Digo de Cupich porque míos no son. Y en su diócesis estaban, al meno uno, aunque para sus expansiones buscaran otras.
Eso le puede ocurrir a cualquier obispo y enterarse por la prensa. Igual fue lo que le ocurrió a Cupich-Mierdich, Pero cuando uno está en el «candelabro» como este cardenal desdichado por todo, patrocinado por McCarrick, promocionado y hasta cardenalado por Francisco, mediocre donde los haya y memo con balcones a la calle antes del parto, en el parto y después del parto, lo de que el Papa tiene cosas más importantes de las que ocuparse antes que de la corrupción en la Iglesia, como lo son el medio ambiente y la inmigración, era ya como para darle un puntapié en su purpurada retambufa, parece como que si Dios quisiera, y digo parece, que la Iglesia se libre de Cupich-Mierdich. Y ya veis como mis tan denostados calificativos alguna base tienen.
No va a tener la difusión el Mierdich de un Nostach, el Inane…, en USA la palabra no dice nada pero que se lo traduzcan. Eso es lo que uno piensa de él. Aunque en este caso igual ha sido el primer sorprendido.
Y hora es ya de llamar a las cosas por su nombre. Esta tremenda crisis es de homosexualidad eclesial en su gran parte. Activa o consentida. En la mayoría de los casos se trata de unos maricones de mierda y unos consentidores de ídem. Y yo jamás llamo maricón a una persona de tendencias homosexuales, pasivas o activas discretamente. ¡Pero ya en público…! ¡Y dos curas, por colombianos que fueran…!
https://infovaticana.com/2018/09/05/dos-sacerdotes-de-cupich-detenidos-por-exposicion-impudica/
Pues lo dicho: el mierdich de Cupich al sumeridorich. La Iglesia ganaría mucho. ¿Y de los colombianos? Pues cuidado que no todos son trigo limpio. En España, tampoco.
P.D.: Como mis lectores no tienen precio que yo pueda pagar uno de ellos me dice que así como Mierdich en USA no dice nada su versión norteamericana sería Shitich. Pues acogida su sugerencia. En adelante aquí será el cardenal Shitich. ¿Algunaa idea para Farrell y Tobin?
Si Mierdich no dice nada en Chicago, digamos Shitich que eso sí lo entienden allí.
Han sido suspendidos a divinis sobre la marcha. Han quedado sin misión canónica. Los dos -repito- estudiaron y se ordenaron en Colombia. El tal Berrio estaba ya incardinado en Chicago. Y el otro sigue perteneciendo a su diócesis colombiana con la que se han puesto en contacto desde el arzobispado para que sepanque no se le va a renovar el permiso para ejercer en Chicago, o sea, que tendrá que volver a sus orígenes.
Lío, lío!!! Que eso le gusta a su Argentinidad. Estamos apañados! Cómo va estar el rebaño con estos pastores .
El mayor de estos sacerdotes, de 39 años, por su edad debió de ordenarse bajo el pontificado del Cardenal George, ya que Cupich es Arzobispo de Chicago sólo desde noviembre de 2014. George estaba considerado un «conservador».
Y, por cierto, en no pocas diócesis españolas, como la mía, es «vox populi» que ciertos sacerdotes mantienen relaciones homosexuales incluso de forma permanentes; ¿los obispos no se enteran?
Las vocaciones cayeron en picada por una misteriosa razón. Se tuvo
que levantar de todo y en ése todo, comenzó un boom de homosexuales
que comenzaron a infestar los seminarios americanos. Luego, se
encumbraron a directores de vocaciones, eligiendo sólo a los de su cuerda.
Las redes comenzaron a hacerse más grandes y poderosas, a acceder a los
obispados y luego al cardenalato. Hoy se dan el lujo de regalar chocolates,
vino y rosas a los guardias suizos, que según dicen es el harém de los
cardenales pluma. Creo que el maromo de monseñora Ricca es o fué
guardia suizo. La cosa es de que hoy día, hay miles de homosexuales curas
en el país de Estados Unidos. Y muchos obispos cojean de esa pata. Imaginen
la tentación del homosexual, rodeado de hombres , bañàndose con ellos,
luego está la feligresía, donde pueden depredar a más y mejor. Si se
expulsaran todos los homosexuales de la Iglesia norteamericana, el sistema
colapsaría sin remedio. No hay curas homosexuales, hay homosexuales curas.
Hay un mar de diferencia. Y están aquí para quedarse. Ahora hay que entrar
a la iglesia con la espalda pegada a la pared, por las dudas.
