¿Por qué no nos hablan nuestros pastores de la preparación ante la muerte?

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Hay algo que me tiene muy desconcertado estas últimas semanas, y me gustaría compartirlo con los lectores: ¿por qué no aprovechan nuestros pastores, la jerarquía, la cúpula eclesial e incluso la Curia Romana para predicar sobre los Novísimos, ya saben, Muerte, Juicio, Cielo e Infierno? O, más específicamente, ¿por qué no nos enseñan a los fieles, por qué no nos urgen a prepararnos para la muerte?

No es como si fuera algo excepcional. La última vez que miré, la tasa de mortalidad en nuestra especie, en cualquier nación, raza, sexo o grupo ideológico, sigue estando en el 100%. Es decir, todos vamos a morir. De hecho, eso siempre se ha considerado un punto clave en nuestra fe. No es algo que pase desapercibido, tampoco, en quien lea el Evangelio; no hay nada especialmente ‘traddie’ o rígido o semipelagiano en recordar que vamos a morir, que no sabemos el día ni la hora y que se trata de un momento en el que se decidirá nuestro destino para una vida, la verdadera, que no acabará nunca.

De hecho, ha sido tradicionalmente un tema homilético muy común. Uno entiende que, en nuestra civilización plácida y segura, con una esperanza de vida muy elevada, puede resultar un tema chocante, propio de un aguafiestas en una reunión de sociedad. Pero para el cristiano es un punto fundamental, y pocos actos de caridad puede haber tan evidentemente esenciales como recordar que no estamos aquí para simiente de rábanos, sino para vivir eternamente junto a Dios una eternidad de dicha inefable o apartados de Él una eternidad de dolor, en ese infierno que es la realidad teológica más citada por Nuestro Señor.

De un tiempo -el postconcilio, para ser precisos- a esta parte, el asunto se ha ido arrinconando como un secreto vergonzante y de mal gusto, pero morimos igual, aunque sea algo más tarde y aunque la muerte se disimule cuanto se pueda. Bien, esta es la ocasión perfecta. Estamos todos encerrados en casa, manteniendo la distancia con nuestro prójimo y tomando medidas que hacen cierta e inevitable una depresión económica planetaria por una única razón: porque en esta pandemia hay gente que muere, y porque tememos que nos toque a nosotros o a los nuestros. ¿Qué mejor momento, entonces, para que nuestros pastores nos ayuden a bien morir?

En el Colegio cardenalicio hay ya dos purpurados infectados. Habrá más. El Papa ha protagonizado una imponente bendición urbi et orbi bajo la lluvia en una desierta Plaza de San Pedro, brillante por la lluvia. ¿Por qué no nos ha animando a bienmorir? ¿Por qué no nos ha animado con lo que nos espera al otro lado de las puertas temibles de la muerte? No se me ocurre nada más urgente y práctico en este momento, mucho más que acordarse de la salud del planeta que, ay, no está hecho para durar eternamente, al contrario de cada uno de nosotros? Nos pide en las últimas misas en Santa Marta por quienes mueren en soledad. ¿No era el momento perfecto para darnos unas cuantas claves, de lo que nuestra fe tiene que decir sobre un momento tan importante?

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Comentarios
46 comentarios en “¿Por qué no nos hablan nuestros pastores de la preparación ante la muerte?
  1. Porque creen que todos nos salvamos, sin necesidad de estar bautizados, sin necesidad de estar arrepentidos. Vamos, que están dispuestos y son capaces de entrar a la fuerza al Cielo, si es preciso con pico y pala, incluso a los que no se quieran salvar.

    1. Qué razón tiene, Mariela. «Universalismo», es el nombre de esta creencia herética. Una más del Modernismo que nos atenaza.

    2. Es difícil fingir predicando de lo que ni se cree ni importa siquiera. El tinglado eclesiástico está cuajado de Manuel Buenos –ya ni santos ni mártires–, a los que se ha ido elevando y promoviendo decenio tras decenio.

