Las tres decisiones históricas de Benedicto XVI

Vaticano carta Benedicto XVI Benedicto XVI en el día de su elección como Papa.
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(Philippe Maxence en Le Figaro)-Sin duda, llevará tiempo poder apreciar adecuadamente el alcance de la obra de Benedicto XVI. Su renuncia en 2013 invitaba a pensar que tomaba definitivamente el camino del silencio, incluso el del olvido. Ciertamente, él mismo lo habría querido así. Pero también en este aspecto tuvo que aprender a dejar de pertenecerse. Aunque fuera silencioso, aunque fuera retraído, aunque fuera un recluso, Benedicto XVI seguía siendo una referencia.

Poco después de responder a la llamada de Juan Pablo II en 1981 para hacerse cargo de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger recibió el sobrenombre de «Panzer-Kardinal». La expresión fue un shock. Pero era errónea. Cualquiera que le haya conocido puede dar fe de ello. Era un hombre físicamente pequeño. Una sonrisa agradable y unos ojos brillantes de inteligencia ocultaban una especie de timidez. No había nada en él que pudiese recordar a tanque arrasando Francia en 1940. Tampoco era un inquisidor como imaginan los que pintan la época medieval de colores oscuros. Sus rasgos, en cambio, sugerían la imagen de un «cardenal sonriente».

Al frente del antiguo Santo Oficio, el cardenal Ratzinger marcaría el rumbo doctrinal del largo pontificado de Juan Pablo II. Los papeles parecían repartidos. El papa se encargaba casi directamente del escenario, de las multitudes, de los viajes, de la evangelización de pueblos y naciones. Actos que también fueron alabados por el mundo, pero que seguían siendo controvertidos para algunos fieles, como los encuentros interreligiosos de Asís o el beso del Corán. El cardenal, en cambio, se encargaba del trabajo de oficina, de las explicaciones de la doctrina católica, de la creación de un catecismo universal, de afinar las encíclicas papales para no dar paso a interpretaciones heterodoxas. También hubo advertencias y condenas. Cada detalle era una obra a medida, un punto de encaje, una fina costura artesanal. Puro arte en una época que vivía de la industrialización a la china. Se trataba de una disruptiva inevitable.

Cuando Juan Pablo II entregó su alma a Dios, le sucedió Joseph Ratzinger. Fue una sorpresa, pero era inevitable. El papa fallecido había dejado tal huella que era imposible imaginar un sucesor que no fuera un amigo íntimo. También se necesitaba un hombre de dentro del sistema eclesial para reformarlo. Era urgente porque la estructura papal estaba a punto de estallar. El cardenal Ratzinger era el hombre indicado para hacerlo. Lo era tanto más cuanto que no había tenido miedo de hablar el Viernes Santo de 2005 sobre el fango que ensuciaba la Iglesia.

Joseph Ratzinger fue elegido rápidamente y adoptó el nombre de Benedicto XVI. Se esperaba, por tanto, que reformara la curia a fondo. Era una expectativa legítima, pero sin duda era no conocer bien al nuevo Pontífice. Veía las cosas desde arriba. ¿Demasiado alto? ¡Quizás! Prefirió una reforma a gran escala, una reforma benedictina que pretendía restaurar la unidad de la Iglesia y la paz en su seno mediante unos pocos actos decisivos.

El primero fue depurar las responsabilidades derivadas del Concilio Vaticano II. El 22 de diciembre de 2005 pronunció un discurso histórico en el que opuso dos interpretaciones del Concilio. La que percibe el Vaticano II como una ruptura con el pasado y la que lo inserta en la continuidad de una renovación siempre necesaria. La segunda, por supuesto, era su preferencia y su política. Representaba un intento de rescatar el Concilio, no de cuestionarlo, ni siquiera de intentar evaluar sus logros. Sin embargo, fue como una explosión.

