de comunidades hermanas de la Orden del Císter distribuidas por todo el mundo, Cardeña es la primera cerveza trapense de España. Se trata de una rubia triple de 7º elaborada entre las paredes del Monasterio de San Pedro de Cardeña, en Burgos. Una cervecera artesanal externa, localizada en Madrid, se ha encargado de «diseñar» la cerveza de San Pedro de Cardeña, que recuerda a las típicas cervezas trapenses belgas pero «sin perder la frescura de España». Así la define Bob Maltman, el cervecero escocés que ha preparado la receta, «muy trapense, muy artesana y con más malta de lo normal», pero «bien equilibrada» e incluso con un poco más de amargor que las cervezas belgas. La cerveza de San Pedro de Cardeña es una cerveza con «carácter y personalidad», de alta fermentación y segunda fermentación en botella, una de las características típicas de las trapenses por la que más se las valora en el mercado actual, ha insistido Maltman. La comercialización se realiza a través del propio Monasterio, en su tienda física y en la virtual, así como en establecimientos de hostelería burgaleses y, también, de la mano de otras órdenes religiosas, a un precio de 2,5 euros la botella. La producción es reducida, habiéndose elaborado un primer lote de 100 cajas, con 24 botellas por caja, si bien es cierto que el segundo subirá a 300 cajas, incrementándose de manera progresiva; «no hay prisa», han insistido desde el Monasterio. En estos momentos, únicamente seis monasterios trapenses elaboran cerveza y están localizados en Bélgica, Holanda, Italia, Austria, Estados Unidos y Francia, aunque otros muchos fabricas diferentes productos como chocolates, licores, quesos o pastas. Desde el Monasterio han recordado que este tipo de actividad se enmarca dentro de los principios de la Regla Benedictina del Ora et Labora; los monjes deben conseguir con su trabajo los ingresos que les permitan mantenerse y realizar obras de ayuda al necesitado.