    3. El modernismo tiene mucho de herejia pelagiana, pues propone que la salvación ya no se produce por el sacrificio propiciatorio de la cruz ofrecido en el ofertorio de la misa de Trento, ahora la salvación es una construcción humana según la libertad de conciencia y culto que se construye libremente cada uno, porque cada uno ya es digno, ya tiene dignidad humana de elegir la religión de su conciencia como dice el cvii, pq Cristo se encarnó dignificando supuestamente la naturaleza humana. Por eso en el Novus Ordo lo que se le ofrece a Dios es el fruto de la tierra y del trabajo de los hombres, como diciendo que lo que salva es el esfuerzo pelagiano de trabajar cada uno en su salvación. Si el hombre ya tiene dignidad humana para elegir su propia religion, quiere decir que el bautismo no sirve para dignificar a nadie, es innecesario.

        1. Es un tema imprudente. Si hablan de prepararse a bien morir, tendrán que decir que hay que confesar los pecados al sacerdote y recibir la Unción de enfermos y el viático, todo el arsenal sacramental que el Señor dejó a su Iglesia para posibilitar a los fieles morir en gracia de Dios y salvarnos. ¿Cómo van a decirnos que llamemos al sacerdote, si los han encerrado en casa, cerrado las iglesias y nos dicen que nos conformemos con ver la misa por la tele y hacer un acto de contrición? ¿Alguna vez ha sido tan difícil como ahora acceder a los Sacramentos? O tienen al ejército replegado, que es la situación actual, o mandan a los soldados a la batalla. No pueden animarnos a pedir lo que no están dispuestos a dar. Es una cuestión de coherencia.

      1. Porque CRISTO es el CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA. La preparacion a la muerte la tiene el cristiano a traves de la catequesis. El papa habla con claridad de lo que ocurre y sin olvidar la trascendencia a lo que estamos llamados.
        Les recuerdo que el Vaticano II, fue convocado por un legitimos sucesor de Pedro y elegido con todos los canones: JUAN XXIII.
        Si las resoluciones del Concilio, no satisface sus expectativas, es su problema. La Iglesia seguira igual su camino, asistida por Aquel que dijo: «estare con ustedes, hasta el fin de los tiempos».
        No se preocupen hermanos, que la Iglesia seguira con UNIDAD aun en la DIVERSIDAD. Y a esta es la que debemos llegar. Para que el clamor del Señor no sea en vano: «Padre, oro por estos y los que vendran…que sean uno con un solo Pastor, para que el mundo crea». Como va a creer, si ponemos tantos palos en la rueda?
        Bendicioned

        1. Exacto tu comentario Alfredo…. Acá parece que son más papistas que el Papa y se creen con derecho a juzgar como el sucesor de Pedro conduce la barca

  2. De la muerte, el mundo, solo conoce el sin sentido color oscuro de la noche. La muerte para los que mueren para nunca más vivir no es progresía; no gusta porque no come ni bebe; ni tergiversa el sentido de esa pasión animal que llaman amor y no guerra.

    Siempre lo he dicho el gran fallo de la Iglesia, a mi juicio, ha sido y sigue siendo el no haber sabido inculcar a sus fieles el justo sentido de la muerte; el porqué y para qué tanto para el justo como para el recalcitrante pecador existe la muerte del cuerpo físico del individuo que nos definirá si somos dignos, o no, de alcanzar una nueva vida libre de la angustia y de la duda constante en este vivir muriendo sin terminar de morir día a día.

  3. Recuerdo que en el colegio salesiano al que asistí por seis años, mensualmente se realizaba el Ejercicio de la Buena Muerte, una práctica de oración y meditación de aproximadamente media hora.
    Éramos niños y adolescentes llenos de vida y sin embargo ese recordatorio de nuestra última hora no afectó negativamente en nuestras psiquis. Al contrario, aprendimos a convivir amistosamente con ese trascendental paso y de alguna manera darle significado a cada una de las tareas de nuestras vidas adultas.
    Saber vivir y saber morir es un arte al que nuestra Iglesia no le está sabiendo prestar el debido respeto y afán que merece.

