«El campo de concentración de Dachau es el mayor cementerio de sacerdotes católicos en el mundo»

|

dachau-arbeit-56.4 Así lo afirma el periodista Guillaume Zeller en su libro «La Barraca de los sacerdotes», en el que relata el testimonio de heroísmo y firmeza en la fe de los más de 2.500 sacerdotes prisioneros del régimen nazi en el campo de Dachau.


El pasado 27 de enero tuvo lugar la conmemoración por los 70 años del cierre de Auschwitz. En este campo de exterminio murieron varios millones de personas, en uno de los mayores genocidios de la historia. El periodista Guillaume Zeller ha querido recordar a los sacerdotes católicos asesinados en los campos de concentración nazis, especialmente en el campo de Dachau, al que fueron enviados más de 2.500 sacerdotes. Y lo ha hecho a través de su libro «La Barraca de los sacerdotes, Dachau, 1938-1945», recientemente publicado en Francia. “Dachau sigue siendo el mayor cementerio de sacerdotes católicos en el mundo”, afirmó Zeller en una entrevista concedida a Le Figaro. Entre 1938 y 1945, a Dachau fueron deportados 2.579 sacerdotes, seminaristas y monjes católicos. De ellos, 1.034 murieron en el campo de concentración, que se encontraba a tan sólo 13 kilómetros de Múnich. Las razones de las detenciones eran diversas: algunos por oponerse a la eutanasia, otros por ser considerados parte de las élites eslavas y otros por pertenecer a la resistencia francesa. En su libro, Zeller narra el heroísmo de los sacerdotes católicos en los campos de concentración, que no sólo no perdieron su fe, sino que se dedicaron a confortar a los demás prisioneros. Nunca abandonaron la oración y los sacramentos, ni en esas circunstancias extremas, y eso les permitió preservar su humanidad y mantener la esperanza. El periodista escribió esta obra tras quedar profundamente marcado por la “dignidad asombrosa (de los sacerdotes), mantenida a pesar de los esfuerzos de las SS por deshumanizar y degradar a los prisioneros”. Hay muchas historias que ejemplifican la valentía, el heroísmo y la santidad de los miembros de la Iglesia Católica en medio del horror provocado por los nazis. En el campo de concentración en el que se asesinó a cientos de sacerdotes, tuvo lugar la primera -y única en la historia de la Iglesia-, ordenación clandestina del seminarista Karl Leismer por el Obispo de Clermont-Ferrand (Francia), Mons. Gabriel Piguet. El seminarista se encontraba a las puertas de la muerte cuando fue ordenado. Entre 1944 y 1945 se produjo una epidemia de tifus que fue diezmando a los prisioneros. “Mientras las SS y los jefes no se presentaron más en las barracas contaminadas, docenas de sacerdotes entraron voluntariamente, sabiendo los riesgos que corrían, para curar y consolar a los agonizantes. Muchos de ellos (los sacerdotes) murieron”, relata Zeller. La Iglesia ha reconocido el valor de y la fe de sus hijos en estos campos de concentración. El autor del libro destaca que por iniciativa de San Juan Pablo II, Benedicto XVI y el Papa Francisco, “56 religiosos muertos en el campo de exterminio fueron beatificados, después que se verificó la práctica de las virtudes naturales y cristianas en modo ejemplar y heroico”.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
0 comentarios en “«El campo de concentración de Dachau es el mayor cementerio de sacerdotes católicos en el mundo»
  1. Alguien debería avisarle al autor del libro que el campo de Dachau no fue un «campo de exterminio».
    Esto, por supuesto, en nada obsta a la increíble heroicidad de los sacerdotes prisioneros, entre ellos, el P. Joseph Kentenich.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles