Dicen que el Papa se reconoció «alumno suyo» a través de sus libros, el cardenal Sebastián acaba de ser elevado a príncipe de la Iglesia a pesar de sus más de ochenta años. Lo primero quiero darle todo nuestro apoyo por el acoso al que se ha visto sometido en los últimos meses. Y mi felicitación personal por el capelo cardenalicio. Nosotros la verdad hemos echado de menos una muestra firme de apoyo por parte de sus hermanos en el episcopado… Bueno, he tenido cartas y cosas personales, algún apoyo personal he recibido. Claro, cada uno ha tenido que aguantar lo suyo… A los 16 años ingresó en los Claretianos. ¿Podría contarnos cómo surgió y maduró su vocación a la vida religiosa? Mi vocación surgió gracias a un padre Claretiano que vino a Calatayud alrededor del año 1941, que precisamente era del curso de los mártires de Barbastro y se había librado de la muerte porque tuvo que viajar por cuestiones de salud. Él supo crear una congregación mariana y un movimiento espiritual de jóvenes muy intenso en Calatayud. Ahí vivíamos una vida cristiana muy intensa, asistíamos a los pobres, visitábamos en sus casas a las ancianitas, en sus cuevas. Llevábamos el catecismo a los barrios de la penitencia… Tuvimos una experiencia de vida cristiana muy intensa. En 1943, a los 14 años, hice unos ejercicios espirituales dirigidos por este padre, que se llamaba Padre Zubiri, y ahí sentí la llamada del Señor, y prácticamente ya me decidí a ingresar en el noviciado y a ser misionero. En 1945, al acabar sexto de bachillerato, me fui al noviciado de los claretianos, que entonces estaba en Vich, provincia de Barcelona. ¿A qué santos tiene especial devoción y por qué? A muchos, por supuesto a San Antonio María Claret, como fundador y maestro de espiritualidad en la congregación de los Claretianos. Le tengo mucha devoción a otros muchos santos, empezando por San Pablo, San Juan, San Agustín, un gran maestro de la Iglesia, San Ambrosio de Milán, Santo Tomás de Aquino, San Buenaventura, San Francisco Javier, cuya vida me animó mucho a ingresar en la vida religiosa y a hacerme sacerdote misionero. San Juan María Vianney, Padre Kolbe. También algunos santos que viven, como el Papa Benedicto XVI. Tuve la satisfacción de poder hablar con la Madre Teresa, con Juan Pablo II. La verdad es que estamos rodeados de hermanos santos que nos acompañan y nos ayudan. En el consistorio en que fue creado cardenal presbítero de Santa Ángela de Merici reapareció públicamente Benedicto XVI, que había anunciado que permanecería “oculto al mundo”. ¿Cómo interpreta esa reaparición? Fue una sorpresa el ver que estaba presente en aquel acto. Yo no lo sé, creo que fue un gesto de afecto hacia todos nosotros. Él se sintió cerca del colegio cardenalicio y como la creación de cardenales es un gesto tan personal del Papa, él como que se sintió cercano a los que habían sido sus cardenales y quiso participar también como uno más. Así lo interpreté. Hemos visto en las fotos que pudo saludarle y hablar con él. ¿Cómo le encontró? Yo pude saludarle, sí, con mucho gusto, porque después de imponerlos la birreta y darnos el anillo el Papa Francisco nos invitaban a pasar a saludar a todos los demás cardenales, y el primero que estaba en la esquina, muy humildito, era Benedicto XVI. Yo me detuve con él, él me recordó, me saludó, porque nos hemos visto ya antes de ser Papa varias veces en la vida. Fue cosa de unos segundos pero con mucho afecto y con mucha emoción, porque saludar a este hombre tan de Dios emociona. Había cierta inquietud con las palabras de Kasper sobre el acceso de los divorciados a la comunión del día anterior… Las palabras del Cardenal Kasper fueron también bastante cautas. Él no afirmó nada como cosa decisiva. Yo estoy acostumbrado a hacer debates y Kasper apuntó algunas posibilidades. Hubo enseguida réplicas. Yo creo que inició un debate pero no hay lugar para la alarma puesto que no hay ninguna afirmación definitiva y habrá una seria y sólida reflexión que luego ofreceremos al Papa y el Papa verá lo que hace. Yo sí que he dicho públicamente que en el campo de la familia el principal problema no es que haya algunos divorciados vueltos a casar