El Kirchensteuer o la simonía de la Iglesia alemana

Imagen simbólica de Kirchensteuer
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En Alemania, la más rica de las iglesias nacionales católicas pese a la fuga masiva de fieles, solo hay un modo de evitar el impuesto religioso (entre el 8% y el 10%): apostatando. Para el profesor Roberto de Mattei, se trata de un claro caso de simonía y, por tanto, ilegítimo.

El Kirchensteuer o impuesto religioso vigente en Alemania no es como nuestra X o el Ocho por Mil italiano, que el fiel elige libremente pagar o no en su declaración de la renta. Allí no hay que marcar nada en una casilla: simplemente, el Estado te pregunta cuál es tu religión, y si es la católica, tienes que pagar aproximadamente el 9% al episcopado alemán. El único modo de evitarlo es mediante la firma de un documento oficial, Kirchenaustritt, por el que el contribuyente declara no pertenecer (o dejar de pertenecer) a la Iglesia. Es decir, con una apostasía formal.

Esto es lo que hace que la Iglesia alemana, a pesar de perder fieles a miles cada año, sea una de las más ricas del mundo, y esto es lo que para el profesor De Mattei es un caso claro de simonía. La simonía es la comercialización de lo sagrado, poner un precio a los sacramentos y ritos a los que todo fiel tiene derecho por el mismo hecho de serlo.

Cita De Mattei a Santo Tomás a este respecto: “Recibir dinero por la gracia espiritual de los sacramentos es un pecado de simonía que no puede justificarse alegando costumbre alguna… Si, por tanto, se exigiese cosa alguna como pago de un bien espiritual, con con la intención de comprar o de vender, se cometería simonía; especialmente si se exigiese contra la voluntad del contribuyente”.

Porque la apostasía formal del Kirchenaustritt significa que al sujeto se le negarán los sacramentos e incluso ser enterrado en sagrado o enterrar a sus deudos dependientes. Y es claro que quien firma el Kirchenaustritt simplemente para no pagar un impuesto que se considera abusivo y sin intención real de abandonar la fe católica no actúa por propia voluntad, sino coaccionado.

En el caso alemán, la extorsión es espectacularmente grave, porque en realidad consiste en amenazar a los fieles con la expulsión de la Iglesia y la negativa a administrarle los sacramentos para obtener dinero. Es, por demás, curioso que una iglesia nacional que permite sin sanción actitudes y opiniones contrarias a la fe se muestre tan tozudamente rígida cuando se trata de cobrar unas cantidades que, dado el nivel de vida alemán, suponen una verdadera montaña de dinero. Como lo es que esta Iglesia tenga un peso desmesurado en cuanto a tendencias teológicas -fue la que financió y promovió el reciente Sínodo de la Amazonía- en una Iglesia Universal que Francisco quiere “pobre para los pobres”.

Pero la apostasía no es tan fácil. De Mattei defiende que quien firma el Kirchenaustritt no está realmente apostatando si no es esa su verdadera intención, sino solo dejar de pagar a un episcopado que ha iniciado una peligrosa deriva doctrinal cercana al cisma de hecho.

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Comentarios
19 comentarios en “El Kirchensteuer o la simonía de la Iglesia alemana
  1. Tengo un amigo, que se declara ateo, que me contaba que no quiso apostatar, pues algún grado de duda le cabía y es le religión de sus padres y la suya de niño. Yo puedo no querer dar plata a la Iglesia, pues tengo problemas con los fines que le puedan dar, sin cuestionar mi nFe. En fin, es una forma de presión absolutamente indebida, muy propia de la mentalidad rigorista protestante alemana.

  2. Qué feo. La palabra simonía les queda corta.
    ¿En qué se diferencían de los m4leantes? Éso es una verdadera extorsi0n.
    Pobrecita de la Iglesia, es como una esposa bonita, le explotan su belleza pero no la aman, la usan para su beneficio, ella les genera riqueza. Ya se las verán con Dios.

  3. Es el Estado alemán y NO la Iglesia católica alemana que es culpable del sistema del KIRCHENSTEUER y que gana TRES veces de él. En el 1803 Napoleón sacó todos los bienes de la Iglesia. Después de 1815, los estados alemanes conservaron estas propriedades, convertiéndolas en edificios nacionales. Con el Concordato con el Vaticano, la Rebublica de Weimar decidió de pagar sus deúdas con la Iglesia por la imposición de una empuesta del 8-9% sobre el salario de cada católico! De esta impuesta el Estado conserva el 2% para los gastos de su servicio burocrático, dejando sólo el 7% a la Iglesia, y pagando sólo la tercera parte de los gastos sociales de la Iglesia. De esta manera el Estado gana TRES VECES del «Kirchensteuer». Finalmente, es el Estado que impone a la Iglesia de non dar su servicio sacramental (bautismos, matrimonios, entierros, etc.) a los católicos que no pagan esta empuesta sobre el salario, llamado en alemán: «Kirchensteur»!

  4. Esto es denunciable, no sólo es simonía, vender sacramentos, sino regalismo, el Estado compra a la Iglesia y ésta se pone bajo la obediencia del Estado.

    En efecto, el Estado se te lleva el 9% del IRPF o si no, debes de apostatar de manera formal, apostasía que es a nivel fiscal, pero no canónica, pues supongo que no está inscrita en tu libro de bautismo bajo procddimiento canónico.

    Es una apostasía fiscal, no canónica, pero tiene efectos canónicos pues te niegan toda la vida católica.

    Me pregunto cómo comprueban tal apostasía fiscal:

    – Padre, quiero confesarme para comulgar
    – ¿Tienes la ultima declaración de la renta, junto con el certificado actualizado conforme no has firmado la apostasía fiscal?
    – Pues no, pero…
    – Nein, ya puede marcharse, servicio denegado
    – ¿Y una bendición?
    – Nein, servicio denegado

    Difícil solución, el clero controla la simonía regalista, pero mejor no pagar, ir a misa sin comulgar, y pedir perdón a Jesús con promesa de confesarse luego fuera de Alemania

    1. O sea, que te cobran por recibir los sacramentos. Pues si eso no es simonía, habrá que llamarlo venta de sacramentos o negocio espiritual u otra cosa, pero el resultado es el mismo, se hace negocio con lo sagrado.

      Porque si hago una apostasía fiscal y luego no me dejan confesar ni me dan la Comunión, pues es como si me echan de la Iglesia. Es normal que cada vez haya menos fieles.

    2. Es mucho más prosaico. En Alemania va en la nómina. En Austria te llaman por teléfono o quedan contigo en la Kirchenbeitragsstelle correspondiente. O te visita el párroco a convencerte para poner al día las cuentas. Por eso no les queda mucho tiempo para el confesionario, precisamente. Además los párrocos «libran» los Lunes y tienen tiempo para estas cosas.

      …Y no tienen que buscarte, porque algún día habrá que bautizar o dar los santos sacramentos a alguien, o casar a alguien de la familia. Tú te encuentras con la papeleta.

      1. En esencia, si pasamos por alto estas verdaderas injusticias que entran dentro de la simonía, en circunstancias buenas (las hubo hace ya décadas) es un buen sistema de autofinanciación que «independiza» a la Iglesia del poder civil. Y en ese caso no hay inconveniente para un católico para aportar una buena cantidad (reducible oficialmente en mogollón de casos) al sostenimiento de la estructura eclesial y las misiones.

      2. ….Pero cuando la sal se vuelve sosa…. y los financiados se dedican al placer, al poder y al poseer, cuando la estructura aupa al he r eje y persigue solapadamente o abiertamente al fiel, cuando la pasta se aplica a difundir falsedades y prácticas que se alejan de Xto y vacían los templos,…..entonces el sistema de financiación se vuelve perverso.

      3. …..entonces el sistema de financiación se vuelve perverso….y es una alegría castigar a los malos pastores, igual que en España, a través de la bajada de recaudación. La coacción existente para salir del sistema es simonía, y por tanto inicua en sus hechos y nulas las consecuencias con las que se amenaza. Para mí, español, que sé como son las cosas en el resto del mundo, me producen risa. Para el alemán, a veces «cerradote» o «cerril», es difícil salir de su «pequeño mundo» y saber que eres cristiano porque sigues a Xto, no porque pagues.

      4. ….Pero tienen que salir de su «pequeño mundo» y descubrir la realidad de Xto, el de verdad, y de la Iglesia, la de siempre. Aquí en Centroeuropa el tema del Kirchensteuer o Kirchenbeitrag es muy actual. Muchos no quieren tener que ver con la Iglesia, no porque no traguen a Cristo o por malos ejemplos de clérigos, sino para que no les pasen la factura al cobro.

        La jerarquía de aquí cree que «si no coacciono con los sacramentos no cobro nada». Que se pongan a vivir en santidad, en cristiano, predicando la intimidad con Xto y la Virgen, la oración, la penitencia….sin coaccionar con la pasta…. y verán lo generosa que llega a ser la gente. A los buenos monasterios no les faltan donativos, y cuantiosos, y doy fe de ello.

  5. Pues! Qué feo!, sea como sea, si es el estado, la Iglesia no debería permitirlo pues no están bajo la suela del comunism0 , si es la Iglesia,,,, ya ni se diga.

  6. Francis, Juan Pablo, Benedicto, Juan y Pío, el que siendo Secretario de Estado firmó con el ministro Von Pappen, ministro del primer gobierno de Hitler, el Concordato Imperial que da origen a esta atrocidad. ¿Ninguno de estos papas, incluido el firmante, ha tenido tiempo de rectificar? No es simonía sino herejía, porque la denegación del tributo implica la apostasía y no a la inversa. ¡Ánimo, Francisco, que ahí tienes un buen banco de pruebas!

  7. No es simonía. La Iglesia necesita recursos y este método de recaudación facilita aquello. Quienes lo cuestionan carecen del sano pragmatismo de la Iglesia, que acepta esta forma de recaudación, pues es transparente y simple.

    1. Coaccionar con los sacramentos si no pagas, eso es simonía. La Iglesia no es ni un Club, ni «más que un club». Es el Cuerpo Místico de Cristo. Los clérigos deben hacer su trabajo, aquello a lo que Xto les llama en la Vocación….y saben qué es por 2000 años de santos. Y les lloverá el dinero, como siempre, sin que tengan que hacer estas tonterías, claramente tonterías en el resto de latitudes.

  8. No sé si es simonía o no. Pero no me gusta demasiado el sistema. Si estoy disconforme, pero no quiero renunciar a los sacramentos y demás porque me siento plenamente católica, ¿cómo se puede protestar? Si no puedo protestar así y siguen con su riqueza financiando cositas más que discutibles, estaría financiando lo que considero mal, no mi catolicismo. Ningún sistema es perfecto, supongo. Pero no me gusta.

  9. No todos pasan por el aro del Kirchensteuer.
    La FSSPX en Alemania no se financia con ese perverso método. De hecho se opone a el.

  10. No todos pasan por el aro del Kirch enst euer.
    La F S S P X en Ale mania no se financia con ese per verso método. De hecho se opone a el.

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