Una Iglesia en salida, conmovida por una opción misionera capaz de transformarlo todo. El cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, describe el deseo del Papa Francisco en el prólogo del libro Cuenta Conmigo, el acompañamiento espiritual, de Fulgencio Espa y editado por Ediciones Palabra.
El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha prologado el libro del sacerdote y doctor en teología Fulgencio Espa Feced, autor de varios libros de oración titulados «Con Él». En el prólogo, el cardenal Osoro sostiene que una de las «líneas fuerza» del Pontificado de Francisco es la conversión pastoral y hasta tres veces usa este término específico en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Las señales descritas por el pontífice que articulan la verdadera conversión son las obras de misericordia, que presentan dos características comunes: son fecundas e inclusivas.
En este contexto -según señala el arzobispo de Madrid en el prólogo del libro que puede adquirir a través de este enlace– una obra de misericordia vinculada a dar consejo al que lo necesita brilla con particular intensidad: el acompañamiento espiritual. El cardenal Osoro recuerda que es mediante el acompañamiento espiritual como se crece en amor al evangelio y se vive la experiencia de la misericordia, que capacita para la generación de vida fecunda y el cultivo de la paciencia y la comprensión.
El libro Cuenta Conmigo, subraya el arzobispo de Madrid, quiere acercar a los cristianos a esta práctica del acompañamiento espiritual y en sus páginas se recoge una llamada explícita a aceptar la invitación de Dios a contar con Él en la dirección espiritual.
El autor del libro, Fulgencio Espa, un joven sacerdote madrileño, trata de explicar el sentido del acompañamiento espiritual, las actitudes oportunas para poder llevarlo a cabo y el modo específico de realizar el coloquio espiritual. Se trata de una guía para dejarse acompañar por la Iglesia en la realización como cristiano, teniendo en cuenta la originalidad de cada diálogo espiritual.
«La dirección espiritual no es algo reservado a unos pocos, sino un medio de santificación de todo cristiano, obra de misericordia espiritual que abre el alma cristiana a la alegría y a la misión, una vía segura para una verdadera conversión personal y pastoral», culmina el arzobispo de Madrid.
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