Llegan los primeros indicios y testimonios de que el texto final del presínodo de la juventud, lo que ‘los jóvenes católicos piden al Papa’, estaba parcial o totalmente amañado.
«Ojalá el grupo presinodal fuera abierto, entonces todo el mundo podría ver lo escandalizados e indignados que están los usuarios de Facebook que han sido en buena medida ignorados», se desahoga en Reddit un participante en estos debates online supuestamente reflejados en el texto final.
«No sé qué hacer, siento como si hubieran puesto palabras en mi boca»… «[N]o puedo evitar sospechar que el documento se escribió hasta el final sin leer siquiera los comentarios online».
«Ni una sola contribución hacía la menor referencia al papel de las mujeres en la Iglesia, que sin embargo aparece en el documento, en cambio la mayoría de las intervenciones se pronunciaban en apoyo de la ética sexual y la moral de la Iglesia, pero el documento parece sugerir lo contrario»
«Los más horrendo es que la mayoría de los comentarios solicitaban una vuelta a la liturgia tradicional».
«Me siento como si nos hubieran engañado».
Cuando el Vaticano fichó a Monseñor Viganò para que llevara su comunicación al Siglo XXI y situarla en vanguardia en la era de Internet, pasó aparentemente por alto que una consecuencia de la existencia de las redes es el cumplimiento de esa cita evangélica según la cual «nada hay tan oculto que no haya de ser descubierto o tan escondido que no haya de ser conocido».
En pocos días la red desmontó el intento de manipulación de una carta de Benedicto XVI a la que Viganò trató de darle el sentido contrario al que tenía, lo que llevó a un ridículo universal y a la dimisión de mentirijillas, parcial, del propio prefecto.
Y ahora nos desayunamos con los primeros indicios y testimonios de que el texto final del presínodo de la juventud, lo que ‘los jóvenes católicos piden al Papa’, estaba parcial o totalmente amañado.
Steve Skojec, en la publicación católica online OnePeterFive, se ha tomado la molestia de investigar e interrogar a algunos de los participantes, tanto del presínodo presencial en Roma, como de los aproximadamente dos mil jóvenes que participaron en discusiones preparatorias online.
El resultado es bastante triste, pero no podemos decir que totalmente inesperado: muchos de los participantes en las apasionadas discusiones no reconocen en absoluto en la redacción del texto final los temas que más se barajaron en las discusiones.
Decimos que no es inesperado porque el texto definitivo refleja ideas repetidas por Francisco y su entorno con una fidelidad cuasi soviética, hasta repetir literalmente frases y coletillas muy del gusto del Pontífice, como la de «la lógica de «esto se ha hecho siempre así». Uno admite las casualidades, pero cuando se repiten demasiado busca también explicaciones alternativas.
Sobre todo, teniendo presentes los dos sínodos de la familia y la abundancia de indicios y testimonios que apuntan a lo mismo: a dar la apariencia de consenso y colegialidad pero teniendo ya preparadas de antemano las conclusiones a las que se quiere llegar.
Pero, en este caso, creo que se les ha ido la mano y han creado un texto bastante poco verosímil como reflejo de lo que quiere de la Iglesia la juventud católica comprometida.
Recogía recientemente Matthew Schmitz en First Things (‘What young Catholics want’) la significativa anécdota de una foto usada por varias diócesis francesas como material promocional. En la imagen, un grupo suficientemente ‘diverso’ de jóvenes -tanto en sexos como en razas- aparecía sonriente rodeando a un sacerdote no mucho mayor. Problema: en la imagen original, el sacerdote en cuestión lleva sotana, una prenda tradicional que muchos jóvenes curas están recuperando, con sus 33 botones que recuerdan los años que pasó Cristo en la Tierra.
Así que, ni cortos ni perezosos, los responsables del folleto en cuestion ‘aggiornaron’ la imagen ‘à la Viganò’, tirando de Photoshop y convirtiendo la parte de abajo de la sotana en unos vaqueros. Bien por Schmitz, porque no se me ocurre mejor anécdota de la confusión que asiste a nuestros provectos prelados sobre lo que es o no ‘moderno’.
Lo que parecen no entender la ‘clique’ de septuagenarios y octogenarios que abandera la ‘renovación’ es que lo que para ellos, por edad, les debe parecer aún una excitante novedad eclesial es, para los menores de 30, la ÚNICA Iglesia que han conocido.
De ahí que el documento final del presínodo suene tan grimosamente falso: describe, por contraposición a lo que supuestamente quieren, una Iglesia que, sencillamente, no existe desde hace décadas. Yo, que con 55 años no soy precisamente un joven, no la he conocido, no he conocido esa «Iglesia severa» de la que hablan.
No he oído una sola vez en todas las misas diocesanas a las que he ido en todos esos años una homilía en la que se hable, por poner un ejemplo obvio, del Infierno, una realidad teológica que Cristo menciona casi obsesivamente en el Evangelio. De hecho, la vida más allá de la muerte es prácticamente tabú en los sermones.
