Hay sacerdotes que no respetan la fórmula de la Consagración (por ejemplo, porque no les gusta el «por muchos» o la palabra «pecados»). Yo procuro evitar las Misas dichas por tales curas. Primero, porque no estoy segura del todo de la validez de esas supuestas consagraciones. Y, segundo, porque, aunque esas Misas pudieran ser válidas, me repugna el espectáculo de los sacerdotes que desobedecen a ciencia y conciencia en una materia tan grave. Lo hacen de forma sistemática. Y no son solo uno o dos.
Hay sacerdotes que no respetan la fórmula de la Consagración (por ejemplo, porque no les gusta el «por muchos» o la palabra «pecados»). Yo procuro evitar las Misas dichas por tales curas. Primero, porque no estoy segura del todo de la validez de esas supuestas consagraciones. Y, segundo, porque, aunque esas Misas pudieran ser válidas, me repugna el espectáculo de los sacerdotes que desobedecen a ciencia y conciencia en una materia tan grave. Lo hacen de forma sistemática. Y no son solo uno o dos.