  4. Hola me dirijo a vos Carlos Esteban que firmas este artículo y te propongo algo….porque es cierto que los que tienen que hablar callan.
    Hay muy buenas páginas esta es una que hablan de temas esjatologicos.
    Son pocas.
    Sería bueno que pongan Uds y esas páginas tradicionales en estos días artículos sobre la condenación eterna.
    Por supuesto son asuntos serios acá no hay trivialidad ni respetos humanos….en estos temas es la verdad pura y simple.
    Jesús hablo sin tibieza del infierno….Maria hablo sin tibieza del infierno…un santo que también hablo fue el Padre Pío y Santa Gemma Galgani…Uds como página podrían subir material acerca de las palabras de Nuestro Señor y su Santísima Madre y de tantos santos místicos que describen de manera pavorosa el mundo espiritual.
    Gracias.
    Licia.

  5. Es correlativo con el silencio sobre la penitencia: para qué penitencia, si Dios es bueno… Por eso esta pesadilla no se acaba ni tiene visos de hacerlo. Esta pesadilla, que si algún sentido tiene es mover a conversión a una sociedad sumida hasta el cuello en la depravación.

  6. Cómo van a hablar de los novísimos si cambiaron el Padre Nuestro para que nadie dijera perdona nuestra deudas. Hay que tener mucha maldad y mala idea para cambiar las deudas del purgatorio por simples ofensas. Perdona nuestras ofensas significa perdona nuestros pecados. Lo que no entienden estos modernistas es que aunque Dios perdone tu ofensa, sigue quedando una deuda que hay que satistacer en el purgatorio. Esta gente se ha cargado la teología y sólo han quedado para pedir la x del irpf. A santo de qué van a hablar ellos de los novísimos ¿cuales novisimos, si los han quitado del padrenuestro y todos por obediencia han tragado?

    1. Dios no perdona los pecados porque sí como llevan sesenta años enseñando, el pecado aún perdonado, es una deuda que hay que pagar y satisfacer a Dios o en la vida o en el purgatorio. Es una aberracion doctrinal lo que han hecho con el padre nuestro, con la misa y con todo lo que esta gente ha tocado. No hay ninguna obligación de obedecer las reformas de esta gente, sino que la obligación del católico es seguir la Tradicion, eso es no estar en cisma con la iglesia, el cisma son ellos, q tendran los templos pero no tienen la verdadera fe.

      1. Estimado Uno, aprecio mucho sus comentarios, personalmente los considero solidos teologicamente.
        Supongo que usted frecuenta la misa tridentina y no el adefesio postconciliar.
        Saludos!

        1. Opino igual, Tertium.
          Ahora sigo por YouTube la Misa tridentina y desde luego, no hay comparación.
          Lo que sí tiene comparación es la «novus ordo» con la pantomima protestante. Quien no me crea, que se asome también a YouTube y lo vea con sus propios ojos. El resultado de la comparación es que son prácticamente iguales, canciones incluidas.
          Me quedo con la Santa Misa Tridentina, de aquí a Lima.
          Dios se merece lo más bello.

          1. Mariela, lo siento por tí. Se ve que no has participado en una Misa novus ordo bien celebrada. Aunque el rito extraordinario sea legítimo no es excluyente. Ahora solo te falta acoger el resto de las tesis lefevbrianas y culpar al Concilio, al Catecismo de la I.C. a san Juan Pablo II y a Benedicto XVI.

          2. Gaullista.
            Por fortuna, sí asisto, es un decir, asistía hasta el confinamiento, a Misas bien celebradas.
            Pero cuando comparo los textos de la liturgia, el «novus ordo» se me queda corto.
            Nadie, nadie, absolutamente nadie me ha sabido explicar por qué si la intención era que la Santa Misa se dijera en lenguas vernáculas, no se tradujeron los textos para decir lo mismo que en la de Trento.
            Es algo que agradecería profundamente que alguien me explicara.
            Por otro lado, me seguirá gustando más el canto gregoriano al aporreo de una guitarra con música de los Beatles. Que ya no se puede, pero se sigue…
            Si que me guste lo bello es ser lefevrista, pues nada. Lefevrista…

          3. La pregunta que te haces sobre los textos yo también me la he hecho. Hay carencias deliberadas en las que se ve la mano de gente como Bugnini. Nada es perfecto, (ni tampoco en el rito antiguo). Pero en el Novus también se ve la mano del Espíritu Santo simplificando las formas y acercándolas al pueblo. Al Señor le gusta que le hagan presente entre el celebrante y los fieles, como en la última cena. No de espaldas a los participantes. En cuanto a lo de hacerte lefevbriana no serás la única en este tiempo de confusión, pero ten cuidado de no confundir la ortodoxia con la soberbia, y la belleza litúrgica con el barroquismo…

