Osoro, sobre la inmigración: “No hablemos solamente de datos o de números, sino de personas»

Carlos Osoro inmigración
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En la carta semanal del arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, éste recuerda el reciente viaje del Papa Francisco a Chipre y Grecia, y dedica la misiva a la inmigración, uno de los temas principales del viaje papal.

El fenómeno migratorio “exige respuestas claras y coherentes, que salven y promuevan la dignidad y la seguridad de las personas que llegan a nuestras fronteras”, escribe el purpurado.

“Hoy vemos a hombres y mujeres, a familias enteras con sus hijos, provenientes de las regiones más pobres, que huyen del hambre y la guerra y vienen a tocar las puertas de Europa en situaciones muy precarias, buscando mejores condiciones de vida y un futuro”, recuerda el arzobispo de Madrid.

Osoro recuerda las palabras del Pontífice en Lesbos, donde dijo que son «comprensibles» y normales «los temores y las inseguridades, las dificultades y los peligros» que esto provoca, “sobre todo cuando estamos inmersos en una crisis económica y social por la pandemia”, añade el cardenal.

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Sin embargo, el arzobispo de Madrid indica que “la mayoría de estos miedos se diluyen cuando miramos a los migrantes a los ojos y vemos en ellos a personas como nosotros, a hijos de Dios y hermanos nuestros con sus sueños y proyectos”.

Francisco en Grecia dijo que los problemas no se resuelven «levantando barreras» ni mirando para otro lado o lavándose las manos, sino «uniendo fuerzas para hacerse cargo de los demás según las posibilidades reales de cada uno y en el respeto de la legalidad, poniendo siempre en primer lugar el valor irrenunciable de la vida de todo hombre, de toda mujer, de toda persona».

La tarea de la Iglesia, explica Osoro, “es precisamente la de romper esos muros y tender puentes”. “Como os he dicho en otras cartas semanales, hemos de dar pasos decididos para construir la cultura del encuentro, frente a las actitudes de defensa y de recelo, o de desinterés. Hemos de construir un mundo más fraterno, en el que no cabe la intolerancia, sino que hay respeto y solidaridad”, escribe el cardenal Osoro.

El arzobispo de Madrid señala que, en la Biblia, “Dios nos manda acoger al migrante, al extranjero”. “La acogida y la integración están en el núcleo del mensaje cristiano, como también recuerda Jesús cuando nos dice que «fui forastero y me hospedasteis»”, añade.

Hoy está en juego el rostro de nuestra sociedad, asegura Osoro antes de lanzar una serie de preguntas: “¿damos valor a cada vida?, ¿somos conscientes de que el progreso de un pueblo no está solamente en el desarrollo tecnológico o económico? Y yo, ¿soy capaz de conmoverme ante alguien que llama a mi puerta?, ¿construyo mi vida al margen de la realidad y del sufrimiento de los demás?”. “Una sociedad sin corazón pierde la capacidad de compasión. Y una sociedad que no tiene compasión no crea futuro, es estéril”, indica.

Al ver al Papa entre los refugiados de Lesbos, Osoro confiesa que le recordó a la parábola del Buen Samaritano, y se hizo dos preguntas: “¿puedo permanecer indiferente ante la migración?, ¿doy rodeos como varios de los que aparecen en la parábola y huyo de esta realidad sufriente?”.

“Cuánto bien me hace recordar aquellas palabras de Jesús: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!»”, confiesa el purpurado. “Ante la realidad de los migrantes, percibo que hemos de hacerlas nuestras”, escribe Osoro.

“La experiencia de mi vida me indica que hay que conocer para comprender. Cuando se conoce y se ve toda la realidad en su contexto, se comprende mejor”, señala el cardenal español.

“No hablemos solamente de datos o de números, sino de personas, con historias reales. Esa es la manera de hacernos prójimos y de servir con el amor del Señor”, concluye el arzobispo de Madrid.

Les ofrecemos la carta completa del arzobispo de Madrid:

En su reciente viaje a Chipre y Grecia, el Sucesor de Pedro nos ha recordado y ha puesto ante nuestros ojos y ante nuestro corazón el fenómeno migratorio. Este exige respuestas claras y coherentes, que salven y promuevan la dignidad y la seguridad de las personas que llegan a nuestras fronteras.

