Ensayo de Sínodo bajo el lema «prohibido prohibir»

González Guadalix respuestas sínodo Vaticano
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(Luisella Scrosati/La nuova bussola quotidiana)-Superar las divisiones y oposiciones en la Iglesia creando un espacio en el que todos puedan encontrar su lugar.

Este es el enfoque que se está proponiendo insistentemente en la preparación del Sínodo, como lo demuestra la reciente conferencia en Bolonia del padre Timothy Radcliffe, el dominico pro-LGBT llamado a predicar los ejercicios espirituales de apertura del Sínodo. Pero también es la posición más próxima al retrato del Anticristo esbozado por Vladimir Soloviev.

La noticia de la elección del padre dominico Timothy Radcliffe como predicador del breve curso de Ejercicios Espirituales preparatorio del Sínodo de octubre no fue precisamente tranquilizadora, dada su «apertura» hacia las cuestiones LGBTQ. Para preparar a las almas para el Sínodo habrá, pues, un dominico gay-friendly. Al frente de la orquesta estará otro amigo del mundo arcoíris (ver aquí), el relator general del Sínodo, Jean-Claude Hollerich, creado cardenal por el Papa Francisco en 2019. Y ya van dos. En la línea del todo incluido está la reciente intervención en el Sínodo de otra “criatura” de Francisco, el recién creado cardenal Robert McElroy, obispo de San Diego, que ha presionado para la ordenación diaconal de las mujeres, para que se reconsidere su ordenación como sacerdotes, para que se revise la moral sexual católica, incluso sobre la homosexualidad, y la doctrina de la Iglesia sobre el estado de gracia para poder recibir la Sagrada Eucaristía. Y ya van tres.

Los tres personajes citados están unidos también por la llamada a superar las divisiones y oposiciones en la Iglesia, a abandonar las dinámicas propias del contexto político y no de una comunidad guiada por el Espíritu Santo. En su visión, el Sínodo está llamado a ensanchar su tienda para incluir a todos, a superar las polarizaciones, creando un espacio donde todos puedan encontrar su lugar y nadie quede excluido.

Este camino fue indicado con claridad por el mismo Padre Radcliffe en un reciente discurso en Bolonia (aquí desde el minuto 44:22, y luego de nuevo desde el minuto 1:17:26); una indicación de que podría ser precisamente el tema central de sus conferencias durante los Ejercicios Espirituales, con el potencial de orientar el Sínodo hacia un inclusivismo sin condiciones.

La intervención del padre Radcliffe el 29 de enero formaba parte del ciclo de encuentros «Pequeña escuela de sinodalidad», organizado por la Fundación para las Ciencias Religiosas de Bolonia y la Facultad de Teología de Emilia Romaña, en la iglesia de S. Maria della Pietà, en la que hasta hace poco se celebraba la única misa de rito antiguo reconocida en la diócesis de Felsina y que recientemente ha sido retirada del culto divino por el cardenal Matteo Zuppi.

Radcliffe comenzó presentando los temores de muchos que creen que el camino sinodal ha perdido «la recta vía» y conducirá a «divisiones y decepciones en la Iglesia». Por un lado, hay personas que desean «volver a la seguridad de la Iglesia del pasado; por ejemplo, al rito tridentino de la misa». Para otros, es la negación del Concilio. Algunos desean una Iglesia en la que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar, pero para otros esto constituye una traición al matrimonio. Algunos quieren que los sacerdotes puedan casarse, para otros sería la terrible pérdida de una admirable tradición».

«Es verdad que la Iglesia está dividida por esperanzas de futuro diferentes», prosigue el dominico, que exhorta a mirar a una esperanza más grande y sorprendente que el Señor nos tendría reservada y que sería capaz de reconciliar las esperanzas opuestas. Es precisamente en este impulso vertical, en la confianza en la «gracia creadora de Dios», donde la reflexión de Radcliffe resulta especialmente atractiva. E insidiosa. Sobre todo cuando añade que a la creatividad de Dios debe corresponder la creatividad de los cristianos: «Atrevámonos, pues, a ser creativos para la creatividad de la gracia de Dios”.

