Primeras tensiones con Martínez Camino, el mimetismo, colgados de las perchas en TRECE TV, Cobo experto en conflictos internacionales e inexperto en los nacionales

|

El asunto del veto al conferenciante que la Fundación Universitaria Española había elegido para conmemorar el 30 aniversario de la presentación del Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica, presentación hecha en su día por el entonces cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que en paz descanse y en gloria este, sigue dando mucho de qué hablar.

El causante de la habladuría y del chisme, vuelve a ser nuestro cardenal-arzobispo de Madrid, el nuevo para todo. Y la causa es su forma opaca de pastorear, que se asemeja más a la forma de gobernar de un político que a la de un sucesor de los apóstoles, forma en la que se establecen estrategias contrarias a la transparencia. Hablando y chismeando, con alguien de su consejo de gobierno, nos ha contado que ya se han producido las primeras tensiones entre su obispo auxiliar mons. Juan Antonio Martínez Camino y el arzobispo de Madrid, cardenal Cobo, con motivo del veto que éste impuso al arzobispo mons. Georg Gänswein.

Sí, Cobo vetó al que fuese fiel secretario del Papa Benedicto XVI y Prefecto de la Casa Pontificia. ¿Por qué?, evidentemente todos lo sabemos, pero sería mucho mejor que nuestro arzobispo nos lo explicase. Pero si la explicación va a estar argumentada en falsas verdades, mejor será que siga callado.

<

La vieja estrategia que practica el cardenal Cobo, de tirar la piedra y esconder la mano, le sigue dando buen resultado hasta ahora. Lo ha vuelto a hacer estas semanas pasadas, dando a su antececesor, el peregrino errante, un protagonismo en los actos con motivo de la visita del patriarca Bartolome I y en los dos homenajes, un día sí y otro también, en los que se ha hecho presente Cobo para hacer grandes alabanzas de Osoro, el mismo a quien criticaba en Roma para que lo jubilaran. Otra parte de su estrategia en el comienzo de su pontificado viene marcada por el postureo. Cobo no realiza acto alguno, sin aferrarse a su portafolios rojo y sin apoyar su sesuda frente sobre el báculo, exactamente igual que hacía su antecesor, queriéndonos convencer con sus gestos de lo mucho que aprendió de Osoro y de lo unidos que ambos están. ¡Qué astuto el sabioteño!, siempre, como nos enseñó el apóstol Pedro, “buscando a quien devorar”.

Nuestro arzobispo de Madrid, en el acto de oración con el patriarca Bartolomé I en nuestra catedral de la Almudena, recuperó milagrosamente la formalidad institucional nombrando a cardenales y obispos como eminentísimos-excelentísimos y reverendísimos en lugar de obispo Carlos, Ginés, José Mª o Jesús. Demuestra así Cobo que «éstos son mis principios, y si no le gustan, tengo otros». Enhorabuena al Sr. Cardenal, vamos avanzando.

Lo que va dejando claro el arzobispo de Madrid en sus comienzos, o “nuevos comienzos”, como a él mismo le gusta decir, es que está más cerca del protestantismo que del catolicismo. Él mismo lo confirmaba días atrás, en el programa Ecclesia de TRECE TV, “yo soy del Evangelio”. Quizá por falta de formación o por haber leído demasiados autores poco recomendables, el hecho, es que en cualquier entrevista que viene dando, y mira que le gusta dar entrevistas, jamás hace referencia a la tradición de la Iglesia manifestada en el magisterio de esta. A todo lo más que alcanza es a citar el magisterio vivo, el del Papa Francisco, posiblemente para ir pagando la deuda de tanto favor o porque no tenga estatura para más.