Hoy vemos a hombres y mujeres, a familias enteras con sus hijos, provenientes de las regiones más pobres, que huyen del hambre y la guerra y vienen a tocar las puertas de Europa en situaciones muy precarias, buscando mejores condiciones de vida y un futuro. Como subrayó Francisco en Mitilene, son «comprensibles» y normales «los temores y las inseguridades, las dificultades y los peligros» que esto provoca, sobre todo cuando estamos inmersos en una crisis económica y social por la pandemia, pero la mayoría de estos miedos se diluyen cuando miramos a los migrantes a los ojos y vemos en ellos a personas como nosotros, a hijos de Dios y hermanos nuestros con sus sueños y proyectos. Los problemas, en palabras del Papa, no se resuelven «levantando barreras» ni mirando para otro lado o lavándose las manos, sino «uniendo fuerzas para hacerse cargo de los demás según las posibilidades reales de cada uno y en el respeto de la legalidad, poniendo siempre en primer lugar el valor irrenunciable de la vida de todo hombre, de toda mujer, de toda persona».

La tarea de la Iglesia es precisamente la de romper esos muros y tender puentes. Los creyentes sabemos que Dios nos ama, que hemos sido creados a su imagen y semejanza, y que le ofendemos cuando dejamos a un hermano «a merced de las olas, en la marea de la indiferencia, a veces justificada incluso en nombre de presuntos valores cristianos», en expresión del Pontífice. Nuestro estilo tiene que ser «el estilo de Dios: cercanía, compasión y ternura». Como os he dicho en otras cartas semanales, hemos de dar pasos decididos para construir la cultura del encuentro, frente a las actitudes de defensa y de recelo, o de desinterés. Hemos de construir un mundo más fraterno, en el que no cabe la intolerancia, sino que hay respeto y solidaridad.

En la Biblia, en el libro del Deuteronomio, Dios nos manda acoger al migrante, al extranjero. La acogida y la integración están en el núcleo del mensaje cristiano, como también recuerda Jesús cuando nos dice que «fui forastero y me hospedasteis». Hoy está en juego el rostro de nuestra sociedad: ¿damos valor a cada vida?, ¿somos conscientes de que el progreso de un pueblo no está solamente en el desarrollo tecnológico o económico? Y yo, ¿soy capaz de conmoverme ante alguien que llama a mi puerta?, ¿construyo mi vida al margen de la realidad y del sufrimiento de los demás? Una sociedad sin corazón pierde la capacidad de compasión. Y una sociedad que no tiene compasión no crea futuro, es estéril.

En estos días de la visita del Papa Francisco, viéndole entre los refugiados en Lesbos, recordaba la parábola del Buen Samaritano y me hacía estas dos preguntas: ¿puedo permanecer indiferente ante la migración?, ¿doy rodeos como varios de los que aparecen en la parábola y huyo de esta realidad sufriente? Cuando alguien sufre, en el margen del camino, podemos pasar de largo, mirar para otro lado, y seguir como si no pasara nada. O podemos detenernos, escucharlo, curar sus heridas y acompañarlo. Cuánto bien me hace recordar aquellas palabras de Jesús: «¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo!». Ante la realidad de los migrantes, percibo que hemos de hacerlas nuestras. Acerquémonos a quienes llegan con la identidad propia de un discípulo de Cristo, que tiene la vida del Señor en él y dice a quien encuentra: «¡Ánimo, soy tu hermano, no tengas miedo!».

La experiencia de mi vida me indica que hay que conocer para comprender. Cuando se conoce y se ve toda la realidad en su contexto, se comprende mejor. No hablemos solamente de datos o de números, sino de personas, con historias reales. Esa es la manera de hacernos prójimos y de servir con el amor del Señor.

