El cardenal Cañizares agradece al colegio Juan Pablo II su ‘valentía y coherencia’

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CAÑIZARES Ante la sanción impuesta al director del colegio Juan Pablo II de Alcorcón, Cañizares ha hecho pública una carta en la que vuelve a advertir sobre la ideología de género. El arzobispo defiende que en su responsabilidad de Obispo «no puede acallar ante la pretensión de imponerla en la enseñanza a los más vulnerables, que son los niños».

El arzobispo de Valencia, el cardenal Antonio Cañizares, ha hecho pública una carta en la que muestra su solidaridad con el Colegio Juan Pablo II a raíz de la sanción que se le ha impuesto a su director  por advertir sobre los peligros de la ideología de género.

Bajo el título «En defensa del hombre frente a la colonización de la ideología de género», Cañizares explica que en su responsabilidad de Obispo «no puede acallar ante la pretensión de imponerla en la enseñanza a los más vulnerables que son los niños, los preadolescentes y adolescentes”.

El prelado agradece al colegio de la Fundación Educatio Servanda «su valentía y coherencia» al mismo tiempo que señala que «es inquietante» que estos colectivos «procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños».

«La ideología de género lleva consigo el cuestionamiento radical de la familia y de su verdad», defiende el cardenal, quien advierte que «estas leyes de género están siendo impuestas por los motores del Nuevo Orden Mundial, que, a su vez, mueven organismos de la ONU o de la Comunidad Europea».

«Mi posición es muy neta: Un SÍ rotundo a favor de la mujer y del hombre; y por eso un NO absoluto a esta ideología», concluye el arzobispo de Valencia.

Lea a continuación la carta íntegra:

En defensa del hombre frente a la colonización de la ideología de género

Vuelvo de nuevo a la ideología de género en mi responsabilidad de Obispo que no puede callar ante la pretensión de imponerla en la enseñanza a los más vulnerables, que son los niños, los preadolescentes y adolescentes. Además, vuelvo a este tema ante la sanción que se le ha impuesto a un Colegio de Alcorcón, concretamente el “Juan Pablo II”, con el que me solidarizo y agradezco su valentía y coherencia. La sanción se le ha impuesto en aplicación de la “Ley de transexualidad” de la Comunidad de Madrid; pero también cabe la posibilidad de otras sanciones en la misma Comunidad o en otras Comunidades, porque ya faltan muy pocas Comunidades en que no se aprueben leyes semejantes. Las sanciones por llevar la contraria y por oponerse a esas leyes, en virtud de derechos humanos fundamentales, de libertad de conciencia, de pensamiento, de educación y religiosa, que vulneran preceptos constitucionales y democráticos claramente. Me hace recordar que nos encontramos en la época en que se multaban homilías, y qué ridículo se hizo entonces ante todo el mundo libre. Sobre una homilía pronunciada por mí mismo en la Catedral de Valencia, estos días de Navidad, alguna opinión pública ya aventuraba que por lo dicho en esa ocasión podrían sancionarme con una cantidad de cierta importancia. Es preciso recordar que esta ideología, sin base científica, destruye a la familia y al hombre mismo, y hace inútil la fe en Dios por carecer de sentido para esta ideología.

La ideología de género lleva consigo el cuestionamiento radical de la familia y de su verdad –el matrimonio entre un hombre y una mujer abierto a la vida–, y, por tanto, el cuestionamiento de toda la sociedad. La familia, en verdad, desaparece –quizá es lo que persiga– porque como dice el Papa Francisco, esta ideología “niega la diferencia y reciprocidad natural de hombre y mujer: Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una identidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer. La identidad humana viene determinada por una opción individualista que también cambia con el tiempo. Es inquietante que procuren imponerse como un pensamiento único que determine incluso la educación de los niños. No hay que ignorar que el sexo biológico (“sex”) y el papel sociocultural del sexo (“gender”), se pueden distinguir pero no separar. Por otra parte la revolución biotecnológica en el campo de la creación humana ha introducido la posibilidad de manipular el acto generativo, convirtiéndolo en independiente de la relación sexual entre hombre y mujer. De este modo, la vida humana, así como la paternidad y la maternidad, se han convertido en realidades componibles y descomponibles, sujetas principalmente a los deseos de los individuos o de las parejas. Dice el Papa Francisco que una cosa es comprender la fragilidad humana o la complejidad de la vida y otra cosa es aceptar ideologías que pretenden partir en dos los aspectos inseparables de la realidad” (Papa Francisco: Amoris laetitia, 56).

Supone también esta ideología el cuestionamiento de todo lo que significa y conlleva “tradición” e “identidad”. Tal ideología, además, excluyendo en su base toda referencia a la dimensión trascendente del hombre y de la sociedad, excluyendo a Dios, creador del hombre conforme a su imagen y semejanza –“hombre y mujer los creó”– y que ama a cada hombre por sí mismo como lo creó, comporta una dimensión o visión laicista de la vida que trata de imponerse normativamente a todos, en la que no caben ni Dios, ni verdad del hombre, ni verdad de la familia, ni verdad alguna. Y como nos dice el papa Francisco, “no caigamos en el pecado de pretender sustituir al Creador. Somos criaturas, no somos omnipotentes. Lo creado nos precede y debe ser recibido como don”.

