El ingenio y el buen humor del clero madrileño no tiene límites. Después del shock inicial ha entrado en la etapa de la aceptación por la vía de la ironía y la guasa. Un miembro sacerdote de la Comunidad de Lanceros comenta que por el Madrid agraciado por el dedo del Papa ya se le ha puesto nombre al nombramiento de José Cobo como arzobispo de Madrid, la Operación “Cobo Calleja”.
A otro miembro de la Comunidad le gusta más la designación del nuevo arzobispo como el “arzobispo rompeolas de todas las Españas” por el efecto que su nombramiento ha causado en la Conferencia Episcopal Española. “Tú sonríes con plomo en las entrañas”. Antonio Machado escribió aquellos versos el 7 de noviembre de 1936: «Madrid, Madrid, ¡qué bien tu nombre suena / rompeolas de todas las Españas! / La tierra se desgarra, el cielo truena, / tú sonríes con plomo en las entrañas».
Es posible que quienes no vivan en este “rompeolas de todas las Españas” no sepan que es “Cobo Calleja”. El polígono industrial Cobo Calleja está situado en el municipio madrileño de Fuenlabrada (España). Debe su nombre al empresario berciano Manuel Cobo Calleja, quien impulsó su creación. Cuenta en la actualidad con 162 hectáreas de extensión en donde realizan sus actividades económicas en torno a 500 empresas de tamaño pequeño y medio, lo que le convierte en uno de los centros industriales de Europa con mayor concentración empresarial.
Dice una de las pocas necrológicas de Manuel Cobo Calleja que nació en Valdecañada, un pueblecito de montaña del municipio de Ponferrada. “Durante los sesenta se lanzó al mundo de los negocios y comenzó a introducirse en el sector de la promoción inmobiliaria y de la construcción, trasladando su actividad principalmente a Madrid. Fue uno de los exponentes del desarrollismo típico de esa década. En aquella época casi nada le parecía imposible. Construía dónde quería, no sólo casas sino también obras públicas, en particular colegios e institutos. Fue un trabajador empedernido, un gran luchador y una persona que creía que con el esfuerzo y la perseverancia se puede lograr casi todo” se lee.
José Cobo es hijo de inmigrantes que vinieron a Madrid desde Andalucía en la época del desarrollismo. Al nuevo arzobispo nada le pareció imposible, incluso llegar a arzobispo de Madrid. Trabajador empedernido, gran luchador, defensor de la justicia social, con su esfuerzo y perseverancia ha llegado joven a lo más alto. Con su hábil inteligencia, como está demostrando en estos días con sus declaraciones, será capaz de construir una diócesis en forma de polígono en dónde quepan todos los colores, como él dice.
El polígono Cobo Callejas es la base de operaciones de la comunidad china en Madrid y en Europa. El arzobispo Cobo, que apuesta por la integración y por la multiculturalidad, seguro que ya tiene prevista la visita en los primeros días a las zonas periféricas de la diócesis. Su predecesor Osoro comenzó su ministerio en Madrid con una visita a La Cañada Real. No descarten que Cobo lo haga al polígono de Cobo Callejas aunque en ese caso tenga que pedir permiso al obispo de Getafe, su sufragáneo, uno de los damnificados de esta historia.
Diego Lanzas
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¿No debería de ser la prioridad de cualquier obispo la salvación de las almas. Si esto no es su prioridad, no sirve para nada. Para la justicia social hay un montón de políticos.
Se mantendrá la Iglesia de la Virgen de la Paz con sus Misas Tradicionales en Madrid? Esa es la cuestión.
¿Y por qué no iba a seguir? El rito romano tradicional no está prohibido («Tradiciones custodes» no lo prohíbe), además de que el propietario de esa iglesia es el ICRSS, no el arzobispado.
Tradiciones = Traditionis».
Porque les pueden obligar a ser biritualistas por ejemplo. O restringir el número de Misas. Eso es potestad del obispo del lugar independienteme de la propiedad del templo.
Usted no ha preguntado sobre éso, sino si va a seguir la celebración en un templo concreto. Y no, los obispos no tienen potestad alguna para obligar a los sacerdotes de un Instituto de Derecho Pontificio (que ya indica que la potestad sobre el mismo sólo la posee el Pontífice), cuyos estatutos establecen que celebran únicamente con el rito romano tradicional (el Instituto u Orden cuyos estatutos lo digan expresamente), habiendo sido dichos estatutos aprobados con un Decreto formal por un Papa y confirmados por el siguiente. Es manifiesto que Francisco no ha tocado dichos estatutos: se ha limitado a restringir los lugares de culto (prohibiéndolo en templos parroquiales, que no es el caso de éste) para intentar impedir su lenta pero imparable expansión.