De los pecados de la carne, ni hablamos. Tiene que ser una broma pretender que a la Iglesia «le obsesionan». Nunca, jamás una palabra en ninguna de las misas a las que he ido. Ni mención.
Tanto la Iglesia que describen esos ‘jóvenes’ como la que dicen esperar son, la una, recuerdos deformados de quienes en los años sesenta ‘abrieron las puertas de la Iglesia’ (por la que salió pitando la mayoría en Occidente), y la otra, su fantasía favorita.
No, no me creo que jóvenes católicos comprometidos, con alguna vida interior, puedan desear más de eso; no es verosímil que quieran «eliminar los tabúes que rodean la homosexualidad» cuando nunca se la ha rodeado de más tabúes que ahora, cuando es imposible llamar el pecado en cuestión por su nombre tradicional -sodomía- sin provocar censura y escándalo.
No me creo que, a estas alturas, deseen que la Iglesia imite aún más al Mundo, dándole la razón y confesándose equivocada hasta ahora, porque de esa absurda humillación solo se puede deducir que la Iglesia no es fuente de verdad. Si la Iglesia se va a limitar a repetir lo que el Mundo ha concluido con décadas de retraso, mejor olvidarse de ella e ir al original, el Mundo. ¿Quién no prefiere el original a la copia?
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Estos son los grandes «milagros» de los que fueron nuevos pastores hace 50 años: conseguir éxito entre los jóvenes, entre los intelectuales, entre los medios de comunicación, entre las élites del mundo. Pues bien ya lo han conseguido con su iglesia en salida. Hace años el clero buscaba a las ovejas en las tabernas, donde estaba la «vida» según ellos y naturalmente dejaron los hábitos. Muchos de los pastores jòvenes de entonces se liaron con las chicas jòvenes de sus grupos excursionistas y de ahí surgió un enorme desprecio en toda esa generación.
¡Excelente artículo! Es terrible lo que está pasando.
¡Dios mío, ven en auxilio de tu Iglesia. Señor, date prisa en socorrerla!
Comparto la opinión del Dr. Esteban. Preocupante y penoso el asunto.
Ricardo, cada día es usted el que está más amargo, se lo digo sin acritud. Es usted tan radical en la defensa ciega de cada posible error del Papa y compañía, como pudieran ser en este portal al denunciar los errores. ¿No admite ni un fallo… ?
Pues da qué pensar porque algunos son flagrantes y de los que hasta «las piedras hablan».
Que el texto esté amañado
lo consideró razonablemente posible; por los antecedentes en los Sínodos de la familia, por las pruebas que aporta el artículo y porque sólo la jerga utilizada, como bien dice el blogger, atufa a precocinado; no hay que ser un lince para darse cuenta.
Síntomas y manifestaciones de la mitomanía:
Los mentirosos patológicos falsean la realidad como vía de escape, para obtener atención e incluso admiración, y entran en un círculo vicioso que les acaba dejando solos en el laberinto de sus mentiras.
Ricardo no sé a que te refieres con volver a la rigidez de antes del Concilio, pero te recuerdo que duró 1958 años esa rigidez. Ahora volver, volver sólo vuelven las obscuras golondrinas, pero el camino del cielo es estrecho y la puerta angosta, eso no son invenciones de los rígidos si no del msmo Jesucristo.
Lamentablemente, tener preparadas previamente las conclusiones que «surgen de la base» es práctica frecuente en muchos ámbitos, así que no sería tampoco algo excepcional, sin que por eso dejase de ser censurable, sobre todo en la Iglesia.
Y sí, para encontrar hoy día jóvenes que digan lo que los progres quieren que digan hay que dirigirse principalmente a dos ámbitos: el de los que no van a Misa, y el de los que eran jóvenes en Mayo de 1968.
Ricardo, querido hermano en la fe.
Vamos, digo yo.
¿No?
¡Qué hermoso es cuando un joven halla en Jesucristo la razón de su vivir!
Y digo joven, porque hablamos de ellos en este post.
¡Qué hermoso es cuando un hombre halla en la verdad la razón última de su vivir.
¿Qué verdad?
Sólo hay una. Siempre. En toda ocasión.
La labor de investigación que nace de un corazón recto, que busca la verdad en todo, se asemeja a la labor de alguien que entra en un informativo católico para desestabilizar al personal.
Uy, fíjate, qué fallo más gordo he tenido…
El que pueda, que entienda.
Paciencia. De nuevo, el hecho biológico va a nuestro favor.
Cuando todos los sesentones del CV2 sean recibidos por el Padre, nos dejarán celebrar misas en latín en paz.
No os queméis, están ya de salida.
¿Pero para qué hacen esta farsa si luego no aceptan los resultados? Esto es como el referendum en Colombia. Si no quieren opiniones que no las pidan, pero que no digan que es un foro abierto. Esto es absurdo.