que echen de menos el poder comulgar, el principal problema y la gran tragedia es que haya tantos divorciados y vueltos a casar que no echen de menos nada, y que viven muy plácidamente al margen de la Iglesia y de la Ley de Dios. Ese es el gran problema que la Iglesia tiene que plantearse. ¿Por qué tantos bautizados no se casan sacramentalmente y por qué algunos que se casan sacramentalmente rompen su matrimonio con tanta facilidad? Eso es lo que a mí me angustia porque es el signo de que muchos bautizados viven sin fe. Nosotros hemos denunciado en Infovaticana el caso de MegastarFM, que utiliza con frecuencia imágenes eróticas en sus comunicaciones, además del tono burdo de sus programas. Además hay muchas quejas por la tendencia de 13 tv… ¿Cree que los medios de la Conferencia Episcopal representan fielmente los principios cristianos? Yo creo que los medios de la Conferencia Episcopal sí que tienen que procurar mantener una dignidad y una equidad y hasta un respeto por los adversarios. Yo creo que en buena parte se ajustan a eso y que si hay algún error o desviación lo tendremos que corregir. Todas las cosas humanas hay que corregirlas continuamente. Tenemos que fijarnos también en cuántas cosas buenas dicen y cuántas réplicas razonables hacen, para alabarlos y animarlos a seguir por el buen camino y a corregir lo que no hagan bien. Sí, pero el debate de fondo es si debe la Iglesia tener o no medios generalistas. Bueno, eso es opinable. Yo desde luego siempre he estado a favor. ¿Por qué no va a haber una voz cristiana en medio del debate de este mundo? El caso es que se haga bien, es decir, que se opine cristianamente sobre todos los asuntos que están en la opinión pública. Ya quisiera yo que hubiera más voces cristianas en el parlamento y en todos los ámbitos de debate de nuestra sociedad, y alguien tiene que ser el titular. ¿Quién hay que quiera poner el dinero en estos medios? Bueno, pero cuando algunos laicos lo han hecho no han recibido más que palos en la rueda… Nadie se lo prohíbe, les vamos a animar en cuanto lo hagan. Pero tampoco pueden presentarse como voceros o como representantes de la Iglesia. La Iglesia es muy ancha y muy grande. En 2007 caminó descalzo en procesión, como desagravio por una blasfemia perpetrada en Pamplona. “Estas fiestas de San Fermín han sido algo singulares para los cristianos”, pues “no hemos podido compartir la alegría con espontaneidad” porque “hemos tenido que soportar como un dardo clavado en el costado el dolor de un recuerdo doloroso”, declaró entonces. El Papa habla con mucha frecuencia del diablo, de sus tretas y sus maniobras ¿Cuál cree que es el mayor logro del diablo en la sociedad actual? Todo lo que es rechazo de Dios, soberbia, todo lo que es querer ir contra la sabiduría y la voluntad de Dios es obra del diablo. Si no es el poder del diablo nosotros mismos cuando rechazamos a Dios nos ponemos a su alcance. Los Santos Padres decían que el diablo es como una fiera encadenada, a la cual no tenemos que tener ningún temor, porque lo venció Jesús, con su obediencia y su fidelidad hasta la muerte. Pero para compartir la victoria de Jesús tenemos que arrimarnos a Él por la fe, por el amor, y vivir como Jesús en el camino de la voluntad de Dios. Por los caminos de la voluntad de Dios nosotros mismos nos hacemos víctimas del demonio. Sin duda también son un logro del diablo las numerosas leyes inicuas que se aprueban en occidente. Claro, las leyes que van contra la Ley de Dios son colaboradoras de la obra del demonio en la sociedad y en la humanidad. Fue defensor de la transición pero en 2005 decía que «Hoy en España hay algunos partidos políticos que quieren ser fieles a la doctrina social de la Iglesia en su totalidad, como, por ejemplo, Comunión Tradicionalista Católica, Alternativa Española, Tercio Católico de Acción Política, Falange Española de las JONS. Todos ellos son partidos poco tenidos en consideración. Tienen un valor testimonial que puede justificar un voto. No tienen muchas probabilidades de influir de manera efectiva en la vida política, aunque sí podrían llegar a entrar en alianzas importantes si consiguiesen el apoyo suficiente de los