          4. Gaullista. Deje a Lefebvre porque al final me va a hacer leer su vida y obras.
            La Misa Tradicional no es «de espaldas» sino «de cara» a Dios. El pastor que conduce el rebaño, va delante de él, no mirándolo.
            Los gestos me parecen muy importantes.
            Además, no tengo la culpa de que me guste más espiritual y estéticamente la Misa Tradicional a la que presencialmente he asistido un par de veces, pero que ahora estoy descubriendo por YouTube. Tampoco tengo la culpa de que me aporta la paz que necesito en este tiempo de desconsuelo espiritual. No tengo la culpa de que las palabras, los gestos, me parezcan tan bellos, tan respetuosos, tan dignos. No tengo la culpa de que la guitarra en Misa me produzca erisipela y sin embargo, el canto gregoriano, me ayude a recogerme en oración.
            Yo no sé si será más ortodoxo un rito u otro. No entraré en terrenos que desconozco.
            Sólo sé del poso que dejan en mi alma.

          5. Mariela, yo te lo explico. La intención de celebrar la misa en lengua vernácula no es traducir el canon de la misa de Trento o la misa de trento completa o que la gente se entere del latín. La intención de traducir es manipular la traducción. Y tanto es así, que aunque en latin el novus ordo diga «por muchos», al traducirlo lo traducían «por todos los hombre», cambiando la intención, no por un despiste sino con toda la mala leche del mundo porque lo que persiguen en el fondo es invalidar la misa.

          6. Gaullista: el cuento de que celebrando el novus ordo bien, es una misa correcta y católica no te lo crees ni tu. Ese ofertorio, por mucha devoción y cantos gregorianos que se le ponga es una aberración de ofertorio que cambia la intención de la misa afectando seriamente a su validez. La intencion de la iglesia al celebrar misa no es consagrar el pan y el vino en el cuerpo y sangre de Cristo, sino ofrecer el cuerpo y sangre de Cristo a Dios Padre en sacrificio propiciatorio para la redención de vivos y difuntos. ¿me quieres explicar en qué parte del novus ordo se da a entender y se ve clara la intención de ofrecerle al Padre un sacrificio propiciatorio? Cuando el pueblo responde «el Señor reciba de tus manos este sacrificio…» ¿me quieres decir a cuál sacrificio se refiere? Ofrecer el fruto de la tierra y del trabajo de los hombres no es ningun sacrificio propiciatorio de ninguna redencion que yo sepa.

          7. Gaullista: la misa no consiste en que un cura consagra pan y vino, consiste en ofrecer un sacrificio al Padre con ese pan y vino consagrado en el cuerpo y sangre de Cristo. Por eso, en el ofertorio de la misa católica, que sólo es la de Trento, el cura ofrece «Esta hostia inmaculada» que significa que le ofrece al Padre «esta victima de sacrificio inmaculada». Hostia significa «victima de sacrificio». Me quieres explicar en qué parte del novus ordo se le ofrece al Padre una victima de sacrificio inmaculada? Si el cura en el novus ordo no le ofrece al Padre ninguna victima de sacrificio, me quieres explicar qué intención tiene al consagrar pan y vino y por qué el novus ordo es el sacrificio de la cruz? Pq lo q se hace es representar la última cena en vez del sacrificio¿ pero de donde deduces que es el sacrificio de la cruz? La última cena no es el sacrificio de la cruz, por qué hay que representarla en la misa?

          8. SAN Juan Pablo II: «No hay duda de que la reforma litúrgica del Concilio hs tenido grsndes ventajas para una participación más consciente, activa y FRUCTUOSA de los fieles en el Sto, Sacrificio del altar» (Ecclesia de Eucharistía, 10)

            Benedicto XVI: «En particular, los padres sinodales han constatado y reafirmado el influjo benéfico que ha tenido para la vida de la Iglesia la reforma litúrgica puesta en marcha a partir del C, E. Vaticano II … Los juicios positivos han sido muy numerosos. Se han constatado también las dificultades y algunos abusos, PERO QUE NO OSCURECEN EL VALOR Y LA VALIDEZ DE LA RENOVACIÓN LITÚRGICA, la cual tiene riquezas no descubiertas del todo…. (Sacramentum Caritatis, 3)

            Conviene escuchar a los grandes Papas más que a los enredadores.

