La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos ha dado a conocer este 24 de marzo una notificación sobre la memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, tras su inscripción en el Calendario Romano como memoria obligatoria que todos deben celebrar este año el lunes después de Pentecotés. La notificación, firmada por el Prefecto, el Card. Robert Sarah y el Arzobispo Secretario, Arthur Roche, ofrece una serie de indicaciones oportunas a seguir.
A continuación, la notificación de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sobre la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia:
Tras la inscripción en el Calendario Romano de la memoria obligatoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, que todos deben celebrar ya este año el lunes después de Pentecostés, parece oportuno ofrecer las siguientes indicaciones.
La rúbrica que se lee en el Misal Romano después de los formularios de la Misa de Pentecostés: «Donde el lunes o también el martes después de Pentecostés son días en los que los fieles deben o suelen asistir a misa, puede utilizarse la misa del domingo de Pentecostés o decirse la misa votiva del Espíritu Santo» (Misal Romano), sigue siendo válida porque no deroga la precedencia de los días litúrgicos que, por su celebración, son regulados únicamente por la Tabla de los días litúrgicos (cf. Normas universales sobre el año litúrgico y sobre el calendario, n. 59). Del mismo modo, la precedencia está ordenada por la normativa para las Misas votivas: «Las misas votivas, de suyo, están prohibidas los días en que coincide una memoria obligatoria, o una feria de Adviento hasta el día 16 de diciembre, o una feria del tiempo de Navidad desde el 2 de enero, o del tiempo pascual después de la octava de Pascua. Pero si la utilidad pastoral lo pide, en la celebración con el pueblo puede utilizarse una misa votiva que responda a esa utilidad, a juicio del rector de la iglesia o del mismo sacerdote celebrante» (Misal Romano; cf. Ordenación general del Misal Romano, n. 376).
Sin embargo, en igualdad de condiciones, se prefiere la memoria obligatoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, cuyos textos van anexos al Decreto, con las lecturas indicadas, consideradas propias, porque iluminan el misterio de la Maternidad espiritual. En una futura edición del Ordo Lectionum Missae n. 572 bis, la rúbrica indicará expresamente que las lecturas son propias y, por tanto, aunque se trate de una memoria, deben tomarse en lugar de las lecturas del día (cf. Leccionario, Prenotandos, n. 83).
En el caso que coincida esta memoria con otra memoria, se siguen los principios de las normas generales para el Año litúrgico y el Calendario (cf. Tabla de los días litúrgicos, n. 60). Dada la vinculación de la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia con Pentecostés, al igual que la memoria del Inmaculado Corazón de la bienaventurada Virgen María con la celebración del Sagrado Corazón de Jesús, en caso de coincidencia con otra memoria de un Santo o de un Beato, según la tradición litúrgica de la preeminencia entre personas, prevalece la memoria de la bienaventurada Virgen María.
En la sede de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, a 24 de marzo de 2018.
Robert Card. Sarah
Prefecto
Arthur Roche
Arzobispo Secretario
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¡ Gracias Sarah, no te rindas !
Cuenta ROMANO AMERIO en «Iota unum» que durante el Concilio, Pablo VI, junto con muchos padres conciliares, quería que la Santísima Virgen fuese proclamada «Madre de la Iglesia» en los textos que debían aprobarse. Pero los que se oponían consiguieron convencer a la mayoría con el argumento de que tal proclamación obstaculizaría el movimiento ecuménico por el disgusto que provocaría a los protestantes.
«Entonces el Santo Padre, con un acto de autónoma autoridad, procedió a su proclamación solemne en el discurso de clausura de la tercera sesión, el 21 de noviembre de 1964, siendo acogido en silencio por una asamblea que en tantos otros momentos se mostró fácil para el aplauso»
Cuenta WILTGEN en «El Rin desemboca en el Tíber» que los padres conciliares holandeses llamaron aquellos días «la semana negra» del Concilio, pues al mismo tiempo Pablo VI había tenido que intervenir con su autoridad para dirimir desacuerdos insalvables en cuestiones como «la colegialidad», «la libertad religiosa» y «el ecumenismo», impidiendo que los documentos conciliares se desviasen demasiado de la doctrina tradicional. Esa semana culminó con la proclamación de la Santísima Virgen como «Madre de la Iglesia».
Nótese que esta proclamación no llegó a figurar en los documentos conciliares, sino que constituye un acto independiente del propio Papa.
Un matiz: WILTGEN observa que el silencio glacial de los padres conciliares tuvo lugar al momento de recibir a Pablo VI en el aula. Pero que después de la proclamación de la Santísima Virgen como «Madre de la Iglesia» muchos de ellos aplaudieron.
“El Rin desemboca en el Tíber” …….. con Ratzinger….
No eches las campanas al vuelo Echenique, que estamos a las puertas del Sínodo de los jóvenes, y que por aclamación popular y democráticamente van a sentar las directrices y teología de la iglesia acorde con los nuevos tiempos que corren para cumplir con las aspiraciones de estos jóvenes representantes de toda la juventud mundial. Apunta día y fecha. Yo me malicio que este Papa tan amante de la política aspira a crear un partido político comunista de alcance mundial, donde se reparta la riqueza, que ya es difícil hoy en día de repartir, porque antiguamente los ricos eran grandes terratenientes, y todo era cuestión de desposeerlos y crear lotes para que lo cultiven colonos, pero hoy en día la riqueza no es tangible son ideas y sin ideas no existe las producciones industriales, ni los grandes mercados ni la aviación ni el transporte en fin que está anclado en el siglo XVII
Tiene gracia que Roche, un Obispo que se ganó mala fama por cerrar parroquias en las que se decía la misa en latin y quien abandonó su diócesis de Leeds con mas de dos millones de euros de deuda, acabe en un puesto tan alto y bajo un cardenal tan conservador y ortodoxo como Sarah!
Ricardo no has entendido mi ironía, este Papa no pretende una revolución de jóvenes amantes de Jesucristo y que proclamen el evangelio por todo el mundo. Este Papa quiere involucrar a los jóvenes en una revolución sin precedentes para que derroquen todo el sistema económico mundial y se instale una economía rural ecológica que cualquiera sabe lo que está en su mente bajo en un populismo que ni el mismo sabe lo que puede resultar. El problema es que ha llegado tarde, hoy en día con una población cercana a los 8.000 millones de habitantes es difícil crear producciones rurales y artesanales rentables organizadas en cooperativas. Eso hubiera sido posible en el siglo XVI al estilo de la Misión jesuitica. Y además a quién vas a desposeer de la riqueza, si muchos no tenemos más que el trabajo remunerado y como mucho acciones de empresas, si desaparecen esas empresas desaparece el dinero. Se le ve desde hace tiempo queriendo enzarzar a jóvenes en revoluciones económicas.
Ricardo, tú compruebalos haz un análisis serio y coteja despacio lo que decía San Juan Pablo II y los discursos de este papa a los jóvenes, tú leélos despacio, despacito. Y no soy retorcida no hay que esperar a que caiga un trueno para ver que se avecina una tormenta. Es muy común entre los eclesiásticos confundir la revolución económica con la revolución espiritual. Hay demasiados eclesiásticos y entre ellos este Papa con vocación fustrada de economistas sin pasar por la universidad, ni haber trabajado nunca en su vida ni haber montado una empresa, pero tienen la llave de cómo arreglar el mundo y de políticos sin presentarse a las elecciones.
Esperando a que Francisco lo corrija en 3,2,1,…