En otro paso histórico, Benedicto XVI decidió en 2007 poner fin a la disputa litúrgica surgida a raíz del cambio del rito de la misa en 1969. Joseph Ratzinger llevaba décadas trabajando en este sentido. Con su motu proprio Summorum Pontificum, recordó que la misa antigua nunca había sido prohibida y que cualquier sacerdote podía celebrarla. Se creía que se trataba simplemente de un deseo de reconciliación con la Sociedad de San Pío X. Si este deseo no faltaba -como demostró en 2009 el levantamiento de las excomuniones de los obispos consagrados por el arzobispo Lefebvre-, no era el primero. En la mente de Benedicto XVI, el conocimiento de la antigua liturgia debía corregir las deficiencias de la nueva, reinstaurar el arte de celebrar de los sacerdotes en la gran tradición de la Iglesia latina. ¿Una apuesta? Sí, pero fue una apuesta exitosa porque las nuevas generaciones de sacerdotes retomaron con alegría la misa antigua y revisaron su forma de celebrar la nueva.

Menos conocida por el gran público, otra decisión iba en la misma dirección. En 2009, Benedicto XVI creó estructuras de acogida para los anglicanos que quisieran convertirse al catolicismo. Eran herederos de un rico patrimonio litúrgico y artístico difícil de abandonar. Benedicto XVI les permitió conservar esta tradición anglicana sin dejar de ser plenamente católicos desde el punto de vista doctrinal y disciplinar. El éxito fue modesto, pero real. Sobre todo, formó parte de la reforma benedictina que se intentó llevar a cabo entre 2005 y 2013.

¿Cuál es el resultado? Al lanzar a la Iglesia por el camino sinodal, el papa Francisco ha puesto fin definitivamente a cualquier interpretación de continuidad respecto al Vaticano II. Su motu proprio Traditionis custodes intentó anular Summorum Pontificum, prohibiendo la celebración de la misa tradicional en nombre del mismo concilio. Aunque los obispos anglicanos siguen pasándose al catolicismo, los ordinariatos creados para acogerlos han dejado de ser una vía privilegiada y una respuesta clara a la desviación del ecumenismo.

Por supuesto, la obra teológica de Benedicto XVI es de gran finura y calidad. Sin duda, la Historia arrojará luz algún día sobre las condiciones reales de su renuncia. Sobre todo, es posible que su pontificado pase por el tamiz del Evangelio, que dice que la semilla que cae en tierra debe morir para dar fruto. Así, entre los jóvenes sacerdotes alimentados con la leche de Summorum Pontificum se encuentra sin duda el papa del mañana. ¿Benedicto XVII?

Philippe Maxence es periodista y escritor, redactor jefe de «L’Homme Nouveau».

Publicado por Philippe Maxence en Le Figaro

Traducido por Verbum Caro para InfoVaticana

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Comentarios
36 comentarios en “Las tres decisiones históricas de Benedicto XVI
  1. El artículo está mal redactado o mal traducido. Donde dice (las mayúsculas y la numeración son mías, para que se aprecie el error):

    «SE OPUSO a dos interpretaciones del Concilio. 1) La que percibe el Vaticano II como una ruptura con el pasado y 2) la que lo inserta en la continuidad de una renovación siempre necesaria. La segunda, por supuesto, era su preferencia y su política».

    Si se hubiera OPUESTO a las dos interpretaciones señaladas, como afirma el texto, es obvio que la segunda de ellas no habría sido «su preferencia y su política».

    1. También hay que recalcar que Ganswein secretario personal del Papa Emérito, ha declarado algonque contradice al propio Papa Benedicto y es que atribuye la promulgación de Summorum Pontificum como un intento de alejar a los fieles de la Fraternidad San Pio X, cuando en realidad al poco tiempo de Summorum Pontificum levanta las excomuniones a los Obispos de dicha fraternidad, haciendo justicia pues habían sido muy criticadas y cuestionadas dichas excomuniones, ademas Summorum Pontificum la promulgó Benedicto, según el Padre Charles Murr, porque luego de Ecclessia Dei de Juan Pablo II, los obispos del mundo lo desobedecieron abiertamente, no permitían -ilegalmente- la Misa Apostólica Tradicional como lo ordenaba Juan Pablo II, a raíz de esa rebeldía de Obispos mal sanos, su sucesor Bendicto, ordena que cualquier sacerdote puede oficiar sin permiso de su Obispo, pues ña Misa Tridentina nunca había sido abrogada y no podía serlo por nadie por ser parte de la Tradición de la Iglesia

      1. Indudablemente Benedicto XVI fue un gran Cardenal, un Papa extraordinario, pero ya está bueno. Ya se murió, ya lo enterraron ¿podríamos tocar temas de actualidad eclesial? Digo, es que tanto Benedicto XVI, que si esto, que si lo otro… ya cansan con lo mismo.