  7. La 1.ª lectura de la Misa de hoy, martes, ilumina, y adquiere una posibilidad de lectura actualísima, a la luz de la situación que estamos viviendo. ¡Qué pocos «pastores» han escrutado la Escritura para intentar leer la a la luz de la fe!

  8. No viví el ante-concilio, pero conozco lo que fue la ex-tradicional Iglesia (desaparecida totalmente), y conozco la recta conciencia de personas mayores de edad.
    De los últimos 20 años que conozco, excepto rarísimas ocasiones, he oído muy poco ó casi nada, de la gravedad del Pecado y sus “especificaciones”, de la terrible realidad del PUR GA TO RIO y de la eterna TE RRI BLE realidad del IN FI ER NO.
    Y, al contrario, siempre he oído suavizar ó relativizar ambas realidades (pe ca do / in fier no ). Hasta tal punto de oír muchas veces en Velatorios y Misas de Difuntos, que los mismos “ya todos gozaban de la presencia de Dios”.

  9. Y me pregunto, basado también en visiones privadas ¿sabrá la Iglesia que Fátima y demás actuales Profecías no son chiste?
    ¿Sabrán los cas ti gos Divinos que acontecerán en la Tierra, por el Pecado? ¿Si los conocen, a esta altura, de tanto dominio de Sa ta nás, prefieren callar para no escandalizar? ¿creen ó imaginan que por este silencioso proceder, al no tener conciencia del condenarse, todos los hombres se salvarán?
    Si las respuestas fueran POSITIVAS, sería a mi entender: un grande error, una per ver sa mentira y un engaño más del vivo De mo nio tergiversando la Revelación Bíblica.
    Por sobre todo, porque somos Cristianos, también sabemos, y no buscando un Consuelo de es tú pi dos, que DIOS saca bienes de los males; aquí la CRUZ.

  10. Entonces doy vuelta la trama; imaginando toda dominación y conspiración que pueda haberse tejido y organizado para destruir a nuestra Madre Iglesia, Su Espíritu y las virtudes Cristianas; y también, MÁS que MÁS a Sa ta nás LIBERADO en la Tierra…sea lo que fuere, resistir contigo Jesús y María, en vuestra Verdad y Amor, hasta morir.

  11. ¿Por qué no nos hablan nuestros pastores de la preparación ante la muerte?

    – Porque da yuyu y miedito, y es el fin del coche, la torrecita, las fiestuquis, las birras, las gambas, las langostas, el foie-gras, las series y las pelis, del fútbol…

  12. Por la misma razòn que no se administran los sacramentos. Se han olvidado de la salvaciòn de almas. Ayer dialogando con un amigo que es diàcono me llamaba egoìsta y me reprochaba que le diera màs importantcia a mi alma que a la salud de las personas ya que si voy a comulgar o confesarme estoy poniendo en peligro al sacerdote y la salud de muchas personas. Yo le explique que lo entendìa pero con unas medidas de protecciòn como el uso de guantes y mascarilla, limitaciòn del aforo, guardar la distancia de seguridad se podrìa intentar. Aunque siempre existe riesgo. El mismo que el de ir al banco, a la ferreterìa o una tienda de informàtica. Y me decìa que el papa ha dado unas disposiciones y que si no creo que Dios pueda actuar de otra manera. Le conteste que para Dios no hay nada imposible y actua de maneras que ni imaginamos pero los sacramentos son el camino màs directo y seguro para la salvaciòn. Me contesto pero ya pase de seguir con el debate.

      1. Nb. Además de a la ferretería, también se puede ir a comprar el pan, cualquier alimento, ir al banco, ir a la gasolinera.
        Estar encerrados en casa no quiere decir ignorar las cosas que funcionan fuera de mis cuatro paredes.