Ese mimetismo incipiente que Cobo manifiesta respecto del cardenal Osoro, lo ha vuelto a poner de manifiesto en la entrevista, dejando claro que él, como su antecesor, quiere ser de todos, por eso no entiende que se le etiquete como obispo de izquierdas “por estar con los inmigrantes” o de derechas “por defender la vida”. Pero vamos a ver, ¡que ya nos conocemos todos!; es lo que tiene de malo haber sido cura en la misma diócesis donde ahora se ejerce de obispo, que todos saben que antes afirmaba cosas contrarias a las que, por el cargo, no tanto por convicción, afirma ahora. De ahí que en la calificación de defensor de la vida por ser de derechas falta añadir los matices desde su concepción hasta su muerte natural. ¿Será que nuestro cardenal-arzobispo es de izquierdas? Respecto de la calificación por estar con los inmigrantes faltaría haber empadronado ya a alguno en su Palacio Arzobispal. ¿Será que nuestro cardenal-arzobispo es de derechas? Eso sólo lo saben las urnas que recogieron su voto y unos pocos privilegiados patrulleros. Lo más probable es que sea de izquierdas y de derechas a la vez, lo que haga falta para alcanzar objetivos.

Lo que sí nos ha confirmado es que, a la Archidiócesis de Madrid, le espera otro año más de pasteleo pastoral, semejante a los ya vividos, con los infumables Planes diocesanos de Evangelización y Misionero, que se quedaron en eso, puros planes. Nos aventura Cobo “un año de darnos cuenta de lo que tenemos, de las cosas buenas que tenemos y disfrutar de ellas”. No sé si se referirá a las prebendas de las que ahora disfruta por ser cardenal-arzobispo de la diócesis más grande de España, o como augurio de que vamos a estar un año entero mirándonos el ombligo.

El caso es que tenemos planazo para este año, marcado por cinco “ejes o perchas”, la primera la de “aprender a descubrir nuestra vocación bautismal: ¿por qué estamos aquí?”. Nos han estado enredando con un plan de evangelización y otro misionero durante años, no olvidemos que estos que proponen perchas hoy, son los mismos que estaban planeando ayer, y ahora tenemos que descubrir nuestra vocación bautismal y el por qué de la misma. Hemos sido evangelizadores y misioneros durante años y ahora retrocedemos a ser neófitos bautismales, ¡qué pereza!

Dos perchas más, “trabajar la comunidad cristiana y la diocesaneidad”. La principal diferencia entre un trabajador y un esclavo es que el primero lo desarrolla libremente y recibe un salario, respecto del segundo, que ni recibe salario ni es libre. Los sacerdotes de Madrid entre los que estaba nuestro cardenal-arzobispo, gracias a Dios, durante décadas, han trabajado por sus comunidades cristianas y por la comunión diocesana. Y desgraciadamente, desde la llegada del cardenal Osoro, sostenido y alentado por su consejo de gobierno, entre los que se encontraba Cobo, primero como vicario episcopal y después como obispo auxiliar, se fue dinamitando poco a poco la comunión diocesana que con tanto sacrificio, celo apostólico y dedicación pastoral fueron sembrando los anteriores obispos y arzobispos de Madrid, incluido Tarancón, por si las dudas. El clero de Madrid se había visto obligado durante el pontificado de Osoro, el peregrino, a atrincherarse en las comunidades cristianas, parroquias y movimientos, esperando a que pasase la tormenta.

Ahora los mismos que colaboraron en la destrucción de la comunión, hasta el punto de la desafección que tanto deprimió a Osoro, enarbolan la bandera de la diocesaneidad. Nuestra archidiócesis había logrado superar el envite, de los tristemente famosos trescientos, que tanto martirizaron al cardenal Suquía, de los que sólo queda un pequeño reducto en el foro de curas de Madrid, y menos. Por cierto, algunos muy amigos del todavía vicario de pastoral social que sino innovase tanto nos haría un favor a todos y otros amigos del líder patrullero. Parece que después de la tormenta, nos viene un tsunami, ¡no pudimos tener peor suerte! A esclavo que se apunte quien quiera, yo voy a seguir trabajando atrincherado, que es de lo que se me va a pedir cuenta.

