La Virgen de la Cueva Santa en Altura (Castellón, C. Valenciana) está en el interior de una gruta donde, en 1502 se encontró una imagen de la virgen a la que se le atribuían acciones milagrosas. Esta gruta la usaban pastores como refugio y abrevadero para sus ganados. La imagen está atribuida a Fray Bonifacio Ferrer, quien entregaba estas imágenes a los pastores. Es curioso que a pesar de ser de yeso, el relieve no se ha visto deteriorado por la marcada humedad de la gruta. Una de estas acciones milagrosas se da en 1574 cuando, al ser desterrado por contraer la lepra, Juan Monserrate y su mujer, Isabel Martínez se instalan en la cueva, ya que se decía que la Virgen atendía a los necesitados. Isabel le pidió la curación de su marido mientras le lavaba con las aguas de la gruta y al noveno día las llagas y dolores de su marido desaparecieron por completo. Isabel en agradecimiento subía todos los sábados a la gruta, a veces acompañada por más gente, a poner flores a la Virgen. Con el paso del tiempo quiso llevarla a su casa pero en cuanto se alejó de la gruta la Virgen desapareció de su cesta y cuando volvió a la gruta vio que estaba en su sitio de siempre, lo intentó una vez más pero a punto de llegar al pueblo vio que había vuelto a desaparecer. Al ser cada vez más común las visitas a la gruta se comenzaron a realizar mejoras en la infraestructura de la cueva. En 1917 se subió en romería los restos de Fray Bonifacio Ferrer. En 1925 se empezaron a construir las Estaciones del Rosario, en las cuales cada 7 de septiembre. víspera de Ntra. Sra. de la Cueva Santa, se usan para realizar en torno a las 22 horas el canto del rosario El 1 de Mayo de 2002 peregrinos de la diócesis de Segorbe-Castellón deposiraron una réplica de su patrona en el santuario de Torreciudad. Es también patrona de Piacoa (Venezuela), de Bochalema (Colombia) y de los espeleólogos.
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