ciudadanos católicos. Por eso no pueden ser considerados como obligatorios, pero sí son dignos de consideración y de apoyo« Yo soy defensor de la presencia de la Iglesia en la vida pública, lo haga quien lo haga. Luego los partidos tienen otros elementos de los cuales sólo ellos son responsables. Yo no me quiero identificar con ningún partido, ni con los grandes ni con los pequeños. Yo me identifico con un mensaje, con una doctrina, que es la de la Iglesia. ¿Puede un católico votar a un partido que no defienda explícitamente los Principios no negociables definidos por Benedicto XVI? ¿Por qué esos partidos pequeños no reciben más apoyo de la Iglesia? Bueno, defender al 100% sólo la Iglesia. No se puede equiparar nunca a la Iglesia con otra organización humana. ¿Cómo ve la Iglesia en España? ¿Estamos en un buen momento histórico? Yo la veo con debilidades, con la debilidad de la fe de los cristianos, que es la principal debilidad de la Iglesia. Unos cristianos demasiado acostumbrados a las cosas fáciles, un poco desconcertados por la rapidez de los cambios de estos últimos años, pero yo percibo por todas partes síntomas de una renovación sincera y sólida en las comunidades cristianas de España. Yo viajo por muchas partes, y en todas encuentro grupos fervorosos, entusiastas, generosos, que no hacen ruido, que no son grandes, pero que son las semillas de una renovación de la Iglesia española que se está realizando sin hacer ruido, y que a mí me llena de esperanza. El Cardenal Ratzinger decía que las cosas de Dios empiezan siempre por cosas pequeñas y sin ruido, yo creo que estamos empezando un camino de renovación importante. ¿Y su orden, los misioneros claretianos, cómo la ve? Es una orden humilde, sin grandes pretensiones, pero que ha sabido conservar el espíritu y que está haciendo un esfuerzo muy grande de renovación espiritual en profundidad. Hay casas de retiro y de formación que están recibiendo continuamente a los jóvenes, con pocas vocaciones por desgracia en todo el occidente, en Europa, en España, pero creciendo con vocaciones de África, de Asia, de Filipinas, de Corea. El problema es formar bien en la piedad, en la abnegación, en la fidelidad, a estas generaciones nuevas, jóvenes, para que en ese trasplante generacional no perdamos la fuerza del Espíritu. Yo he estado hace poco en Roma hablando con el padre general y me decía que esta era su principal preocupación: Transmitir vigorosamente el espíritu de San Antonio María a las nuevas generaciones, en eso estamos, no es tarea fácil pero todos tenemos que colaborar. Dicen que usted es el hombre al que el Papa consulta para conocer la situación en España. Está sin duda tomándose mucha tranquilidad para tomar decisiones importantes sobre la Iglesia que peregrina en España ¿Está bien informado el Papa? Desmiento explícitamente eso. Yo no soy el consejero del Papa sobre los temas de España. Él tendrá muchos consejeros y a mí me parece muy bien que se tome su tiempo y que estudie las cosas sin prisas, porque las decisiones del Papa son muy importantes. Yo creo que tenemos que tener el máximo respeto y aceptar con la mejor voluntad lo que el Papa nos diga. Tarancón se refería a usted como su teólogo predilecto. Dicen que usted está en camino de vuelta desde el progresismo. ¿Ha evolucionado usted o ha sido la Iglesia la que se ha movido, y lo que hace 30 años era visto como progresista hoy se ve como reaccionario? Uno evoluciona en 50 años. Han cambiado muchísimo las circunstancias y en los años 60 teníamos un concilio Vaticano II que había que aceptar. Había que arrimar y ayudar a la Iglesia de España a asimilar el Concilio Vaticano II. Ese ha sido el centro de toda mi vida. Progresista o no progresista a mí me da igual, lo que yo he querido siempre es estar al servicio de la Iglesia en cada momento y en las circunstancias de cada momento. Querer estar inmóvil cuando la vida cambia es un poco absurdo, entonces bueno, yo trato humilde pero sinceramente de estar al ritmo de la Iglesia en cada lugar y en cada momento. Muchísimas gracias por su atención y por dedicar su tiempo a Infovaticana.com
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