El Arzobispo australiano Philip Wilson, condenado por encubrir abusos sexuales

El primer arzobispo en ser condenado por encubrir abusos sexuales es Philip Wilson, de 67 años, que se enfrenta a un año de cárcel por unos hechos que ocurrieron en los años 70 en la diócesis de Maitland, Australia.

En los años 70 el Arzobispo australiano de Adelaide, Philip Wilson (67), trabajaba en la diócesis de Maitland, Newcastle. Allí coincidió con un sacerdote que, posteriormente, sería condenado y encarcelado por abusar de menores. A día de hoy la justicia ha dictaminado que el prelado era conocedor de los hechos y que en ningún momento informó a las autoridades civiles. Por lo que ha sido condenado a doce meses de prisión como encubridor de los hechos.

James Fletcher, el sacerdote pedófilo

James Fletcher, el religioso culpable de mantener relaciones sexuales forzosas con nueve menores de edad, falleció en 2006 a la edad de 65 años. Ingresó en la cárcel un año antes. Sin embargo, el líder de la archidiócesis de Adelaide otorgaba un silencio que, a día de hoy, le ha supuesto estar en el ojo del huracán. A mediados del próximo mes, los jueces decidirán si concederle un arresto domiciliario por motivos de salud.

Después de conocerse la noticia, los obispos australianos han emitido un comunicado en el que muestran su esperanza en que esta condena «pueda dar un sentido de paz y de curación a quienes han sido abusados por el fallecido sacerdote». Aunque también reconocen que «los efectos de un abuso sexual pueden durar para toda la vida», por lo que «se necesita un gran coraje para que los supervivientes se expongan para relatar sus historias».

El comunicado de los obispos australianos

En la misiva que han hecho llegar a los medios de comunicación, los firmantes aseguran que las víctimas han sido «fundamentales» a la hora de ayudarles a «aprender la lección» de su «vergonzosa historia de abusos y ocultamientos». De hecho, ha sido la Comisión Real de investigación la que ha sacado todo a la luz.

Los obispos han querido remarcar que desde entonces la Iglesia australiana «ha realizado cambios sustanciales para asegurar que el abuso y el encubrimiento no sean más parte de la vida católica y que los niños estén seguros en las comunidades». Concluyen señalando su empeño en trabajar con quienes, en la Iglesia y la sociedad, están buscando «ejercer fuertes y coherentes estándares de salvaguardia».

Philip Wilson, condenado

Philip Wilson es el primer alto cargo de la Iglesia en el mundo al que se le sentencia con pena de cárcel por este delito. Fue el pasado mes de mayo cuando un tribunal concluyó que era culpable de encubrir los delitos del sacerdote pedófilo compañero y amigo suyo. El martes, ese mismo tribunal ordenó que se evaluase el estado del australiano para poder cumplir su condena. Además, según el magistrado Robert Stone «Wilson no mostró arrepentimiento o remordimiento» alguno.

Aunque se retiró de su cargo y abandonó sus deberes después de que fueran confirmados los cargos en su contra, Wilsón aún no ha presentado su dimisión como arzobispo. En cuanto a las víctimas de Fletcher, claves en este asunto, se ha sabido que en el momento de los hechos participaban como acólitos en la diócesis. Una de ellas, Peter Creigh, declaró durante el juicio que por aquel entonces él había descrito el abuso a Philip Wilson. Otra, que por razones legales debe permanecer en el anonimato, testificó que Wilson le había dicho que estaba mintiendo y que, por tanto, rezase diez Ave Marías como penitencia.

Negó los hechos durante el juicio

Durante la instrucción del caso, Wilson ha reiterado en numerosas ocasiones al tribunal local de Newcastle que los alegatos son falsos, justificando que él no tenía conocimiento de las acciones del sacerdote James Fletcher, que ocurrieron cuando era un clérigo asistente en Maitland -localidad a 130 km de Sidney-. El todavía arzobispo asegura no recordar haber visto a uno de los monaguillos en 1976 y también que nunca acusaría a alguien en el confesionario de decir mentiras.