El obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Pla, presidirá, en el Cementerio de los Mártires de Paracuellos, la misa con ocasión del LXXXV Aniversario del Martirio de 143 beatos de Paracuellos de Jarama. En este día la Diócesis de Alcalá de Henares celebrará también la Jornada Mundial de los Pobres, apuntan desde la diócesis.
La celebración de la Santa Misa tendrá lugar mañana, domingo 14 de noviembre, a las 12 horas. Concelebrarán superiores y representantes de las órdenes a las que pertenecen los religiosos y sacerdotes cuyos restos mortales descansan en este Camposanto.
Datos:
En la Guerra Civil española, durante la batalla de Madrid de 1936, varios miles de prisioneros fueron asesinados en el paraje del Arroyo de San José, en Paracuellos de Jarama. Las matanzas se realizaron con ocasión de los traslados de presos, conocidos como “sacas”, desde diversas cárceles de Madrid entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre de 1936. Muchas de aquellas víctimas fueron asesinadas únicamente como consecuencia de su fe católica y en el contexto más amplio de la persecución religiosa que venía dándose en España desde años atrás. Al finalizar la guerra aquel paraje fue progresivamente dignificado construyéndose allí una pequeña iglesia y dando lugar a lo que hoy conocemos como Cementerio de los Mártires de Paracuellos.
Dicho Cementerio está custodiado por la Hermandad de Ntra. Sra. de los Mártires de Paracuellos, asociación de fieles católicos perteneciente a la Diócesis de Alcalá de Henares.
Según consta en los archivos, son miles las víctimas inocentes, centenares de ellas menores de edad, cuyos restos descansan en aquel Camposanto. De entre dichas víctimas hay sacerdotes y seminaristas de, al menos, ocho arzobispados y diócesis: Archidiócesis de Madrid, Arzobispado Castrense, Archidiócesis de Toledo y las Diócesis de Getafe, Ciudad Rodrigo, Jaén, Lugo y naturalmente Alcalá de Henares.
Allí también reposan los restos mortales de centenares de religiosos pertenecientes, al menos, a 20 órdenes religiosas: Agustinos, Capuchinos, Carmelitas, Carmelitas Descalzos, Claretianos, Dominicos, Escolapios, Franciscanos, Hermanos de las Escuelas Cristianas, Hospitalarios de San Juan de Dios, Jerónimos, Jesuitas, Marianistas, Maristas, Misioneros Oblatos, Paules, Pasionistas, Redentoristas, Sagrados Corazones de Jesús y María y Salesianos.
De entre estos religiosos ya han sido beatificados por el papa San Juan Pablo II, el papa Benedicto XVI y ahora el papa Francisco, 143 mártires: 63 religiosos Agustinos, 22 Hospitalarios de San Juan de Dios, 13 Dominicos, 6 Salesianos, 15 Misioneros Oblatos, 3 Hermanos Maristas, 1 sacerdote de la Orden de San Jerónimo, 1 Capuchino, 1 religioso de la Orden del Carmen, 9 Hermanos de las Escuelas Cristianas (La Salle) y 9 miembros de la Familia Vicenciana.
Por otra parte, el 26 de octubre de 2019 a las 17 horas, en la Catedral-Magistral de Alcalá de Henares tuvo lugar la Sesión de Clausura de la Fase Diocesana de la Causa de beatificación y canonización por declaración de martirio de D. Eduardo Ardiaca Castell y 43 compañeros; los restos mortales de 19 de ellos descansan también en el Cementerio de los Mártires de Paracuellos: 7 religiosos Agustinos, 5 religiosos Maristas y 7 laicos.
Además, el pasado 12 de diciembre de 2020, en la Catedral de Madrid tuvo lugar la apertura del proceso diocesano de beatificación por martirio de 140 siervos de Dios, entre ellos 32 cuyos restos mortales reposan en el Cementerio de los Mártires de Paracuellos.
De entre los miles de seglares católicos, cuyos restos mortales descansan en ese mismo lugar, muchos pertenecían a asociaciones y movimientos apostólicos como Acción Católica, la Adoración Nocturna Española o las Congregaciones Vicencianas.
Todas estas circunstancias hacen del Cementerio de los Mártires de Paracuellos un lugar sagrado, un verdadero ‘coliseo’ español, una verdadera «‘catedral’ de los mártires», levantada con la sangre de multitud de Testigos de la Fe, muchos de ellos elevados ya a la gloria de los altares.
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Emociona llegar o salir del aeropuerto de Madrid, y ver la gran cruz blanca de Paracuellos, que testimonia públicamente, la perseverancia de los valientes mártires, que derramaron su sangre a imitación de Cristo, y lograron la palma de la victoria.
Pero ten en cuenta que no ha sido una misa tradicional. ¿»Vale»?
¿Por qué tiene usted esa fijación? ¿De verdad le aporta algo?
Y a Vd. Que le importa?
Parece el Monaguillo mariano
Se lo vuelvo a decir: Y si lo parezco, ¿qué? Si cree que hay algo erróneo en lo que dice Sacerdote mariano o cualquier otro comentarista, dé su opinión al respecto. ¿Qué ha querido aclarar con que no es una misa tradicional? Lo sabemos todos, no sólo usted. Esa fijación que tiene no es buena para usted, no para los demás, y no tiene ninguna razón de ser. Debería reflexionar en ello.
Al hablar de Paracuellos tenemos que dejar de usar la palabra «presos» y sustituirla por «rehenes» que se ajusta más a la realidad
No eran rehenes: eran personas secuestradas de sus casas y encarceladas por el solo hecho de no ser afines a los partidos políticos y sindicatos que conformaban el Frente Popular y por profesar la fe católica, en un claro ejemplo de los genocidios perpetrados por los socialistas/comunistas, como en el caso de Katyn, Polonia, que durante décadas negaron. Fue algo sistemático y planificado. La persecución religiosa en España no comenzó durante la guerra, sino desde el mismo momento de la proclamación de la II República en 1931, en que se dedicaron a quemar iglesias y conventos, dando sus primeros mártires en 1934 y en la primavera sangrienta de 1936, y, por tanto, mucho antes de que comenzara la guerra. Sigue, además, el mismo patrón que adquirió dicha persecución para el exterminio de la religión (exterminando a quienes la profesaban), en Méjico y otros países. La excusa de los «rehenes» no se ajusta a la realidad en absoluto.
Ridículo inculto.
Mejor dicho, ya salió el troll de izquierdas, infiltrado para confundir y desprestigiar a los católicos
Quien justifica a la izquierda y el genocidio contra los católicos es el que trata de relativizarlo hablando de «rehenes», cuando las víctimas fueron presos secuestrados de sus casas (no prisioneros capturados en un campo de batalla) y, como reconoce la Iglesia, mártires. Espero que haya aprendido algo de historia y de cómo la Iglesia les reconoce como tales.