¿Y ahora qué hacemos? A vueltas con Fiducia supplicans

Por José Manuel Alonso Ampuero  Sacerdotes bendición
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Ya han pasado dos meses de la publicación de “Fiducia supplicans” y no sabemos a qué atenernos.

Muchos (no grupúsculos), no ideologizados (sino fieles a la verdad), estamos en desacuerdo con este documento, y firmemente decididos a no aceptar ni la doctrina ni la puesta en práctica de lo que en él se plantea: la bendición de parejas en situación irregular y de parejas homosexuales.

Llegados a este punto, la pregunta es : ¿en qué situación quedamos en la Iglesia estos católicos díscolos?

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¿Acaso se pueden sostener simultáneamente, como estamos haciendo, dos posturas incompatibles entre sí?. ¿No es la verdad lo que debe regir los comportamientos?. ¿No es un escándalo que un sacerdote sostenga una postura y su vecino la contraria? Y lo mismo un obispo o una conferencia episcopal respecto de la más cercana. ¡O que esto adquiera la dimensión de un continente!

¿No significan nada, por ejemplo, los razonamientos claros y abundantes de quien ha sido prefecto de la doctrina de la fe? ¿O del ex–prefecto de liturgia?

¿Se puede seguir caminando juntos sin aclarar la verdad?

Tal vez no se quiere afrontar una cuestión muy seria y dolorosa: el desgarro del corazón de muchos católicos, que sabiendo que es vital la unión con el Papa, descubren con perplejidad que esta vez Pedro no está en la verdad.

No se nos puede pedir una actitud fideísta que, cerrando los ojos al error objetivo, se adhiera a una formulación por el hecho de llevar la firma papal. La fe va por encima y mucho más allá que la razón, pero no contra ella.

Creo que es bueno volver a recordar algún aspecto de la gravedad de algunas afirmaciones de “Fiducia supplicans”. Más allá de los malabarismos semánticos que usa, esta declaración deja las puertas abiertas a bendecir lo que es intrínsecamente malo. Con ello queda dinamitada la moral católica: todo depende de la intención, de las circunstancias, de la situación… queda abolida la objetividad. Pongamos ejemplos: si fuera bendecible una relación entre personas homosexuales, también lo sería una relación incestuosa o polígama o “poliamorosa”… Si nada es intrínsecamente malo, todo depende de la actitud emocional de quienes vivan esas relaciones.

Sigamos con ejemplos: ¿por qué no bendecir a tres sicarios que tienen entre sí fuertes sentimientos de amistad? Y si lo que importa es el sentimiento, ¿qué haremos cuando alguien sufra mucho a causa de una enfermedad en estado terminal? ¿Habrá que bendecir la eutanasia? ¿Y por qué no compadecernos de la mamá que sufre un embarazo no deseado, y la “ayudamos” a abortar?

Si saltamos el límite de lo intrínsecamente malo, no habrá límite alguno para la perversión.

Si dinamitamos el carácter objetivo de la moral, quedamos a merced del tirano de turno. Y si el tirano tiene un halo sagrado, peor.

Aceptar la bendición de lo intrínsecamente malo (parejas homosexuales o irregulares) abre las puertas a validar las arbitrariedades de los poderosos. Solo la verdad garantiza la libertad.

Rechazar “Fiducia supplicans” no significa estar en contra del Papa. Precisamente porque reconocemos su autoridad nos dirigimos a él pidiéndole que aclare esta situación. Ahora bien, su autoridad no hace de él una especie de monarca absoluto ni le constituye en fuente de verdad; su misión le hace servidor de la verdad revelada por Dios y transmitida por la Iglesia. Ser fiel al Papa no lleva consigo la anulación de la propia conciencia, que, eso sí, debe estar rectamente formada.

Muchos nos seguimos preguntando el por qué de este documento. Innecesario: cualquier pastor sabe que debe tener un talante de acogida misericordiosa con cada persona, sea cual sea su situación moral. Confuso: si ya es bendecida cada persona, ¿para qué hace falta introducir la bendición a la pareja, con la ambigüedad que esto lleva consigo?¿Por qué tanta insistencia en introducir esta bendición de “a dos” si ya es bendecido cada uno individualmente?

Estas bendiciones no son un gesto de misericordia, porque traicionan la verdad de la persona. Más bien parecen una cesión a la cultura LGTBI.

Olvidemos ideologías y vayamos a la realidad. Está en juego la salvación eterna de muchas personas. Quienes adoptan un estilo de vida disconforme con el plan de Dios se encaminan, objetivamente hablando, al infierno. Quienes no los avisan o los confirman en sus posturas se hacen igualmente candidatos a la condenación eterna. No estamos ante un juego banal para situarnos entre progresistas o conservadores, entre derechas o izquierdas. Es una toma de postura con tremendas consecuencias eternas.

