El colegio de consultores de la diócesis de Menorca ha elegido al sacerdote Gerard Villalonga Hellín como administrador diocesano. La elección ha tenido lugar el martes 15 de marzo, tras la toma de posesión de Mons. Francisco Simón Conesa Ferrer como obispo de Solsona el pasado sábado 12 de marzo.
El sacerdote Gerard Villalonga Hellín, actualmente vicario general y judicial, estará al frente de la diócesis de Menorca hasta el nombramiento del nuevo obispo.
Según el Código de Derecho Canónico (Canon 427). “El administrador diocesano tiene los deberes y goza de la potestad del obispo diocesano, con exclusión de todo aquello que por su misma naturaleza o por el derecho mismo esté exceptuado.” El Canon 421 añade que «el Administrador diocesano, es decir, el que ha de regir temporalmente la diócesis, debe ser elegido por el colegio de consultores antes de ocho días a partir del momento en que éste reciba noticia de la vacante de la sede».
Además el Canon 425 establece que «para el cargo de Administrador diocesano sólo puede ser designado válidamente un sacerdote que tenga cumplidos treinta y cinco años y no haya sido elegido, nombrado o presentado para la misma sede vacante. Debe elegirse como Administrador diocesano un sacerdote que destaque por su doctrina y prudencia».
Gerard Villalonga, administrador diocesano de 2015 al 2017
Gerard Villalonga nació el 29 de abril de 1958 en Mahón (Menorca), diócesis en la que recibió la ordenación sacerdotal el 20 de junio de 1987. De 1990 a 1993 cursó estudios en la Universidad Gregoriana de Roma, donde alcanzó el grado de Licenciado en Derecho Canónico y realizó un posgrado de especialización en Jurisprudencia.
Es vicario general desde 2011 y vicario judicial desde 2015. Además es, desde 2005, canónigo y deán de la catedral basílica de Menorca. Ya fue administrador diocesano de esta diócesis del 22 de septiembre de 2015 al 7 de enero de 2017.
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