Nos enfrentamos a otra jornada complicada de presentar, muchas noticias y de mucho calado. Tenemos la impresión de que los acontecimientos se precipitan en un Adviento que nos acerca al fin de un periodo turbulento, esperemos que de forma pacífica.
Empezamos con The Wanderer que nos ofrece una de sus interesantes reflexiones sobre el cónclave recogidas por los medios italianos: «El cónclave, a medida que pasan los días, se acerca. El pontífice felizmente reinante está cada vez más viejo y las enfermedades invernales, junto con las ya acumuladas, en cualquier momento darán cuenta de él como de cualquier otro hijo de Eva. Y en Roma y en el mundo todos saben que ese momento está ad portas». Analiza los principales candidatos señalando que: «Zuppi ha fatto una bruta figura, y ahora que tropezó, creen los institucionalistas, es la oportunidad de molerlo a golpes a fin de que llegue inutilizado al cónclave». Gracias por citarnos sobre el caso Mediterranea: «Un completo detalle de lo ocurrido puede leerse en la Specola de ayer». «No es casual por cierto que esta noticia se haya destapado en la misma semana en la que comenzó a ascender apresuradamente la estrella del primer contrincante que le disputa la tiara a Zuppi: el cardenal Pietro Parolin. En muy pocos días, el Secretario de Estado envió una durísima carta a los obispos alemanes en la que destaca los temas absolutamente innegociables para la Iglesia: las ordenaciones sacerdotales de mujeres y la legalización de la homosexualidad. Se trató de una actitud inusual, pues ese tipo de directivas poco y nada tienen que ver con su rol y, en realidad, son competencia estricta del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, donde habita el cardenal Tucho Fernández». «Veremos quién mueve ahora el tablero, si los conservadores o los progresistas. Y veremos si el Papa Francisco si dirige a los estanques pontificios a pescar un nuevo delfín». «Es sabido por todos que Tucho no es precisamente una luz; es más bien todo lo contrario, aunque él se autopercibe como genio».
Ya tememos desmentidos de Mediterrana, sobre el caso Casarini: “Nunca hemos recibido un centavo del Conferencia Episcopal. Tienen una reputación mucho más sólida que defender que la mía, así que espero que rompan la regla ‘Fratelli tutti’ y pidan una indemnización». Luca Casarini vive en Palermo, un barrio obrero, un edificio como muchos otros. Unos los llaman ‘los piratas del Papa Francisco’ , otros la «banda de los buenos». La defensa del capellán, Mattia Ferrari, no tiene mucha consistencia: «concedió una entrevista al Corriere della Sera para intentar echar agua al fuego. Al no poder desmentir lo informado por nuestro periódico, el clérigo pescador intenta desestimarlo, es decir, afirmar que lo que dijo por teléfono a sus compañeros de barco era una broma. Incluso cuando hablaba de dinero que se suponía vendría de los obispos, eran bromas. E incluso cuando amenazó con ocupar una iglesia si no obtenía los fondos solicitados, don Ferrari dijo tonterías». Los artículos publicados que abordaron la cuestión de la financiación de las diócesis para la ONG fundada por Luca Casarini no manipularon nada, sino que se limitaron a transcribir las frases literales. «Ayer, vía Facebook, también apareció Casarini, quien amenaza diciendo que llevará a todos a los tribunales. Será un placer escucharle explicarnos a qué se refería cuando hablaba de las dificultades para pagar el alquiler y la separación. Aún más interesante será entender cuál es su verdadero trabajo».
El cambio climático irrumpe en la misa del arzobispo de Turín en la catedral leyendo una proclama ¡del Papa!. Repole dice que respeta a los «eco vándalos » y les cede el micrófono. Guardando silencio sobre la grave profanación cometida y sobre un delito que conlleva hasta dos años de prisión. Dos activistas de Extinction Rebellion (XR) querían leer, quitándole la palabra al arzobispo Roberto Repole un texto del Papa Francisco, de Laudate Deum. La intromisión fue después del Evangelio y antes de la homilía. Algunos fieles se acercan y les piden que se vayan, pero sin hacer uso de la fuerza. Ellos continuaron, el obispo, que había permanecido imperturbable en el ambón, desciende cerca de ellos. Dice algo para quejarse de la forma en que interrumpieron la misa, pero les deja hablar. «Tengo una gran estima por quienes se movilizan por la defensa de la Creación y acogen los llamamientos del Papa Francisco, aprecio el compromiso en este sentido de los activistas de Extinction Rebellion, pero lamento que hayan decidido hablar en la catedral sin antes haber querido hablar conmigo sobre el tema y preguntarme si podían intervenir». El artículo 405 del Código Penal italiano tipifica el delito de turbatio sacrorum: « Quien impida o perturbe el ejercicio de funciones, ceremonias o prácticas religiosas del culto de una denominación religiosa, que se realicen con la asistencia de un ministro del mismo culto o en un lugar destinado al culto, o en un lugar público, o abierto al público, será castigada con pena privativa de libertad de hasta dos años .»
Carta anónima sobre el caso Orlandi desvelada donde se reconocen referencias al Banco del Vaticano y a los movimientos de fondos dentro y fuera de Luxemburgo. Pietro Orlandi: “ Yo también estoy un poco cansado de esta gente. Llevo 40 años recibiendo cartas anónimas que no llevan a ninguna parte. Si es un mitómano , no importa. No es la primera, han sido muchos los que se han divertido con estas cosas y lamentablemente serán más. Sin embargo, si es una persona que realmente sabe algo, no puedo calificarlo, porque después de 40 años, en lugar de hablar y ayudarnos, todavía viene a hacer acertijos».