‘La unidad entre los cristianos es una prioridad, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa’

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El Papa Francisco ha participado en un acto ecuménico organizado por la Federación Luterana Mundial en el palacio de los deportes de Malmoe, el segundo evento principal de su visita a Suecia.

En este acto, entre cantos y lecturas, se escucharon testimonios sobre el cambio climático, la situación en Colombia y los refugiados y también participó el obispo de Alepo, Antoine Audo.

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«Doy gracias a Dios por esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma, que estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa», ha afirmado el Santo Padre al inicio de su discurso.

Durante su discurso, el pontífice agradeció la solidaridad de los gobiernos que «asisten a los refugiados, a los desplazados y a los que solicitan asilo» y anunció que Cáritas Internacional y la Federación Luterana Mundial firmarán una declaración común de acuerdos, con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social.

Entre los testimonios pronunciados durante este acto, una joven india de 26 años Sunemia Pranita Biwasi, habló de los efectos del cambio climático en su país y de sus consecuencias con muertes, desplazados y pobreza. Francisco compartió la consternación de la joven india «por los abusos que dañan nuestro planeta, nuestra casa común, y que generan graves consecuencias también sobre el clima».

También habló Marguerite, refugiada de Burundi y que ahora desde Ruanda se ocupa de los huérfanos.
A ella el papa Francisco le invitó «a seguir adelante» para que «esa voz de esperanza que escuchaste al inicio de tu aventura continúe animando tu corazón y el corazón de muchos jóvenes».

En este acto también dejó su testimonio Rose Lokonyen, la atleta abanderada del equipo de los refugiados en los pasados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Rose, que huyó de su Sudan del Sur, «ha manifestado un testimonio realmente conmovedor. Ha sabido sacar provecho al talento que Dios le ha dado a través del deporte. En lugar de malgastar sus fuerzas en situaciones adversas, las ha empleado en una vida fecunda», le dijo el pontífice.

Entre los testimonios también se encontraba el director de Cáritas Colombia, Hector Gaviria, cuyas palabras sirvieron al papa para pedir oraciones para que llegue finalmente la paz a su país.

Lea a continuación el discurso del Papa Francisco en el acto ecuménico celebrado en el palacio de los deportes de Malmoe:

Queridos hermanos y hermanas:

Doy gracias a Dios por esta conmemoración conjunta de los 500 años de la Reforma, que estamos viviendo con espíritu renovado y siendo conscientes que la unidad entre los cristianos es una prioridad, porque reconocemos que entre nosotros es mucho más lo que nos une que lo que nos separa. El camino emprendido para lograrla es ya un gran don que Dios nos regala, y gracias a su ayuda estamos hoy aquí reunidos, luteranos y católicos, en espíritu de comunión, para dirigir nuestra mirada al único Señor, Jesucristo.

El diálogo entre nosotros ha permitido profundizar la comprensión recíproca, generar mutua confianza y confirmar el deseo de caminar hacia la comunión plena. Uno de los frutos que ha generado este diálogo es la colaboración entre distintas organizaciones de la Federación Luterana Mundial y de la Iglesia Católica. Gracias a este nuevo clima de entendimiento, hoy Caritas Internationalis y Lutheran World Federation World Service firmarán una declaración común de acuerdos, con el fin de desarrollar y consolidar una cultura de colaboración para la promoción de la dignidad humana y de la justicia social. Saludo cordialmente a los miembros de ambas organizaciones que, en un mundo fragmentado por guerras y conflictos, han sido y son un ejemplo luminoso de entrega y servicio al prójimo. Los exhorto a seguir adelante por el camino de la cooperación.

He escuchado con atención los testimonios, de cómo en medio de tantos desafíos entregan la vida día a día para construir un mundo que responda cada vez más a los designios de Dios. Pranita se ha referido a la creación. Es cierto que toda la creación es una manifestación del inmenso amor de Dios para con nosotros; por eso, también por medio de los dones de la naturaleza nosotros podemos contemplar a Dios. Comparto tu consternación por los abusos que dañan nuestro planeta, nuestra casa común, y que generan graves consecuencias también sobre el clima. Como bien has recordado, los mayores impactos recaen a menudo sobre las personas más vulnerables y con menos recursos, y son forzadas a emigrar para salvarse de los efectos de los cambios climáticos. Todos somos responsables de la preservación de la creación, y de modo particular nosotros los cristianos. Nuestro estilo de vida, nuestros comportamientos deben ser coherentes con nuestra fe. Estamos llamados a cultivar una armonía con nosotros mismos y con los demás, pero también con Dios y con la obra de sus manos. Pranita, te animo a seguir adelante en tu compromiso en favor de nuestra casa común.