Con gran afecto, os bendice,

+Carlos, Cardenal Osoro Sierra

Arzobispo de Madrid

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Comentarios
50 comentarios en “Osoro, sobre la inmigración: “No hablemos solamente de datos o de números, sino de personas»
  1. Si buscan respuestas claras y coherentes,, que busquen entonces quién manipula a toda la gente para que emigre.
    Porque no es posible que de buenas a primeras, en todo el mundo, como si se tratara de conocidos entre ellos, TODOS decidieron salir de sus países por el hambre.
    ¿Cómo? ¿ Y antes, no tenían hambre? Todo lo provocan los psicópatas,, a ellos habría que pedirles cuentas del sufrimiento que ocasionan. Ríos y ríos de gente que camina, que navega, y todo de un momento a otro .
    Que buenos son para organizar.

    1. Comentario que me parece simplista. Ya anunció Jesús que el pobre seria el último discípulo y que siempre los habría sobre la tierra, quizás para que practicáramos la caridad con mayúsculas. No creo que a nadie se le ocurra dejar su casa y su patria por gusto. Nadie está obligado a vivir en el infierno.

        1. 😀, gracias Blanca,, tal vez EP no se ha enterado que ésas palabras fueron dirigidas a Judas, el Iscariote.
          Aquí un Cardenal muy bueno dice:
          Fíjense que a quién ayuden , verdaderamente necesite ser ayudado, porque sobran impostores.
          Judas se escandalizó,,¿porqué no dar ése dinero a tanto pobre? 😄
          Pocos son los que de verdad ayudan a los pobres,, los otros son de la teología de la liberación.
          Cristo dijo: pobres siempre los tendrán,,a Mi no.
          Pobres más bien nosotros,,que nos quieren quitar a Cristo y nos quieren dejar en la indigencia
          Pero por esa pobreza nadie aboga,, salvo los buenos sacerdotes, que gracias a Dios hay muchos aún.

          1. Sigo pensando que esas elucubraciones sobran. Vayamos a lo nuclear. El que no tiene caridad permanece en la muerte. Y como se decía en esta vieja España; haz el bien y no mires a quien. Ante la duda, ayudar al prójimo como a uno mismo. Ese es el mensaje del evangelio, el mandamiento más importante después de el de amar a Dios sobre todas las cosas. Quizás por esta evidente falta de caridad de la que hacemos gala tantos cristianos, Dios permite que los impíos se ensañen con nosotros.

          2. ¿Hay mayor falta de caridad que pretender llenar la tripa de los pobres (o peor, pretender que lo hagan otros) y descuidar su alma y su salvación eterna? Porque la única diferencia entre lo que la Iglesia hacía antes y hace ahora es ésa: ahora parece que sólo le preocupa satisfacer las necesidades lo materiales, de las que también se ocupaba antes, pero no en exclusiva y no como lo más importante. El pobrismo «oenegero» materialista está a años luz del Evangelio, de la verdadera caridad y de la principal misión de la Iglesia.

          3. EP,, ¿ así que así se decía en ésa vieja España?
            ¿Y porqué cuando les conviene aceptan lo viejo, y cuando no, lo rechazan?
            ¿ Tú recibes en tu casa a un sólo migrante ? 😀 Hasta la vuelta les has de hacer.
            Sólo hablas de dientes para afuera, ,

  2. Cuando la guerra de Bosnia no se llenó España de bosnios que yo sepa. Aquí cada uno va a lo que le conviene. Unos están por mantener el orden y otros están por quitar muros para que el liberal capitalista usurero de nariz aguileña pueda contratar barato mano de obra esclava como en su revolución industrial.

    1. Y para que todo funcione ya se encargan ellos mismos de mantener en la miseria con neocolonialismo a los mismos de siempre y le organizan luego el viaje también. Son muy listos.

      1. Uno usted dio en el centro del problema: » el liberal capitalista usurero de nariz aguileña»
        Ahi esta la raiz del mal, siempre ha estado alli pero han logrado con su manipulacion mediatica imbecilizar a tantos que ahora son incapaces de verlo o lo que es peor nos han entrenado como perros de pavlov a no pensar que son ellos los responsables y mientras tanto seguimos viendo netflix…(ironia).

    2. Estimada Spes, no tengo por qué justificarme, será Dios quien me juzgue, pero ya que me lo pides, te diré que fui miembro de una organización y abogado de ella que se llama Granada Acoge, a los inmigrantes que llegaban exhaustos, desfallecidos, cuando no muertos al puerto de Motril (Granada). Con esa experiencia espeluznante tengo mas que suficiente. Pero no tendríamos que pasar por eso para entender que debemos aplicar al prójimo todas las obras de misericordia sin excusa alguna. Tú como mejicana deberías de tenerlo tan claro como yo..

