Teología «contextual» y Fiducia Supplicans

Víctor Manuel Fernández Víctor Manuel Fernández
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(George Weigel/Ethics and Public Policy Center)-En la carta apostólica Ad Theologiam Promovendam (Para promover la teología), publicada por el Papa Francisco el 1 de noviembre de 2023, se instaba a la Iglesia a hacer teología contextualmente.

Como dice el motu proprio, la teología debe ser «fundamentalmente contextual, capaz de leer e interpretar el Evangelio en las condiciones en que viven diariamente los hombres y mujeres, en diferentes ambientes geográficos, sociales y culturales». ¿En qué medida Fiducia Supplicans, la Declaración sobre las «bendiciones» emitida por el cardenal Víctor Manuel Fernández y el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) el 18 de diciembre de 2023, cumple esa norma?

Pues más bien en nada. Considérese los «contextos» que Fiducia Supplicans ignora.

El contexto mediático. Según la versión instantánea de los medios, el Papa, en Fiducia Supplicans, autorizó a los sacerdotes a «bendecir» a las parejas del mismo sexo, y punto (aunque la propia Declaración establecía que tales «bendiciones» no debían considerarse litúrgicas, tenían que ser solicitadas espontáneamente, implicaban la «bendición» de individuos, y debían realizarse de manera que no se comprometiera la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio como «unión inclusiva, estable e indisoluble de un hombre y una mujer, naturalmente abierta a la procreación». El cardenal Fernández se quejó posteriormente de que las finas distinciones en las que abundaba Fiducia Supplicans habían sido ignoradas en la información inicial de los medios de comunicación. Sin embargo, si el cardenal no esperaba exactamente ese resultado, es que no contaba con el contexto mediático global en el que sería recibida Fiducia Supplicans. Y si el cardenal estaba realmente descontento con la forma en que se estaba difundiendo su documento, ¿por qué no recontextualizó Fiducia Supplicans (por así decirlo) llamando la atención a los sacerdotes que llevaron a cabo «bendiciones» del mismo sexo de una forma que obviamente estaba planeada de antemano (sobre todo para atraer la atención de los medios), que era casi litúrgica y que desdibujaba inequívocamente las líneas doctrinales y morales que el cardenal afirmaba que su documento había trazado?

Los contextos evangélico y cultural. Horas después de la publicación de Fiducia Supplicans, recibí una llamada telefónica de un arzobispo africano, profundamente preocupado por el impacto que la Declaración tendría en los esfuerzos de su Iglesia local por ser la Iglesia misionera a la que había llamado el Papa Francisco. Según explicó el arzobispo, los cristianos pentecostales locales estaban horrorizados con Fiducia Supplicans; también lo estaban los musulmanes locales; y la misión evangélica de la Iglesia católica se había vuelto así mucho más difícil. ¿Tuvieron en cuenta el cardenal Fernández y sus colegas del Dicasterio el «contexto» de ese obispo a la hora de elaborar Fiducia Supplicans? Al preparar la Declaración, ¿tuvieron en cuenta el cardenal y su Dicasterio los «diferentes entornos geográficos, sociales y culturales» de las iglesias locales de las «periferias» católicas, celebradas por este pontificado y citadas como fuentes de reflexión teológica en Ad Theologiam Promovendam? Parece que no. El único «contexto» eclesiástico que puedo discernir en Fiducia Supplicans es el de la “Iglesia Católica Light”, aferrada a la afirmación totalmente falsa de que apaciguar al deconstructivo Espíritu de nuestro tiempo es más eficaz en términos evangélicos que trabajar para convertir ese Espíritu mediante la franca proclamación del Evangelio, incluidas sus partes más duras (véase Marcos 1:15).

El contexto sinodal. La cuestión de la «bendición» de parejas del mismo sexo se examinó el pasado mes de octubre en el Sínodo 2023, donde se debatieron las preocupaciones planteadas por mi amigo africano. Si hubo consenso en el Sínodo 2023 fue en que la Iglesia no debería autorizar tales «bendiciones», razón por la cual el tema no se mencionó en el Informe de Síntesis final del Sínodo. Entonces, ¿cómo refleja Fiducia Supplicans el contexto sinodal en el que este pontificado está tan comprometido? ¿Qué significa «sinodalidad» si un consenso sinodal puede ser anulado por el acto unilateral de un dicasterio curial, emitido sin ninguna consulta seria con el episcopado mundial? ¿Qué significa para el futuro debate sobre la «sinodalidad» el hecho de que tantos obispos -e incluso conferencias episcopales enteras- hayan criticado duramente, y en algunos casos repudiado, Fiducia Supplicans?

El contexto lingüístico. Fiducia Supplicans se presenta como un auténtico avance en la práctica pastoral de «bendecir» a quienes experimentan atracción por personas del mismo sexo, pero esa «bendición no valida ni justifica nada» (como dijo más tarde el cardenal Fernández). Sin embargo, como señalaron los obispos de Camerún, «bendecir» indica la aprobación de lo que está siendo bendecido en cualquier contexto lingüístico: una observación de sentido común que subraya lo que sólo puede describirse como el sofisma de Fiducia Supplicans.

Hubo un tiempo, y no hace tanto, en que el dicasterio encargado de la defensa de la verdad católica y de la promoción de una teología dinámicamente ortodoxa era una fuente de clarificación. Ahora ya no es así. Y eso será un problema durante el próximo interregno papal y en el próximo cónclave.

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Comentarios
3 comentarios en “Teología «contextual» y Fiducia Supplicans
  1. Fiducia Supplicans es un panfleto que se opone a la doctrina católica. Sus signatarios (el Papa y el cardenal Fernández) han tomado una deriva errática, y debemos refutarlos.

  2. Llamar Teología a los escritos de un homosexual libertino y trepador es un exceso lingüístico.

    Es un personaje menor, que solo sirvió para confirmar la caída libre de los frutos del cv2.

  3. Este hereje defiende la teología de Lutero, que cada uno interprete las escrituras como le salga de sus santos c………Quien iba a decir que seria la mari conería la que haría caer a la iglesia, cuando esta se cargó el paganismo que incluía esta plaga perversa en cien años. Incluso antes de Cristo ya hubo filósofos como Platón, que rechazaba como inmoral, anti natural y contrario de las virtudes, la tenencia de efebos, aunque el tuviera uno. Ni que decir tiene que estamos en cisma de facto. Si sale otro renegado de papa, que saldrá, el bombo pierde aceite a caudales, la Fiducha sodomita acabará en mari conio. Claro que, entonces espero o estar muerto, cuanto antes mejor, y que los justos que queden vuelvan a las mazmorras con el antiguo XP.

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