Mons. Héctor Fabio nos ha informado del trabajo conjunto que católicos y luteranos realizan en Colombia. Es una buena noticia saber que los cristianos se unen para dar vida a procesos comunitarios y sociales de interés común. Les pido una oración especial por esa tierra maravillosa para que, con la colaboración de todos, se pueda llegar finalmente a la paz, tan deseada y necesaria para una digna convivencia humana. Que sea una oración que abrace también a todos los países en los que sigue habiendo graves situaciones de conflicto.

Marguerite ha llamado nuestra atención sobre el trabajo en favor de los niños víctimas de tantas atrocidades y el compromiso con la paz. Es algo admirable y, a su vez, un llamado a tomar en serio innumerables situaciones de vulnerabilidad que sufren tantas personas indefensas, aquellas que no tienen voz. Lo que tú consideras como una misión, ha sido una semilla que ha generado abundantes frutos, y hoy, gracias a esta semilla, miles de niños pueden estudiar, crecer y recuperar la salud. Te doy las gracias por el hecho de que ahora, incluso en el exilio, sigues comunicando un mensaje de paz. Has dicho que todos los que te conocen piensan que lo que haces es una locura. Por supuesto, es la locura del amor a Dios y al prójimo. Ojalá que se pudiera propagar esta locura, iluminada por la fe y la confianza en la Providencia. Sigue adelante y que esa voz de esperanza que escuchaste al inicio de tu aventura continúe animando tu corazón y el corazón de muchos jóvenes.

Rose, la más joven, ha manifestado un testimonio realmente conmovedor. Ha sabido sacar provecho al talento que Dios le ha dado a través del deporte. En lugar de malgastar sus fuerzas en situaciones adversas, las ha empleado en una vida fecunda. Mientras escuchaba tu historia, me venía a la mente la vida de tantos jóvenes que necesitan de testimonios como el tuyo. Me gustaría recordar que todos pueden descubrir esa condición maravillosa de ser hijos de Dios y el privilegio de ser queridos y amados por él. Rose, te agradezco de corazón tus esfuerzos y tus desvelos por animar a otras niñas a regresar a la escuela y, también, el que rece todos los días por la paz en el joven estado de Sudán del Sur, que tanto la necesita.

Después de escuchar estos testimonios valientes, y que nos hacen pensar en nuestra propia vida y en el modo cómo respondo a las situaciones de necesitad que están a nuestro lado, quiero agradecer a todos los gobiernos que asisten a los refugiados, a los desplazados y a los que solicitan asilo, porque todas las acciones en favor de estas personas que tienen necesidad de protección representan un gran gesto de solidaridad y de reconocimiento de su dignidad. Para nosotros cristianos, es una prioridad salir al encuentro de los desechados y marginados de nuestro mundo, y hacer palpable la ternura y el amor misericordioso de Dios, que no descarta a nadie, sino que a todos acoge.

Dentro de poco escucharemos el testimonio del Obispo Antoine, que vive en Alepo, ciudad extenuada por la guerra, donde se desprecia y se pisotean incluso los derechos más fundamentales. Las noticias nos refieren cotidianamente el inefable sufrimiento causado por el conflicto sirio, que dura ya más de cinco años. En medio de tanta devastación, es verdaderamente heroico que permanezcan allí hombres y mujeres para prestar asistencia material y espiritual a quien tiene necesidad. Es admirable también que tú, querido hermano, sigas trabajando en medio de tantos peligros para contarnos la dramática situación de los sirios. Cada uno de ellos está en nuestros corazones y en nuestra oración. Imploremos la gracia de la conversión de los corazones de quienes tienen la responsabilidad de los destinos de aquella región.

Queridos hermanos y hermanas, no nos dejemos abatir por las adversidades. Que estas historias nos motiven y nos den nuevo impulso para trabajar cada vez más unidos. Cuando volvamos a nuestras casas, llevemos el compromiso de realizar cada día un gesto de paz y de reconciliación, para ser testigos valientes y fieles de esperanza cristiana.