      1. También estimado EP :
        Mis queridos hermanos mexicanos tienen pasando la frontera,,desde antes que yo naciera. Creo que la gran mayoría lo hace sólo por mejorar económicamente, y lo consiguen, a cambio de ése bienestar, los hacen cambiar de religión, y lo hacen, no todos claro.
        Nunca habían ido a invadir en masa, porque no estaba aún el NOM, éso es nuevo,, no es caridad para unos ni para otros, es una manipulación maquiavélica que se hace del pobre Si, y sufrido ser humano.
        La Iglesia nunca anduvo en
        ésos líos,, solo cuando estaba la religión de por medio.

        1. Vaya términos con nuestro obispo….falta de respeto, odio, anticristos ……¿la voz de su amo?….el vuestro desde luego no viene de Dios. Buenas noches.

  3. Con el debido respeto, los feligreses estamos indefensos e impotentes ante monumental problema cuya resolución corresponde a las autoridades. Y respecto a la invasión islámica debería recomendarles como persona pública que fuesen a Arabia, emiratos , etc. países super ricos en los que no encontrarían problema de adaptación. Los cristianos ya sabemos a quien tenemos que amar, no hace falta la demagogia, monseñor. También hay que hacer constar que España es el primer país hospitalario y humano del mundo.

  4. Qué cosa más rara, las riquezas de Arabia y alrededores sólo atrae a los filipinos. A los de otros países pobres más cercanos, a esos no. Es como una trola muy bien montada.

  5. Sería mucho más justo y productivo ayudar al necesitado en su país de origen y luchar contra las causas que empujan a las migraciones masivas: desigualdad, injusticia, corrupción, etc … en los países de origen. Antes que el derecho a emigrar, tendríamos que hablar del derecho a una vida digna en tu propio país, en tu propio hogar.

      1. Y ya estamos hartos de maneras de hablar necias «ay es que no son números, son personas»??? ¿Qué quiere decir esa sandez? ¿Ahora me «enfadaré» cada vez que se diga que mi ciudad tiene tal número de habitantes, o que mire mi número de DNI? Las personas se cuentan, ¿no?

  6. En la parábola del buen samaritano, que menciona el Cardenal, vemos que hay un hombre al que han robado y dejado malherido, y otro, un extranjero samaritano, que lo lleva a un hospicio para que le cuiden hasta que se aseguren que se recobra y puede continuar con su vida. Nada se dice de que el buen samaritano le acoja en su casa y de por vida, y menos a alguien que fuerce la puerta de su casa y entre al asalto para establecerse, sustentarse de los recursos del huésped y sin intención de integrarse en sus formas de vida.

  7. Osoro sigue el discurso ideológico falaz y sensiblero de su líder Francisco, en favor de la invasión musulmana de Europa. Quiero pensar que no lo hacen por malicia sino por ingenuidad.

      1. Qué tiquismiquis son algunos cuando le interesa. Con la doctrina no lo son tanto. ¿Hay algún problema con el empleo de la palabra «líder»? Según la RAE, un líder es aquella persona (sea Papa o bombero) que dirige o conduce un partido político, un grupo social U OTRA COLECTIVIDAD. Está perfectísimamente dicho «líder» en este caso. En vez de aprovechar cualquier excusa para atacar a los católicos, y más a un sacerdote, lo que debería hacer usted es aceptar la fe católica y dejar su religión a la carta.

  8. Tras mi ausencia, he comprobado con tristeza que sacerdote católico sigue con su dureza de corazón habitual. Predique el amor al prójimo y deje de instar a la expulsión de ningún ser humano. Eso no puede ser cristiano.