José Manuel Alonso Ampuero 

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Comentarios
16 comentarios en “¿Y ahora qué hacemos? A vueltas con Fiducia supplicans
  1. No podría estar más de acuerdo con D. José Manuel. Quiero, no obstante resaltar que el origen de todos los documentos papales, desde Fiducia a Amoris, a la condena del proselitismo, es siempre el mismo: La negación del Infierno. Si uno cree en la condenación eterna de las almas no bendecirá jamás una unión sodomítica o adúltera, sino que a esas personas les dirá: «vais camino de pasar la eternidad sin Dios». Si no es así, lo único que importará será darles la razón y quedar bien. Esa negación de la existencia del Averno lo impregna todo en este pontificado y es el origen de todos los errores y desviaciones papales observadas. Muchos santos lo perdieron todo, status social, riqueza y vida por denunciar uniones ilícitas, a veces las de sus propios amigos. Baste recordar a san Juan Bautista, a sir Thomas Moore o al obispo John Fisher.

  2. Todo por negarse a reconocer las groseras herejías de Bergoglio y su banda –adoración a los ídolos incluida–, so capa de una artera «obediencia a Pedro» impuesta ahora por la izquierda, que si ‘Pedro’ se volviera de repente fiel, retomaría la virulencia que desató lustros enteros contra Juan Pablo y Benedicto…

    1. Esta mañana ha comenzado un programa en Radio Maria dirigido por un sacerdote de Alcalá, con al frase, querido papa Francisco. Acto seguido cambio el dial y maldición al desgraciado que se ensaña en el cisma de facto que vivimos. Allá el, por que se va a quedar solo en su parroquia. Estamos en guerra civil dentro de la iglesia, y las hostilidades van a ir a mas, hay que decantarse a favor de la Tradición de la iglesia y en contra de los nefarius pero ya. Jamás estuvo tan claro el programa masónico que dirige a la iglesia, se han quitado las caretas por que ven que están ganando, es la hora de apretar y echar a toda la Tradición, en otros tiempos mas venturosos, ya estaríamos uniformados, con nuestro detente, con nuestra boina roja y armados, disparando a discreción al enemigo de Cristo, al grito de Viva Cristo Rey. Nos estamos jugando la iglesia de Cristo y la salvación eterna.

    2. El problema es que hasta ahora era el Vaticano quien aclaraba que era la tradición, a partir de ahora, nos dicen ustedes que el Papa ya no es el fiel intérprete de la tradición, ¿y quièn interpeta ahora lo que es la tradición?, ¿ustedes?, ¿ustedes quienes?, ¿los de Lefevre?, ¿los que escriben en Infovaticana?, ¿Müller?, ¿Catholicvs?, ¿quien es ahora el interprete de la tradición?

      1. El Vaticano no dice nada de la Tradición por que la da por muerta, como ha repetido en varias ocasiones Francisco. A ellos lo que les pone es el modernismo y el progresismo masónicos.

        Sin embargo al margen de estos renegados, en la iglesia y fuera de ella, hay numerosas publicaciones tradicionalistas, por ejemplo:
        tradicionviva. es relacionada con la Comunión Tradicionalista Carlista
        periodicolaesperanza. com relacionada con la Comunión Tradicionalista del Abanderado de la Tradición Don Sixto de Borbón Parma

      2. «¿y quièn interpeta ahora lo que es la tradición?»

        Los chivatos de «Herejía Digital» y «Vida Muerta», naturalmente. Así que, hale, corra a que se la interpreten y no pierda aquí más el tiempo dejando deposiciones tan bien escritas.

  3. Papas anteriores han tenido sus errores personales o privados, más nunca desde el Magisterio de la Iglesia. Se sabe que el Papa Francisco, no como«doctor privado», cruzó la“raya”, atreviéndose hacer uso del Magisterio Ordinario (vinculante con el Espíritu-Santo-CIC.892),para contradecir el Magisterio Dogmático de la Iglesia, por ejemplo con Amoris Leatitia y, PRECISAMENTE, F.Supplicans; ahora bien,los dos es imposible que, contrapuestos, sean verdaderos a la vez: uno es falso y el otro verdadero. Por tanto, se precisa decidir: o el Magisterio de2000años o los errores del Papa Francisco; estamos frente a una especie de“Raya de Pizarro”: rechazando,se permanece en la Iglesia Católica y en la Doctrina Católica (Doctrina de2000años que es Jesucristo); aceptando, se va a un «EVANGELIO-DISTINTO» que San Pablo, DOGMÁTICAMENTE, rechaza.Gál.1,6-9.