¡Y dale con el «compinche» de Ricca! ¡Que no era de la Guardia Suiza! ¡Que no! ¡Que no!
Era un oficial del ejército de Suiza. Es decir era un funcionario de otro país: La Confederación Helvética, que abreviadamente llamamos Suiza.
En cambio la llamada Guardia Suiza es el «ejército» del Estado Vaticano, país diferente de Suiza.
Es decir que el diplomático Ricca, funcionario del Vaticano, «se entendía» con un militar helvético, funcionario de Suiza. Se trataba de una «relación internacional» y todo el mundo insiste en presentarla como una relación «endogámica» de un monseñor vaticano con un guardia suizo vaticano (y así toda la corrupción queda dentro del Vaticano). ¡Pues no! los «civilizados» suizos también tiene su parte en esta corrupción.
Todas las naciones tienen sus agregados militares, navales y aéreos y sus embajadas.
Pero Vd. ha perdido el juicio o no lo ha tenido nunca. El mal es lo que hace más ruido y en especial cuando se trata de una institución tan benemérita como es la Iglesia. Vd. Zapata, es mejicano. Sin prejuzgar la realidad sociopsicológica de su pais, que desconozco, recuerdo que Hernán Coortés dice en sus memorias, que los aztecas, además de antropófagos, eran «putos o asiméticos.» La Iglesia Norteamericana , con todos los fallos, sigue siendo un ejemplo de integridad para todo el orbe cristiano. Aquí en España hay muchos colombianos y todos se ordenaron en la diócesis respectiva de su país.
Por eso, Hermenegildo, dejemos descansar en paz al gran Cardenal George, y en todo caso enterémonos de las diócesis de procedencia de esos pájaros en Colombia. Creo que uno ya están a punto de secularizarlo
Lapsus: Arisméticos.
Se ha publicado por estamentos sociológicos un gráfico al respecto y desde la intervención del Papa Juan Pablo en 2001 esos temas son prácticamente inexistentes.
Vd., Zapata, con la secta de Williamson no tiene problema.
Facil: raza de víboras, sepulcros blanqueados, copas inmundas, vuestro padre es el Diablo, hipócritas, zorros, asesinos, homicidas, insensatos, necios, incrédulos, devoradores de casas de viudas, vanidosos, pretenciosos, guías ciegos, serpientes… Como ve, nuestro Señor se despacha a gusto y es más duro en su alegato contra los fariseos (los ocho Vae!) donde les amenaza con el infierno, pronostica la caída de Jerusalem y el fin del Templo, a los que escandalicen a los niños dice que deberían arrojarse a mar con una muela de molino y echó de los atrios del Templo a los mercaderes y cambistas a latigazo limpio. Como ve, el verdadero Jesucristo estaba bastante alejado de ese Jesusito oso amoroso, falso y cursi de nuestra época. Amaba hasta el extremo y por eso usaba todas las formas para salvar a las almas, incluido la deprecación y la defensa de lo sagrado.
Pues el caso del cura de Internet parece que se ha actuado bien, echándolo, ahora bien no van a ir los obispos de policías al lado de cada cura haber si cuando va ala piscina o al río o a un pantano a bañarse se toca y lo cuelga en internet. Puede ser que una persona parezca que es un buen cura, exhiba formas de piedad, buenas obras aparentes, todo de cara a la galería y luego oculta un transfondo oscuro. Como la vida misma, ¿no ocurre que hay maridos encantadores en la calle, exquisitos con las ancianitas y los vecinos, que después de cerrar la puerta son verdaderos monstruos?.
Lo malo es que haya muchas denuncias, pruebas y no hagan nada por comprobar si es un dime y direte o es verdad y que cuando salte el escándalo digan que pío, pío no sabía nada, y encima luego te enteres que es amigo del Obispo o de Vicario general o que se deben favores. Eso cambia y es lo vergonzoso porque cosas de estas ocurren y ocurrirán por desgracia en todos los ámbitos de la vida.
Pero, hombre, que todo un pueblo sepa lo que hace un párroco –porque sus obscenidades gay son a plena luz del día y en lugar abierto– y que el obispo no se entere hasta que los vecinos lo suben a Internet y lo denuncia la prensa…
Don Francisco José, usted sabe que le tengo muchísimo aprecio y admiración y usted se expresa como lo cree conveniente. Me consta su aprecio por el sacerdocio católico y la persona del sacerdote. Al igual que usted, me parece lamentable esta noticia. Pinso que con plasmar el suceso, bastaría, y que cada cual extraiga sus conclusiones. La situación actual de la Iglesia, además de trágica es calamitosa. Nos queda orar, reparar y hacer penitencia por tanto pecado tanto privado como público. Que Dios se apiade de su Iglesia y de todos y cada uno de nosotros. Es tan triste todo lo que está pasando, que no tengo palabras para expresar mi dolor y mi tristeza. Señor Jesús, ven pronto.
«¡Pero ya en público…! ¡Y dos curas, por colombianos que fueran…!»
Ni siquiera hay que irse a América. En mi pequeña diócesis española (excúsenme si no concreto, pero siento lástima del personaje), hasta que los chicos de la pedanía no decidieron subirse a unas bicis y grabarle en el paraje público donde iba a exhibir sus vomitivas mariconadas, subiendo luego a Internet las imágenes que llegaron incluso a la prensa, ni el obispo ni nadie hicieron nada. Después del escándalo ya lo han quitado, qué menos…
El Mártir, Profeta de la Reforma
Fray Raymond La Grange OP
06 Septiembre de 2018
Fra Girolamo Savonarola nació en el norte de Italia en 1452 en el seno de una familia adinerada de mercaderes. De niño aprendió de su fervoroso abuelo religioso el amor a la vida moralidad y el odio a la decadencia de costumbres.
A la edad de veintitrés años, abandonó todas las vanidades del mundo para entregarse sólo a Dios, dejando el hogar para convertirse en un fraile dominico. Era conocido por ser fervoroso observante en la vida religiosa, y de esta santidad personal fluyó una predicación que cautivó a todos los oyentes, produciendo entre otras, la conversión de San Felipe Neri.
Pronto fue llevado a la gran ciudad de Florencia a petición del Príncipe de la República, Lorenzo el Magnífico de Médicis del que poco más tarde sería confesor.
Todos estaban asombrados por su don de profecía. En particular profetizó el desastre en la república de Florencia.
Florencia era una de las ciudades más prominentes de Europa y en el momento, en que Carlos VIII de Francia se dirigíó a esa República, los ciudadanos comenzaron a tomar en serio las profecías de Savonarola.
Uno podría intentar nivelar sus profecías (y había muchas) con criterios políticos, pero siempre había algo demasiado vívido y concreto en ellas. Muchos de sus contemporáneos aprendieron a confiar en él.
Savonarola fue enviado como embajador para llegar a un acuerdo con Carlos VIII para evitar el casi seguro saqueo de Florencia.
Tras su éxito, la confianza en Savonarola fue tan grande que pudo escribir más o menos la nueva constitución para una república democrática. Incluso llegó a proponer con éxito, la paz para con los amigos del antiguo gobierno de Médicis.
Los pocos años de su influencia son un testimonio elocuente del poder de la palabra de Dios para crear y mantener la paz en un mundo atribulado.
Desafortunadamente, tuvo enemigos poderosos. La lealtad de Florencia al Rey Carlos VIII fue desventajosa para gran parte de Italia, pero este no fue el mayor obstáculo de Savonarola.
Predicó contra la depravación moral en una emergente sociedad renacentista decadente. No temió a ningún hombre en su llamada a la búsqueda del ideal cristiano. Esto lo convirtió en enemigo, tanto en casa como en el extranjero.
Debido a su atractivo popular, era difícil eliminarlo. Al mismo tiempo, a cada reforma moral que promulgaba con éxito en la sociedad, sus enemigos se enfurecían cada vez más. Pero el fraile no temía a ningún hombre, entregándose completamente a la predicación de la Verdad.
Al disminuir la amenaza de la invasión, la influencia de Savonarola decayó y la política se volvió cada vez más turbulenta.
Hubo elecciones en pocos meses, y el poder pasó rápidamente de sus amigos y a los enemigos.
Mientras tanto, sus enemigos florentinos conspiraron contra él en secreto, detestando sus reformas morales, que dificultaban la vida a la que estaban acostumbrados. Al ser suspendida su autoridad para predicar públicamente y no pudiendo defenderse, su caída era sólo cuestión de tiempo.
El Domingo de Ramos de 1498, los enemigos de Savonarola se mostraron muy activos. Agitaron a la muchedumbre y se prepararon para asediar el convento de San Marcos.
En su última homilía, proclamó: «Señor, Te agradezco por haberme concedido ahora que desee ser configurado a Tu imagen.»
El Convento fue atacado y sometido. Siguieron semanas de encarcelamiento, tortura y confesiones falsas. Fue condenado a muerte el 23 de Mayo de 1498. En esos días azarosos Fra Girolamo aprovechó su estncia en la cárcel para escribir un comentario al salmo Miserere.
El último acto de Savonarola antes de su muerte fue inclinarse aceptando la indulgencia plenaria que le concedió el Papa Alejandro VI. Sus últimas palabras fueron las del credo.
Después de que él y sus dos compañeros más cercanos fueron ahorcados y quemados, sus cenizas fueron arrojadas al río Arno para evitar que nadie recogiera sus reliquias.
Desde entonces, la historia ha intentado durante mucho tiempo enterrar su legado, tal como lo hicieron sus verdugos. Durante mucho tiempo fue considerado como un hacha levantada que atemorizó a Florencia y la mantuvo lejos del progreso del renacimiento.
Pero una beca reciente lo ha sacado a la luz. Dos de sus principales biógrafos, Josef Schnitzer –Savonarola- y Roberto Ridolfi -La vida de Girolamo Savonarola- incluso han preconizado su eventual canonización como santo, aunque esto aún no ha sucedido.
Murió como un fiel hijo de la Iglesia, dando su vida por la Esposa de Cristo, y nunca se dio por vencido en la predicación de la Palabra de Dios, incluso cuando ello le costó la vida.
Aunque sus cenizas estén dispersas, su legado sigue vivo.
Lapsus: el amor a la moraliudad.
Cuando estudiaba en el Angelicum, había allí un profesor español que había escrito un libro sobre Savonarola y consideraba que eventualmente sería canonizado. Pues, que la Orden Dominicana ponga empeño en ello. Supe también que pintor Sandro Boticelli, que había pintado varios cuadros de temas paganos, fue profundamente tocado por la predicación del fraile y se convirtió a una vida devota y se dedicó a pintar unos hermosos cuadros de la Virgen Santísma entre otros. El profesor de historia de la Iglesia, un alemán, decía que si hubiera sobsrevivido era muy posible que hubiera convertido al Papa Alejandro VI. He estado en su celda en el Convento de San Marco. Era un verdadero profeta.
El Papa Alejandro VI no intervino la Congregación Dominicana de San Marcos fundada por Savonarola. En aquel venerable Convento vivió el Beato Angélico de Fiésole y San Antonino, Arzobispo de Florencia, así como el Beato Juan Dominici. La Congregación de San Marcos, continuó viva hasta principios del siglo XX con un Vicario General sujeto al Maestro de la Orden. A principios del siglo XX un Capítulo General decretó que las Congregaciones se integrasen plenamente en la Orden y eso ocurrió con la de San Marcos y los Terciarios Regulares fundados por el Padre Lacordaire en Francia.
Sobre Fray Jerónimo el Papa Juan Pablo II ordenó introducir su causa de beatificación y alguien que murió como hereje y cismático -todas sus confesiones fueron arrancadas bajo tortura en la cárcel de la Signoria- es ahora Siervo de Dios. El Padre Innocenzo Venchi, que durante muchos años fue postulador de la Orden, lo considera Santo, y fue el Cardenal Piovanelli, antiguo arzobispo de Florencia, a quien el Papa Juan Pablo ordenó iniciar la causa, que dijo emocionado: Nos hallamos ante un profeta y un mártir.Durante los 45 días que duraron los interrogatorios y torturas, compuso un comentario al Salmo Miserere, una de las páginas más bellas de la literatura eclesiástica.
Thomas Hennigan: Creo intuir -con posibilidad de error- que el profesor del Angelicum del que Vd. habla podría ser el Padre Huerga, que escribió temas monográficos sobre Savonarla.
Algunos ya estaban anteayer precipitándose en acusar al antecesor de Mierdich, el gran Cardenal George, por negligencia in vigilando en la formación de esos dos pájaros y no se metieron con Monseñor Robert Barron porque los conocimientos de algunos no llegan para saber que Barron en tiempo de George era el Rector del Seminario de Chicago. Pero, esos dos colombianos se formaron o deformaron en su país con las deficiencias de toda índole que ello conlleva y recalaron en Chicago, para integrarse, no en la archidiócesis sino en el dólar y en el vicio.
El cardenal George era magnífico.Gracias por defender su memoria.
Al papa jesuita no merece la pena que se le pida opinión. A buen seguro que Francisco I nos dirá que, como las dos mariconas mientras se pegaban el lote estaban buscando a Dios, él no es quien para juzgar…