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Comentarios
5 comentarios en “‘La unidad entre los cristianos es una prioridad, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa’
  1. Los luteranos tendrán que rechazar mucho de los que enseñó Lutero, pero están muy dividos entre sí. La Iglesia en el Concilio de Trento dio la respuesta a las herejías de Lutero, y se trata de doctrina infaliblemente propuesta. No bastan estas reuniones y buenos deseos, sino unos cambios radicales para rechazar sus errores y aceptar la verdadera doctrina católica. Lutero pensaba que estaba reformando la Iglesia, volviendo a lo que él imaginaba que era la Iglesia primitiva, pero en el proceso creó una nueva comunidad que se separó de la Iglesia primitiva y de los Padres en aspectos fundamentales, sobre la naturaleza de la Iglesia, sobre los sacramentos, especialmente el Sacramento de la Eucaristía y el Sacramento del Orden. En cuanto al bautismo, lo relega a algo que manifiesta la fides fiducialis, que es lo que verdaderamente justifica al pecador. Hay que ser realistas y considerar que las posibilidades reales de la vuelta a la unión con la Iglesia de los luteranos son muy remotas. Ahora tienen «obispas» y hasta lesbianas. Los buenos sentimientos no lograrán mucho progreso en el verdadero ecumenismo.

  2. ¿Es mucho más lo que nos une que lo que nos separa? Nos separa nada menos que la misa, Francisco. Solo ese detalle. Cada día siento más verguenza de este Papa.

  3. Propiamente hablando, los únicos que han dañado la unidad visible de la Iglesia son los protestantes, porque la han abandonado, la Iglesia, la única fundada por nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, el papa Francisco habla de la implicación de los católicos en el daño que afecta a esa unidad visible.

    Mi madre, ¿cómo entender esto? El papa Francisco ha predicado parte de la verdad católica en su reciente viaje conmemorativo a Suecia, mas se expresa hacia la comunidad luterana en pie de igualdad con la católica, cuando esto no es cierto, es herético; es contrario a la eclesiología del Concilio Vaticano II y a la de la «Dominus Iesus». Es contrario al único sentido que para la Iglesia católica debe tener el ecumenismo: la permanente exhortación a que vuelvan al seno de la llamada Esposa de Cristo, todos los que o se han marchado siendo católicos, o han nacido en comunidades protestantes y en estas han sido educados en la fe.

    Y en cuanto a la afirmación pontificia de que es más lo que nos une que lo que nos separa… Nos une la fe en Cristo, ciertamente, como el Señor, el único salvador de la humanidad. Pero hay teologías tan distintas entre la Iglesia católica y el resto de comunidades surgidas de la Reforma, hay eclesiologías tan incompatibles, hay tantas diferencias doctrinales por causa de la labor de corte y poda de Lutero que…

    Que además sorprende esto: los cristianos protestantes de corte «ortodoxo» y no liberal no tienen ningún interés en el ecumenismo con la Iglesia católica; son principalmente las tendencias ultraliberales surgidas en el seno del llamado cristianismo reformado las que sí parecen estar interesadas en el diálogo ecuménico con la Iglesia católica, pero ¿tal diálogo es porque en verdad anhelan una vuelta a casa, al seno de la Iglesia, o porque esperan de esta una mayor comprensión hacia opciones claramente antibíblicas como son el aborto, la homosexualidad…? Y encima o para más inri, estas comunidades protestantes liberales que se ha encontrado el papa Francisco en Suecia son prácticamente estériles, están casi muertas del todo, en ellas no hay militancia cristiana ni por el forro, nada. ¿Y entonces?

    Todo esto es asombroso y le deja a uno un poso de perplejidad que no está ni en los escritos.

    cfr. http://ayporquenosoycomodonquijote.blogspot.com.es

  4. El Ecumenismo es la unión de los seguidores de Cristo de todo el mundo. Para llegar a tener un solo Pastor. Una sola Fe. Un solo Bautismo. Un solo Dios y Padre.
    Eso es lo que busca y predica nuestro Papa Francisco.
    Los numerosos discípulos del Maligno, según anuncia el Evangelio, siembran cizaña, en contra de lo que dice y hace el Papa. No se cansan de juzgar y condenar.¿Quién les ha nombrado jueces?

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