“Al mismo tiempo, somos llamados a custodiar nuestra humanidad, y eso significa ante todo aceptarla y respetarla como ha sido creada” (Papa Francisco, Amoris laetitia, 56). Es lo que el Papa Francisco viene manteniendo, de manera muy clara y determinante, por ejemplo en su gran Encíclica, verdaderamente “revolucionaria”, Laudato Sí, en la que pide promover una “ecología integral”, con la que es incompatible absolutamente la ideología de género. De esta ideología de género destructiva de la familia –por tanto del hombre– afirmó que se pretende imponer como una verdadera “colonización ideológica de las conciencias”.

Cito de nuevo al Papa Francisco, dirigiéndose, a finales de julio del pasado año 2016, a los Obispos de Polonia: “En Europa, América, América latina, África, en algunos países de Asia, hay verdaderas colonizaciones ideológicas. Y una de éstas –lo digo claramente con nombre y apellido– ¡es la ideología de género! Hoy a los niños –¡a los niños!– en la escuela se les enseña esto: que el sexo cada uno lo puede elegir… Son las colonizaciones ideológicas sostenidas también por países muy influyentes. Esto es terrible” (Papa Francisco). Y terrible que estas leyes de género están siendo impuestas por los motores del Nuevo Orden Mundial, que, a su vez, mueven organismos de la ONU o de la Comunidad Europea. Y en el vuelo de regreso de Azerbayán a Roma, señaló además que “las personas se deben acompañar como las acompaña Jesús. Cuando una persona tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús no le dirá seguramente ‘vete porque eres homosexual’. No. Lo que yo he dicho es esa maldad que se hace en el adoctrinamiento de la ideología de género” (Papa Francisco).

No aceptar la ideología de género, nada tiene que ver con la igualdad de la dignidad de la mujer y del varón; que no se confunda, como se hace con frecuencia, “ideología de género” con “igualdad de género”. Precisamente teniendo en la más alta estima a la mujer y al varón, por sí mismos, en la igualdad de su dignidad y de sus derechos como personas diferenciadas, es por lo que no es posible aceptar esta ideología sin traicionar a la mujer o al varón. Como dice el Papa Francisco, con esta ideología “corremos el riesgo de dar un paso hacia atrás, es una equivocación de la mente humana. La remoción de la diferencia es el problema, no una solución” (Papa Francisco). Y añade que “colonizar ideológicamente” por medio de la enseñanza, o “adoctrinar a los niños en ideología de género es una maldad” (Papa Francisco), y un retroceso humano de graves consecuencias. Mi posición es muy neta: Un SÍ rotundo a favor de la mujer y del hombre; y por eso un NO absoluto a esta ideología.

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Comentarios
7 comentarios en “El cardenal Cañizares agradece al colegio Juan Pablo II su ‘valentía y coherencia’
  1. La CEE en pleno debía haber comparecido en el expediente como parte interesada y no dejar indefenso al colegio, pero está más ocupada en agradecer los «dones» de la Leticia y de la Reforma rupturosa.

  2. Gracias Monseñor, Vd. sí que da testimonio y nos defiende a los laicos. No como un tal Blázquez o un tal Osoro.

    Puntualizar que el Obispo de Getafe, diócesis a la que pertenece el colegio, publicó una carta conjunta con el Obispo de Alcalá en contra de la ley Cifuentes, y ha defendido al colegio. Organizó un acto de desagravio en el Cerro de los Ángeles.

  3. la iglesia católica debe defender los valores humanos y no dejárselos al demonio de la democracia ya sabemos todos que llegara el enviado del diablo si..pero la pregunta es..estamos preparados para enfrentarlo?..dios si lo esta..ya envió a los suyos que lo están esperando.. VIVA DIOS ETERNAMENTE y su santa iglesia…que se destape el anticristo. oh TEME ???

  4. El gran drama de una cierta Iglesia católica, es que muchos de sus altos altos jerarcas nunca compredieron cuales son sus responsabilidades como cristianos. Mientras que se enzarzan en asuntos que ignoran, pues desconocen las realidades de la vida humana, se lanzan a condenar la misma Creacion de Dios. Son tan inconscientes que el pensamiento único que defienden es solo el suyo, que pèor desgracia, este es obscurantista y fanático, y ajeno que a lo que es La Caridad predicada por el Nazareno, en el que el projimo son todos los seres humanos a los dijo que hay que acojer en el Amor a Dios.
    Si la Iglesia catolica no retornas a los principios del evangelio y sus prelados no abandonan sus palacios cardinalinacios, su prepotencia de prelados y la humidad y pobreza del pesebre, cada vez seran menos los creyentes, ya que sermones y ejmplos de vida no se corresponden… señores Obispos, Cardenales y asociales secretas y seculares.

  5. Cada día está más claro que Osoro el tibio no será el próximo presidente de la Conferencia Episcopal.
    Desgraciadamente, Cañizares tampoco, por la cobardía de los obispos.

  6. Yo también echo en falta a la Conferencia Episcopal Española. Debería haberse manifestado en contra de la denuncia de Cifuentes contra el Director católico. Eso es muy vergonzoso. Dejan a sus ovejas solas y a la intemperie, para que las devoren los enemigos. Y Ellos se quedan tan frescos en sus Diócesis. Eso no es Evangelizar como lo enseña el Papa.

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