El colectivo Sergio Gámez (quienes colaron un caso falso de abusos a El País y al Defensor del Pueblo) ha explicado a través de un comunicado que el diario de PRISA ha iniciado una nueva campaña para pedir casos de abusos a las diócesis españolas y a congregaciones.
Les ofrecemos el comunicado completo:
A través del correo electrónico [email protected] hemos recibido desde una oficina de protección al menor de una diócesis española el reenvío de un correo electrónico que les remite el diario El País volviendo de nuevo a la carga sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia. El diario gubernamental se arroga el encargo de auditar el informe “Para dar luz”, realizado por la Conferencia Episcopal, el único que la institución reconoce como válido.
Ante la reiterada obstinación del periódico El País por salvar su imagen, una vez comprobada su endeble investigación a través de la auditoría realizada por el Colectivo Sergio Gámez descubriendo un falso caso de abusos sexuales publicado en sus páginas sin contrastar, este grupo quiere manifestar a los obispos, responsables de las oficinas de abusos de las diócesis y otras instituciones religiosas, así como a los responsables de la comunicación en cada diócesis, las siguientes consideraciones:
- Favorecer que este diario laicista publique informaciones sobre abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica es similar a poner a las zorras a cuidar el gallinero.
- El País no es nadie para pedir explicaciones a la Iglesia Católica sobre los abusos ocurridos en sus diócesis o instituciones religiosas, ni mucho menos centralizar un estudio que no tiene por objeto conocer la verdad sino denostar a la propia Iglesia.
- Vistos los métodos tan poco rigurosos ni profesionales que ha usado hasta ahora el periódico para recabar y publicar información sobre los supuestos abusos, queda acreditada la necesidad de realizar una auditoría objetiva, que los obispos ya han puesto en marcha bajo la campaña “Para dar luz”.
- El País usa métodos poco éticos en su elaboración de las noticias sobre esta temática, pues primero informa a la Iglesia de que le ha llegado un caso de abusos a través del correo electrónico [email protected] y pide a la propia institución que sea la que investigue, para a continuación retorcer torticeramente la verdad afirmando que la institución en cuestión está investigando un supuesto caso de abusos. O sea, El País genera artificialmente la noticia para generar alarma en un tema tan sensible publicando noticias sensacionalistas.
- Recordamos que ningún miembro de la Iglesia -y menos de la propia jerarquía o quienes les ayudan o asesoran- debe favorecer que la sociedad actual se haga una idea parcial o errónea de su realidad más íntima. Al contrario, debe quedar manifiesto que las personas que forman parte de la Iglesia son pecadoras en muchos casos, que deberán purificar sus pecados de manera individual sin necesidad de arrojar heces sobre la santidad de la institución, cuya mayoría de representantes no tienen esos comportamientos pederastas, pedofílicos y homosexuales.
- Pensamos que cualquier oficina de abusos de las diócesis o congregaciones religiosas que conteste a los requerimientos recientes realizados por El País favorecerá artificialmente que prosiga una campaña despiadada y chapucera contra una institución fundada por Jesucristo.
- Por tanto, recomendamos y pedimos a los responsables de las oficinas de abusos que hagan caso omiso y no respondan a las preguntas provocadoras del diario anticlerical.
Adjuntamos al final de este comunicado el correo íntegro que el Diario El País ha enviado a las oficinas de abusos de la Iglesia Católica en España.
Colectivo Sergio Gámez
Por la verificación y auditoría de las noticias publicadas en el Diario El País sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica.
Ponemos en marcha una investigación para verificar el periodismo de El País y solo de El País. Si conoce algún caso de abusos periodísticos (falta de rigor, omisiones fundamentales, desidias, pseudoinvestigaciones…) de El País que no haya visto la luz, envíanoslo a [email protected]. Si el caso es de América Latina, puede usar este mismo correo.
(Velamos por la observancia del Libro de Estilo, El Estatuto de Redacción de El País, así como la correcta labor del Defensor de El Lector). No es ideológico; es por el derecho de los lectores.»
CORREO ELECTRÓNICO QUE EL PAÍS ENVÍA A LAS OFICINAS DE ABUSOS DE DIÓCESIS E INSTITUCIONES DE LA IGLESIA CATÓLICA CON FECHA 7 DE FEBRERO DE 2024
Buenos días, le escribimos desde el equipo del diario EL PAÍS que desde 2018 investiga los abusos de menores en la Iglesia católica española.