  13. El lenguaje misericordítico, acelerado por Bergoglio, no incluye vocablos como novísimos, purgatorio, infi erno, conversión, condena, salvación, penitencia, redención, sacrificio, cruz, calvario, mortificación, ascética, ayuno, abstinencia, pureza, castidad, adoración del Santísimo, de rodillas ante el Sagrario, paternidad, familia numerosa, adulterio, Trinidad, divinidad de Jesucristo, Inmaculada Concepción, etc etc.

    El lenguaje de la misericorditis que padecemos es muy pobre y muy vago. Se reduce a diálogo, encuentro, acogida, inclusión, acompañamiento, discernimiento, ecumenismo, puentes, no muros, fraternidad sin paternidad y poco más.

    El coronavirus ha puesto de manifiesto la parquedad e insuficiencia de ese lenguaje. Ha desenmascarado a la misericorditis aguda que padecemos. Ha dejado patente, si es que hiciera falta, que la misericorditis no salva; es más: lleva al infi erno.

  14. Quizás no se predica en las redes sociales, lo cual es un signo de cobardía como mínimo, pero lo hacen a nivel personal, ¿quién lo sabe a ciencia cierta?
    De todas maneras le doy la razón, Carlos Esteban, cuando muchos están enfermos, algunos muy enfermos de coronavirus, es el momento preciso para pensar en la muerte, en Dios y el más allá. Es el momento en el que la evidencia de nuestra limitación personal nos hace dejar de lado la soberbia, y nos hace acudir a Dios, recordando que Jesucristo es Dios y nos ha redimido.
    Estoy segura que en este trance muchos volverán a tener hambre de Dios, y eso es una gracia inmensa. El Señor que es misericordioso les espera ante la más mínima apertura del alma hacia Él, dándoles el alimento espiritual que precisan para acogerse a Su santa Redención.
    Oremos por todos los enfermos y moribundos.

  15. … porque la lógica del evangelio es que al final todos nos salvamos.: » Ber-gog-lio» Todos? Así no más? Los mandamientos, los sacramentos son pasaportes para llegar a la gracia de Dios, mediante el camino verdad y vida: JESÚS. Cómo siempre las ambigüedades. Estoy de acuerdo con Carlos Esteban. Más planeta, más ecología, más…; muy poco de todo lo que ha expuesto Belzunegui.

    1. Lo poco es lo que vengo llamando «migajas católicas» para no perder a los papólatras, a los idólatras, que han colocado a Bergoglio por encima de Jesucristo, quien lo colocará en su sitio, en un lugar en el que no cree pero que verá, si no se convierte.

  16. Mi más cordial felicitación a Carlos Esteban por un artículo que mete el dedo en la llaga de la misericorditis aguda, que ya supura. Espero, hasta con ansiedad, el siguiente. Muchas gracias.

  17. Quede sorprendido con la exactitud de la palabra de Dios cuando el Señor le contesto al Rey Salomón en el II libro de crónicas, cap. 7, ver 13:

    “Si yo cierro el cielo y no llueve, si yo mando a la langosta devorar la tierra, o envío la peste entre mi pueblo; 14.y mi pueblo, sobre el cual es invocado mi Nombre, se humilla, orando y buscando mi rostro, y se vuelven de sus malos caminos, yo les oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.”

    ¿ Tan difícil, tan imposible, le resulta a nuestra jerarquía, empezando por Bergoglio, invocar la Sagrada Escritura, que forma una unidad no fragmentada y que nos invita, nos apela, nos urge, nos zarandea, a la conversión ? ¿ Porqué, ni siquiera la Iglesia, escucha el grito de Dios ?

  18. Totalmente de acuerdo con UNO.
    Y yo añado que este CVII y toda la Jerarquía desde entonces, Incluyendo a todos los los Papas , desde Juan XXIII, que lo convocó, (sabiendo perfectamente lo que hacía), hasta Francisco incluído, todos ,- Sin Excepción- , son cómplices , por acción u omisión. Y de ahí para abajo, más de lo mismo.

  19. Cuanto “doctor de Iglesia” anda suelto por estas latitudes. Es una làstima que la formación católica y la práctica de las virtudes escasee tanto. Falta una buena formación religiosa.

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