        1. Pues habrá que seguir con lo mismo, a ver si se cansa tanto que desaparece (y, con usted, sus disparates e insultos). Pero no caerá esa breva. Además, ¿qué sería de la sección de comentarios sin troll? Por cierto: ¿y para cuándo el exorcismo? Que escriba un comentario sin echar espumarajos por la boca, como es habitual en usted, no indica que ya no lo necesite (una flor no hace primavera, y usted sabe perfectamente que sí lo necesita; y quienes le leen habitualmente aún lo saben más).

    2. El problema básico de Benedicto es que quería aplicar la doctrina de la evolución de Darwin/Hegel a la teología para explicar los cambios de doctrina: quiere pasar del mono al hombre sin ruptura porque quiere en continuidad, para concluir con el mismo efecto final de una ruptura: porque o bien haya ruptura o bien haya continuidad, se concluye con lo mismo: han cambiado el mono por el hombre, es decir, cambiaron la Tradición por el modernismo de todas formas.
      ¿Qué me importa si el proceso es por ruptura o por evolución? Que no admito el cambio de doctrina porque es un acto cismatico tenga continuidad o tenga ruptura.

  2. Ejemplos de teología de exquisita finura:
    1. La Antigua Alianza nunca ha sido abrogada (catecismo del 92). Los judíos no necesitan ser católicos para salvarse (varias declaraciones)
    2. La misa nestoriana Adai e Mari sin palabras de la consagración, es católica y válida (Desde Doctrina de la fe).
    3. Hay que ir a un Nuevo Orden Mundial (primera Navidad como Papa).
    4. La sangre de Cristo no salva, salva su sacrificio de amor, esa falsedad de la satisfacción del sacrificio se la inventó san Anselmo (introduccion al cristianismo)
    5.No resucita la carne, resucita la persona, la resurrección es una experiencia trascendental, una luz y un salto evolutivo (en varios libros); los evangelios contienen añadidos posteriores y partes no históricas ( Jesús de nazaret).
    Aquí se habla el evangelios, y si no te gusta, no estás en comunión perfecta.

    1. y yo añado más….defiende el ecumenismo, con todas las consecuencias doctrinales que ello conlleva. Ciertamente era un ilustre heterodoxo…¿cierto? ¿Podrá ser Santo aún con ésto o cae en herejía al obviar el Concilio de Florencia entre otros? Yo he leído de todo por estos lares.

      1. Déjese de cháchara, que lo que usted llama «ecumenismo» es el condenado siempre por la Iglesia y nada tiene que ver con BXVI. ¿Sabe cómo lo defendía él? Creando el Ordinariato Anglicano para que los anglicanos se incorporen a la Iglesia, no diciéndoles que las religiones falsas salvan y no necesitan moverse de donde están, como se hace ahora. Y ¿sabe por qué? Por las consecuencias doctrinales que usted cree al revés: fuera de la Iglesia no hay salvación y Cristo EXIGIÓ (no recomendó) predicar el evangelio y bautizar a todo el mundo ASEGURANDO que quien no crea SE CONDENARÁ. Ande, enmiende la plana al mismo Cristo y repita lo de «en aquel tiempo no había grabadoras», a ver a cuántos católicos convence (a los herejes, ya convencidos, no tiene mérito reforzar sus errores). Conclusión: lo que usted cree y lo que creía BXVI se parece como un huevo a una castaña, por lo que puede ahorrarse lo de «si él es hereje, yo también», porque no ha lugar.

        1. hombre, ¡cuánto tiempo sin saber de ti! y eso que no te interesa mis mensajes. El Papa ciertamente creó el Ordinariato Anglicano por la barbaridad y el desastre en que incurrieron los anglicanos al aceptar barbaridades que van ya contra el mismo sentido común. Punto. La causa estaba en la degradación de la iglesia anglicana. Son causas más…digamos… más ¿políticas? por las que, juiciosamente creó el Ordinariato Anglicano.
          Imposible que se parezca lo que yo creo a lo que creía el papa muerto como un huevo a una castaña, puesto que – me has convencido – creo lo que BDXVI creía sobre la Antigua Alianza y sobre el ecumenismo. Es que me da miedo ser hereje…ya sabes…el infierno. Pero creo también que lo que decía el papa alemán, en relación a ésto, difiere algo – un poquitín sólo – de lo que dijeron los padres conciliares florentinos.

