Estos días de la tradicional octava de Navidad debían ser de paz y gozo familiar en una Roma lluviosa y con temperaturas suaves pero no es así. La realidad se impone y estamos llenos de noticias de fondo incluso en estas fechas. Es evidente de que es estos últimos tiempos las audiencias del Papa Francisco se están vaciando de asistentes. La vuelta al Aula Pablo VI en las audiencias de los miércoles, que incluso se ve con espacios libres, y los claros en la plaza de San Pedro en las grandes ocasiones indican que algo está pasando. La Misa del gallo de medianoche, convertida en la del pollo de la tarde, tampoco lucia una Basílica muy llena. Muchas parroquias, romanas o no, están imitando al Vaticano y adelantan sus celebraciones a horas poco canónicas con asistencias muy discretas. La iglesia se está reduciendo en un resto de lo que no muchos años era y que ya no es ni su sombra. Es triste ver las que son las fiestas más populares de nuestra fe convertidas en fiestas comerciales vaciadas de todo su sentido sagrado.
Los periódicos se centran estos días en el contenido de los mensajes del Papa Francisco en estas celebraciones y calificándolos de muy políticos y poco religiosos, de mirar más a Soros que a Jesús, se habla de nostalgia de otros pontífices y de otros tiempos. El Papa Francisco sigue defendiendo a «su» Cardenal Maradiaga acusado de corrupción por ahora sin ningún tipo de argumentos serios, ni por parte del Papa ni del Cardenal. Con retraso se comunica de forma oficial, imaginamos que antes de que se filtre por otros cauces, la visita navideña que Papa Francisco ha realizado al Papa Emérito en la tranquilidad de su monasterio, el encuentro se prolongo por más de media hora. El Papa Francisco contra el presidente Trump y el estado de Israel y a favor de las tesis palestinas, o por lo menos eso parece. Los hermanos musulmanes están muy agradecidos por el soporte del Papa Francisco en la cuestión de Tierra Santa. Si todos los dicen algo habrá de serio en estas interpretaciones.
En Roma , y con motivo de las fiestas cristianas más importantes, aparecen carteles blasfemos en algunas paradas de autobús y la Navidad no podía ser una excepción, todo apunta a una secta de tipo satánico y la maldad que se trasluce en los pasquines no es para menos.
Hace tres años desapareció, como por arte de magia, un milanés autista en una audiencia del Papa en la Plaza de San Pedro y sigue sin aparecer la familia lo busca desesperada y no se explican la falta de datos. Siempre en Vaticano pasan cosas raras.
El Obispo de Cassino aparta los bancos de su catedral y prepara una cena para 150 pobres que recibe la inmediata bendición de Papa Francisco. Es una extraña esta moda que se está imponiendo de convertir las iglesias en comedores privando al tan citado pueblo de Dios del verdadero Alimento. Y al Obispo de Terni, el sucesor del inefable Paglia, se le recuerda que se deje de tanto Ius Soli y se dedique a ver como paga las deudas de su antecesor.
Entre los seguidores de Specola contamos con las embajadas ante la Santa Sede que sabemos nos utilizan en sus informes diarios a sus respectivos gobiernos. Muchas gracias pero sería bueno que citen la fuente que al final todo se sabe.
Buena lectura.
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Es como las convocatorias de los aduladores autorizados de Francisco: Vidal-Bastante, Padre Ángel, ONGs y asociaciones beatas obsesionadas con el ecologismo, los «refugiados», el feminazismo, las «teologías» comunistas; y hasta jerarcas tipo Osoro, Omella, Blázquez, Cañizares…
Sus actos y francachelas apenas obtienen respuesta de público alguno, y eso que tienen detrás a todos los medios de masas. Acude tan escasa audiencia, que hay veces que ni se atreven a publicar fotos del aforo, del poco que hay y todo calvo, tintado o cano.
El Señor nos avisa a través del continuo fracaso de estas tristes iniciativas, al final sostenidas por el Estado; algo que todos ven pero que nadie quiere entender.
Si os molestais en ampliar la foto tomada desde el balcón de las bendiciones de la plaza de San Pedro el pasado día 25,durante la bendición urbi et orbi, comprobaréis que del obelisco hacia atrás estaba vacía.
Cómo debe sufrir el ego de cierta persona…
Me temo que, cuanto más se implique Bergoglio en el caso Maradiaga, va a ser peor para él.