El dicho de Sabiote, el pueblo de nacimiento del arzobispo electo de Madrid, es: «En Sabiote, el que no es tonto es cipote, y el que es listo llega a ministro».
A partir de ahora habrá que decir que «el que es listo llega a obispo», o «a ministro (del Señor)».
Catholicus no quiero una polémica con usted. Pero le informo que los obispos tienen plena potestad en su diócesis en todos los templos de su jurisdicción como es el caso ya que no están exentos de ella como sucede en el Valle. Y si pueden obligar a celebrar la Misa Nueva como ha sucedido en otras Iglesias del Instituto en los EE.UU o le puede directamente prohibir el culto tradicional . Eso es el Derecho Canónico actual. Por otro lado el Arzobispo de Madrid ha hecho que los sacerdotes del Instituto concelebren, por ejemplo en la Misa Crismal cada año en la Almudena.
No es cuestión de polémica, es que la propia realidad contradice su afirmación. Además de lo que ya le he señalado sobre el Derecho Pontificio, ahí tiene usted la propia «Tradiciones custodes»: por voluntad de Francisco, y pese a que el obispo diocesano no esté de acuerdo, en los templos parroquiales de su diócesis no está permitido oficial la misa en el rito romano tradicional. Como ve, la potestad episcopal de la que habla no es, ni mucho menos, plena.
Por otro lado, no veo motivos para tanto aspaviento por la concelebración junto al obispo: además de que en el rito romano tradicional también existe la concelebración (en la Misa de ordenación y en la de consagración episcopal), es bastante lógico que todo el presbiterio (y quienes habitualmente ofician sólo la Misa tradicional también forman parte de él) acompañe a su obispo en la Misa Crismal. En cualquier caso, Cobo, que es listo, no va a restringir la Misa tradicional.
Donde dice: «Tradiciones custodes», debe decir: «Traditionis custodes».
Donde dice: «no está permitido oficial la misa», debe decir: «no está permitido oficiar la misa».
Catholicus. Termino el tema y no voy a seguir. No he hecho ningún aspaviento sobre la concelebración.Simplemente he aclarado que el obispo tiene plena potestad sobre las Iglesias bajo su jurisdicción y los sacerdotes rectores de las mismas. Me refiero a la concentración en el Novus ordo que los sacerdotes del Instituto en muchas diócesis no están obligados y en Madrid el superior si. En cualquier caso hay iglesias en una diócesis de Estados Unidos sin culto por orden del obispo. En cuanto a la inteligencia de Cobo está por determinar y el tiempo lo hará ver. Ojalá sea así pero él tiene todo el poder para determinar el número de Misas Tradicionales, para suprimimirlas o para hacer que sea un templo con biritualismo. El Derecho Canónico de un Instituto se Derecho Pontificio no le exime de la jurisdicción del obispo diocesano. Fin del tema.
El CDC establece claramente, en el canon 593, que las instituciones de Derecho Pontificio dependen de modo inmediato y exclusivo de la Sede Apostólica en cuanto al régimen interno y a la disciplina, por contraposición a las de derecho diocesano. La diferencia de estatus jurídico de un Instituto de derecho diocesano y otro de Derecho pontificio lo fijó definitivamente, en 1900, S. S. León XIll, en la Constitución Apostólica «Conditae a Christo». Los obispos que no estén de acuerdo con lo señalado por la Santa Sede, tienen dos opciones: el derecho al pataleo o pedirle permiso de forma razonada, como ocurre actualmente: en lugares donde ya se celebraba y sólo puede oficiarse la misa tradicional en templos parroquiales, el obispo que desee que continúe lo solicita a Roma y se le suele conceder. Si no, no se puede celebrar ahí, porque el obispo no tiene potestad para decidir eso, que está reservada a la Sede Apostólica. Fin del tema.
Cobus, autobuses dentro del aeropuerto. Como va mucho a Roma lo verá.
Cobi, la mascota de los juegos de 1992.
Su menudencia, de la misma altura física que el cardenal Cañizares.
El clan de los pepes (Cobo y Lorenzo).
Con el tiempo la sabiduría popular acuñará el término justo.
Este es uno de los artículos más tontos y sin sustancia que he leído últimamente. Cuando no se tiene argumentos, las tonterías afloran. De pena.