| 06 julio, 2018
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9,9-13
En aquel tiempo vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.» Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?» Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa «misericordia quiero y no sacrificios»: que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»
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La encíclica Laudato si está basada en presupuestos falsos o al menos no demostrados. No existe ni un solo estudio serio PUBLICADO (salvo que se llamen así las declaraciones de multitud de cantamañanas) que demuestre dos cosas: Que el cambio climático es una realidad y, caso de que lo fuera, que la actividad del humano es responsable fundamental de ello. Lo que sí existe es la evidencia de que con la amenaza del cambio climático se intenta, por ataque brutal y masivo de los medios de coomunicación, cambiar los modelos de producción y progreso humano. Y a la lista de Gore y todos los otros farsantes, se apunta el jefe de nuestra Iglesia. No es ignorancia sino manipulación social desde múltiples frentes. Ahora recuerdo, cosa de viejos, que hace unas cuatro décadas nos anunciaban como inevitable un masivo enfriamiento del planeta, sobre la base de estudios «cientificos»; esa campaña la habrían pagado los fabricantes de mantas zamoranas. ¿Y la del calentamiento, quién?