          1. Viendo como piensan algunos no me extraña que se haya abolido la figura del «promotor de la fe» (advocatus diaboli). ¡Qué malas personas debían ser! ¿Cómo puede haber gente tan crítica?
            A propósito de “la abominación desoladora” del Lugar Santo, algunos entendieron que se produjo cuando Antíoco Epífanes erigió un altar a Júpiter sobre el altar de los holocaustos en el templo de Jerusalén y sacrificó un cerdo; algún padre de la Iglesia que con la entrada de las águilas romanas en Tierra Santa; otros que fueron los zelotes al establecer en el templo su cuartel general. ¿Qué habrían dicho los padres de la Iglesia si hubieran visto encima de un sagrario un ídolo de Buda y a un
            brujo demoníaco sacrificando un pollo encima del altar de Santa Clara? Yo tengo claro que si esto ocurre hace 500 años, se podían haber dado con un canto en los dientes si solo terminaban excomulgados y no ardiendo en la hoguera. ¡Viva el ecumenismo! ¡Soma, soma, soma…!

          2. «creo lo que BDXVI creía sobre…»

            Lo que usted debe creer si quiere salvarse son los dogmas definidos por la Iglesia, y no las ocurrencias dichas por nadie, que además se parecen a las creencias de usted como un huevo a una castaña. BXVI: «fuera de la Iglesia no hay salvación». Usted: «todo el mundo se salva: herejes, cismáticos, apóstatas, judíos, paganos, ateos… y hasta la rana Gustavo; todos salvo los católicos, que son unos rígidos». Igualito, igualito, vamos (el que no se consuela -léase «autoengaña»- es porque no quiere).

          3. Bueno, nadie sabe a ciencia cierta quien se va al infierno o no ¿cierto, católico o lo que seas? Si después de leer a Ratzinger y creer como ´´él que la A. Ley no está fenecida me voy al infierno ¿donde crees estará él ahora? Te hago esta pregunta, que por supuesto no me responderás – nadar y guardar la ropa – Yo creo – soy el único autorizado a decir lo que creo yo – en estos puntos (ecumenismo) lo que creía todos los papas desde PVI y por supuesto, coincido en estos puntos con el Santo Padre Francisco. Y deja de decir estupi deces de la Rana Gustavo, Espinete y los teleñecos…que hace muchos años que yo perdí los dientes de leche.

          4. Y no tergiverses con medias mentiras, entrecomillando frases que supuestamente yo he dicho. Y aprende a debatir con un mínimo de honestidad intelectual.
            Supuesta frase mía que me atribuyes. Católico o lo que seas: «Usted: «todo el mundo se salva: herejes, cismáticos, apóstatas, judíos, paganos, ateos… todos salvo los católicos, que son unos rígidos»» Lo segundo que yo no he dicho ni sostengo ésto nunca, puesto que nadie se salva por sus creencias – los demonios creen y tiemblan – sino por sus obras (fe sin obras…) En este punto: ecumenismo y salvación o no de los no católicos creo lo que sostenía el CVII y Papas como Francisco. ¿Es hereje Francisco por ésto?. En qué escrito de BNDXVI se sostiene sobre este punto la misma tesis de los padres conciliares del concilio de Florencia. Dímelo y así salgo de dudas. Es mera curiosidad intelectual.

          5. Qué pesado es usted y cuánta chorrada dice. Conviértase a la fe católica y deje de marear la perdiz y hacer esos ridículos juegos de palabras que usted cree ser sarcasmo. Llamar «tesis de los padres conciliares del concilio de Florencia» a un dogma definido «ex cathedra» de forma solemne por Su Santidad el Papa Eugenio IV en el Sacrosanto y Ecuménico Concilio de Florencia (dogmático), en el máximo ejercicio de la autoridad apostólica y la infalibilidad pontificia, y al tiempo fingir que es usted católico (qué risa), no se le ocurre ni al que asó la manteca. Pero los herejes son «asín». Menos mal que el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María o el de su Asunción en cuerpo y alma a los cielos, son «tesis» que no afectan a su neurosis obsesiva y no tendremos que leer en los comentarios de todas las noticias, en sesión continua, sus desvaríos heréticos al respecto.