Un par de perchas más nos quiere colocar, “ponernos delante de Dios como fuente de nuestras decisiones”, y la última, “aprender que la misericordia es el carnet de identidad de los cristianos, y especialmente en Madrid”. Cobo, sin ponerse colorao si quiera y en la televisión de la Iglesia, dinamita el documento Ad Gentes del Concilio Vaticano II, sobre la actividad misionera de la Iglesia, afirmando que el d.n.i de los cristianos es la misericordia en lugar de la misión, ignorando y queriendo que ignoremos el principio doctrinal que nos enseña el Concilio, que no es otro que el de que “la Iglesia es misionera por su naturaleza”, siendo el objetivo de la misión “que todos los hombres se salven, y lleguen al conocimiento de la verdad”, cuyo medio para la misión es la Caridad.

Hay perchas que se colocan voluntariamente al revés, y pretenden hacernos ver nuestras propias decisiones como fuente de Dios. En la Archidiócesis de Madrid hemos experimentado esto mismo que nos dice nuestro cardenal-arzobispo en la entrevista; Dios, como fuente, inspiró a muchos la decisión de hacer informes negativos en la consulta que se hizo para que Cobo fuese elegido obispo, pero hubo una decisión, la del Papa Francisco, que se impuso como fuente de Dios. Quizá porque Dios le susurre directamente a él al oído o porque tenga oídos para otros dioses.

Se ha abierto el armario, y nos lo encontramos lleno de perchas, pero que no cunda el pánico porque se abrió desde fuera.
Como si de un mago se tratase, trucos le sobran, Cobo ha querido alzar la voz sobre el ataque terrorista de Hamás hacia Israel, sacándose de la chistera un “que el daño y la guerra se hagan reconciliación”. Y aquí estamos todos esperando. Claro, el número de magia, esta vez, no le ha salido. Difícilmente le puede salir cuando el mago sólo lleva la chistera de la guerra y se olvida la varita del terrorismo. El ataque terrorista perpetrado en Israel por Hamás ha sido de unas dimensiones bélicas y de una atrocidad sin escrúpulos, no con la intención de invadir una nación, sino con la de humillar con violencia extrema a un pueblo. Para que haya reconciliación, primero no puede haber un ataque y segundo debe haber deseo de amistad. Y lo normal, cuando te atacan es que te defiendas, en legítima defensa. Obviamente que está muriendo gente inocente en la respuesta que ha hecho Israel al brutal ataque terrorista, pero obviamente Hamás es responsable de utilizar a los palestinos como escudos humanos, de asesinar a mucha gente inocente en su ataque terrorista y lo más grave, de mantener su actitud terrorista.

Si el cardenal-arzobispo de Madrid quiere jugar a ser mago, que haga un viajecito, como los que hace a Roma, y que se presente en lo que él llama “el conflicto”, y que se ofrezca por algún rehén como ha hecho su homólogo, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén. Y si no va a hacer algo tan digno, que deje la chistera y que pruebe con algún número de circo que nos haga reír.

El arzobispo de la capital de España, no ha sido capaz de decir ni media palabra sobre la situación política de nuestro país. No me refiero a una opinión política, que prefiero ni conocerla, aunque me la imagino. Me refiero a una valoración moral de las decisiones de miembros del Partido Socialista Obrero ¿Español? que han hecho posible la investidura del nuevo presidente del Gobierno de España y al pacto con los independentista respecto de la Ley de Amnistía. Me da a mi que Cobo no se moja ni en la ducha. ¿Y este quiere liderar la Iglesia española? … de todo mal, de todo peligro … ¡libranos Señor!

Comentarios
4 comentarios en “Primeras tensiones con Martínez Camino, el mimetismo, colgados de las perchas en TRECE TV, Cobo experto en conflictos internacionales e inexperto en los nacionales
  1. Pero ¿quien formo, en que seminario ficharon?. Espero que esten todos en el Purgatorio, en la Iglesia donde debemos ir todos por nuestros pecados.

  2. Lo que está haciendo Israel no es legítima defensa, es un genicidio. Parece mentira que se justifique desde un .edio católico, con esto se retrata bien infocaticana

    1. Si le usted bien mi artículo no digo que Israel actúe en legítima defensa, yo digo: “Y lo normal, cuando te atacan es que te defiendas, en legítima defensa” Por supuesto Israel se excede en el ataque, Sanchez también se excede; de usted no confirma ni desmiente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *