El cardenal Müller destroza a ignorantes como Galantino y Spadaro sobre Lutero

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Y no sólo ignorantes, que lo son en grado sumo, sino también dinamitadores de la Iglesia.

https://infovaticana.com/2017/10/26/inaceptable-afirmar-la-reforma-lutero-fue-acontecimiento-del-espiritu-santo/

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Lutero fue lo que dice el cardenal. Un hereje como la copa de un pino y como persona un impresentable. Que haya eclesiásticos que hasta parece que lo canonizan sólo manifiestan que no tienen ni idea de quien fue Lutero y además la catadura, y cara dura, de esos individuos. Porque en ellos se une el no saber con la maldad.

Comentarios
10 comentarios en “El cardenal Müller destroza a ignorantes como Galantino y Spadaro sobre Lutero
  1. Y sin embargo extrañamente Müller parece que las consecuencias de AL no las encuentra tan disparatadas en alguno de sus puntos sacramentales.
    «Las situaciones existenciales son muy diferentes y complejas, y la influencia de ideologías enemigas del matrimonio a menudo es preponderante. El cristiano puede encontrarse sin su culpa en la dura crisis del ser abandonado y de no lograr encontrar ninguna otra vía de escape que encomendarse a una persona de buen corazón y el resultado son relaciones semejantes a las relaciones matrimoniales».
    ¿Moral de situación? Los atenuantes no justifican una situación o un hecho indebido. De ser comprensible humanamente a ser justificable sacramentalmente media un vacío inabordable. Remitirse al juicio del Justo Juez sería lo idóneo sin incurrir en temeridad o pasos en falso de juicio con consecuencias eternas.

  2. No olvidemos que el doctor Martin Lutero dejó una consigna en su testamento: «preservase esta única cosa al momento de morir: Odio al pontífice romano.»
    Esta demás saber que todos los enemigos de Roma, son amigos entre si.

  3. Hay una aptitud de crítica frente a la Iglesia, especialmente contra los obispos, sucesores de los apóstoles. Incluso desde dentro de ella. Critica más o menos objetiva y más o menos injusta; algunas veces, despiadada con respecto al pasado: sobresalen, por ejemplo, el tema de la Inquisición, la convivencia con el poder temporal etc.
    Ante todo, lo que debemos afirmar es que la crítica a la Iglesia, como a cualquier institución (no olvidemos que la Iglesia también tiene carácter divina por su Fundador), se puede dar, incluso es conveniente que se dé. Solamente que el calificativo de crítica “despiadada” es lo que hay que matizar.
    En general, para que una crítica sea realmente digna de un acto religioso interno, y que tenga una finalidad constructiva, el que critica tiene que criticarse a sí mismo; es decir, no creerse un santo y que critica desde fuera. Si es cristiano, tiene que sentirse involucrado también en aquello que critica. Él es un responsable de la Iglesia: eso tiene que notarse.
    Toda crítica en que no se note que el que la hace, está criticándose a su vez, es decir que se siente responsable, sujeto mismo de la crítica, ciertamente no es una crítica intraeclesial.
    Desde luego hay cuestiones históricas muy complejas de resolver. Por ejemplo, la Inquisición, el caso Galileo etc. Yo, en general lo que diría sin entrar en exámenes históricos que la pureza del cristianismo no se mide por los errores que haya cometido. Lo que debe examinarse más bien, es si esos errores fueron en contra de su propio espíritu o no; y si para salir de ellos tuvo que arrancar páginas de su escritura o de su doctrina. En este caso fue al revés: para suprimirlos tuvo que volver a sí misma. De allí que, aunque objetivamente, se dieron algunos errores en el pasado, ello no dice nada contra el cristianismo.

  4. Me temo que muchos de los que hablan de los aspectos positivos de Lutero tienen la misma Fe que él en la Santa Madre Iglesia. O no entienden las Palabras de Cristo “tu eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia” o no creen ni en la Iglesia ni en los Evangelios.