El motivo es preguntarle por el resultado de las investigaciones emprendidas por su institución, reflejadas en el último informe «Para dar luz», que recopila y detalla toda la información remitida por órdenes y diócesis.
Nuestras preguntas se dividen en tres bloques. De ellos, el último se dirige solo a las órdenes y diócesis a los que EL PAÍS ha comunicado casos en nuestros sucesivos cuatro informes, entre diciembre de 2021 y junio de 2023.
- Casos registrados.
Nos gustaría que nos aclarara exactamente cómo ha contabilizado los casos registrados que refleja el informe «Para dar luz». En concreto, querríamos aclarar cuatro cuestiones:
-Si incluye casos hallados en la revisión de archivos.
-Si incluye casos tramitados por la justicia canónica en las últimas décadas.
-Si incluye casos conocidos o aparecidos en prensa en las últimas décadas.
-Si incluye, en el caso de las diócesis, casos anteriores a la apertura de las oficinas de atención a las víctimas.
- Encubrimiento.
También querríamos saber si en el curso de sus investigaciones han descubierto algún caso de encubrimiento de acusados de abuso y qué medidas han tomado con sus responsables.
- Clasificación de casos.
Estas preguntas se dirigen exclusivamente a las órdenes y diócesis a los que EL PAÍS ha remitido casos en los últimos años, a través de sus sucesivos informes. El informe «Para dar luz» clasifica la resolución de los casos recibidos del siguiente modo:
-Casos probados.
-Casos no probados pero verosímiles.
-Casos no probados.
-Casos excluidos del ámbito del informe.
-Casos con investigaciones en curso y/o pendientes de resolución.
-Casos archivados por haber prescrito el supuesto delito o fallecido el supuesto victimario.
-Casos de denuncias falsas o manifiestamente infundadas.
Cada orden y diócesis ha comunicado la clasificación de los casos que ha registrado según esta tabla. Por esa razón, le solicitamos ahora que nos aclare cómo ha sido clasificado y resuelto cada uno de los casos que le ha remitido EL PAÍS en estos últimos años, detallándolo caso por caso. Es decir, no le pedimos solo las cifras globales de cómo ha clasificado estos casos, sino que lo precise con cada persona acusada en cada una de las fichas de los informes. Cuando indique un caso como no probado ni verosímil, también le agradeceríamos que explicara el motivo.
Entendemos que será sencillo obtener y comunicarnos estos datos, dado que ya tienen clasificada toda la información. De ese modo podremos reflejarlo en la base de datos de EL PAÍS que contiene todos los casos conocidos hasta ahora en España.
Esto es todo. Si fuera tan amable, le rogaríamos que nos enviar su respuesta antes del 1 de marzo. De este modo, podremos contribuir a seguir arrojando luz sobre esta lacra, que es el deseo de todos.
Un saludo cordial
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Los frutos del concilio cada día aparecen como mas espectaculares. Parece como si hubieran hecho un casting de degenerados para entrar en los seminarios en los años 60 y 70. Yo tuve la suerte de que a mi no me metieran mano, pero si recibí palos por los cuatro costados, primero las monjas dominicas con cinco años, con castigos degradantes, después en los agustinos, me pegaron guantazos, patadas, con unas varas en las palmas de las manos, y hasta correazos. Menos mal que al ser tan rebelde me libré de que me metieran mano, mano de santo y nunca mejor dicho.. Están perdonados, yo no era un santo, un rebelde sin causa, pero era un niño, pero lo de los abusos nació de alguna y otra manera de la estafa conciliar y del modernismo eclesial, y dejaron tarados a tantos jóvenes que jamás volvieron a la iglesia. Pero no escarmientan, los heresiarcas pornógrafos en lo suyo. Que Dios los maldiga..
En aquella época, ese sistema de castigos era lo habitual, no sólo en centros de Iglesia, sino también en centros públicos, y era muy eficiente, pues lograba disciplina. En cambio hoy en día, en los centros educativos acampa la anarquía absoluta, y los malos alumnos acosan y maltratan a los profesores, que se encuentran desprotegidos ante unas leyes infames que propician el fracaso educativo que hoy padecemos.
En cuanto a lo de los supuestos abusos, es una mentira de El País (diario de extrema izquierda). Lo más triste es que Francisco y los obispos que le secundan, fomentan esa falacia de los abusos y actúan inmisericordes contra las víctimas de denuncias.
¡La gallina!