Ya son siete los embajadores abiertamente homosexuales nombrados por el gobierno estadounidense en los últimos años junto con la creación del cargo diplomático de enviado especial para los Derechos Humanos de los homosexuales el pasado mes de abril. El objetivo del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de aumentar y extender el poder y la influencia del «lobby gay» se ha puesto de manifiesto con el nombramiento de siete embajadores homosexuales en los últimos años y la creación de la figura diplomática del «enviado especial para los Derechos Humanos de los homosexuales». La elección de personas homosexuales para el cargo de embajadores, y por tanto como representantes de Estados Unidos en otros países, no es casual. Así lo señaló James Costos, embajador de Estados Unidos en España, en un artículo publicado en el diario El Mundo. En este artículo, Costos sostenía que su nombramiento, «junto con el de otros seis embajadores abiertamente homosexuales, envió al mundo el mensaje de que los estadounidenses LGBT también son parte de la estructura primaria de América» y del compromiso de Estados Unidos para luchar por la causa de este colectivo. «Estamos siendo testigos de una gran cantidad de actividades de promoción e impulso de este tema en mi país», continúa en su escrito el embajador estadounidense, poniendo al descubierto el empoderamiento del lobby homosexual en Estados Unidos gracias a la labor del presidente Obama, que pretende que esta influencia se extienda más allá de las fronteras del país. Tal y como informa Javier Lozano en Actuall, el presidente de Estados Unidos no ha dudado en lanzar un ofensiva diplomática para introducir la agenda del «lobby gay» en otros países, nombrando para ello embajadores en algunos casos con escasa experiencia diplomática pero abiertamente homosexuales. Estos embajadores no se limitan a defender e impulsar la ideología de género por la vía diplomática, sino que procuran hacerse visibles y presentes en la sociedad destacando su tendencia sexual a través de los medios de comunicación y las redes sociales. Con este fin, salen en programas de televisión de máxima audiencia o protagonizan series, sus exclusivas casas aparecen en revistas de decoración y son declarados personajes del momento. Uno de estos diplomáticos homosexuales es James Costos, embajador en España, que no ha dudado en manifestar su voluntad de luchar para impulsar la ideología de género y ha denunciado que en nuestro país el colectivo LGTB sufre la persecución en el trabajo y en las escuelas. Costos fue nombrado embajador ante España en agosto de 2013 y, desde entonces ha crecido su influencia hasta el punto de llevarle a protagonizar titulares en los medios de comunicación y a participar junto con su pareja Michael Smithen en programas televisivos de gran audiencia como la final de Masterchef Junior. Poco después del nombramiento de Costos, Obama eligió a James (Wally) Brewster, reconocido activista homosexual, como embajador en la República Dominicana. Brewster se caracterizó antes de ser embajador por ser un nombre relevante entre el colectivo homosexual, llegando a ostentar el cargo de vicepresidente del Consejo de Liderazgo LGBT del Comité Nacional Demócrata. Su activismo en favor de la ideología de género en República Dominicana aprovechando su cargo de embajador ha enfrentado a Brewster con algunos prelados de la Iglesia católica. Nicolás de Jesús López, cardenal arzobispo de Santo Domingo, denunció la intención del embajador estadounidense de «introducir la problemática LGTB en la agenda del país», ya que «a eso fue que lo mandaron«. En Dinamarca, el embajador elegido por el Gobierno estadounidense ha sido Rufus Gifford, ex tesorero de la campaña de reelección de Obama ahora convertido en una estrella de los «reality shows» en el país danés. Gifford protagoniza su propio programa de televisión con tintes de «reality show» titulado «El embajador de Estados Unidos», en el canal público DR3. Otros diplomáticos homosexuales nominados por Obama han sido John Berry, embajador de Estados Unidos en Australia, Daniel Baer, embajador en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa y Ted Osius, embajador en Vietnam. A los pocos meses de su llegada al país vietnamita junto con su marido Clay Bond, Osius ya ha sido calificado por la prensa como el rostro del «floreciente movimiento» en favor de los derechos de los gais en Vietnam. Él mismo ha mostrado su deseo de ser la «inspiración» de los vietnamitas que ahora reclaman la apertura del matrimonio a las parejas del mismo sexo en el país.
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Eso significa que la diplomacia ha perdido su razón de ser y que se ejercerá por otros medios. Algo parecido a lo que ocurre con los nacionalismos cuando lo que prima es lo identitario y no el buen hacer. En ambos casos en detrimento de la transparencia en la función pública convirtiendo el sistema democrático en una dictadura perfecta. Cuando alguien es elegido por su condición de vedette las funciones de su cargo quedan diluidas o se realizan desde otras instancias a las que no se puede pedir responsabilidades por su opacidad.
Mmmm… Es posible. Según estudios que he leído el 7% de la población es homosexual. En España el número de matrimonios entre homosexuales es el 2% (aprox.). Por tanto, si no hay ningún tipo de discriminación debería haber un 7% de embajadores homosexuales. No sé cuántos embajadores tendrán los EEUU, pero supongo que más de 100-150, con lo que le corresponden del orden de 10 homosexuales. Quizá está simplemente nombrando a los que corresponde, discriminando positivamente para alcanzar la igualdad.
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¿Algún problema con que un embajador sea abiertamente homosexual? Porque entonces, por esa regla de tres, quizá haya problemas también con que el embajador sea «abiertamente católico». ¿O no?
La dulce vita y la gay vita desde hace tiempo van de la mano. Otra cosa es cogiendo aceitunas o trasegando cubas.
Obama debe estar haciendo méritos en su logia, al fin y al cabo son los que ponen a los candidatos y los que ponen la «pasta».
La «dictocracia», que está extendida por todo el mundo, pero allí más, no en vano son sus inventores.
Lo de los estudios sobre ciertos temas, lo más posible es que hayan sido manipulados.
Las personas moralmente corruptas son más fáciles de dirigir, al no tener principios ni valores. Es por ello que las lgtb están siendo apoyados para fines socialmente perversos y los católicos molestamos.
Las embajadas son pagadas con los impuestos de TODOS los americanos y por tanto no deben ser utilizadas por grupos terroristas o lgtb para sus fines particulares; esto supone una corrupcion de la democracia. La orietacion sexual pertenece estrictamente a la vida PRIVADA de las personas, no debe tener ninguna influencia publica en ningun caso.