Pero, ¿cómo nos abrimos para acoger esta «gracia creadora»? Liberándonos de esas «identidades que se construyen contra otras personas […]. La modernidad teme la diferencia: diferencia de credo, de ideología, de cultura y también de género». El camino es, pues, apoyar la diversidad frente a la uniformidad, evitando crear grupos que compartan los mismos principios frente a otros, «atrapados en entornos cerrados con personas que comparten las mismas consignas». El apoyo evangélico siempre útil es el de Jesús, que, comiendo con publicanos y prostitutas, recorrió el camino de las «amistades improbables», rompiendo así barreras.

Debemos, según Radcliffe, dejar atrás «pequeñas identidades construidas sobre la exclusión y la oposición. El Sínodo es la improbable reunión de los amigos de Dios».

El reto del Sínodo es, pues, «imaginar por qué la gente piensa de manera diferente»; ponerse en el lugar del otro, «sentir con su piel, ver con sus ojos», ir más allá de la argumentación racional, de por sí insuficiente. Las posiciones opuestas son necesarias, como los hilos para tejer. No sólo eso, sino que cuando hay diferencias, «debemos aprender a alegrarnos de esas diferencias, a disfrutar de esas diferencias. Sólo entonces podremos hablar de las diferencias más profundas».

Al bueno de Radcliffe habría que recordarle que hay diferencias y diferencias: hay una diferencia que es manifestación de la multiforme sabiduría de Dios y hay una diferencia que se llama pecado. Así como hay una igualdad sin la cual es imposible salvarse y una igualdad con la cual es imposible salvarse. La cuestión es que la Revelación de Dios nos ha dado alguna indicación al respecto, y no en tono interlocutorio, sino imperativo: » No os engañéis: ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,, ni los rapaces heredarán el Reino de Dios» (1 Cor 6,9-10).

Tenemos que estar atentos; la deriva que podría tomar el Sínodo tiene rasgos atractivos: el principio fundamental de condenar todo exclusivismo –que es la única condena permitida-, puede seducir a muchos a buscar su lugar en la nueva «iglesia sinodal», al precio del silencio frente al pecado y el error. Una adhesión, en esencia, al lema de 1968 «prohibido prohibir», convenientemente actualizado en salsa eclesial.

Conviene recordar que esta posición se aproxima más al retrato del Anticristo esbozado por Vladimir Soloviev que al de un tirano iracundo. El gran pacificador universal se muestra particularmente considerado para que cada uno tenga lo suyo: «Yo daré a todos lo que les es necesario». Y realmente cumple su promesa, incluso con respecto a las diferentes sensibilidades cristianas. Así como también está dispuesto a reconocer a Cristo como fuente de inspiración de altos valores. Pero este Cristo debe ser finalmente superado, con un inclusivismo más universal, que él no pudo alcanzar: «Cristo, como moralista, dividió a los hombres según el bien y el mal, mientras que yo los uniré con los beneficios que son igualmente necesarios a los buenos y a los malos. Seré el verdadero representante de ese Dios que hace salir su sol para buenos y malos, y reparte la lluvia sobre justos e injustos. Cristo trajo la espada, yo traeré la paz. Él amenazó a la tierra con el terrible juicio final. Pero el último juicio seré yo y mi juicio no será sólo un juicio de justicia, sino también un juicio de misericordia».

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Comentarios
14 comentarios en “Ensayo de Sínodo bajo el lema «prohibido prohibir»
    1. De la misma manera que el diablo tento a Eva con palabras sugerentes: » seréis como dioses conocedores del bien y el mal», la neo iglesia modernista, tienta a la Iglesia, con palabras bonitas de «inclusividad», «acogimiento», «aceptar diferencias», son cantos de sirena que llevan directo a la apostasía.

  1. La «Iglesia de Francisco» dice «prohibido prohibir» cuando se trata de las ideologías del nuevo orden mundial, pero en cambio se muestra totalitaria contra los de buena doctrina, a los que cancela sistemáticamente, lo que se ve, por ejemplo, en las suspensiones del Padre Pavone y del Padre Altmann, la persecución contra la misa de siempre, la consigna del Papa a los obispos a los que les dice «controlen a los rígidos», etc.

  2. Son una piara de cerdos, sí, esos cerdos que fueron poseídos por los demonios por orden de Cristo y se arrojaron al mar. Así van a acabar estos aprendices de brujo, y habrá que felicitarles por la confirmación del aborto libre, prohibido prohibir, la mujer manda en su chichi, es su derecho y allí hace lo que quiere, lo de dentro de su seno diabólico es solo una verruga a extirpar. Triunfa la democracia sinodal pero solo para lo que va en contra de la Verdad revelada. La soberanía popular es la que manda por encima de Dios. Es la revolución francesa aplicada a la iglesia. Al final pondrán a la diosa razón, y quitarán a la madre de Dios que aplastó la cabeza del maligno. Así van a acabar ellos aplastados y destripados como se merecen por los demonios del averno. Que pierdan toda esperanza. Ay de verdad. que asco.

  3. Cuentos pastorales, si. Y aquí el Sr. administrador se empeña en sostener, por si mismo y por sus heteronimos, que todo tiene arreglo cuando venga un supuesto papá que a él le guste. Ea, señor, entre usted y yo, eso será cuando los cerdos vuelen.

  4. ¡Prohibido prohibir! La consigna del hippysmo de principios de los 60′, capitalizada en lo político por ese rejunte demoníaco de anarquismo, marxismo y nihilismo que explotó en el Mayo francés del 68′, consigna aniquiladora de toda autoridad, demoledora de toda convivencia y proclamadora ¡vaya paradoja! de la «inclusión» y la «tolerancia», consigna constructora y apañadora de las peores tiranías (marxistas ¡qué coincidencia!) e instrumento eficacísimo de la «guerra cultural» que padecemos como un infierno siempre redivivo. Toda esta escoria inmunda, infiltrada en la Iglesia en el siglo pasado y que sufrimos en los 60, 70 y 80, ahora convertida en política de Estado desde lo más alto de la Iglesia. Ahora que no nos crean idiotas que se tragan que esta sarta de herejías y apostasías sólo viene de Alemania… ¡Por favor!

    1. HERMANOS SEAMOS PACIENTES. RECORDEMOS LA PARABOLA DEL TRIGO Y LA CIZAÑA. EL SEÑOR ESTA PERMITIENDO ESTO EN SU IGLESIA PARA QUE CREZCAN JUNTOS TRIGO Y CIZAÑA Y NO DAÑAR EL BUEN TRIGO QUE LO HAY DENTRO DE LA IGLESIA. A SU DEBIDO TIEMPO EL SEÑOR DISPONDRA LA COSECHA Y YA$SABEMOS EL FINAL. EL BUEN TRIGO AL GRANERO DE DIOS Y LA CIZAÑA QUE HOY LE ESTA HACIENDO DAÑO A LA IGLESIA SERA ATADA Y TIRADA AL FUEGO ETERNO. POR LO TANTO SEPAMOS SER BUEN TRIGO A LOS OJOS DEL SEÑOR Y DEJAR A LOS CISMATICOS QUE SIGAN SU CAMINO SIN RETORNO
      COMO DICE SAN PABLO NADIE SE BURLA DE DIOS

  5. Cuando Cristo dijo aquello de que mi carga es ligera mi yugo llevadero, pensé aquello de Dios aprieta pero no ahoga. Pero todos los días cuelgan en España de una viga cientos de seres humanos de una cuerda por que no han podido soportar esta vida. Unos por una cosa otros por otra. La vida para muchos, ni es ligera ni es llevadera, es espantosa y desesperante. Y no digamos la situación de la iglesia, convertida en el Patio de Monipodio, del esperpento a la astracanada rumbo al abismo. Recuerdo de pequeño cuando me enseñaban en los pueblos el árbol del ahorcado. Pensaba que era broma, entonces no comprendía el suicidio, ahora lo entiendo perfectamente, No hay motivos para la esperanza ni en el mundo ni en nuestra iglesia. Todo tiene un límite. El sufrimiento humano puede llegar a ser insoportable.

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