  5. Müller destroza heterodoxias y herejías apuntadas, campantes por doquier incluso en reductos de la Religión Católica, más que a los prepotentes personajillos puestos de propósito en el candelero eclesiástico, en este caso Spadaro o Galantino el galante garante secretario de los prelados italianos que parecen atados de pies y manos por el derecho positivo eclesiástico llamado derecho canónico, que más bien en la actualidad parece de canónigos desbocados en dispersión aunque lleven el bocado puesto. De canónigos en adelante.
    Porque el hecho llamativo es que lo dicho por Müller no lo hayan expresado los obispos en colegio o individualmente antes o ahora, tampoco en el futuro se le espera, siendo como es la más clamorosa evidencia histórica de los hechos y de la Doctrina Católica de La Fe,puesto que no se han declarado explícitamente mitad católicos, mitad interconfesionales-interreligiosos.
    Se podrá argumentar que tampoco Müller hasta no verse liberado de la obediencia debida como curial francisquita ha brillado por su contundencia dialéctica católica y que hasta ha coqueteado en tiempos con la teosofía de la liberación del movimiento Por un Mundo Mejor hasta que ha comprobado la profanidad completa a la que conduce; pero lo ha hecho al fin y al cabo, dando muestras de que su conciencia católica prevalece y abiertamente la afirma como intelectual y sobre todo como sacerdote católico.
    Cierto que antes de él un puñado de testigos que se mantuvieron inequívocamente católicos sin interconfesionalizarse fueron defenestrados o marginados brutalmente. Y que incluso los católicos en comunión con el Magisterio perenne de la Iglesia previo al Vaticano II, fuimos declarados cismáticos en la persona de Mons. Lefebvre aunque no estemos en sus estructuras religiosas; pero las actuaciones últimas, liberadoras, de Müller en la Verdad Católica o de los cardenales que presentaron las Dubia incluso con el reproche de Müller antes de caerse del caballo vaticanista, son de agradecer por auténticas y valerosas.
    A destacar la irrebatible doble afirmación de Müller:
    a) “Es inaceptable afirmar que la reforma de Lutero ‘fue un acontecimiento del Espíritu Santo’”.

    b)“Por el contrario, -continúa el prelado- fue contra el Espíritu Santo, porque el Espíritu Santo ayuda a la Iglesia a mantener su continuidad a través del magisterio de la Iglesia, sobre todo en el servicio del ministerio petrino”. “El Espíritu Santo no se contradice a sí mismo”.

    Pero justamente el problemón con el que nos encontramos obispos y pueblo fiel es la ruptura del Magisterio de la Iglesia como propone y defiende la escuela de Bolonia por pluma del mismísimo Tagle y el servicio del Ministerio Petrino, que es el Sumo Pontificado de la Religión Católico, al proponer a Lutero como medicina de la Iglesia, no ponzoña, y como modelo de reformador, o sea revolucionario. ¡Modelo de revolucionario que interpreta al Espíritu Santo y en sentido diferente o plural!
    Se diría que desde la cúspide del templo se nos propone convertir las piedras en pan, lanzarnos al vacío y rendirnos al mundo para mimetizarnos en él negando que está puesto sobre el maligno.
    Gracias eminentísimo señor cardenal católico. Que Dios se lo pague.

  6. Ojalá Spadaro y Galantino fuesen solo ignorantes: son los trabajadores de la viña de Satanás, que da frutos de hiel y acíbar.Si Dios no da pronto un puñetazo sobre la mesa y barre a cierta gente, la nave de Pedro se estrellará en breve contra los arrecifes.Sinceramente, soy enormemente pesimista.

  7. El problema, muy grave, es que el papa jesuita nos está poniendo en ridículo a todos los católicos de a pie. Y digo a todos, porque sus palmeros, -enemigos internos de la Iglesia y de la fe- hace mucho que han dejado de ser no ya de ser católicos, sino cristianos…

  8. Están haciendo el más espantoso ridículo. La misericorditis aguda que padecemos tiene estas cosas : ignorancia atrevida y persecución despiadada a la Verdad, para que su ignorancia pase como artículo de fe.

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