  4. Lo lamentable y doloroso de toda esta mamarrachada es aceptar EL DESMORONAMIENTO DE LA IGLESIA CATÓLICA. Los verdaderos creyentes debemos comprender que la Iglesia que conocimos NO EXISTE MAS. Este Hereje arrastró a miles de personas no solo al infierno sino a un punto sin retorno.
    Como vas a solucionar en un hipotético futuro que la Iglesia resurja, los hechos cometidos por la casta clerical toda, como pueden pensar justificar obispos y curas el haber bendecido parejas irregulares y de homosexuales.
    Yo no estoy en comunión con el papa ni me merece autoridad alguna.
    No podemos venir conque el falible, ya debería habersele propinado soberano puntapie en la posadera y echado. Como argentino siento vergüenza y mas aún que un presidente como el de este país, que no sabes si es católico, judio o que cosa lo invite al país, eso nos pone en dimensión de la crisis afrontada y como el Coludo Triunfo en esta batalla, librada en el corazón de.la iglesia.

  5. Desde hace 200 años se plantea una guerra en el mundo entre revolución y contrarrevolución.Entre los defensores de los derechos del mundo y los defensores de los derechos de Dios. La gran apostasía e impostura que vivimos supone que la iglesia desde el concilio defiende los derechos del mundo. Durante todo ese tiempo, centinelas con boina roja han mantenido encendido el fuego de la Tradición, para que llegado el momento la trasmitamos a las nuevas generaciones. Ante la situación planteada no hay lugar para el compromiso, estamos en guerra civil, decía Charles Maurras que la democracia es una guerra civil incruenta, lo que pasa es que hace mucho que por las calles bajan ríos de sangre de los inocentes. Estamos viviendo la peor tragedia de nuestras vidas, estamos perdiendo la iglesia de Cristo, la que nos legaron nuestros mayores. Es tiempo de llorar, ya que no somos capaces de luchar.

  6. El Evangelio no cambia, es el mismo antes y ahora :No es una ideología, es una interpelacion a la Conciencia de cada uno y medida de nuestra generosidad y sólo Dios juzgará nuestra respuesta.

  7. Acertadísima reflexión, que suscribo, de un buen sacerdote. Pero no basta. ¿Qué hacer? Suena a obvio o consejo piadoso que no concreta pero si lo hace: rezar, pero de verdad, hablando y escuchando al Señor. El siempre habla lo que pasa q como no rezamos como hay que hacerlo no escuchamos. Y después de escuchar hay que poner en práctica. Cada uno lo suyo. Con valor. Y sin duda Dios proveerá.

  8. Los modernistas siempre presentan dicotomias: esto o esto otro.
    El Vaticano II raíz y fuente de todo lo que está pasando actualmente presentó la dicotomía de Autoridad o Verdad de una manera muy simplista:
    con el Papa o contra el Papa.
    Nada de intermedios: con el Vaticano II y el Papa con todo lo que viene de ellos o contra el Vaticano II y contra el Papa.
    Los modernistas no aceptan ningún «debate», ‘análisis», «perspectivas», «diálogos» y mucho menos Verdad, Tradición, Sagradas Escrituras o Magisterio.
    De ahí que muchos católicos se paralizan con el corazón angustiado y no saben qué decidir en la encrucijada de «obeceder» al Papa o defender la Verdad. La solución es defender la Verdad que es de Dios «El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.» S. Mateo 24:35
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    » y no den oídos a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.» Tito 1:24 ( Carta de San Pablo )

  9. Qué hacer es obvio

    Cerrar los oídos Y LOS BOLSILLOS a esta recua de homosexuales comunistas y masones.

    Y esperar conocer en el momento que Dios lo disponga el nombre del Camarlengo

  10. Ante la encrucijada en la que estamos los católicos, muchos se preguntan ¿Qué hacer?. Por si a alguien le interesa, la encrucijada no es tal y la opción entre alternativas tampoco existe. A todos los que se encuentran dudando y consideran espantosa la desobediencia al papa, yo les pregunto: ¿Vuestra alma quién la juzgará? ¿Dios o el papa?. Si la respuesta es Dios, habrá que permanecer fieles a los mandatos de Dios: «No cometerás adulterio», «No cometerás actos impuros» y si alguien cree que su alma la juzgará un pontífice determinado, que le siga. Si me dicen que no soy católico por denunciar las uniones ilícitas, antes ya las denunció Jesús «el hombre con el que vives no es tu marido», san Juan Bautista «No te es lícito tener a esa mujer», Sir Thomas Moore «No es lícito al rey repudiar a su esposa», o el obispo Fisher, sólo que a estos los mataron. Yo, al menos, conservo la vida y espero salvar el alma y ser de utilidad a los que sufren por esta situación.

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