El Papa mantiene para el Sínodo a los polémicos James Martin y a Cristina Inogés

James Martin y Cristina Inogés

Los cardenales Grech y Hollerich, junto con el padre Costa y monseñor Battocchio, moderados por el prefecto del Dicasterio para la Comunicación Ruffini, informaron en la mañana del lunes en rueda de prensa de los detalles y acontecimientos de la asamblea sinodal del próximo mes de octubre.

El cardenal Grech explicó que esta segunda y última sesión del Sínodo sobre la sinodalidad, como la primera, «estará precedida por dos días de retiro espiritual», el 30 de septiembre y el 1 de octubre, en el Vaticano, guiados por las meditaciones del controvertido religioso dominico Timothy Radcliffe y la madre Ignazia Angelini, benedictina, que luego animarán la oración durante los días del Sínodo, junto con el padre camaldulense Matteo Ferrari, responsable de las liturgias, y los monjes de Camaldoli.

Además, para esta última sesión se han inventado como novedad una vigilia penitencial la tarde del martes 1 de octubre, en la Basílica de San Pedro, presidida por el Papa Francisco. Estará organizada por la Secretaría General del Sínodo y la Diócesis de Roma en colaboración con la Unión de Superioras Mayores (USG) y la Unión Internacional de Superioras Mayores.

Pecados contra la sinodalidad y la creación

Durante la vigila se escucharán tres testimonios de personas que han sufrido «el pecado del abuso; el pecado de la guerra; el pecado de indiferencia ante el drama presente en el creciente fenómeno de todas las migraciones». Luego se procederá a la confesión de algunos pecados para «reconocernos parte de quienes, por omisión o acción, se convierten en causa del sufrimiento, responsables del mal sufrido por los inocentes e indefensos», precisó Grech.

El delirio en Roma es de tal calibre que en particular, han decidido confesar públicamente los pecados «contra la paz; el pecado contra la creación, contra los pueblos indígenas, contra los migrantes; el pecado de abuso; pecado contra la mujer, la familia, los jóvenes; el pecado de la doctrina usado como piedras para ser arrojadas; el pecado contra la pobreza; el pecado contra la sinodalidad / falta de escucha, comunión y participación de todos».

Los números del Sínodo

Los números de la segunda sesión del Sínodo fueron comunicados por el cardenal Hollerich, quien, sobre la lista de participantes, precisó que «no presenta grandes cambios» respecto a la de la primera sesión. En total los miembros, es decir los que tienen derecho a voto, «son 368, de los cuales 272 están investidos por el munus episcopal y 96 son no obispos».

Ha habido 26 cambios, principalmente sustituciones, los invitados especiales son 8 y los delegados fraternos, otra novedad, han pasado de 12 a 16: «El Papa Francisco ha permitido que aumente su número dado el gran interés que las Iglesias hermanas han mostrado en este camino sinodal». 

Los nombres escogidos por el Papa

De nuevo, merece la pena repasar algunos de los nombres que el Papa Francisco ha decidido escoger a dedo para participar en este Sínodo.

Para compensar un poco la balanza, el Pontífice ha incorporado algunas voces más conservadoras como Juan Ignacio Arrieta, secretario del Dicasterio para los Textos Legislativos y miembro del Opus Dei o al cardenal Gerhard Müller, ex prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

También estarán presentes el obispo alemán Stefan Oster (unos de los pocos críticos del camino sinodal alemán) o el cardenal Ouellet.

A pesar de estos nombramientos, abundan los nombres controvertidos y de dudosa integridad moral y doctrinal como el caso del cardenal Francesco Coccopalmerio o el cardenal chino Stephen Chow.

Tampoco faltarán en este Sínodo, por decisión pontificia, las voces más progresistas de Estados Unidos como el cardenal Blase Cupich, el cardenal McElroy o el siempre polémico James Martin.

Otros prelados europeos como Jozef de Kesel, arzobispo emérito de Bruselas o el alemán Felix Genn.

El Papa también ha querido que estén presentes colaboradores cercanos a él como el arzobispo Vincenzo Paglia, el cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga o el jesuita Antonio Spadaro, secretario del Dicasterio para la Cultura y la Evangelización.

En cuanto al cupo de españoles, el Papa mantiene a la teóloga heterodoxa Cristina Inogés y al sacerdote Elías Royón, hombre de confianza del Papa en Madrid.

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