Tal vez con alguna mala milk pero con absoluta verdad.
Hay una serie de palabras; bluff, camelo, mindundi, milonga, chorrada, mentecatez, inutilidad… con las que algunos suelen acompañar a ese sacerdote madrileño. Diego Lanzas profundiza. Y pulveriza. Con tono sarcástico que suele ser más efectivo.
Entérense de este eximio teólogo al que hasta el momento nadie daba la menor importancia. Y ahora viene lo grave. Se la da, ¡y cómo!, el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo.
Pues si esa es su referencia teológica van a tener razón los que auguraban los mayores males con su nombramiento.
Con Bru no se puede ir ni a cobrar una herencia.
Y si eso va a ser la compañía de Cobo, con éste, tampoco.
Esperemos que se trate de una equivocación puntual y que no se empeñe en reincidir.
Uno tampoco tiene empeños reincidentes pero si tienen que volver, vendrán.
Brabrebribrobrú. ¡Vaya elemento que no alimenta!
La única vibración que puede provocar ese señor,y sin pretenderlo,es la que los sarcásticos labios de Jiménez Losantos sabe arrancar a las tres letras de su apellido:
Buuurruu.