          6. Sigues sin responder a las preguntas que te estoy haciendo y le das vuelta a la perdiz y sales por donde quieres, eso sí, una parrafada para decir …nada, estu pideces. Y no me insultes. Haz el favor. Te lo repito una vez más. Y no te quejes de que soy un maleducado cuando tú – siempre hablado de usted a todo el mundo – faltas el respeto a otros foreros que tienen actitudes intolerables, ciertamente. Católico o lo que seas: hay que responder con amor a los insultos y no ponerse al mismo nivel….caridad cristiana, hermano.
            Te digo lo que creo, después de que me hayas convencido:
            – yo digo que la A. Alianza no ha fenecido. Como el papa alemán sostiene en «Jesús de Nazaret»
            – yo sostengo en cuanto al ecumenismo y las otras religiones, lo que el Papa Francisco sostiene.
            ¿por esas dos afirmaciones mías soy herético o somos heréticos? venga, chaval, a otro perro con este hueso. Descansa.

          7. Y no leas mis mensajes, porque incurres en contradicción cuando dices que a nadie interesa y luego lees y respondes como un histérico a todos ellos. Y descansa, que no se puede madrugar tanto y responder antes a mensajes casi a las dos de la madrugada: luego pasa lo que pasa. Un consejo, hermano

          8. Ya sólo le faltaba decidir a qué hora escriben los demás comentaristas. ¿Usted se lee? Si ni siquiera puede saber dónde estoy o qué hora es donde esté. Lo suyo son los disparates de cualquier tipo, no sólo religiosos. A ver, grábeselo en la cabeza: no, no voy a responder a lo que usted quiera cuando usted quiera. No, no voy a responder a lo ya respondido mil veces porque usted padezca neurosis obsesiva. No, no refuto sus herejías para convencerle a usted de nada, sino para que no escandalice. No, usted no cree lo que ningún Papa, por más que repita el mantra. No, los libros comerciales no anulan dogmas definidos «ex catedra» (que no pueden ser anulados), los escriba BXVI o la abeja Maya. No, sus obsesiones no son el tema de esta noticia ni de ninguna en las que va colocando a modo de spam sus deposiciones. Y no, corregir al que yerra no es falta de caridad, sino una obra de misericordia. Conviértase a la fe católica y déjese de gaitas.

          9. deposiciones? eres un maleducado. Caes en lo que criticas. Yo no digo a nadie cuando debe de escribir o no, pero como vi en el mensaje que insultabas a otro forero esa hora, pensé que eras español. Era una broma, porque es bueno no perder contigo el sentido del humor cuando escribo. NO le des más importancia, chaval.
            Si creo lo que BDXVI cre´ía sobre la Antigua Alianza y lo que Francisco sobre el ecumenismo, y me llamas – que poco me importa, por cierto – hereje y me dices que me convierta al catolicismo cuando llevo siendo católico de Misa diaria toda mi vida…pues que quieres que te diga, otra estupidez tuya más me hace sonreir.
            ¿son herejes esos papas también? esa pregunta me la hago…es para aclararme.

          10. «deposiciones? eres un maleducado. Caes en lo que criticas»

            ¿Pero qué dice usted? Está desvariando a toda velocidad. Si además de maleducado es usted un ignorante, los demás no tienen la culpa. ¿Dónde está la mala educación en la palabra «deposición» aplicada a este contexto? ¿Conoce usted el Diccionario de la Real Academia Española? Pues se lo recomiendo:

            Deposición: 1. f. Exposición o declaración que se hace de algo.

            «…pero como vi en el mensaje que insultabas a otro forero esa hora, pensé que eras español»

            Lo primero, no mienta: no hay ningún insulto en el comentario que señala (no reír las gracias y llamar bonito a un troll no es «insultarle»); y lo segundo, claro que soy español (qué tendrá que ver lo que le he dicho con ser español o no: ¿los españoles no pueden estar en otra parte que en España, o, si lo estan, deber dormir o escribir cuando usted quiera? No se entera usted de nada, da igual si el tema es religioso o prosaico.

