Horas bajas del Cardenal Aguiar

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Soplan tiempos revueltos para el Cardenal Aguiar y al odium plebis creciente entre sus fieles y sacerdotes se une ahora el cisma interno entre sus más fieles mosqueteros. Hasta los periódicos nacionales mexicanos, tan reacios a las noticias religiosas, nos han cantado estos días las glorias del cardenal Aguiar con firmas de campanillas.

El malestar por el impuestazo sigue y sigue creciendo. Es estos días están llegando a las parroquias la cantidad con la que obligatoriamente deben colaborar a los gastos de su obispado. No es fácil sobrevivir en un mundo secularizado y con fieles de escasos recursos. La inmensa mayoría de las parroquias mexicanas son un milagro diario en que sus sacerdotes luchan por sostener como pueden la actividad y sus sustento. Tiran de amigos y conocidos para subsistir y no entienden que quien los debería apoyar y ayudar sea el que les resta energías. El malestar no es vivible por las amenazas y miedo a cambios de castigo que empiezan a rumorearse por todas la esquinas. Los silencios que muchos interpretan como aprobación o asentimiento no son sino de resignación.

El cardenal se ha empeñado en mantener amistades peligrosas con encuentros que se producen en su propia diócesis. Para los no chilangos pueden pensar que la ciudad de México es tan grande que todo queda en el anonimato, nada más falso. Es un enorme patio de vecinos donde todo se conoce y puede ser mucho mas cercano y pequeño que lo que se presupone. Creemos que el cardenal está cayendo en este error y se permite asistir a reuniones secretas, o discretas, de hermandad en sinagogas desacralizadas del centro de su ciudad. Entendemos la tensión interior de quien ha prometido servir al Dios verdadero y se ve obligado a otras complicadas obediencias.

El encuentro navideño en la nunciatura del sábado pasado era todo un poema por la falta de gente que obligó a los empleados a reajustar las mesas para evitar vacíos incomodos y a disfrutar de la abundante comida sobrante. Los rumores de cocina y entre los pacientes conductores eran de antología. Parece una ciudad infinita pero los círculos de poder son demasiado pequeños. La ausencia de obispos titulares se notó demasiado y el malestar de ver alcaldes invitados y no a sus obispos no dejo indiferente a nadie.

Esta tensión compresible se manifiesta en los diversos encuentros con los colaboradores inmediatos de su eminencia en donde empiezan a aparecer serias grietas. Eludimos los nombres por ser sobradamente conocidos por nuestros lectores mexicanos que estamos seguros que los apuntarán en sus colaboraciones e esta noticia, pero lo mas complicado se está produciendo entre los propios vicarios de Aguiar. No le gusta que hablen entre ellos, quiere controlar sus movimientos y pensamientos. En reunión muy reciente y borrascosa se escucharon prohibiciones imposibles que dejo desencajados a los que presuntamente tienen por obligación defender a su señor y que cada día lo hacen con la boca más pequeña y con gestos más elocuentes.

En los laicos se buscan fidelidades pagadas que suelen terminar muy mal porque siempre hay quien ofrece mas y quien hoy es el confidente mañana puede ser el pregonero de intimidades. Se está creando un pequeño grupo de presuntos fieles que pretenden gestionar la iglesia diocesana como una empresa secular y esto no dará nunca resultado. Las cuentas de la lechera que están realizando serán la mitad de la mitad en caso de ser algo. El toque de atención a presuntos párrocos ricos buscando aportaciones extraordinarias está provocando un terremoto. No es posible que se olviden que todos estos dineros provienen de donaciones de los fieles para los fines propios de la iglesia y cuando esto no se ve claro, las manos no van al bolsillo y las colectas desaparecen.

Se predica una presunta transparencia que no termina de llegar. A los sacerdotes de la nuevas diócesis se les deja desatendidos y empobrecidos después de años, o de toda una vida, de colaborar con fondos que se han volatilizado. En el mundo Vaticano están teniendo una gran ayuda de los medios de comunicación que les está empujando a ser trasparentes por necesidad. En los tiempos de internet nos tememos que acostumbrar a que al final todo se sabe y el día que menos pensemos contaremos con los documentos que acreditan el destino ‘pastoral’ de las donaciones. Querido cardenal si algo de lo que esta haciendo le avergüenza que se conozca piense en no hacerlo porque conocerse de conocerá y mucho antes de lo que espera.

Sabemos que no se ha encontrado una diócesis perfecta, los problemas forman parte de la condición humana, pero destruir es fácil y construir cuesta generaciones. Su pontificado sera breve por necesidad y meterse en situaciones complicadas pensado que sucederán milagros es bastante insensato. Nos dicen que está molesto porque el filipino le ha pisado el añorado ascenso romano que se queda entre los sueños imposibles.

Tiene una de las diócesis mejores de la cristiandad. Quizás no tan rica como las alemanas pero con una gente excelente de la que no está disfrutando y que no merecen ser maltratados. Esos amigos de los que espera complicidad son los primeros que lo dejarán tirado pero siempre se encontrará con las manos de sus chilangos que, a pesar de los pesares, rezan por su persona y no tanto por sus intenciones.

La inmensa Ciudad de México necesita de una presencia evangélica para acercar a tantos alejados y apresados por las sectas. El Niño de Belén nos recuerda estos días de la salvación no necesita de medios humanos, Dios proveerá, pero sí de hombres con fe que sirvan a la iglesia hasta derramar esa sangre que el rojo cardenalicio significa. Tiene la suerte de tener una iglesia pobre que rebosa inmensas riquezas, la más grande, sin duda alguna, la Morenita del Tepeyac de la que es su guardián.

Juan Diego de Calpulalpan

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Comentarios
13 comentarios en “Horas bajas del Cardenal Aguiar
  1. En todos los episcopados, como en todos los ámbitos de la vida, el pecado original y el fomes peccati, negados u olvidados en este pontificado, se manifiestan de múltiples formas, pero parece que, en el de Ciudad de México, campean a sus anchas, especialmente en su cabeza, que, a pesar de las horas bajas, las verá prorrogadas por el predicador máximo del » hagan lío «.

  2. Lo que obedece y seguramente pertenece Aguar está claro desde su paso destructivo por el CELAM, así que su estancia en algunas sinagogas no es de extrañar.

    1. Ignoro todo sobre este Obispo y la Ciudad de Méjico, por lo que pediría a Juan Diego de Calpulalpan que nos informara explicitamente sobre esta diócesis.

      Indudablemente, si el cardenal Aguiar no publicita lo recaudado, lo lógico es que no le des dinero: la transparencia es innegociable, a la opacidad, el cierre de donaciones.

  3. ?, me consta que es pobre.
    Cuando pasa la canastita para la colecta, se puede ver a veces, que hay muchas monedas, y algunos billetes de 20 pesos (que equivale a 1 euro) y, esporadicamente, alguno de 50, pesos. Con todo, las flores siempre están frescas y bonitas. Los templos pulcros, los sacerdotes se las ingenian. Lo pésimo, es que ni los templos se ven libres de la delincuencia.

  4. El amor al Emerito- Primado…. aumentò despues de su renuncia. Extrañamente, el Emerito es visto con grande cariño……………….Igual que los otros emeritos de Mèxico.

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