Rob Mutsaerts ha acordado con su superior, el obispo de ‘S Hertogenbosch, en los Países Bajos, dejar su puesto como obispo auxiliar en lo que muchos denominan ‘divorcio amistoso’.
Mutsaerts es un viejo conocido de estas páginas, donde ha protagonizado noticias como ‘Obispo holandés elegido para el Sínodo de los Jóvenes se niega a asistir’, ‘Obispo holandés denuncia el intento del sínodo de crear ‘una nueva religión’, ‘El obispo Mutsaerts se une a la protesta contra la ‘idolatría’ de la Pachamama’ y ‘Obispo holandés: “Esperemos que el Papa destruya el documento final del sínodo”, lo que da una idea de que no es exactamente un entusiasta de la presente ‘renovación eclesial’.
Pero su superior, el obispo Gerard De Korte de ‘S Hertogenbosch, sí lo es, es un verdadero entusiasta de los nuevos aires, con lo que la convivencia no era exactamente fácil. Así que han decidido separar sus caminos y anunciarlo en un documento que han firmado ambos y publicado en la web del obispado, bisdomdenbosch.nl.
En la declaración se explica: «Es bien sabido que diferimos en nuestro punto de vista sobre los desarrollos en la Iglesia, y que ponemos diferentes énfasis, cuando se trata de la administración de la diócesis».
Por lo tanto, Mutsaerts expresó el deseo de renunciar a sus funciones diocesanas y centrarse en su parroquia de Nimega. Sin embargo, se convertirá en Vicario Episcopal para asuntos de gestión y «nuevos movimientos», y continuará como presidente del Consejo de Asuntos Económicos de la diócesis.
La interpretación más generalizada es que Mutsaerts no quería en conciencia seguir apoyando iniciativas de la diócesis que iban en contra de su visión eclesial.