    2. Así que usted sabe más teología que Benedicto XVI. ¡Cuanta soberbia, Dios mío, cuanta soberbia! Y todo eso que usted dice que dijo BXVI ¿en qué web lo ha leído o escuchado?

      1. Seguramente sabe bastante menos teología que Benedicto pero, en algunos aspectos, más ortodoxa que parte de su obra. Dios me libre de comparar a Benedicto XVI con Lutero, como hace el cardenal Kasper con Bergoglio (éste le devuelve el cumplido diciendo que hace teología de rodillas), pero Lutero de teología sabía bastante; como Orígenes, a quien atribuyeron herejías como que Satanás sería finalmente perdonado o que existía subordinación entre las Divinas Personas.
        De todas formas su argumento no pasa de ser un juicio personal sin ninguna base; desconociendo la formación teológica de este señor lo compara usted con alguien a quien usted tiene por una eminencia teológica. Él ha argumentado, ha puesto las citas donde puede encontrar usted los errores, tan solo tiene usted que confrontarlas con lo que es de fe en la doctrina de la Iglesia y sacar sus conclusiones. No lo va a hacer, no sea que descubra que es verdad.

    3. Gracias, uno. Eso es para que no se diga que tú no muestras pruebas contundentes.
      Pero de lo que no sabía nada de nada, era de la opinión que tenía sobre la liturgia celebrada por los nestorianos.
      ASí nos va por el alejamiento de Dios.

  3. El que no quiera ver que la teología de Benedicto XVI está plagada de errores doctrinales tiene un problema mental grave que se llama papolatría emotiva irracional. ¿Qué tiene que ver que fuese buena persona y no quisiera aborto, comunistas o mujeres curas?¿Eso qué tendrá que ver? Sigan con el rollo confundiendo a la gente.

  4. Que haríamos sin usted Señor UNO. Sin usted y sin Belzunegui en su día, jamás hubiera llegado a conocer hasta que punto eran heréticas las conclusiones del concilio. Pero una vez conocido esto sin lugar a dudas y profundizado en los errores conciliares, y lo que queda por investigar, qué podemos hacer los católicos que sabemos que esta religión ya no es la de nuestros antepasados, ni la de nuestros padres, ni la de los anteriores concilios. Nos han cambiado nuestra fe y casi nadie se ha dado cuenta, o bien les ha dado exactamente igual, nos han hecho una estafa de libro. Y esa estafa es sangrienta por que gracias a ella se renunció al reinado social de Cristo y en consecuencia, las leyes laicas sin inspiración divina nos abocan por ejemplo, al genocidio del aborto. Solo nos queda agarrarnos a lo dicho por Benedicto en su testamento final, solo Cristo salva, solo Cristo es camino, verdad, y vida, solo Cristo vence. Gracias.

  5. Sobre el beso del Corán, me he permitido poner aquí parte de la respuesta que he dado a «MD Renovado» en otra entrada: «¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo tampoco posee al Padre. Quien confiesa al Hijo posee también al Padre’ (I Juan 2:22-23).-“Ellos dicen: El Misericordioso tiene hijos. Acabáis de proferir ahí una enormidad. 92-Poco falta para que los cielos se hiendan al oír estas palabras, que la tierra se entreabra y que las montañas se desmoronen. 93-Por que atribuyen un hijo al Misericordioso. A él no le acomoda tener un hijo.” (Coram, Sura XIX, María, 91,92,93). “Los que dicen que Dios es el Mesías, hijo de María son infieles. Respóndeles: Quién podría, de cualquier manera que esto sea, impedir a Dios si quisiese aniquilar al Mesías, hijo de María, y a su madre y todos los seres de la tierra” (Sura V, La mesa, 19).

  6. Benedicto XVI como pontífice hizo muy buena labor, pero se quedó corto.
    Y habiendo tanto por hacer no entiendo que renunciara.
    Sin embargo, a pesar de sus limitaciones, siento un profundo afecto por su persona.

  7. Las 3 novedades históricas.

    1) La expresión “hermenéutica de la continuidad” es una novedad de corto recorrido. En la Iglesia siempre se ha hablado de tradición; pero claro, si se identifica tradición con progreso (vid. “Introducción al cristianismo” p. 34), tienes un problema del que hay que salir de alguna manera.