A ver, Ricardo, ¿quieren o no quieren la opinión de los jóvenes? Si quieren hacer un documento que no refleje las inquietudes reales de los jóvenes católicos, que lo hagan. Que hagan un documento sinodal hecho por el Vaticano, y punto. Pero que no busquen excusas. Si es que es obvio para todo el mundo hace ya tiempo: los pocos jóvenes que quedan en la Iglesia Católica son más bien conservadores y tradicionalistas. Si les piden la opinión, va a salir lo que va a salir. Que no se la pidan.
Tampoco hacía falta ser un Einstein para ver lo que iba a pasar. Hace falta estar en Babia.
Si quieres la opinión de jóvenes que no van a misa, pueden hacer una encuesta a nivel mundial y que hagan lo que quieran. Pero lo normal es que los jóvenes que se implican en estas cosas sean católicos practicantes. Y el 90% de estos jóvenes son bastante conservadores. Queda algún cuarentón o treintañero que puede ser algo más progre, pero la gente joven pasa en general de todo, salvo que esté muy metida en algo. Y si los que están muy metidos son como son. Es que ya no quedan jóvenes a los que les interese la fe ni lo más mínimo que no sean practicantes, y estos, son conservadores. Los que son pero no son, y están pero no están, y son pero necesitan permiso para pecar son todos maduritos. Y luego estamos los otros maduritos, y luego están los más viejitos. Pero jóvenes, es lo que hay. Conservadores. Los progresistas no han sabido transmitir como los conservadores, no interesan a los jóvenes. Hablo de la Iglesia.
Maria
Es propio de los ignorantes afirmar cosas sin sentido.
¿Que es eso de que esa «rigidez» duró 1956 años?
Por ejemplo la misa tridentia se establece en Trento que termina en 1500 y pico.,
pero claro, tú, por obra y gracia de quién sabe quién, te apropias de la liturgia de los 1500 años anteriores a Trento.
y eso que la primera eucaristía (Lc 22, 7) no se parece en nada a esas misas pontificales que tanto te gustan y que se parecen mucho más a los rituales paganos romanos que a la Ultima cena de Nuestro Señor.
No entiendes nada, María.
Pero bueno, ten cuidado porque como «hasta el cielo no paras» lo mismo te das con él de cabeza y te rompes la crisma
«Celo amargo» es amañar los resultados de una consulta. Si la Mater et Magistra Ecclesia no tiene nada que modificar, ni matizar, ni aprender, ni aceptar de los signos de los tiempos, no tiene nada que consultar y punto. Y si consulta, no puede ser para manipular los resultados con conclusiones predeterminadas. El Señor llamó en repetidas ocasiones a Satanás «el padre de la mentira». Aclárense de una vez, porque ya hace mucho tiempo que B.F. Skinner explicó que ante la estupefacción de los animalitos de laboratorio por aprobación o castigo ante respuestas tanto correctas como inadecuadas, el sujeto acaba quedándose inmóvil; y nos tratan como números, como animalitos de laboratorio. unos y otros. Y entre todos, especialmente los embaucadores de la misericorditis, acabarán consiguiendo que la Iglesia se convierta en un mero acúmulo de pasotas. Y eso no tiene nada que ver con la buena nueva Pascual: es un fraude premeditado.
Echenique dice puras verdades. Este texto salió editado, revisado y compilado por «Ediciones Don Jorge y Cía».
Claro, porque los progres estarían encantados con la Misa como se celebraba en el siglo XIII o en el siglo XI. ¡Jaaaaaaa!
Una Iglesia que hace teología de rodillas ante el Mundo no tardará en vaciarse. Basta con ver el ejemplo de Alemania.
Una Iglesia para los jóvenes dirigida por progresaurios no atrae a ningún joven con dos dedos de frente.
Una Iglesia en salida con rumbo del panteón a cualquiera le parecerá una necedad.
es muy inportante premiar a los chavales oue tuvieron buenas ideas en el sinodo para oue los demas vean la importancia de participar con la iglesia palabra de Dios
A Ricardito y a José : Dais grima y asco. ¿Que hace una mosca cojonera como vosotros? Tocar una y otra vez, y otra aquello que le da nombre. Y volver a repasar todas las partes pegajosas, asquerosas y malolientes del sufrido paciente. Esa es vuestra asquerosa función. Todo lo de esta página os parece mal. ¿A qué venís entonces? ¿Cual es la razón verdadera de esa desagradable misión vuestra? ¿Algún tipo de remuneración?…¿O es que sois masocas? …Los autores de los artículos de esta página no van contra la Iglesia. Ni contra el Papa. Al contrario, es el amor a ambos el que mueve a criticar lo que está mal. Eso lo entiende hasta el más tonto. Pero vosotros, más que tontos, sois malintencionados. Solo pretendéis fastidiar.