      1. Si el mundo funcionara con algo de justicia (no digo ya con caridad), primaría la ayuda a los países necesitados ( empobrecidos muchas veces por la rapiña de los países ricos) en sus lugares de origen, y se lucharía contra las causas que empujan a las migraciones masivas: desigualdad, corrupción, guerras… Y aún así, quedaría un inmenso espacio en nuestro corazón para acoger al extranjero, como Jesús nos pide. Teniendo en cuentas ese espacio, no sobran las palabras del Cardenal

      1. …hay que hacer lo mismo con los inmigrantes musulmanes ilegales que nos invaden para d e s t r u i r nuestra civilización cristiana.

        1. Va a ser imposible que nos pongamos de acuerdo en este tema. Llamar a esto civilización cristiana es estar ciego ante una realidad deplorable, donde los valores cristianos brillan por su ausencia, en un proceso masónico de aniquilación del patrimonio espiritual del pueblo español, ante la mirada indolente de la jerarquía de la iglesia. Yo lo tengo claro, ante un musulmán cumplidor de su religión y un réprobo español me quedo con el primero. Saludos.

          1. Pues yo no: los réprobos españoles se condenarán éllos solitos, pero de momento no apalean y queman vivo a nadie como acaban de hacer los de la «religión de la paz» en Pakistán, por ejemplo. Aún no lo hacen aquí, pero espere a que sean mayoría y «democráticamente» impongan la ley islámica…

  9. Los principios migratorios de todo país normal que quiere respetar su propia existencia son estos:

    1. SOBERANÍA: las fronteras forman parte de la esencia de una patria y nación

    2. IMPERIO DE LA LEY: se ha de respetar la ley de un Estado

    3. SEGURIDAD: por razones obvias, la seguridad nacional es lo primero que hay que proteger

    4. INTEGRACIÓN: es la identidad cultural y nacional

    5. SOSTENIBILIDAD: es la capacidad ecológica del país para sostener a la población emigrante que consume agua, tierra, recursos naturales…

    Asia tiene 4.500 millones y África 1.200 millones de habitantes, un total de 5.700 millones, mientras que la UE tiene 450 millones. Sólo con que venga un 10% de los 5.700 millones, ya representan 570 millones de emigrantes adultos, más que el total de la UE. Y no digo nada si viene la familia reagrupada… ¿hablaríamos de 1.000 o 1.500 millones?

    ¿Por qué la emigración no se reubica en los países ricos del Golfo Pérsico del petrodólar?

  10. Papa Francisco: los inmigrantes son «los nuevos crucificados, los campamentos de refugiados son campos de concentración, etc.
    Ayaan Hirsi Ali: Parte de la inmigración acogida por Europa… está mancillando los derechos de las mujeres europeas. Que muchas de estas están teniendo que asumir «actitudes» propias de sus homólogas en los países islámicos para defenderse. Que denunciarlo es «prácticamente imposible» por la dictadura de «parte del supuesto progresismo». Y que Europa está conspirando «contra los derechos de las europeas» al no controlar «que la integración sea real y quienes llegan acepten los valores del lugar al que llegan»
    Islamistas: «Conquistaremos Europa con el vientre de nuestras mujeres»

  11. Para muro de la peor especie, el que levanta la «Iglesia del nuevo paradigma» en el Camino hacia el Reino de los Cielos, repudiando como la peste el predicar el Evangelio a los «hermanos migrantes», por aquello de no hacer proselitismo, aunque ella no pare de hacerlo del ecologismo y de la fraternidad universal al margen de Jesucristo. «¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que cierran a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entran ustedes, ni dejan entrar a los que quisieran» (Mt 23,13).

  12. Todo es pura palabrería. Tal como dicen los obispos africanos, la Iglesia tiene que promover el desarrollo justo en todos los países y no promover la emigración de los países pobres, a los ricos.

  13. CARLOS ¿no te das cuenta que nadie te toma en serio? Lo tuyo ha sido la habilidad para trepar pero una vez llegado a lo alto tu falta de categoría moral se pone de manifiesto. ¡Cuánto mejor si te hubieras quedado en alguna parroquia de la Vega de Pas y ahora no serías un fracasado en todos los frentes!

  14. Claro, personas son todos, los nacionales y los de fuera. ¿Quien lo cuestiona? Qué cosa más absurda. Pero que sean personas, no implica negar la plena legitimidad del Estado soberano para regular el flujo inmigratorio conforme a sus propios intereses.

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