    2) El rito llamado tridentino no ha desaparecido gracias Mons. Lefebvre y la FSSPX, sin estos, Benedicto nunca hubiera promulgado Summorum Pontificum. Efectivamente la Historia pondrá a cada uno en su lugar. No obstante, hay que reconocer el positivo efecto que ha producido la promulgación de SP que ha dado a conocer la Misa de los Santos Padres a un número creciente de fieles.

    3) En cuanto a la acogida de los anglicanos es poco menos que de risa que se considere un hecho histórico. El hecho histórico en este sentido es el descenso ininterrumpido de fieles católicos en el mundo desde hace décadas.

  8. La Iglesia necesita urgentemente un Benedicto XVII que corrija los errores de Francisco y enderece el rumbo por la senda de la verdad.

    1. Totalmente de acuerdo con usted pero, ¿no podría ser un Pío XIII? ¡Y por Dios, que no sea eminente teólogo; esos a escribir a un claustro! Con que se sepa a pie juntillas el catecismo de San Pío V o de San Pío X vale, sin tener que estar dilucidando cuantos ángeles caben en la punta de un alfiler. Con la basura que hay que barrer ahora mismo en la Iglesia ponerse a escribir es vicio. Que enmarque en su despacho el consejo que dio Don Quijote a Sancho Panza gobernador: «No hagas muchas pragmáticas, y si las hicieres, procura que sean buenas, y sobre todo que se guarden y cumplan, que las pragmáticas que no se guardan lo mismo es que si no lo fuesen, antes dan a entender que el príncipe que tuvo discreción y autoridad para hacerlas no tuvo valor para hacer que se guardasen; y las leyes que atemorizan y no se ejecutan, vienen a ser como la viga, rey de las ranas, que al principio las espantó, y con el tiempo la menospreciaron y se subieron sobre ella».

      1. ¿Un Pío XIII, dice? Usted pide demasiado. Con la composición del actual colegio cardenalicio, con que sea católico nos deberíamos dar con un canto en los dientes.

        1. ¨Tú, tú….oposita a Papa y así aprovecha el tiempo y haces algo de provecho a parte de responder a mensajitos y luego decir que aunque les respondas no te interesa. Eres la contradicción y el cinismo personificado. Opinando sobre el conocimiento de los señores cardenales cuando ni eres cura ni eres nada..es de chiste.

          1. 1) A Papa no se oposita.
            2) Aprovecho muy bien mi tiempo y me sobra para refutar sus herejías (aprenda).
            3) Coincido con usted en valorar lo que escribe como «mensajitos» (no tienen más categoría que éso).
            4) Usted, que no es la contradicción y el cinismo personificado, disimule un poco mejor, porque se parece bastante a lo que usted hace.
            5) Lo de «opinar sobre el conocimiento de los señores cardenales cuando ni eres cura ni eres nada» realmente es de chiste, coincido con usted. Pero por su parte, no por la mía.

            Se ha propuesto soltar una majadería detrás de otra y ha cogido tal velocidad que ningún otro troll le va a alcanzar. Así que, ya puede descansar usted, pues hace tiempo que se ha cubierto de gloria, sin necesidad de ir «mejorando» (ya ha tocado techo).

          2. acaso crees lo de opositar a Papa lo de´cía yo en serio? qué barbaridad. jejeje que grado de estolidez. NO pillas ni una. Pero es que no me lo puedo creer que no cojas los chascarrillos. De verdad que estoy sorprendido…¡¡¡¡que era una broma irónica!!!! incredibile!
            Bueno, sí, aprovechará mejor el tiempo respondiendo a otros mensajes. Eso sí eres muy bueno. Poquito más.
            El punto 4 y 5 no lo contesto. No merece la pena: son insultos y yo no me abajo a tanto.
            Pero qué barbaridad: creerse que una persona puede opositar a Papa jejejeje.
            Me caes bien: lo intentas y eso es lo importante.

          3. un saludo. Hasta la próxima. Cierro por aquí las respuestas. Y perdona si te he ofendido en algo. Pero lo de opositar a Papa me he destornillado de risa.

          4. «Pero es que no me lo puedo creer que no cojas los chascarrillos»

            No es que no se le entiendan los chascarrillos, sino que no tienen ninguna gracia. Si prefiere que se lo diga así de claro…

            «Y perdona si te he ofendido en algo»

            No lo ha hecho.

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